29/04/2017

Blas de Lezo, "el Malquerido", por Carlos Alonso Medizábal




Blas de Lezo, "el Malquerido"
Carlos Alonso Medizábal, Editorial Dossoles, (2009), 350 páginas

Blas de Lezo, vencedor en veintidós batallas navales, en las que perdió una pierna, un ojo y la movilidad de un brazo, fue el héroe merecedor de los más altos honores y dignidades que España debió ofrecerle. 

Sin embargo, el viejo rey loco Felipe V, después de que Blas de Lezo derrotara a los ingleses, le destituyó ingratamente de sus cargos, a petición del virrey Eslava, a pesar de haber sido el verdadero artífice de la gesta más brillante de la Historia Naval. 

Por el contrario los ingleses, sus eternos enemigos, respetaron su nobleza y admiraron su ingenio apodándole, "el marino que surgía de entre la niebla". 

Blas de Lezo murió a los 53 años, pobre y menospreciado, sin que la patria haya mostrado gran entusiasmo en reconocer sus enormes méritos en su defensa y favor. 

Siempre nos quedará una pregunta: ¿por qué Blas de Lezo fue el malquerido de los virreyes de aquella América colonial? 

21/04/2017

Lope Íñiguez


Segundo señor de Vizcaya, que tomó parte en la reconquista de Toledo a las órdenes del rey leonés Alfonso VI

Lope Íñiguez señor vizcaya
LOPE ÍÑIGUEZ

Lope Íñiguez fue el segundo señor de Vizcaya, entre 1077 y 1093, tras la muerte de su padre Íñigo López Ezquerra. También fue conde de Álava y Guipúzcoa.

Pero antes de ser señor, fue consejero real en la Corte pamplonesa del rey Sancho IV Garcés, entre los años 1061 y 1067. Fue tenente de Nájera según aparece en un documento del monasterio de San Prudencio de Monte Laturce de 1063.

En 1076, el rey Sancho IV el de Peñalén fue asesinado por sus hermanos los reyes Sancho Ramírez de Aragón y Alfonso VI de León y de Castilla, los cuales intentaron repartirse el Reino de Pamplona.

señores vizcaya lópez haro
ESCUDO DE ARMAS DE LOS LÓPEZ DE HARO

Después de haber servido a los reyes de Navarra, con su padre y hermanos, hasta el año 1076, se adhirió al monarca leonés Alfonso VI cuando este ocupó las tierras de La Rioja y se apoderó de Nájera, vinculando las provincias vascas al Reino de León. Lope recibió las tenencias de Álava en 1081, y de Vizcaya y Guipúzcoa en 1082, según el documento del monasterio de San Millán de 1082. El gobierno de Nájera fue encomendado al conde García Ordóñez, yerno de Sancho IV, pero fue recuperada por su hijo primogénito Diego López de Haro en 1108.

En 1085, Lope Íñiguez tomó parte de la expedición militar que organizó Alfonso VI para la reconquista de las ciudades de Madrid y Toledo.

Estuvo casado con Ticlo Díaz, hija del poderoso señor Diego Álvarez de Oca, cuyos hijos fueron Diego, Sancho, Toda, Sancha y Teresa. Una hermana de Ticlo, llamada Elvira, fue la esposa del conde Gonzalo Salvadórez, con quien Lope Íñiguez mantuvo una relación de intereses compartidos y de apoyos al rey Alfonso VI. Diego I López de Haro fue el hijo sucesor de los títulos nobiliarios de Lope.

El monasterio de San Millán de Suso fue beneficiario de donaciones que hizo Lope Íñiguez, donde además fue enterrada su esposa Ticlo.

jura santa gadea alfonso león lope íñiguez
JURA DE SANTA GADEA

17/04/2017

Exposición La Memoria recobrada. Huellas en la historia de Estados Unidos


Iberdrola organiza la exposición La memoria recobrada. Huellas en la historia de Estados Unidos. Como su título indica, está dedicada a la contribución que la Monarquía española ha desarrollado en la fundación de los Estados Unidos de América a en el siglo XVIII, y en especial la aportación de los vascongados. Se ubica en la planta 25 de la Torre Iberdrola de Bilbao (sede de la compañía eléctrica), y está abierta al público en general desde el 10 de abril hasta el 2 de julio de 2017.

Según su comisario organizador, el historiador y militar José Manuel Guerrero Acosta, la muestra pretende dar a conocer "las contribuciones de la monarquía española en la fundación de Estados Unidos, así como la importancia de la emigración vasca a Norteamérica"Por eso ha conseguido reunir más de 200 piezas entre pinturas, esculturas, trajes, armas, mapas, monedas, documentos, miniaturas, instrumentos musicales, armas y maquetas navales. Son destacables sus escenificaciones y la reproducción fiel de un salón de baile de la época.



Los cuadros prestados pertenecen a las más prestigiosas pinacotecas: el Museo del Prado, el Wadsworth Atheneum Museum of Art de Connecticut, el Lázaro Galdiano de Madrid, el San Telmo de San Sebastián o el Bellas Artes de Bilbao. Todos estos elementos permiten descubrir la realidad política, diplomática, comercial y social de una época de reformas y revoluciones.

Pero la exposición explora también los vínculos que en los siglos anteriores y posteriores unieron a españoles con América, donde realizaron importantes contribuciones a la exploración, la navegación y el comercio. Consta de cinco secciones: El siglo de las luces; Tiempo de tempestades; Paz y guerra en la mar; Huella vasca en América; y La luz de un siglo.


El siglo XVIII se caracterizó por el desarrollo de las artes y de las ciencias, donde los ideales ilustrados y la razón se generaban en Francia y se expandían por los reinos de Europa y las provincias de América. La primera sección, El siglo de las luces, está centrada en las importantes reformas políticas y sociales emprendidas por Carlos III. Aparecen un ejemplar de la Enciclopedia de Diderot y algunos ilustrados españoles, como el azcoitiarra Xavier de Munibe, conde de Peñaflorida, fundador de la Real Sociedad Económica Bascongada de Amigos del País.

Durante esta centuria, varias familias originarias de las Provincias Vascas y del Reino de Navarra tuvieron una presencia destacada en la oficialidad de los Reales Ejército y Marina española, así como en los altos cargos de la administración, la navegación y el comercio de las provincias de ultramar. La sección Paz y guerra en la mar trata algunas proezas de la navegación comercial, la guerra naval y la expedición científica. Distintos objetos, mapas y gráficos muestran la importancia de los caminos reales establecidos en el sur de los actuales Estados Unidos.

Ejemplo de vascongado ilustrado es el geógrafo, ingeniero militar, escritor y general José de Urrutia y de las Casas, cuyo trabajo en la expedición de Nicolás de Lafora permitió conocer por un vasto territorio inexplorado al sur de los EEUU. El cuadro del género de "castas", perteneciente al Museo de América de Madrid, verifica la contribución racial y cultural.



En 1776, las Trece Colonias norteamericanas firmaron su Declaración de Independencia e iniciaron una guerra contra el Reino de Gran Bretaña. Carlos III tomó parte de este conflicto, mediante los Pactos de Familia que vinculaban a las dinastías de los Borbones, y los ejércitos francés y español se sumaron a la causa independentista contra los ingleses. La Armada española produjo grandes pérdidas a la Royal Navy en su ofensiva para recuperar los estados de La Florida y Louisiana, en el Virreinato de Nueva España, y Menorca y Gibraltar, en la España nuclear. Y este nuevo frente de combate supuso una estrategia de debilitamiento para los efectivos ingleses que tuvieron de dividir sus fuerzas.


La Corte de Carlos III y algunas élites españoles de la diplomacia y los negocios intervinieron de manera directa en la formación de los Estados Unidos de América entre la segunda mitad de los 70 y la primera de los 80. Esta intervención hispana en la constitución de la futura superpotencia queda expuesta en la sección Tiempo de tempestades, con especial referencia a la aportación vascongada.

En este contexto, fue sobresaliente la figura del bilbaíno Diego de Gardoqui, primer embajador español en unos recién nacidos Estados Unidos de América. Su misión fue apoyar a los rebeldes mediante la entrega de armas, suministros, medicamentos, e incluso dinero, gracias a su compañía marítima. De este apoyo decisivo surgió su relación con George Washington, el primer presidente, a quien acompañó en su investidura en 1789. Benjamin Franklin tuvo unas palabras de agradecimiento a Gardoqui, a quien escribió el 9 de octubre de en 1780, y cuyo texto ha sido recreado mediante una ilustración de Fernando Vicente:
"He sabido por muchas fuentes de su amistad hacia América y de la amabilidad que ha mostrado a muchos de mis compatriotas; le ruego que acepte mi agradecido reconocimiento."
Un formato animado ilustra un cuadro del célebre artista de la revolución estadounidense John Trumbull.

El pintor de batallas contemporáneo más prestigioso, Augusto Ferrer-Dalmau, refleja a una marina conquistando las islas Bahamas en 1782 y recrea la toma de Pensacola, decisivo episodio de la contribución española a la liberación de Florida. En este combate destacó el capitán Bernardo de Gálvez, cuyo retrato hizo colgar la administración Obama en el Senado de EE.UU. y donde un molde de escultura se exhibe en la exposición para ser colocada finalmente en la plaza de Colón de Madrid.

Otro personaje vasco destacado es el militar, político y diplomático Miguel Ricardo de Álava, presente en las dos batallas más importantes de los siglos XVIII y XIX: Trafalgar y Waterloo.

POR ESPAÑA Y POR EL REY, GÁLVEZ EN AMÉRICA, POR AUGUSTO FERRER DALMAU

La Guerra hispano-estadounidense de 1898 no fue un impedimento para que la relación entre España y América se mantuviese durante todo el siglo XIX y gran parte del XX. La sección Huella vasca en América retrata los intensos flujos migratorios con piezas originales procedentes de museos vascos y otras de origen norteamericano.

En Nueva York se estableció una importante colonia de inmigrantes vascos y gallegos, relacionados con el mundo del azúcar y el tabaco. Al estado de Florida llegaron inmigrantes españoles procedentes de Cuba, sobre todo cuando comenzaron las rebeliones independentistas en la isla. En California se establecieron pescadores. Y a los estados montañosos del lejano Oeste se desplazaron pastores, vaqueros y leñadores, muchos de ellos de origen vasco, cuyo ejemplo colonial es la ciudad de Boise, en el estado de Idaho. Durante II Guerra Mundial unos 60 vascos enrolados en la Marina estadounidense se dedicaron a transmitir órdenes en euskera para confundir a los japoneses.

Pero la relación histórica de los vascos con América comienza a través de los barcos balleneros llegando a las costas de Terranova, en Canadá. Como fue el ejemplo de Joanes Echániz, que escribió su testamento en Terranova en la Navidad de 1584.

Por último, la sección La luz de un siglo recorre la historia de la compañía eléctrica Iberdrola desde su fundación y posteriores fusiones que derivaron en Hidroeléctrica Ibérica y Saltos del Duero en las primeras décadas del siglo XX. Fotografías históricas, documentos y otros objetos poseen un carácter más corporativo que histórico.

También reúne referencias a las múltiples empresas que conforman hoy Avangrid, filial de la empresa vasca en los Estados Unidos, y mediante la cual cotiza en Wall Street desde finales de 2015.

La muestra concluye con dos obras lumínicas de los artistas James Turrell y Dan Flavin, de la colección de arte contemporáneo que posee la fundación Iberdrola.


CAMARADAS DE ARMAS, POR AUGUSTO FERRER DALMAU

14/04/2017

José Antonio de Gaztañeta




La figura más destacada en la construcción naval española durante el primer tercio del siglo XVIII fue Antonio de Gaztañeta, superintendente de los astilleros de Cantabria, desde 1702. Sus normas sobre dimensiones y diseño de navíos fueron aplicados a los de 60 cañones construidos en Guarnizo y Pasajes los años 1716 y 1717, que resultaron de buenas condiciones marineras, tanto que con esta experiencia Gaztañeta publicó en 1720 su obra Proporciones más esenciales para la fábrica de navíos y fragatas, que aplicada por Real Orden sirvió de pauta para la construcción naval hasta 1752, siendo el navío San Phelipe (1732) de 114 cañones y tres puentes el de más porte que produjo.

La mejor descripción del sistema de Gaztañeta se puede apreciar en el Diccionario de arquitectura naval que, de 1719 a 1756, redactó y dibujó Juan José Navarro, iconográfico y descriptivo indispensable para conocer todos los aspectos de la construcción y apoyo a los navíos del siglo XVIII.

Vardulia guipuzcoana de Bernardino de Iñurrigarro


Franciscano nacido en Anzuola, hacia 1620, fray Bernardino de Iñurrigarro pretendió demostrar que la antigua Vardulia celta es Guipúzcoa. Dejó escrito una serie de memoriales sobre temática muy diversa, que compiló en el Memorial presentado a las Juntas de Tolosa de 1669. Una extensa historia de la provincia de Guipúzcoa, fechada en Tolosa el 4 de octubre de 1670, que elaboró tras consultar la documentación de la Provincia guardada en el Archivo de Tolosa. Consta de siete tratados, divididos en capítulos, y presenta una larga fundamentación histórica de la doctrina política clásica de los guipuzcoanos.

Según su pensamiento, por esta Provincia habría comenzado Túbal la población de España y por ello merecería el título de "corazón de toda España". Incluyó el consabido mito lingüístico, por el cual Túbal trajo la lengua vasca "en su natural muy elegante, muy suave de mucha viveza y no bárbara".

VARDULIA GUIPUZCOANA DE BERNARDINO DE IÑURRIGARRO

En su Memorial, Iñurrigarro añadió una rara novedad: en estas regiones cántabras y marítimas se "daba culto a la Cruz antes de que a sus naturales se les predicara la ley evangélica", que por supuesto fue traída por Santiago apóstol. Llegó a mencionar como argumento inequívoco de un Cristianismo anterior a Jesucristo en Vasconia el hecho de que los vascos enterraban a los muertos de cara al Oriente. Como buen franciscano, ensalzó las maravillas efectuadas por la Virgen de Aranzazu.

En los diversos tratados de su Memorial, Iñurrigarro narró las luchas de los cántabros contra las legiones romanas, desarrolló la constante independencia guipuzcoana frente a godos y barbaros, y analizó las uniones de Guipúzcoa con Navarra y Castilla, teniendo siempre presente la independencia originaria y la voluntaria incorporación a ambas Coronas. Terminó demostrando la independencia contra Francia, analizando las batallas de 1638, durante la Guerra de los Treinta Años.

Describió la organización institucional de Guipúzcoa, insistiendo en la doctrina de la nobleza como derivación de la independencia originaria y en la posesión de los fueros actuales como resultado de los que tuvo la provincia antes de su incorporación a Castilla.

Defendió la hidalguía universal de los vascos, que reúne dos rasgos básicos: no es excluyente, porque admite la incorporación a Guipúzcoa de hidalgos de otras zonas si prueban su correspondiente limpieza de linaje; y no la mancha el ejercicio de los oficios mecánicos.

juramento foral Gipuzkoa Sevilla
JURA DE FUEROS GUIPUZCOANOS

03/04/2017

Andrés de Aguirre


Eclesiástico participante de las expediciones de Legazpi y Urdaneta, llegó a ser uno de los primeros evangelizadores y misioneros de las islas Filipinas.

EVANGELIZACIÓN DE MISIONEROS EN FILIPINAS

Natural de Vizcaya, Andrés de Aguirre ingresó en la Orden de los agustinos y, en 1530, profesó en el convento de San Agustín de Salamanca.

Fue enviado a México, en 1542, para ser prior del convento de Totolapa en 1563. Otro fraile agustino, Andrés de Urdaneta le llevó en la expedición de Legazpi a Filipinas, en 1564, y de regreso a México en el llamado Tornaviaje de Urdaneta.

Acompañó a su amigo Urdaneta en visita ante el rey Felipe II, en 1566, para informar sobre las expediciones de Legazpi y Urdaneta en el Pacífico. Madrid les recibió con admiración.

Aguirre regresó a México y, más tarde, marchó a Manila al frente de una misión de agustinos para evangelizar indígenas. Fue nombrado prior del convento de Manila y más tarde provincial de la Orden.