27/12/2024

Integración de la alta nobleza navarra en la Monarquía española


En el momento de la invasión castellana en el Reino de Navarra, la alta nobleza de este reino mantenía estrechos lazos familiares con las principales casas tituladas de Castilla y de Aragón. Estas relaciones parentales entre linajes de alta alcurnia de los tres reinos fue una efectiva manera de integración de la alta nobleza navarra en la Monarquía española de los Habsburgo.

Los tres títulos del Reino de Navarra estaban casados con castellanas:

1. Conde de Lerín, hijo de Leonor de Aragón, hermanastra del rey Fernando el Católico, estaba casado con Brianda Manrique, hija del primer duque de Nájera.

2. Pedro de Navarra, mariscal del Reino de Navarra, casó en 1498, en la Aljafería de Zaragoza, ante los Reyes Católicos, con Mayor de la Cueva, dama de la reina Isabel I de Castilla, que era hija de don Beltrán, hecho duque de Alburquenque y de Mencía de Mendoza.

3. Alonso de Peralta, hijo de Troilos Carrillo de Acuña, elevado a marqués de Falces en 1513, casó con Ana de Velasco, de la familia del Condestable de Castilla.

pedro navarro tercios reales infantería españoles
PEDRO NAVARRO Y EL GRAN CAPITÁN

Esta familiaridad que mantenían las tres casas nobiliarias titulares de Navarra (Beaumont, Navarra y Peralta) con linajes de la alta nobleza de Castilla y Aragón era antigua, lo que se manifestó en estrechas relaciones de colaboración.

Díaz de Aux, II señor de Catedraita, (1455-1514) luchó en la defensa del Rosellón contra los franceses en 1493 dirigiendo la compañía de armas del infante don Alonso. Dos de sus hijos y un yerno murieron en la batalla de Rávena en 1512, y en la conquista de Nápoles perdió una hija y un nieto.

Ana de Beaumont, dama de honor de Carlos I, era hermana del III conde de Lerín y casada con Juan de Mendoza.

Francés de Beaumont, primo del conde del III conde de Lerín, prestó juramento a Carlos I en San Pablo de Valladolid.

Gastón de Peralta, III marqués de Falces, fue corregidor de Toledo y virrey de Nueva España (1566-1568).

Pedro de Navarra, I marqués de Cortés, bajo la órbita del cardenal de Talavera y luego del Príncipe de Éboli, fue corregidor de Córdoba (1530-1532), y de Toledo (1532-1537), asistente de Sevilla (1537-1548), gobernador de Galicia (1548-1522), presidente de Santiago en el Consejo de Órdenes (1552-1552) y con entrada en los consejos de Estado y Guerra.

Francisco de Navarra, hermano de Pedro de Navarra, fue rector de la Universidad de Salamanca (1529-1539), visitador de la Universidad de Alcalá, inquisidor de la Suprema (1537) y obispo de Ciudad-Rodrigo (1541), de Badajoz (1545), y de Valencia (1556).

gaston peralta falces marcilla castillo
GASTÓN DE PERALTA Y EL CASTILLO DE MARCILLA

Las tres casas de Beaumont, Navarra y Peralta se desarraigaron de aquel reino durante el siglo XVI en virtud a una relación de enlaces matrimoniales con otras casas de la alta nobleza española y de servicios a la monarquía de los Habsburgo.

Brianda de Beaumont, hija única de Luis de Beaumont, IV conde de Beaumont, casó a la muerte de su padre en 1565 con Diego Álvarez de Toledo, hermano segundo del Gran duque de Alba, que a su muerte terminó gobernando ambas casas, la de Beaumont y la de Alba.

Jerónima de Navarra, II marquesa de Cortes, en 1565 casó con Martín de Córdoba y Velasco, hermano del conde de Alcaudete y virrey de Navarra.

Antonio de Peralta, IV marqués de Falces, dejó una hija que Felipe II llevó a la corte en 1593 y casó con un noble flamenco, Jacques de Croy.

Jaime Díaz de Aux Armendáriz, II señor de Cadreita (1455-1514) casó con Leonor de Beráiz de familia noble de Tudela. Su hijo, Luis casó con Inés de Castejón.

Luis Díaz de Aux Armendáriz, IV señor de Catedraita (1550-1592) y nieto de Jaime, casó con la hija de un secretario de Felipe II. Su hermano Lope Díaz de Aux Armendáriz llegó a ser presidente de la Audiencia de Méjico y gobernador del Virreinato de la Nueva España, porque su sobrina Inés casó con Gastón de Peralta, III marqués de Peralta y virrey de la Nueva España.

diaz armenáriz gobernador nueva españa audiencia méjico
LOPE DÍAZ DE AUX ARMENDÁRIZ Y EL VIRREINATO DE LA NUEVA ESPAÑA

23/12/2024

Lope III Díaz de Haro


Octavo señor de Vizcaya entre 1254 y 1288, mayordomo real, canciller y alférez mayor del Reino de Castilla

LOPE III DÍAZ DE HARO

Lope III Díaz de Haro fue el octavo señor de Vizcaya, entre los años 1254 y 1288. Nació en 1250, era hijo de Diego III López de Haro y Constanza de Bearne.

Tomó posesión del Señorío de Vizcaya siendo todavía menor de edad tras el fallecimiento de su padre, poniéndose bajo la tutela de algunos caballeros de la alta nobleza vizcaína, algunos de los cuales fueron Sancho García de Salcedo y Lope García de Salazar, el tercero con este linaje que ganó las estrellas a su escudo nobiliario.

Debido a una disputa entre el rey castellano Alfonso X el Sabio y su padre Diego III López, los nobles tutores llevaron a Lope III a la villa de Estella, para ponerse bajo las órdenes del rey de Jaime el Conquistador, según el pacto que habían formado de su difunto padre y el aragonés un año antes. El 6 de septiembre de 1255, los nobles vizcaínos juraron fidelidad a este rey aragonés, y prometieron que así lo haría Lope III cuando fuese mayor de edad y así como todos los caballeros del señorío de Vizcaya.

Pero la década siguiente, Lope III fue vinculándose a Castilla, hasta conseguir que Alfonso X le confirmase los privilegios sobre Haro que su padre había perdido.

En 1269, estuvo presente en la boda entre el infante Fernando de la Cerda, primogénito de Alfonso X, y Blanca, hija del rey Luis de Francia, que se celebró en Burgos, junto a Jaime de Aragón y un amplio grupo de príncipes e infantes de varias casa reales. Lope III fue favorecido por el príncipe Fernando y armado caballero junto a sus hermanos infantes Juan y Pedro.

El señorío de Lope III Díaz sufrió los primeros enfrentamientos entre banderizos, las guerras entre linajes nobiliarios de la Baja Edad Media. Así, en 1270, se produjo la lucha entre los de la casa de Zamudio y los de Leguizamón, en el monte Abril, con victoria de Diego Pérez Leguizamón, gracias a la colaboración de Pedro de Luzarra y los de Deusto. Diez años más tarde, moría durante una encerrona en Castrejana, encabezada por los de Zárraga y de Martiartu.

En 1275, Lope III pasó a formar pate de la historia de la Reconquista española durante el asedio que sufrió el Reino islámico de Granada por parte de un Ejército llegado a África, fue su primera acción de armas para el Reino de Castilla.

Una coalición política y militar entre el rey de Granada y el rey Aben Juseff de Marruecos declaraba la guerra a Alfonso X, el cual se encontraba de misión diplomática en Alemania. El infante Fernando y el arzobispo Sancho trataron de reunir a buena parte de la noble castellana para respaldar al Ejército que en Córdoba estaba encabezando Nuño González de Lara, poderoso noble casado con Teresa Díaz de Haro, hermana de Lope III. Sin embargo, Lope III se reunió junto a sus hueste vizcaínas en Jaén con el contingente de tropas castellanas que estaba liderando Sancho, el arzobispo de Toledo, hijo de Jaime de Aragón y hermano de la reina de Castilla. Estos se enfrentaron a los generales marroquíes Abenjor Atali y Uzmen, quienes fueron derrotados en la contienda de Écija. Lope III ganó honor y gloria dentro del Reino de Castilla como gran caudillo militar y consiguió la Santa Cruz como símbolo de victoria que incorporó al escudo del Señorío de Vizcaya, además recuperó el cuerpo del infante arzobispo, muerto en combate.

Aquel mismo año de 1275, fallecía el infante Fernando de la Cerda en Villa Real. Esto desencadenó un conflicto sucesorio al trono entre el hijo del infante, Alfonso de la Cerda, y el hermano del mismo, Sancho. Lope decidió apoyar a Sancho, que en un principio tenía también el apoyo de Alfonso X, pero en 1282 pasó a defender las aspiraciones de su nieto. Ante esta deslealtad, Lope sufrió el destierro así como otros muchos ricos hombres y caballeros que le imitaron. La principal causa de aquella lealtad al infante Sancho fue el desplante hacia su prima hermana Guillelma de Moncada, con la que ya había prometido nupcias, para casarse finalmente con María, hija del infante Alfonso, señor de Molina.

Lope fue privado del Condado de Haro, en favor del infante Jaime, quien moriría en 1283 a los dieciocho años, por lo que es probable que no llegase a tomar posesión. Otro de los perjudicados de su linaje fue Jimeno Ruiz de Haro, señor de los Cameros, hijo de Ruí Díaz y de Urraca Díaz de Haro, hija de Diego II López de Haro el Bueno, y por tanto tío de Lope III, que fue ajusticiado con la pena de muerte en Treviño, a la vez que Diego López de Salcedo, por orden de Sancho.

Lope estuvo cuatro años ausente del Señorío y resto del Reino de Castilla, refugiado en los Reinos de León y de Navarra, hasta 1281.

Al fallecer Alfonso X en 1284, Sancho IV el Bravo fue proclamado rey de Castilla. Estaba casado con María de Molina, hermana de la mujer de Lope III Díaz, lo que convirtió al señor de Vizcaya en cuñado del rey. Le devolvió el Señorío de Haro y el Señorío de Vizcaya, y le dio el gobierno de la región desde Burgos al Cantábrico. Además, lo incluyó en su Consejo de Estado, concediéndole un gran poder, y fue nombrado mayordomo real, canciller y alférez mayor del Reino de Castilla. En 1287, el rey le otorgó el título de conde de Haro, en sustitución al de señor, y siendo regente del reino junto a Martín González, obispo de Astorga.

Era el principal de su consejo de estado y muy poderoso, por tener de su parte al infante Juan, hermano del rey su yerno, casado con su hija María de Haro, y a su hermano Diego III López de Haro por adelantado mayor de la frontera en la Andalucía.

Por petición de Lope III, Sancho permitió hacer salazones a los vecinos de Bermeo en los puertos de Galicia y Asturias. El 18 de marzo de 1285, hallándose los dos en Burgos, confirmó el rey el privilegio de fundación de Bermeo, dado por su abuelo Lope II Díaz, ampliando los términos que le dio aquél, como por ejemplo eximiéndoles de los derechos de portazgos y treintazgos en los puertos de Castro Urdiales y Laredo.

BERMEO

El 6 de junio de 1287, Lope III despachó desde Burgos la carta puebla del lugar de Lanestosa que convirtió en villa y adjuntó al Señorío, en cuyo documento se intitulaba conde de Haro y señor de Vizcaya.

La desmedida ambición de Lope III Díaz conllevó protestas de otros nobles y provocó muchos problemas al rey. Hallándose este en Alfaro, el 8 de junio de 1288, entre otros nobles convocó al infante Juan y a Lope, para reclamarles los castillos que le habían usurpado. Lope III se mostró poco respetuoso ante una reconvención real, agriada la discusión y molesto por ello arremetió contra el rey con una daga en la mano. Esta amenaza generó la intervención de un caballero del rey que le cortó la mano derecha con una espada, y un golpe de maza en la cabeza le privaron la vida.
"... se levantó mucho asina e dijo: "¿Presos? ¿Cómo? ¡A la merda! ¡Oh, los míos!" e metió mano a un cuchillo e dejóse ir para la puerta donde estaba el Rey el cuchillo sacado e la mano alta ... ballesteros e caballeros, veyendo que el Conde iva contra el Rey, firieron al Conde, e diéronle con una espada en la mano, e cortáronsela, e cayó luego la mano en tierra con el cuchillo; e luego diéronle con una maza en la cabeza, que cayó en tierra muerto."

Su muerte fue muy sentida así en Castilla como fuera de ella, como muestra el epitafio de su sepulcro:
"Los plantos gemían, el lloro crecía en España ca el rey hirió de muerte al gran señor y muy poderoso, horado de linaje real, el conde Don Lope Díaz de Haro, que hizo grandes servicios a Dios, recobró su Cruz de mano de paganos, y no menos los hizo a su rey, los cuales fueron olvidados el día de su muerte. La crueldad fue cierto sentida de grandes príncipes.

Agraviado en Alfaro: su fin, miércoles, era de 1326 y año de Cristo 1288. Nuestro Señor le haga merced de dalle la gloria a su ánima. Amén."

Se casó con Juana Alfonso de Molina, hija del infante Alfonso de Molina y nieta de Alfonso IX de León, sin el consentimiento regio, lo cual suponía una afrenta al soberano. El lugar elegido para la celebración fue el Monasterio de San Andrés de Arroyo donde se encontraba la contrayente.

De este matrimonio nacieron dos hijos:
Diego IV López "el Joven", noveno señor de Vizcaya, que murió tempranamente sin descendencia.
María Díaz "la Buena", décima señor de Vizcaya en tres periodos sucediendo a su hermano, que contrajo matrimonio con el infante Juan de Castilla, hijo de Alfonso X y hermano de Sancho IV.

19/12/2024

El Canto de Dordóniz


El Canto fue hallada en un cruce de caminos al suroeste del pueblo de Dordóniz, en el Condado de Treviño, en posición vertical. A pesar de haberse encontrado en un lugar preeminente, ni los tratadistas del siglo XVIII, ni las investigaciones realizadas a finales del XIX e inicios del XX ofrecen noticias referidas.

El investigador Deogracias Estavillo, nacido en Treviño a finales del siglo XIX, descubrió su existencia. Esta falta de información temprana hace pensar a la comunidad científica que esta ubicación no fuera la original, pudiendo proceder de algún otro lugar cercano. Estavillo presentó esta pieza con el popular nombre de El Canto o Piedra Lengua, que es una deformación lingüística de piedra luenga o alargada. Además, dio a conocer algunas tradiciones locales.

Canto Dordóniz Álava escultura
EL CANTO DE DORDÓNIZ

A mediados de la década de 1960, El Canto fue extraído de su ubicación por un anticuario que lo vendió al Museo San Telmo de San Sebastián, donde incluido en su exposición. Tras un acuerdo de cesión, desde 2015, se expone al público en el BIBAT de Vitoria, Museo de Arqueología de Álava.

Fue elaborada a partir de un gran bloque de piedra de dolomía del Paleoceno, probablemente extraído de alguna cantera del entorno treviñés. Destaca por su gran tamaño, con unas medidas de 2,45 metros de alto, por 86 centímetros de ancho y 20 centímetros de espesor, con un peso estimado de unos 750 kilogramos.

Canto Dordóniz escultura piedra ubicación
EL CANTO DE DORDÓNIZ

La piedra está esculpida en bajo relieve por ambas caras en un estilo arcaizante. En el anverso se ha rehundido el fondo, dejando en relieve un marco rectangular y una figura humana en posición orante, vestida con una túnica corta, en la que destacan los largos brazos doblados sobre los codos y levantados al cielo, con las palmas mirando al espectador. Su cabeza es redondeada, sin que se aprecie cabellera. A pesar de encontrarse muy deteriorados, se pueden observar algunos rasgos faciales como la boca, la nariz y los ojos: realizados mediante sencillas incisiones.

El reverso de la pieza presenta una decoración más simple. El fondo se encuentra rehundido, aunque vacío y el borde está resaltado y tratado con líneas incisas que parecen imitar una soga.

La parte inferior de la pieza tiene un fuerte engrosamiento, que podría obedecer a su función como base que iría soterrada para garantizar su anclaje al suelo.

mapa dordóniz trebiño burgos
EL CANTO DE DORDÓNIZ

Arrancada de su entono, sin contexto arqueológico que aclare su funcionalidad o cronología, esta pieza pierde parte de su valor y de su significación histórica.

Aunque su tipología recuerda a las laudas funerarias de época romana, por su tamaño y la posición frontal de su protagonista, su elaboración parece más reciente. Su ubicación es una zona de representaciones artísticas altamente esquemáticas, que se datan en torno a los siglos VI-VII d.C., y se encuentran alojadas en los grupos de cuevas artificiales existentes en la Montaña Alavesa y Treviño. Algunos detalles iconográficos podrían sugerir una datación en época romana tardía o en los siglos inmediatamente posteriores, incluso la Edad Media.

canto Dordóniz restauración
EL CANTO DE DORDÓNIZ

A pesar de que no existen certezas sobre su función, la hipótesis más probable estaría relacionada con su uso cultural o religioso, aunque también es probable que marcase el límite geográfico entre dos comunidades étnicas.

La exposición a la intemperie ha propiciado los desconchados y roturas localizadas por toda la pieza. Además, en el traslado a San Telmo el monolito se fracturó en dos partes. Durante su estancia, se procedió a la cuidadosa retirada de componentes extraños, a la limpieza de la suciedad superficial y de los microorganismos que estaban atacando la piedra.

canto Dordóniz Museo Arqueología  Álava Vitoria
EL CANTO DE DORDÓNIZ

16/12/2024

Pascual de Andagoya


Explorador, cofundador de la ciudad de Panamá, visitador de indios y capitán general del distrito de Río San Juan, y gobernador de Popayán en el Virreinato del Perú a mediados del siglo XVI

PASCUAL DE ANDAGOYA

Pascual de Andagoya era natural de Andagoya, en el valle de Cuartago, Álava, donde nació en 1495. Siendo joven se mostró atraído por la conquista de América. Por eso, antes de cumplir los veinte años marchó al Nuevo Mundo buscando fama y fortuna, en una expedición formada por dos mil hombres y veintidós naves a las órdenes de Pedro Arias de Ávila. Este colonizador estaba encargado de pacificar la zona central americana y sus hechos fueron, más tarde, escritos por Andagoya.

En la América Central, destacó Pascual de Andagoya, como explorador y geógrafo, combinó las actividades de marino y conquistador con las de cartógrafo, especialmente en lo referido a las mediciones hidrográficas de las áreas costeras de Centroamérica. También fue el primero en fabricar barcos en estas tierras.

En Centroamérica contactó por primera vez con los súbditos del Imperio inca, lanzándose a la toma del área del Biru. En su andadura se adelantó de este modo a los hermanos Pizarro.

Se dirigió luego hacia el Norte para explorar el istmo de Darién, trazando diversas cartas marítimas de la zona y cofundando la ciudad de Panamá en 1519 con 400 colonos. Fue nombrado alcalde de esta ciudad poco después.


EXPEDICIÓN DE PASCUAL DE ANDAGOYA

Desde este punto se iniciaba la conquista de América del Sur. Consiguiendo la confianza del capitán general Pedro Arias de Ávila, Andagoya continuó su misión exploratoria hacia el sur con el objetivo de informar sobre estas tierras, por ello, pidió licencia "para ir a descubrir al cacique Perú en la costa adelante del golfo de San Miguel".

Unas 50 leguas del litoral colombiano fueron recorridas por Andagoya entre 1521 y 1523, llegando hasta Cachama, territorio de la tribu de los Cueva. Se instaló en San Juan como gobernador y allí conoció al cacique de Chochama que le pidió ayuda para luchar contra sus enemigos, la gente de Birú. Acompañó al cacique de Chochama, y en una semana se presentó a las puertas del Birú. Fue entonces cuando llegó a su conocimiento la existencia del Imperio inca, en un territorio lejano denominado Birú y de un gran imperio llamado Tahuantinsuyo, que pasaría a la historia con el nombre de Imperio incaico. Eran los confines de los Andes peruanos, del cual se comentaba el mito de El Dorado.

En 1522, Andagoya intentó su conquista, remontó un caudaloso río y contactó por primera vez con los súbditos del Imperio inca, lanzándose a la toma del área del Birú. En su andadura se adelantó de este modo a los hermanos Pizarro, pero la expedición terminó en un estrepitoso fracaso al empeorar su salud sin encontrar su particular versión del mito de El Dorado.

Se dirigió luego hacia el Norte para explorar el istmo de Darién, trazando diversas cartas marítimas de la zona y cofundando de nuevo la ciudad de Panamá junto a Pedro Arias Dávila. Allí dio a conocer sus descubrimientos, en particular la existencia de un territorio con enormes riquezas en oro y plata, el Perú. La empresa que había iniciado pasó a manos de Pizarro, Almagro y Luque.

EXPEDICIÓN DE PASCUAL DE ANDAGOYA

Andagoya fue recompensado en 1539 por Carlos V con el cargo de visitador de indios y capitán general del distrito de Río San Juan, cuya jurisdicción abarcaba desde el Darién hasta el Perú. Su cargo de visitador general de indios consistió en la supervisión del cumplimiento de las leyes que regulaban los derechos de los indígenas. Destacó por su administración y buen gobierno. En 1540, se le proclamó gobernador de Popayán.

Al mando de Pedro de la Gasca, participó en la campaña para pacificar las luchas entre pizarritas y almagristas, y que terminó con la muerte de Francisco Pizarro. Luchó en la batalla de Juaquijahuana, en la que fueron derrotados los rebeldes del hermano, Gonzalo Pizarro. Por las heridas recibidas en un combate, murió en Cuzco en 1548.

Andagoya escribió la crónica La relación de los sucesos de pedrarias de Dávila en las provincias de Tierra Firme o Castilla del Oro, y de lo ocurrido en el descubrimiento de la mar del Sur y costas del Perú y Nicaragua. Se trata de las primeras referencias sobre estas zonas recién exploradas, y que apuntaban hacia el corazón del Imperio inca.

10/12/2024

Armadas de Vizcaya y de Guipúzcoa en el Combate de San Miguel de Azores de 1582


En el combate de la isla Tercera, también llamado de San Miguel de Azores, celebrada el 26 de julio 1582, tuvieron una activa y brillante participación los marinos guipuzcoanos y vizcaínos, siendo de estas provincias el núcleo de las naves de la Real Armada.

Los galeones españoles, capitaneados por Álvaro de Bazán, derrotaron a la flota francesa que apoyaba las pretensiones de Antonio, prior de Crato, refugiado en esas islas, para convertirse en rey de Portugal, disputando el trono a Felipe II. También fue llamada batalla naval de la Unidad Ibérica.

ISLAS AZORES

La escuadra francesa liderada por el almirante florentino Filippo Strozzi contaba con 64 naves, de las que dos terceras partes eran de tamaño grande o mediano, y el resto eran pataches.

Álvaro de Bazán consiguió reunir una flota de 27 galeones de mayor potencia de fuego y algo más altas, claves en las operaciones de abordaje, y 5 pataches y pequeños buques de exploración. Su teniente general fue el vizcaíno Cristóbal de Eraso, general de la flota de la Carrera de Indias. Bazán, descendiente de un linaje de navarros del valle del Baztán, lideraba los grandes galeones oceánicos de Portugal, para tomar las islas Azores y despejar de corsarios la ruta de la Carrera de Indias.

Pero también fueron determinantes en la victoria de esta contienda naval los apoyos y colaboraciones prestadas por la Armada de Guipúzcoa, formada por cinco mercantes armados liderados por Miguel de Oquendo, y por la Armada de Vizcaya, formada por refuerzos al mando de Juan Martínez de Recalde. Ambas escuadras estaban integradas en la Armada que dirigía Bazán. Miguel de Oquendo fue destacado para reconocer la flota francesa en las islas Azores y para apoyar el ataque principal español, formado por las naves capitanas de Bazán, el San Mateo y de Eraso, el San Martín.

COMBATE DE SAN MIGUEL

Bazán y Oquendo acordaron acometer a la escuadra enemiga sin tardanza, a pesar de que significase privarse de la presencia de la Armada de Vizcaya, que aún no había llegado a la isla Tercera. Tras varios días de escaramuzas y maniobras en busca de la mejor posición de ataque, el 26 de julio trabaron combate.

El galeón San Mateo, segundo de la escuadra española, al mando de Baztán, se salió de la formación para retar al enemigo en busca de gloria. Esa arriesgada maniobra le convirtió en presa de cinco naves enemigas, con las que trabó cerrado combate durante las largas dos horas que tardó el resto de la escuadra española en virar contra el viento para prestarle ayuda.

Cristóbal de Eraso tuvo mala suerte, durante los momentos antes del ataque, rompió el palo mayor de su buque el San Martín, siendo remolcado posteriormente para no quedar aislado. Ambos eran los buques más grandes de la contienda y formaron la vanguardia del ataque español.

COMBATE DE SAN MIGUEL

El primero en llegar al San Mateo fue Oquendo, quien lanzó su buque entre el galeón español y la almiranta francesa rompiendo los cables de abordaje que ya habían sido tendidos. Soltó una andanada contra la nave francesa, lanzó los garfios y tras un abordaje, los capitanes Arizabalo y Escorza, dirigidos por Oquendo, se apoderaron del estandarte francés.

Así lo relató Oquendo en su informe al secretario del rey:
"El galeón San Mateo tuvo a bordo a dos galeones francesas, Capitana y Almiranta, y le mataron mucha gente y lo tenía muy trabajado. Visto por mí que corría gran peligro, é que si nos le tomaban nos desbarataban a todos, di vuelta para socorrer, y llegé a tiempo de muchísima necesidad, y me encajé con mi nave entre el dicho galeón y la Almiranta del contrario, con todas las velas en el tope, de suerte que con el ínterin se apartaron los dos galeones, y San Mateo se fue libre de su peligro y no poco contento. Yo me amarré con la dicha Almiranta, que era una de las más bravas de toda la armada, y traía 30 tiros de bronce grandes y 300 hombres tiradores y marineros; y la primera ruciada que le dimos en arbolado, le matamos 50 hombres, los mejores que tenía, de que cobraron mucho temor y espanto, porque tenían estos hombres y otros para saltar en el galeón, muy escogidos, armados de punta en blanco, con otros tantos tiradores; (…) y fue saqueada la dicha Almiranta por nuestra gente de mar y guerra, y puesta mi bandera de campo en su popa, y sus insignias en la nuestra, colgadas a uso de guerra (…). Matóse toda la gente, que no le quedaron sino muy pocos, y a nosotros nos mataron e hirieron poco más de treinta, y luego todos echaron a huir, cada uno por su cabo, dejando su Capitana y otra nave en nuestro poder."

El doctor Camino fue expresivo al referirse al combate en 1582:
"Habiéndose trabado batalla fue horrible el estrago, hasta llegar a abordar los nuestros a la capitana y almiranta francesa, de manera que se peleaba cuerpo a cuerpo, y como si todos combatiesen dentro de un mismo navío. Ensangrentáronse los mares con multitud de cadáveres que caían degollados (...)"

Otras dos naos guipuzcoanas, la Juana de Garagarza y la María de Juan de Villaviciosa de la escuadra de Oquendo respaldaron el ataque principal de Bazán, atacando respectivamente a las de Strozzi y de Brissac.

Los franceses huyeron en retirada, perdiendo un total de 10 buques, entre ellos los de Strozzi y Brissac, más de 1.500 muertos y otros 500 heridos. Frente a esas demoledoras cifras, los españoles muertos sumaban sólo 250, aunque más de 500 heridos. Tan sólo perdieron la nao capitana, el San Mateo de Bazán quedó inservible al recibir más de 500 cañonazos.

Después de la victoria naval, Bazán no quiso desembarcar porque sus fuerzas de infantería estaban muy cansadas y algunos buques muy tocados, decidiendo regresar a Lisboa a reparar unos y recuperarse los otros.

DESEMBARCO ESPAÑOL EN SAN MIGUEL

Al año siguiente, en una operación anfibia formada por 98 buques y un ejército de 15.000 hombres al mando del maestre de campo alavés Agustín Iñiguez de Zárate, recupera el control absoluto de las islas Azores. Oquendo como capitán general de la Escuadra de Guipúzcoa también tomó parte del operativo naval a las órdenes de Bazán, quienes controlaron el archipiélago en dos semanas. Los franceses no plantaron oposición, pues habían aprendido la lección, obligando al aspirante al trono portugués Antonio a huir a Francia.

Este archipiélago del océano Atlántico tenía una gran importancia estratégica para la protección y avituallamiento de las flotas mercantes de la Carrera de Indias.

Además, concurrieron al combate los almirantes Aguirre (contador de los galeones de Oquendo), Joanot de Villaviciosa, Marcos Aramburu, Juan Ochoa de Arriola, y los capitanes Irura, Arteaga, Evora, Olabarrieta, Isasa y los hermanos Segura y Urquiola.

El almirante Íñigo de Lecoya, natural de Deva, también se halló en el memorable combate, había mandado la flota de Indias a Nueva España y Terra Firme en varias ocasiones desde 1567 a 1578.

El capitán Anduriaga murió en la lucha y lo mismo le pasó a Juanot de Villaviciosa, este último de dos balas de fusil en su propia nave, mientras que Marcos Aramburu repetiría participación en la expedición anfibia de las Azores de 1593, ya como capitán general de la Armada de Guipúzcoa, coincidiendo con el hermano de Juanot, Juanes de Villaviciosa Lizarza. Y este último también formaría parte de la flota de 15 navíos que dirigía el general Pedro de Zubiaurre que derrotó a una flota anglo-francesa de 80 navíos en el combate de Burdeos de 1593.

NAVÍO DE SAN MATEO

07/12/2024

El almirante Mediohombre, por Fernando de Artacho


EL ALMIRANTE MEDIOHOMBRE, POR FERNANDO DE ARTACHO

El almirante Mediohombre. Blas de Lezo, el militar español que en 1741 derrotó a Inglaterra y sus colonias
Fernando de Artacho, Editorial Algaida, (2015), 416 páginas

Blas de Lezo y Olavarrieta, también llamado "Patapalo" o "Mediohombre" por las mutilaciones sufridas en combate, y marqués de Ovieco a título póstumo, no sólo fue uno de los estrategas más prestigiosos de la historia militar, sino el salvador del Imperio español en el siglo XVI y el artífice del mayor desastre naval de la historia de Inglaterra, hasta el punto de que el gobierno británico de Jorge II prohibió bajo pena de prisión que se divulgara la batalla de Cartagena de Indias.

Fernando de Artacho ha querido conjurar esa maldición de Jorge II que, más de dos siglos y medio después, parece perseguir en su propio país a Blas de Lezo, cuya figura resulta casi desconocida para la mayor parte de los españoles. El almirante Mediohombre es un fragmento de la historia que se disfruta como un relato de aventuras, y también una apasionante aventura que forma parte imprescindible de nuestra propia historia.

03/12/2024

Etapa Pamplona - Puente Reina


Cizur Menor, a tan sólo cinco kilómetros de Pamplona, el que era un pequeño pueblo de esta cuenca se ha convertido en una moderna población residencial. En lo alto del cerro que ocupa se encuentra la iglesia de San Emeterio y San Celedonio (s. XII). Conserva el ábside románico y una portada de tres arquivoltas apuntadas con el crismón en el tímpano.

Sin embargo, es más conocida la iglesia de San Miguel, o de los Sanjuanistas, como se conoce el templo de la Encomienda que tenían en Cizur Menor los caballeros de la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén u Orden de Malta. Su fundación se remonta a la donación de la iglesia de San Miguel de Cizur que recibió la Orden del Hospital en 1135. De la primitiva iglesia no queda nada. La actual es de principios de siglo XVIII. El ábside es poligonal al exterior y circular por dentro. La bóveda que cubre el interior de la nava es de cañón apuntado sobre arcos fajones. El ábside se cubre con bóveda de Horno. La portada tiene tres sencillas arquivoltas aboceladas sobre capiteles decorados y columnas. El crismón es la única decoración del tímpano. La torre es posterior a la iglesia, aunque también medieval. Iglesia y torre ocupaban el lado sur del hospital en el que se acogía a los peregrinos. Estaba organizado en torno a un claustro pentagonal con pequeñas torres en sus extremos. El conjunto quedó abandonado tras la desamortización, pero la Orden de Malta ha regresado al pueblo y se encarga de la gestión del albergue.

Hubo otro hospital del que no queda más que la noticia, el de Nuestra Señora del Perdón, que era atendido por la cofradía de las Ánimas.

IGLESIA DE SAN ANDRÉS DE ZARIQUIEGUI

Zariquiegui es la población más alta (630 m) de la céndea de Ciaur. El término céndea es de uso local en Navarra y se refiere a la agrupación de varios antiguos concejos en un municipio. La iglesia de San Andrés es un templo gótico, quizás del siglo XVI, con una torre apoyada en contrafuertes al final de la nave. De la iglesia románica conserva la portada, muy similar en todo a la de San Miguel de Cizur Menor. El interior se cubre de bóvedas de crucería.

Desde Cizur, los peregrinos tenían antaño dos opciones: una era subir por Astrain por un recorrido algo más largo pero más cómodo. La otra era para por Zaraquiegui y subir por el trazado actual, pasando por la fuente de la Reniega. En el Alto del Perdón, de la sierra de Erreniega, se alza un monumento a los peregrinos. En ese mismo lugar hubo una ermita dedicada a Nuestra Señora del Perdón y un hospital de peregrinos atendiendo por el ermitaño.

MONUMENTO A LOS PEREGRINOS EN EL MONTE EL PERDÓN

VISTA DE PAMPLONA DESDE EL MONTE EL PERDÓN

Uterga es el primer pueblo de la comarca de Valdizarbe. Además de algunas casonas de noble arquitectura destaca la iglesia de Nuestra Señora de Asunción, un templo construido en el siglo XVI siguiendo un proyecto de cierta monumentalidad, como se aprecia en el uso de sillería y en los detalles decorativos de los estribos de la cabecera y las ventanas. La nave se amplió en el siglo XVII, haciéndose la sencilla portada de aire herreriano. En el XVII se terminó la torre y las campanas las hizo el maestro Nicolás Ygual en 1816.

En el término de Uterga hay un despoblado denominado Akiturrain donde hubo un hospital de peregrinos en funcionamiento desde la Edad Media hasta por lo menos el siglo XVII. Tuvo una iglesia de San Salvador, junto a la que apareció un fragmento de una bella estela discoidal.

Muruzábal da nombre a un vizcondado creado a principios de siglo XV por el rey Carlos III de Navarra. Fue villa con jurisdicción propia a partir de 1665. Conserva tres edificios de interés.

La parroquia de San Esteban tiene una interesante portada gótica (s. XIV). También son medievales la nave y una capilla lateral. La capilla de San Juan se añadió en el siglo XVI y en el siglo XVII se hizo una gran reforma, añadiéndose el crucero y el presbiterio. En su interior se conserva el sepulcro de Juan de Juániz, que fue obispo de Clahorra en el siglo XVII. Un pariente de este obispo fue nombrado Marqués de Zabalegui por el rey Carlos II de España en 1691. Se trataba de Francisco Juániz de Muruzábal, quien mandó construir el palacio cabo de armería que lleva su título. Es un edificio de planta rectangular, construido en torno a un patio central y con torres en tres de sus esquinas. La fachada principal es de sillería y tiene dos blasones con las armas de los Juániz. El alero es muy bello, con dos niveles de canes labrados. Actualmente es sede de una prestigiosa marca de vinos de Navarra y se puede visitar.

En el término de Muruzábal está la singular iglesia de Nuestra Señora de Eunate.
"La ruta de Santa Fe, la de San Leonardo de Limoges y la de San Martín de Tours se juntaban en Ostabat, y pasado el Port de Cize se unen en Puente la Reina a la ruta que pasaba por Somport, formando desde allí un solo camino hasta Santiago."
Con estas palabras dejaba constancia Aymeric Picaud en el Codex Calixtinus (s. XII) de la posición estratégica que tenía, y que tiene siglos después, Puente la Reina en los caminos de peregrinación a Santiago de Compostela que recorren Europa para confluir precisamente aquí.

IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DE EUNATE

Impresiona pensar en los millones de peregrinos que a lo largo de la historia han concentrado sus pisadas en la estrecha vía que pasa por el puente que da nombre al lugar.

El origen de Puente la Reina está por tanto en su puente románico, construido a mediados del siglo XI. No se sabe con exactitud al impulso de qué reina se debe su construcción. Podrían ser la reina doña Mayor, consorte de Sancho III el Mayor o la reina Estefanía, casada con el rey García el de Nájera. Junto a él se fue formando un núcleo o despoblación habitado por francos, próximo a la extinguida villa medieval de Murugarren.

En 1122, el rey Alfonso I el Batallador concedió a los pobladores francos y a todos aquellos que vinieran a poblar el lugar los privilegios del Fuero de Estellay ordenó que se hiciera una villa espaciosa y bien trazada. El urbanismo medieval se organizaba en torno a la vía principal que se dirige al puente, la calle Mayor, que es también el Camino de Santiago. El espacio rectangular quedó dividido en cinco barrios que funcionan con cierta independencia, nombrado cada uno un regidor del Ayuntamiento.

Una muralla o cerco, con torres almenadas y foso, protegía el recinto. De las fortificaciones se conservan restos integrados en las casas, ya que muchos vecinos aprovecharon lienzos y torres. Las puertas se desmantelaron para facilitar el acceso de mercancías. Las murallas sobrevivieron a los decretos de destrucción de las fortalezas navarras tras la anexión a Castilla a principios del siglo XVI. Este fue un siglo de gran prosperidad para la villa, aunque se cerró con la epidemia de peste de 1599 de la que no se conoce bien el alcance. El siglo XVIII también supuso un fuerte impulso socioeconómico que se reflejó en el urbanismo y el arte.

PUENTE LA REINA

A la entrada de Puente la Reina por el Camino de Santiago, el primer edifico de interés es la iglesia y convento del Crucifijo. En el segundo cuarto del siglo XII, el rey García IV Ramírez el Restaurador donó a la Orden del Temple la ermita de Nuestra Señora de los Huertos, como se llamaba entonces. Aquí tuvieron hospital los templarios, que se encargaban además de la protección de los peregrinos a su paso por Valdizarbe. Desde el siglo XV pasó a depender de la Orden de Jerusalén.

La iglesia tiene una bella portada románica de cuatro arquivoltas apuntadas de mediados del siglo XII. Los fustes de las distintas columnas reciben tratamientos decorativos distintos.

Originalmente tenía una sola nave y ábside semicircular. En el siglo XIV se añadió una segunda nave comunicada por arcos con la antigua y una cabecera poligonal que alberga el Cristo que da nombre al templo. A mediados del siglo XV, la iglesia fue donada a la Orden del Hospital de San Juan. El gran prior de esta orden en Navarra y canciller del reino, Juan Beumont, fundó un hospital para acoger a pobres y peregrinos y un convento para los frailes que los atendían. En el siglo XVIII se construyó el nuevo edificio para el hospital y convento en torno a un sobrino claustro central. En su portada se repite en un friso la cruz de Malta. El convento y la iglesia están unidos por una bóveda de crucería.

PORTADA DE LA IGLESIA DEL CRUCIFIJO

La entrada a la calle Mayor de los Romeros, como se la conoce desde la Edad Media, está flanqueada por dos sólidas torres.

CALLE MAYOR

La calle es un espacio esencialmente jacobeo. Enseguida se halla la iglesia de Santiago, precedida de un espacio que fue cementerio. La monumental portada abocinada y lobulada es lo único que queda del templo románico, lo que queda es una obra del siglo XVI, estilo gótico tardío. Tiene planta de cruz latina, con una sola y anchísima nave, que sustituyó a las tres románicas, y cabecera poligonal. Los espacios se cubren con bóvedas de crucería. El retablo mayor y los colaterales son barrocos. Uno de ellos está dedicado a la Virgen de la Soterraña, patrona de la ciudad y también de Santa María la Real de Nieva (Segovia), donde está enterrada la reina Blanca de Navarra. Pero las obras más conocidas son las estatuas de los apóstoles Santiago y San Bartolomé, ambas del siglo XIV. La de Santiago recibe el sobrenombre de beltza (negro en euskera) por su semblante moreno.

IGLESIA DE SANTIAGO

Frente a Santiago se encuentra la iglesia del convento de los Trinitarios, fundados en 1209, donde también hubo de peregrinos. La fachada actual es de estilo barroco (s. XVIII). En las hornacinas aparecen el Ángel de la Guarda y los fundadores de la Orden de la Santísima Trinidad, San Félix de Valois y San Juan de Mata. A este último se le atribuye la fundación de este convento. Tras la desamortización de 1835, el convento pasó a manos privadas.

En la plaza de Julián de Mena, un espacio sin edificar y alargado entre las calles Mayor y Cerco Nuevo, se encuentra la Casa de los Cubiertos (s. XVIII) con sus característicos soportales.

Antes de salir al puente, a mano izquierda según vamos, se encuentra la iglesia de San Pedro, un templo gótico que ha sufrido numerosas reformas. En su interior se conserva la imagen de la Virgen del Puy o del Txori (pájaro en euskera), que se veneraba en la capilla que había hacia la mitad del puente. Según la tradición, un pajarillo mojaba las alas en el río y lavaba la cara de la Virgen. Cuando esto sucedía, los vecinos acudían en multitud a ver el prodigio, ya que se consideraba como un excelente presagio. Al final de la calle Mayor está la Casa del Vínculo, que fue cárcel, y la torre que da acceso al paso del puente románico, uno de los mejor conservados de Europa.

PUENTE SOBRE EL RÍO ARGA EN PUENTE DE LA REINA

El puente tiene ciento diez metros de largo y siete arcos, uno de ellos enterrado en la calle Mayor. Su silueta de lomo de asno es puramente medieval y se ha convertido en uno de los iconos más repetidos del Camino de Santiago. Los tajamares son triangulares y se rematan a modo de nariz. Sobre ellos se abren unos arquillos que protegen la estructura en caso de crecida. Había otras dos torres para dar protección al puente, una en la parte central, donde estaba también la capilla de la Virgen del Txori, y otra en el otro extremo. La capilla y las torres que faltaban fueron demolidas a mediados del siglo XIX, en una intervención que pretendía ensanchar el paso.

Al otro lado del puente se encuentra el monasterio del Espíritu Santo (s. XIII), donde se pueden adquirir una gran variedad de deliciosos dulces artesanales hechos por la comunidad de monjas.