11/09/2025

Martín de Ursúa y Arizmendi


Gobernador y capitán de la provincia de Yucatán en 1695, adelantado del Petén, y gobernador de las islas Filipinas entre 1709 y 1715, encargado de introducir las primeras reformas administrativas y económicas borbónicas

MARTÍN DE URSÚA Y ARIZMENDI

Martín de Ursúa y Arizmendi era natural de Arizcun, valle del Baztán, donde nació en 1653. Fue hijo de Juan de Urzúa y María de Aguirre, y nieto de Pedro de Urzúa, un almirante de la Real Armada de la Carrera de Indias, y bajo su protección viajó al Virreinato de la Nueva España.

Tuvomuna brillante carrera en la administración virreinal del Imperio español. Durante el reinado de Carlos II de Habsburgo, comenzó su servicio como sargento mayor de la plaza en San Francisco de Campeche en la Mérida americana, en 1694. En la ciudad de México contrajo matrimonio con Juana Bollio, quien era hija de Santiago Bollio, administrador de la Real Hacienda de la Capitanía General de Yucatán.

Martín Urzúa, después de haber servido a la Corona española durante varios años en Yucatán, había recibido la promesa real de alcanzar la gobernación del Yucatán con el ofrecimiento de efectuar una expedición para someter a los pueblos mayas del Petén, mediante criterios de civilización moderna. La petición de Ursúa fue aceptada por el rey, quien otorgó los títulos de capitán general del Yucatán y adelantado del Petén, y puso a su disposición a las autoridades civiles y eclesiásticas tanto de Yucatán y de Guatemala como de la Nueva España para emprender la expedición.

MAPA DE YUCATÁN DEL SIGLO XVII

De manera transitorio, Ursúa fue nombrado de gobernador del Yucatán, entre 1695 y 1696. Este nombramiento fue realizado debido a que el anterior, Roque de Soberanis, fue requerido por la Real Audiencia de México para responder ante las acusaciones del obispo de la misma provincia, Cano y Sandoval. Desde esta administración Ursúa comenzó en el acopio de provisiones, soldados y misioneros para la construcción del camino real que comunicara campeche, en Yucatán, con Petén (Tayasal), en el norte de Guatemala, y que asegurase el comercio. Además, era objetivo vital la pacificación y cristianización de la tribu maya de los itzaes.

En marzo de 1695, comenzó la expedición que durante más de un año fue avanzando hasta al punto de que Canek, caudillo de la tribu de los itzaes, envió embajada para establecer un tratado con los expedicionarios.

En este punto, tras algunas hostilidades, la expedición se había paralizado. Además, en julio de 1696, Martín de Urzúa debió regresar a Campeche, para entregar el gobierno de Yucatán a Roque de Soberanis, habiendo sido absuelto de las imputaciones que le habían hecho sus adversarios. Ursúa y Soberanis tuvieron que esperar a la respuesta de la Corona para decidir sobre la licitud de la empresa de Petén.

EXPEDICIÓN AL PETÉN POR MARTÍN DE URSÚA

Por orden de Martín de Urzúa, se reanudó la expedición mediante una avanzadilla encabezada por el capitán de infantería Pedro de Zubiaur, salió de Campeche con 150 hombres de tropa, peones, carpinteros y religiosos que irían hacia la región lacustre del Petén. Mientras tanto, los carpinteros construían las naves que servirían para cruzar hacia la isla de Tayasal en donde residía se encontraba el núcleo más importante de itzaes. Poco después, en enero de 1697, Ursúa salió de Campeche con un grupo más importante de soldados hacia Tayasal, donde se reencontraría con su avanzadilla.

En marzo de 1697, caía el el último reducto de las tribus mayas. Las hueste del caudillo Canek fueron derrotadas por los expedicionarios de Ursúa.

Martín de Urzúa regresó a San Francisco de Campeche e instaló su residencia en el puerto. Desde la Corte española se hacía una división administrativas de los nuevos territorios incorporados. Por tanto, Martín de Ursúa era el gobernador de la recién fundada Capitanía General del Petén, un territorio diferenciado de la Capitanía General de Yucatán, pero ambos englobados en el Virreinato de Nueva España.

Tras la muerte de Roque de Soberanis, en septiembre de 1699, Ursúa fue nombrado, por segunda vez y de forma adjudicada, capitán general y gobernador de Yucatán, con residencia en Campeche. Alcanzaba así la cima de su influencia y poder en la región española de Mesoamérica.

Sus principales acciones militares pasaron por sofocar las incursiones de los filibusteros ingleses, que no dejaban de asolar las costas de la península, practicando el contrabando de madera y palo de tinte.

INCURSIONES PIRATAS SOBRE BAHÍA DE CAMPECHE

Pero también tuvo enfrentamientos internos, como la disputa con el obispo de México que determinaron su excomunión. Además fue involucrado en el asesinato de un sobrino del obispo por dos alcaldes de Campeche, vinculados a su mando, que le supuso entregar sus cargo de forma interina a Álvaro de Rivaguda para dar cuenta en la Real Audiencia de Corte madrileña, en octubre de 1703.

En la Corte permaneció durante casi tres años, defendiéndose de las acusaciones. El rey Felipe V, primer Borbón de la nueva dinastía entrante, le recompensó con el el título nobiliario de conde de Lizárraga y adelantado del Petén, en recompensa a su gesta conquistadora.

En 1707, Ursúa regresaba al Virreinato de Nueva España con la promesa real de hacerse cargo de la Capitanía General de Filipinas al término de su gestión en Yucatán y el Petén.

MURALLA DE SAN FRANCISCO DE CAMPECHE

Más tarde, fue nombrado gobernador general de las islas Filipinas y presidente de su Real Audiencia, que ejerció su mandato entre 1709 y 1715. Su gobierno se caracterizó por la implantación de las primeras reformas administrativas y económicas borbónicas de carácter ilustrado como consecuencia del cambio dinástico en España de la casa de Habsburgo a la casa francesa de Borbón. Así, islas las Filipinas pasaron a depender administrativamente de la Secretaría de Indias, en lugar del Virreinato de Nueva España.

En temas económicos, Ursúa estableció el primer monopolio estatal sobre el licor o tuba extraída de las palmeras de nipa, aunque restringido sólo a las plantaciones del centro de Luzón, en 1712. También ordenó reducir el número de comerciantes chinos residentes en la capital filipina, Manila.

Intermedió en las disputas internas entre el arzobispo de Manila y las órdenes de regulares, especialmente los recoletos. Y tuvo que hacer frente a algunas incursiones de piratas ingleses y sarracenos, poniendo estos últimos sitio a la fortaleza de Zamboanga durante varias semanas.

Al final de su vida fue conde de Lizárraga y caballero de la Orden de Santiago. Urzúa murió en Filipinas, el 4 de febrero de 1715.

No hay comentarios:

Publicar un comentario