Antes de empezar la campaña contra Castilla, se produjo un cambio simbólico significativo. Sancho VI dejó de titularse
(Rey de Navarra).
En otoño de 1162 Sancho VI atacó a Castilla por todos sus frentes, anexionándose parte de La Rioja.
En 1163 envió un ejército para ayudar al Rey Lobo, que luchaba contra los almohades.
Tras la etapa agresiva, pasó a una más diplomática. El 28 de enero de 1165 firmó con Fernando II de León el Tratado de Tudela, en octubre de 1167 pactó una tregua con Castilla y el 19 de diciembre de 1168 llegó a un acuerdo con Alfonso II de Aragón para repartirse las tierras conquistadas a los musulmanes.
El 11 de noviembre de 1169, Alfonso VIII de Castilla cumplió catorce años, por lo que se le declaró mayor de edad. Una vez asentado en el trono, la estabilidad volvió a reinar rápidamente en Castilla.
En junio de 1170, los reyes de Castilla y de Aragón acordaron en Sahagún ayudarse mutuamente contra cualquier enemigo, condición que ratificaron el Tratado de Tudilén y con la mediación de Enrique II de Inglaterra. Para sellar su alianza, se concertaron dos matrimonios: Alfonso VIII de Castilla se casaría con Leonor de Plantagenet, hija del Rey de Inglaterra, y Alfonso II de Aragón esposaría a Sancha de Castilla, tía del Rey de Castilla (cumpliendo con lo acordado en el Tratado de Lérida de 1157).
Este acercamiento entre Castilla y Aragón cercaba nuevamente a Navarra, a lo que se añadía la amistad con el Rey de Inglaterra, a la sazón también Duque de Aquitania y, por tanto, señor de las tierras al norte de Navarra. Sancho VI se encontraba totalmente cercado. Este hecho desestabilizó nuevamente el reino, y algunos barones (dueños de señoríos patrimoniales, que gobernaban pequeños territorios o formaban parte de la administración del reino) abandonaron a su rey, prestando sus servicios al rey castellano o al aragonés.
Alfonso VIII no tardó en recuperar las tierras perdidas en 1162. Las primeras campañas castellanas comenzaron en 1173. La primera fue en primavera. Queda constancia de la presencia del rey en Almazán el 27 de enero (otorgando unas heredades). En un documento del 31 de julio se hace constar el paso de la expedición que regresaba de Navarra por Enciso.[2] Una segunda expedición, mayor que la primera, se organizó para partir en otoño. Salió hacia el reino de Sancho VI en septiembre, llegando hasta Pamplona el 23 de octubre. El 10 de diciembre el ejército ya había regresado y se encontraba en Burgos.
A finales de la primavera de 1174, se organizó una nueva campaña, en esta ocasión atacaron conjuntamente los ejércitos de Castilla y Aragón. En julio, el rey aragonés tomó y destruyó el castillo de Milagro. Por su parte, el rey castellano venció al ejército navarro y cercó el castillo de Leguin (cerca de Urroz-Villa), en el que se encontraba el propio Sancho VI, quien finalmente pudo escapar. El 15 de agosto la expedición castellana había vuelto a Burgos.
En 1175 y 1176, hubo dos expediciones más. La primera, en verano, volvió a unir las fuerzas de Castilla y Aragón. En la segunda, también en verano, sólo participaron tropas castellanas, llegando a tomar el castillo de Leguin (clave en el sistema de reductos para la defensa de Pamplona). Este hecho forzó el armisticio.
Sancho VI y Alfonso VIII decidieron poner fin a la contienda el 25 de agosto del mismo año con una tregua de siete años y solicitar el arbitraje del Rey de Inglaterra para resolver sus diferencias. El 16 de marzo de 1177 se dictó sentencia. Ambos reyes debían devolver las conquistas hechas durante el reinado de Alfonso VIII, es decir, regresar a las fronteras de 1158. Así, Sancho VI tuvo que devolver Logroño, Navarrete, Entrena y Ausejo, recuperando Portilla y los castillos de Leguin y de Don Godín. Además, el rey Alfonso debía pagar anualmente a Sancho 3000 maravedíes durante diez años.
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FUNDACIÓN VITORIA POR SANCHO VI |
El 15 de abril de 1179, los reyes de Navarra y Castilla se reunieron entre Nájera y Logroño para firmar un tratado de paz, con la intención de definir claramente sus fronteras y resolver los conflictos por su delimitación. Un hecho significativo es la exclusión en el documento de cualquier referencia al vasallaje de Navarra con Castilla, que de facto había desaparecido tras la muerte de Sancho III de Castilla. Tras ello, se devolvieron mutuamente las plazas conquistadas.
Durante la década de 1180, periodo de escasa actividad en política exterior, el rey dedicó sus esfuerzos a la reordenación de la política interior. Destaca la elaboración de un censo para mejorar la recaudación de impuestos. También concedió fueros a varias ciudades y fomentó el comercio.
El 7 de septiembre de 1190, Sancho y Alfonso II de Aragón (que se había distanciado de Alfonso VIII de Castilla) firmaron en Borja un pacto de amistad y ayuda mutua en caso de un ataque de Alfonso VIII.
En julio de 1191 los reyes navarro y aragonés volvieron a reunirse, esta vez en Tarazona, para reafirmar la amistad entre ambos. Sin embargo, siempre tratando de evitar compromisos irreversibles contra el reino castellano, Sancho no llegó a formar parte de la Liga de Huesca (formada por Alfonso II de Aragón, Alfonso IX de León y Sancho I de Portugal) contra Alfonso VIII de Castilla.
Sancho VI falleció el 27 de junio de 1194 y recibió sepultura en la catedral de Pamplona.
Fundaciones:
En 1151, aunque según otros autores en 1161, fundó Treviño, capital del condado del mismo nombre, que en 1190 pasó a poder de Alfonso VIII.
En 1164, fundó Laguardia y le concedió fuero de villa.
En 1172, concedió el fuero de Laguardia a San Vicente de la Sonsierra.
En 1180,
concedió fuero de villa a San Sebastián.
En 1181,
fundó la villa de Nueva Victoria (actual Vitoria) sobre la colina que ocupaba el primitivo poblado de Gasteiz.