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03/08/2022

Getaria nobiliaria y marinera


Guetaria - Getaria ha desarrollando actividades económicas derivadas del mar, y ha aportado personajes ilustres y linajes nobiliarios que levantaron en sus calles sus casas solariegas en estilos gótico o barroco. Destacan el palacio de Indianocua, la torre de Aldamar, la casa de Olazábal, el edifico Jaureguía, la Casa Larrumbide y la Torre Aldamar.

Escudo municipal Guetaria ayuntamiento
ESCUDO MUNICIPAL DE GETARIA

El Palacio Indianokua es un magnífico edificio en estilo barroco. Destacan los ornamentos vegetales, en forma de pares de palmas que coronan el dintel de la puerta y los arcos carpaneles de las ventanas de la planta baja. El resto de los vanos destacan por su amplitud y se abren a balcones con rejas de forja. La planta superior está delimitada por dos platabandas en que aparece un decorado escudo de armas y una inscripción latina:
"NISI DOMINUS AEDIFICAVERIT DOMUMINVANUM LABORAVLRUNI QUI A DIDICANT EAM"

Fue propiedad de Cristóbal de Basurto, destacado hombre de negocios de principios del siglo XVII. A finales del XVI, se había instalado en San Luis de Potosí, en el Virreinato de la Nueva España, uno de los principales centros proveedores de plata de la Corona española. Llegó a generar una fortuna mediante la explotación de su mina argentífera.

En 1612, el "indiano" regresó a su villa natal, y promovió la construcción de grandes galeones comerciales para la Carrera de Indias y en expediciones pesqueras a Terranova.

La familia Echave Asu compró esta casa en 1676, adquiriendo su aspecto actual. Su primer propietario fue Pedro de Echave Asu, capitán de galeones. Su descendiente, José Fernando Echave Asu y Romero, siendo diputado general de Guipúzcoa en 1794, tomó parte de la Convención revolucionaria francesa.

Escudo armas Palacio Indianokua Guetaria
PALACIO INDIANOKUA

El Palacio Romero es un llamativo ejemplo de casa palaciega en estilo neoclásico. Destaca su escudo de armas en la esquina del linaje de los Asu. Esta propiedad, con sus jardines y la adyacente torre Asuenecoa se convirtieron en el siglo XVIII en uno de los inmuebles de los Romero de Echave Asu.

Anteriormente, se ubicaba en ella el linaje Rameri, una casa nobiliaria de origen flamenco asentados en la segunda mitad del siglo XVII en ciudades como San Sebastián, Hondarribia y Getaria. El capitán Román de Rameri, originario de Lille, realizó un lucrativo comercio durante las décadas de 1660 y 1670, intercambiando hierro vasco y manufacturas europeas por productos coloniales americanos como el palo de campeche.

PALACIO ROMERO Y TORRE ASUENECOA

La Torre Asuenecoa es la primitiva torre medieval del linaje de los Asu, que aún conserva diversos elementos de la Edad Moderna: saeteras, modillones y puertas doveladas.

A mediados del siglo XVII, Pedro de Echave Asu, capitán de galeones, gestionó desde Sevilla, capital comercial del Imperio español, los negocios de su tío Juan Ramus de Asu, uno de los principales hombres de poder de la ciudad de Lima, capital del Virreinato del Perú.

Otro descendiente del linaje afincado en Perú fue Francisco Echave Asu, el cual llegó a ser arzobispo de Lima

Pedro heredó, además, los negocios que los Echave desarrollaron desde mediados del siglo XVI: construcción de galeones, expediciones a Terranova y el comercio con las provincias americanas del Imperio español.

En su calidad de descendiente de Juan Sebastián Elcano, hizo evidente ese vínculo familiar en 1671, mandando instalar la lápida en su honor de la parroquia de San Salvador.

Escudo armas Arsu Palacio Romero
ESCUDO DE ARMAS ARSU EN EL PALACIO ROMERO

El conjunto urbanístico situado en la calle de San Roque, aunque denominado Torrecalera "calle de las torres", es un grupo de torres medievales en estilo gótico que albergaba a los linajes nobiliarios más ricos y poderosos de la villa, principalmente comerciantes y armadores. Formando la denominada, desde el siglo XVI, son edificios de similares características, siendo una de las calles más elevadas dentro del casco de la villa.

Tanto su situación como su aspecto palaciego conseguían reforzar su creciente preeminencia social frente a linajes señoriales como los Zarauz, Iraeta, Aldamar, etc., situados justo en la parte contraria de la villa, en torno a la iglesia y la calle Aldamar.

Permanecieron en su aspecto original tras la destrucción de la villa por la I Guerra Carlista en año 1835, aunque fueron restauradas en época reciente.

Sus fachadas destacan por sus vanos dovelados, por sus puertas apuntadas y por la delicada decoración de sus ventanales geminados, de los que podemos ver un ejemplo similar en la fachada trasera de la torre Zarautz Jauregia. Las hileras de ménsulas de su fachada habrían servido para sostener estructuras de madera, ahora desaparecidas. Otra torre especialmente restaurada es la que alberga el hotel Saiaz Getaria.

TORRE GÓTICA MEDIEVAL EN TORRECALERA

La Torre de Aldamar se encuentra en el lado este de la villa guipuzcoana y portuaria de Getaria. Fue propiedad de los señores de Aldamar, emparentados al linaje de la casa de Zarauz. Esta antigua casa-torre, conocida como "la Atalaya" fue reconstruida a principios del siglo XVII, conformando un amplio complejo palaciego, del que en la actualidad solo se conserva la torre.

El historiador Lope Martínez de Isasti se refirió a ella en 1625, de esta manera:
"Es principal y antigua, que los dueños de ella sirvieran al emperador Carlos V en Túnez y en otras ocasiones con sus naos…"
El edificio señorial se hallaba adosado a la muralla del Frente de tierra de Getaria, dotada en otros tiempos de puente levadizo. Contaba con huertas y otras dependencias entre las que figuraba el imponente edificio, semejante a una torre, que servía de almacén de cereales y otros productos, adquiridos a través de las extensas rentas que cobraban los Aldamar, así como a través de sus relaciones comerciales.

La parte noble, adosada a la muralla, resultó completamente destruida durante el asedio y posterior asalto carlista sufrida por la villa en la I Guerra Carlista de 1834. A pesar de haber sufrido reformas, conserva sus muros de sillería de arenisca, así como la gran portada de arco de medio punto que daba acceso al almacén que se halla cubierto mediante una bóveda.

TORRE DE ALDAMAR

En la calle Mayor, la Casa Larrumbide es otro ejemplo de construcción medieval, con la primera planta de sillería y las dos siguientes de ladrillo y madera.

Las Casa-torre de Zarauz-Jauregia y la de Ochoa Ibáñez de Olano forman un impresionante conjunto artístico e histórico en estilo gótico sin igual en la geografía urbana vasca. Integradas también en la calle Mayor, están adosadas entre sí y abrazadas a la Iglesia parroquial de San Salvador. Datan de la primera mitad del siglo XV y fueron levantadas con carácter residencial y defensivo, en un estratégico emplazamiento en piedra de sillería.

Muestran rasgos típicos de la arquitectura gótica como portadas doveladas o ventanas ojivales y geminadas. La torre de Zarauz es producto de las sucesivas ampliaciones de una torre datada en el siglo XIV y que, al menos parte de su fachada, data en realidad del XVII.

Las excavaciones realizadas en dicho solar sacaron a la luz, además, un valioso yacimiento arqueológico que custodiaba huellas de presencia humana desde el siglo II d. C. hasta el XX, por lo que permitió reconstruir la historia de este enclave desde época romana hasta nuestros días.

CASAS-TORRE DE ZARAUZ-JAUREGIA Y DE OCHOA IBÁÑEZ DE OLANO

Getaria fue villa de marinos que trabajaron de comerciante haciendo la Carrera de Indias con las provincias americanas del Imperio español, de armadores y cazadores de ballenas a Terranova, y de militares en las Reales Armadas españolas. Estos fueron sus casos más ilustres:

Juan Sebastián de Elcano tomó parte de la expedición de Fernando de Magallanes a las islas de las Especias en 1519. En la nao Vitoria, culminó el viaje realizando la primera circunnavegación de la tierra en 1522, con el que quedaba empíricamente demostrada la redondez de la tierra y sentaba las bases para el dominio del Imperio Español a través de los océanos.

Lope Martínez de Zarauz fue miembro del Consejo Real de Enrique IV y corregidor de Castro Urdiales y de Laredo en 1452, 1453 y 1454.

Antonio de Urquiola fue ingeniero naval y general de la Armada española. Nacido a mediados del siglo XVI, fue superintendente de los astilleros reales de Santiago en el río Urola y de los de Pasajes y Lezo. Dirigió, entre otras, la nao San Juan Bautista, buque insignia del almirante Aramburu. Fue general de la Real Escuadra del Cantábrico y murió en 1600. En Getaria era propietario de la Casa de Urquiola. Su hijo fue el capitán Baltasar de Urquiola, que se arruinó tras una serie de desafortunadas transacciones financieras a mediados del siglo XVII. Esta casa fue vendida a los Asu, y su original escudo de armas desapareció.

Antonio Arriola é Isasi fue alférez de mar, que sirvió catorce años en la Real Armada del mar Océano. Después pasó a servir a la Corona española en el estado de Milán, tomando parte de las Guerras de Piamonte. En 1619, fue propuesto para capitán de mar y guerra en la Escuadra de Guipúzcoa, que se estaba organizando.

Joaquín de Villafranca fue auditor general de los Reales Galeones de España en 1656.

Domingo de Bonechea y Andonaegui fue navegante que trató de incorporar para el Imperio español la isla de Thaití, situada en el océanos Pacífico, en 1775.

Manuel de Agote y Bonechea fue navegante, comerciante y factor de la Real Compañía de Filipinas en Cantón. Dejó escrito un valioso testimonio de sus viajes náuticos-comerciales por las aguas del Atlántico, el Índico y, sobre todo, el Pacífico, entre los años 1779 y 1798. En 1799 fue elegido Alcalde de Getaria.

Joaquín María de Barroeta y Hurtado de Mendoza y Aldamar fue político liberal, aunque defendiendo el régimen foral guipuzcoano. Durante la Guerra de la Independencia española luchó contra los franceses. En la I Guerra Carlista tomó parte del bando liberal de la reina Cristina de Borbón. Fue alcalde de Getaria en 1815 y senador del Reino en 1844, cargo desde el que defendió la integridad de los fueros vascongados en la Constitución liberal. Entre sus reconocimientos están los de ser caballero de la Orden de Santiago, recibir la Gran Cruz de Isabel la Católica y ser Gentil hombre de Cámara.

Prudencio Arnao también fue liberal, como el anterior, un militar que luchó contra los carlistas en la III Guerra Carlista.

José Francisco de Iturzaeta Eizaguirre fue un destacado calígrafo del siglo XIX, reconocido por su labor de la recuperación del arte en siglos pasados y ese el autor de El arte de escribir la letra bastarda española y Gran colección general de todos los caracteres europeos, entre otros títulos.

CASA-NOBILIARIA DE GETARIA

12/01/2022

Escultura a Juan Sebastián Elcano en Getaria por Ricardo Bellver


ESCULTURA A JUAN SEBASTIÁN ELCANO EN GETARIA

La escultura Juan Sebastián Elcano está situada en la plaza Gudarien Empartza de la guipuzcoana villa de Getaria. Es un homenaje al navegante de esta localidad, realizada por escultor madrileño Ricardo Bellver en 1888.

Este escultor es reconocido por ser el autor de El Ángel Caído, que se encuentra en el madrileño Parque El Retiro. Tras realizar justamente esta obra, Bellver fue pensionado por el Ministerio de Ultramar, el actual Ministerio de Asuntos Exteriores, que le encargó el monumento al guipuzcoano.

Juan Sebastián Elcano ha pasado a la historia universal por ser el navegante que consiguió dar la primera vuelta al mundo en la Expedición de Fernando de Magallanes a las Indias Orientales, demostrando de forma empírica que la Tierra es esférica entre los años 1519 y 1522. Representa al clásico explorador de ultramar del siglo XVI, buscando nuevas rutas y descubriendo nuevas tierras.

ESCULTURA A JUAN SEBASTIÁN ELCANO EN GETARIA

El boceto para esta obra fue realizado en 1877 y la escultura se presentó en la Exposición de Bellas Artes de 1881. Se trata de una figura en mármol de Carrara, de dos metros de altura, que se alza de pie, sobre un pedestal octogonal con un escudo de armas en bajorrelieve. Este conjunto es alzado sobre un pilar en mármol negro, también octogonal, con el nombre grabado del protagonista: "JUAN-SEBASTIAN DE ELCANO"

En esta escultura, Bellver creó una composición casi teatral, basándose en los atuendos y atributos propios de un navegante del siglo XVI, reflejando diferentes calidades textiles en los ropajes con gran lujo de detalles y contornos bien definidos.

Elcano es representado como un personaje de pose serena y firme, que logra movimiento apoyándose en un bello soporte, y que refleja un espíritu audaz y carácter triunfante.

El estado de conservación de esta escultura es excelente, a pesar de los problemas derivados de la contaminación ambiental que se traduce en forma de manchas. También presenta una pequeña rotura en uno de los atributos que la complementan y la falta de una pieza metálica perteneciente al astrolabio.

ESCULTURA A JUAN SEBASTIÁN ELCANO EN GETARIA

06/10/2020

Batalla de Guetaria de 1638


El Frente de Mar consiguió rechazar el intento de desembarco de la Armada francesa durante la batalla de Guetaria, el 23 de agosto de 1638. Aquel combate estuvo englobada en la Guerra hispano-francesa de 1635-1659
.

En esta contienda, el cardenal Richelieu planeó llegar con el ejército de Luis XIII hasta Madrid, o como mínimo conquistar la Provincia de Guipúzcoa. Por tierra, emprendió el Sitio de Fuenterrabía de 1638
 de 1638, con un ejército de 20.000 soldados. Por el mar, Guetaria fue el puerto elegido para arribar una flota de 50 barcos. Para el arzobispo de Burdeos era de vital importancia tomar un puerto de la costa guipuzcoana, para bloquear por mar a Fuenterrabía y controlar todo el golfo de Vizcaya.

El 24 de julio de 1638, se lanzó un ataque sorpresa con brulotes sobre la flota española comandada por el almirante Lope de Hoces, que se encontraba precisamente en Guetaria cuando trataba de socorrer a Fuenterrabía. Solo sobrevivió un galeón español.

guetaria getaria frente mar batalla defensa costa armada francesa
PANORÁMICA DE GUETARIA

Pero, cuando las tropas del arzobispo de Burdeos intentaron desembarcar para tomar la villa, se encontraron con una rada bastante protegida por su sistema de murallas y artillería que se emplazaba en el Frente de Mar. Así, los escuadrones de mosqueteros de las milicias vecinales de Guetaria y los refuerzos llegados de Zarauz y otros pueblos vecinos consiguieron que la flota gala huyese en retirada.

La villa quedó destrozada por la artillería de los galeones franceses, pero ni un solo soldado francés llegó a acercarse a sus murallas.

Poco después, el 7 de septiembre, el asedio a Fuenterrabía fracasó. Y, en 1659, se firmó el Tratado de los Pirineos entre ambas naciones.

13/02/2020

Escultura a Juan Sebastián Elcano, por Antonio Palao


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ESCULTURA DE JUAN SEBASTIÁN ELCANO

Esta escultura Juan Sebastián Elcano se encuentra en el puerto guipuzcoano de Getaria, villa natal del primer marino en dar la vuelta al mundo entre los años 1519 y 1522. Fue ubicada en la plaza homónima para sustituir a la escultura marmórea de Alfonso Giraldo Bergaz, con motivo de la destrucción durante el asedio que sufrió Getaria en la Primera Guerra Carlista. Aquella otra primigenia escultura fue promovida por el también marino de esta villa Manuel de Agote y Bonechea, en 1800.

En el año 1859, las Juntas Generales de Guipúzcoa, celebradas en Getaria, decidieron sustituir la deteriorada escultura de Giraldo Bergaz por otra de nueva factura. En la sesión octava correspondiente al día 9 de julio, decidieron encargar esta imagen al escultor aragonés Antonio Palao, y se adoptó el siguiente acuerdo, que consta en las respectivas actas.
"Movida la Junta por un espontáneo impulso de patriotismo, acordó unánimemente, medio del mayor entusiasmo, perpetuar la memoria de uno de los hechos más gloriosos para la nación española, erigiendo una estatua al ilustre marino guipuzcoano D. Juan Sebastián del Cano y encargando á la Diputación que dispusiese lo necesario para el cumplimiento de este acuerdo, en la inteligencia de que la estatua debería colocarse en el punto más conveniente de esta villa de Guetaria, patria de aquel varón esclarecido."

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ESCULTURA DE JUAN SEBASTIÁN ELCANO

La escultura de Elcano realizada por Antonio Palao fue realizada en bronce y se inauguró el 28 de mayo de 1861. Está levantada sobre un monolito rectangular de granito. Aparece ataviado con vestimenta renacentista de la época, con la mano derecha apoyada sobre algún cartulario marítimo y con la mano izquierda señalando la dirección que siguió para dar la vuelta al mundo: el oeste. En cada uno de los cuatro lados de la estructura de granito aparecen una placa explicativa del monumento, dos en grabados en español y otros dos en euskera.

GUIPUZCOA
A LA MEMORIA
DE SU HIJO
JUAN SEBASTIÁN DE ELCANO
1859

HABIENDOSE DESTRUIDO POR CAUSA DE LA GUERRA CIVIL EL MONUMENTO LEVANTADO EN HONOR DE JUAN SEBASTIÁN DE ELCANO POR SU COMPATRIOTA D. MANUEL DE AGOTE EL AÑO 1800
LA PROVINCIA DE GUIPUZCOA ERIGE EL PRESENTE PARA PERPETUARLE LA MEMORIA DE AQUEL VARÓN ESCLARECIDO

Cuando en 1936 estalló la Guerra Civil, fue trasladada a San Sebastián con objeto de fundir su bronce, pero acabó formando parte del conjunto de ermita y monumento en memoria de los caídos del crucero Baleares levantado en el Paseo Nuevo de San Sebastián. Terminada la Dictadura franquista, la estatua volvió a su originario emplazamiento de Getaria.

PEDESTAL DE LA ESCULTURA DE JUAN SEBASTIÁN ELCANO