Mostrando entradas con la etiqueta Industria naval. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Industria naval. Mostrar todas las entradas

28/06/2024

La nao Victoria de Juan Sebastián Elcano


La caída de Constantinopla en poder del Imperio otomano en 1459 había generado el bloqueo de las rutas marítimas comerciales entre Europa occidental y las Indias orientales. Buscando rutas alternativas, a finales del siglo XV se desarrolló una carrera por las especias y otras valiosas mercancías que llevaría a España y Portugal a lanzarse a la aventura oceánica.

Durante las últimas décadas del siglo XV, Portugal había establecido una ruta marítima rodeando la costa atlántica africana, doblando el cabo de Buena Esperanza, y poniendo rubo a las Indias atravesando el océano Índico, gracias a la determinación de su promotor Enrique el Navegante y del marino Vasco de Gama. Castilla reaccionó y patrocinó la expedición de Cristóbal Colón a las Indias, pero atravesando el Atlántico rumbo al oeste que ocasionó el descubrimiento de América en 1592.

Modelos naos Armada Molucas Magallanes Elcano Exposición
MAQUETAS DE NAOS EN LA EXPOSICIÓN FUIMOS LOS PRIMEROS

Tres décadas después, España ya había descubierto y colonizado buena parte del Nuevo Mundo, sin embargo, no había alcanzado las tierras de las especias asiáticas. El emperador Carlos V quiso retomar este proyecto. Al mando de Fernando de Magallanes, se reunieron cinco naos: Santiago, San Antonio, Trinidad, Concepción y Victoria; todas construidas en astilleros de la costa vasca y tripuladas por 237 hombres, buena parte de ellos eran procedentes de estas tierras.

La nao es un tipo de embarcación con grandes estructuras a proa (castillo) y a popa (alcázar), de propulsión a vela y con gran capacidad de carga. Se extendieron por el Mediterráneo durante los siglos XII y XIII, llegando al punto más alto de su evolución en el siglo XVI, cuando se convirtieron en protagonistas de los grades descubrimientos geográficos y de las primeras flotas de Indias.

La fortaleza estructural, el cuidado diseño de sus cascos, la especialización de su arboladura y su velamen las convirtieron en naves resistentes y veloces, aptas para hacer frente a las mareas gruesas de las navegaciones transoceánicas.

Modelo nao Victoria Iglesia San Salvador Guetaria Juan Sebastián Elcano
MAQUETA DE LA NAO VICTORIA EN LA IGLESIA DE SAN SALVADOR DE GUETARÍA

La nao Victoria fue construida en los astilleros de Zarauz, podía contener 85 toneles de porte (110 toneladas), tenía 3 palos de arboladura y 26 metros de eslora. Su coste de fabricación se especula al rededor de los 300.000 maravedís. Pertenecía a Domingo de Apallua hasta el día de su embargo por la Corona española el 23 de septiembre de 1518, según firmado por Pedro de Arismendi (hijo del propietario), cuyo documento se conserva en el Archivo Histórico Provincial de Sevilla.

Esta armada a la Especiería fue organizada por la Casa de Contratación de Sevilla, organismo controlado en parte por los comerciantes y armadores vascos, junto a los andaluces, y aprovisionada desde la costa vasca por Nicolás Artieta.

Modelo nao Victoria Oceanográfico Aquarium Donostia San Sebastián
MAQUETA DE LA NAO VICTORIA EN EL OCEANOGRÁFICO DE SAN SEBASTIÁN

Para la alimentación a bordo de la Victoria, se embarcó alguna vaca, así como carne y pescado en salmuera bizcocho, legumbres, tocino, harina, queso, almendras, miel, ajos, cebollas, aceite, vinagre, almendras, pasas, vino, agua… Y por si las reservas se agotaban, arpones, anzuelos y redes. A la ruta a seguir se destinaron cartas de marear, cuadrantes, astrolabios y agujas de marear, y al registro de los descubrimientos y de los gastos, pergaminos y cuadernos.

Por si se producían situaciones de guerra, portaban cañones, bombardas y falconetes, con sus correspondientes balas de plomo y piedra, y con 1.000 libras de pólvora, que también se emplearían para los 10 arcabuces a bordo. Asimismo, llevaban armas blancas, como ballestas, flechas, dardos, lanzas y picas, y armas defensivas como petos, cascos y escudos, además de dos armaduras completas.

Para las labores cotidianas se embarcaron cabos, lonas, poleas, clavos, faroles, tablones, candados, cazos para la pez, una fragua con fuelle, herramientas, una piedra de amolar, escudillas, cuencos, medias, pesas, balanzas y libros de cuentas. Para imponer la imprescindible disciplina, grilletes, y para el servicio religioso, hostiarios, cálices, misales, manteles de misa, corporales, baptisterios y vinagreras. Y para realizar el comercio se llevaron productos como tejidos, plomo, alumbre, cobre, peines, cuchillos, vidrio, gorros, pulseras y campanillas.

nao Victoria exposición Museo Naval Vuelta Mundo Magallanes Elcano
MAQUETA DE LA NAO VICTORIA EN LA EXPOSICIÓN FUIMOS LOS PRIMEROS

Carga completa de la nao Victoria:
731 costales de harinas
659 costales de legumbres
20 libras de azúca
4 cajas de carne de membrillo
30 libras de arroz
2 jarras de alcaparras
2 jarras de mostaza
10 quintales de miel
120 barriles de agua
110 barriles de aceite
82 pipas de vinos
1 pipa de harina
30 barriles de anchoa
15 barriles de pasas
11 barriles de pólvora
20 arrobas de ciruelas pasas
20 serones de higos
60 botijas de aceite o aceituna
40 botijas de vinagre
41 botijas de tocino
400 costales de bizcocho
50 ristras de ajo
19 arrobas de queso
3 fanegas de almendras
8 botas de habas
18 botas de garbanzo

Tripulación total de la nao Victoria:
45 tripulantes
9 oficiales
11 marineros
10 grumetes
2 pajes
10 criados
3 lombarderos

MAQUETA DE LA NAO VICTORIA EN EL MUSEO NAVAL DE MADRID

La organización de la expedición contaba con tripulación de origen vasca. De los 245 hombres que comenzaron la expedición, alrededor de 30 eran vizcaínos o guipuzcoanos, también hubo algún navarro.

En la nao Vitoria zarparon Lope Navarro, natural de Tudela, marino; Martin de Gárate, natural de Deva, carpintero; Ochoa de Bilbao, natural de Erandio, grumete; Pedro de Tolosa, natural de Tolosa, grumete; Juanico el Vizcaíno, natural de Somorrostro, grumete; Juan de Arratia, natural de Bilbao, grumete; Juan de Zubileta, natural de Baracaldo, paje.

Elcano Sebastián de Elcano, natural de Guetaria, fue maestre de la Concepción, terminó como almirante de la expedición en la >Victoria, junto a él Juan Acurio y Berriz, natural de Bermeo, fue contramaestre de la Concepción, y también terminó la expedición en la Victoria.

El resto de marinos vascos se repartieron en las otras cuatro naos, pero especialmente en la Concepción.

naos Santiago Victoria Armada Magallanes Molucas Elcano Exposición
MAQUETAS DE NAOS EN LA EXPOSICIÓN FUIMOS LOS PRIMEROS

El 10 de agosto de 1519, partieron del puerto de Sevilla con el objetivo de abrir una ruta navegable por el oeste hasta las siete islas de las especias, las Molucas. Primero debían atravesar el océano Atlántico hasta la costa sur de América, y encontrar un desconocido paso hacia el océano Pacífico, el estrecho de Magallanes. Después de atravesarlo, reconociendo islas, pasaron por las Marianas hasta que alcanzaron las Filipinas. Allí, asaltados por los indígenas, murió el almirante Magallanes. La expedición ya había perdido a tres de sus barcos y la mayoría de los tripulantes.

Tras fallecer varios capitanes, el guipuzcoano Juan Sebastián Elcano fue nombrado capitán de la nao Victoria en las Molucas. Desde allí, inició la travesía de regreso, navegando hacia occidente a través del océano Índico hasta alcanzar el continente africano, y una vez doblado el cabo de Buena Esperanza poner proa a España. No tuvo la misma suerte la otra nao que partió desde las Molucas, la Trinidad, en dirección al este, que terminó perdida y encallada sin hallar una corriente favorable a través del Pacífico.

maqueta nao Victoria exposición Elcano Magallanes vuelta mundo
MAQUETA DE LA NAO VICTORIA EN LA EXPOSICIÓN FUIMOS LOS PRIMEROS

La nao Victoria llegó a Sevilla el 8 de septiembre de 1522, con 18 marinos de los 245 iniciales, tras 32.000 millas navegadas. De esos 18 tripulantes, 4 eran vascongados: Juan Sebastián Elcano, capitán, de Guetaria; Juan de Acurio, contramaestre, de Bermeo; Juan de Arratia, grumete, de Bilbao; y Juan de Zubileta, paje, de Baracaldo.

Al año siguiente, otros 12 miembros de la Victoria fueron rescatados en Cabo Verde, tras ser arrestados por portugueses. Y en 1526, se encontraron a 3 supervivientes de la Trinidad.

El presupuesto de las cinco naos con su equipamiento, víveres, cartas e instrumentos náuticos, mercaderías y sueldos para cuatro meses ascendió a 8.334.335 maravedís, de los cuales la Corona financiaba 6.454.209 y el mercader y armador burgalés Cristóbal de Haro 1.880.126. Tras el regreso de la Victoria, la venta de sus mercancía generó unos ingresos de 8.680.551 maravedís, lo que supuso un beneficio neto de 346.216, es decir, un 4,5% de rentabilidad en tres años.

Réplica nao Victoria Sevilla Guadiana
RÉPLICA DE LA NAO VICTORIA EN SEVILLA

Aunque el alto coste en vidas no quedaba respaldado por la baja rentabilidad económica, aquella la expedición realizó la mayor hazaña marítima de los tiempos: completar la primera circunnavegación del planeta entre 1519 y 1522. Además de comprobar la esfericidad de la Tierra de forma empírica, descubrió que rodeándola siempre rumbo este se le sustraía un día al calendario.

Entonces, la tecnología naval vasca era la más avanzada de la Europa de principios del siglo XVI, y el alto nivel de conocimiento náutico de los marinos de la Monarquía española se combinaron para concluir la primera vuelta al Mundo. Un hecho que cambiaría de manera irreversible la manera de entender el mundo. La enrome travesía de la nao Victoria abrió las puertas de todos los océanos a la navegación europea, constituyendo la base sobre las que se establecerían las rutas comerciales que unirían a todos los continentes de la tierra.

DOCUMENTO DE EXPROPIACIÓN DE LA NAO VICTORIA

28/03/2024

Industria naval vasca por los Reyes Católicos


Mediante la Pragmática del 20 de marzo de 1476, el rey Fernando el Católico concedía ventajas a quienes construyan naos de más de 600 toneladas, medida que activó el desarrollo naval en los puertos y astilleros vascos, incitando a mercaderes, maestres y armadores. El motivo estuvo en el conflicto entre la unión monárquica de Castilla y Aragón y la alianza de Portugal y Francia por el trono castellano, que enfrentó a Isabel I la Católica y Juan la Beltraneja.

Terminada la Guerra de Sucesión castellana, continuaron las consideraciones con los vascos, no solo en el mantenimiento de los fueros, también en lo que se refiere a la Marina.

En 1495, los Reyes Católicos ofrecieron 100 maravedis por tonelada de más de gratificación anual para los armadores que construyeran grandes navíos de más de 600 toneladas.

En 1479, permitieron que el Señorío de Vizcaya llegase a un acuerdo con el Reino de Inglaterra favoreciendo la relación comercial. Poco después, en 1481, Guipúzcoa hizo lo mismo, con autorización de los Reyes:
"Sepan quantos esta carta vieren cómo nos los procuradores e gobernadores de los escuderos fijosdalgo de la noble e leal Provincia de Guipúzcoa que estamos juntos en el lugar de Usarraga, otorgamos e conoscemos..."

cristóbal colón reyes católicos audiencia recpeción corte
AUDIENCIA DE CRISTÓBAL COLÓN POR LOS REYES CATÓLICOS

Los puertos guipuzcoanos expedían licencia real por algunos de los consejeros reales vascos instalados en su Corte: Domejón González de Andía, el bachiller Pedro de Vicuña, Juan Miguélez de Zúñiga y Ochoa de Vergara. Estos habían gestionado este "concierto y asiento de paz" con el rey inglés:
"... para que los tratantes de los dichos nuestros reinos e del dicho Reino de Inglaterra puedan andar y anden seguros, y que los daños que de la una parte a la otra se ficieren sean satisfechos y pagados."
Más tarde, la Junta de Guipúzcoa nombró al bachiller Olazábal, Juan de Azmines, Martín Pérez de Aróstegui y Juan de Iñiguez como procuradores provinciales para gestionar capítulos de paz, corregirlos y ampliarlos, para conseguir una "quieta, pacífica e amigable contratación" con Inglaterra.

Testigos de la carta de otorgamiento fueron el bachiller Sánchez de Elduayen, alcalde real en Guipúzcoa, Pedro Pérez de Vicuña y Juan de Landerrain.

En 1502, la reina Isabel mandó al corregidor de Vizcaya promover la construcción de barcos de guerra de gran tamaño.

nao vasca plentzia escultura
NAVE VASCA DEL SIGLO XVI

La aprobación de la Real Cédula de 1571 por Felipe II de Habsburgo, ordenaba la fabricación de varias unidades navales en los astilleros vizcaínos y guipuzcoanos, beneficiando a la industria autóctona y a sus habitantes.

Dos privilegios aportados por la Corona beneficiaron enormemente a los vascos en su auge económico:

- solo los navíos construidos en el Cantábrico participan en la Carrera de Indias

- todo el hierro exportado a América debe ser vizcaíno

La demanda de buques que el imperio comercial y militar español necesitaba generó prosperidad económica en las tierras vascas y cantábricas durante siglos. Gran empleo surgió en los astilleros constructores de buques, miles de hombres se emplearían en los diferentes oficios como leñadores, carpinteros, calafates, toneleros, etc. Pero también se emplearán como marinos, capitanes, maestres, contramaestres, marineros, y demás oficios relacionados por la mar, tanto para las Rutas Comerciales como para la Real Armada.

La demanda del hierro vizcaíno también aportó muchísimo empleo y prosperidad a los vizcaínos, pues aunque en América existían minas de minerales preciosos se ausentaba del hierro. El hierro extraído se exportaba para construir naves, levantar edificios, herrar las caballerías, fabricar armas y escuderías, etc. El hierro vascongado, sus minas y herrerías transformaron América.

maqueta nao embarcación vasca moderna
MAQUETA DE NAO DEL SIGLO XVI

07/11/2015

Industria naval vasca en la Baja Edad Media


En el año 1068, el rey Sancho II de Castilla concedió a la sede episcopal de Oca permiso para pescar en varios puertos cántabros. Se cree que, entre finales del siglo IX y principios del X, la población, que había abandonado la franja costera vizcaína por temor a los ataques vikingos, volvió a ocuparla y fueron apareciendo las localidades y asentamientos de la actualidad. Pero no hay referencias escritas hasta 1082, en la donación de la ermita de San Miguel en Bermeo: "et illa ecclesia S. Micaelis arcangeli in portu de Vermelio, in ora maris, cum suos morturos ad illa pertinente". Esta repoblación fue lenta, ya que los puertos pesqueros y comerciales se fueron desarrollando a partir de los siglos XII y XIII.

bermeo puerto pintura
PUERTO BERMEO

Bermeo recibió su fuero en 1236, convirtiéndose en cabeza de Vizcaya, y en 1296 pasaba a formar parte de la Hermandad de las Villas de la Marina de Castilla con Vitoria. Refiriéndose a Bermeo, un documento de 1269 menciona "cinco cabañas" a orillas del mar, lo que parece indicar que la actividad pesquera todavía era estacional. Pero también describe instalaciones más importantes, que hay dos puertos, mayor y menor, y que el menor se puede cerrar con una cadena. También menciona otros dos fondeaderos llamados Arcaeta y Portuondo, que probablemente estarían en la ría de Mundaca. Bermeo y otras villas costeras fueron convirtiéndose en importantes centros pesqueros y comerciales hasta el desastre de la peste negra del verano y otoño de 1348.

En esos puertos, la actividad pesquera fue adquiriendo cada vez más importancia, especialmente la caza de la ballena. Y el hecho de ser los puertos naturales para la exportación de hierro vizcaíno y lana castellana hacia Inglaterra, Francia, Flandes y los Países Bálticos los convirtió también en puertos comerciales.

NAVE VASCA DEL SIGLO XV

En el siglo XIII, hay constancia de fábricas en la ría del Nervión y en los puertos mayores. Ya en el siglo XIV, se plantearon pleitos entre Ondárroa y Lequeitio y entre Lequeitio y Marquina por el aprovechamiento de los bosques, cuyos árboles son necesarios para la construcción naval. Aunque no se puedan considerar astilleros, se construyen barcos en Ondárroa, en Icaran, en Lequeitio junto a la orilla del río Lea.

En 1357, el convento de San Francisco de Bermeo se encuentra cerca "del arrabal donde se labran las naves", es decir, en la zona que se denomina Ribera y en Bilbao se construían barcos en las orillas de la ría.

En el siglo XV, se fueron consolidando los astilleros, y su funcionamiento pasó a ser regulado al tiempo que aparecen las industrias auxiliares como ferrerías o cordelerías que se instalan en sus proximidades. En Lequeitio el astillero está en la parte sur de la Plaza del Astillero, en Bermeo en la Ribera, en Plencia en el camposanto, Ondárroa y Berriatua comparten astillero y se carenaban barcos en Amallo, Rentería y Asánsolo. Pero el mayor auge de los astilleros es en Bilbao, donde desde el actual Puente de San Antón hasta Portugalete hay multitud de gradas, fábricas y playas, pasando a ser a partir del siglo XV el centro de la construcción naval de Vizcaya. Al ser punto de paso obligado entre Orduña y Bermeo, Bilbao le fue quitando protagonismo a Bermeo para convertirse en el puerto y la villa más importante de Vizcaya. En el siglo XV, los astilleros de Bilbao y el comercio lanero con Francia y Flandes eran muy importantes. Y en el siglo XVI, Portugalete rivalizaba con el puerto de Bilbao.

Durante los últimos siglos de la Baja Edad media, los reyes de Castilla ya venían otorgando privilegios a los armadores que construyeran naves cada vez más grandes, así en 1436, premiaban los barcos de más de 600 toneles de capacidad.

RÍA DE BILBAO Y COSTA VIZCAÍNA