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06/06/2025

Antonio de Feloaga y Ozcoidi


Fiscal de la Real Chancillería de Valladolid en 1645, fiscal del Real Consejo de Hacienda en 1653 y fiscal del Real Consejo de Indias en 1657

ANTONIO DE FELOAGA Y OZCOIDI

Antonio de Feloaga y Ozcoidi nació en Pamplona, en 1595. Formaba parte de una familia navarra muy involucrada en la administración judicial de la Monarquía hispánica de los Habsburgo.

Era hijo de Jerónimo de Feloaga e Irigoyen, también de Pamplona, y de Catalina de Ozcoidi, de Puente la Reina. Su padre había sido regidor de la capital del Reino de Navarra a inicios del siglo XVII, y oidor de su Consejo Real en 1615, en la que se mantuvo hasta su muerte, en 1620. Durante su mandato, Jerónimo fue comisionado para una investigación sobre los patronatos y fundaciones reales de iglesias y monasterios del reino y fue juez de comisión para las cuentas de los oficiales. Fue el tronco de una familia de letrados que alcanzó cargos jurisdiccionales dentro del Reino de Navarra y de la Corte de Madrid hasta inicios del siglo XVIII.

Sus hermanos fueron Jerónimo y Francisco, también nacidos en Pamplona.

El primogénito, Jerónimo de Feloaga y Ozcoidi ocupó en aquella ciudad los mismos cargos que su padre: alcalde de la Corte Mayor del Reino de Navarra, en 1647, y oidor del Real Consejo, en 1665. Además, fue presidente electo y visitador de la Real Audiencia de Charcas.

El hermano pequeño, Francisco de Feloaga y Ozcoidi llegó a ser fiscal del Real Consejo de la negociación de Italia, en 1628; oidor del Real Consejo de Castilla, en 1655; miembro del Real Consejo de Castilla, en 1657; y presidente de la Real Chancillería de Valladolid, en 1662.

Siendo joven, Antonio de Feloaga estudió Jurisprudencia en la Universidad de Salamanca entre 1633 y 1636, año en el que se graduó de bachiller en Cánones y Leyes. Después, ingresó en su Colegio Mayor del Arzobispo para graduarse de licenciado en Derecho Canónico de ambas facultades, en 1639. En esta institución universitaria terminaría trabajando como catedrático, enseñando las cátedras de Clementinas, entre 1639 y 1644, y de Vísperas de Leyes, entre 1644 y 1645.

En 1645, la Corte del rey Felipe IV le nombró fiscal del crimen de la Real Audiencia y Chancillería de Valladolid. En esta nueva etapa, Feloaga dejaba la función docente para dedicarse a la judicatura activa. Desde este cargo, ascendió al de oidor del mismo tribunal, en 1649.

En 1651, fue nombrado caballero de la Orden de Santiago.

Los cargos en la administración judicial se sucedieron, fue nombrado fiscal del Real Consejo de Hacienda, en 1653, y fiscal del Real Consejo de Indias, en 1657, cargo en el que se mantuvo hasta su muerte, en 1658, en Madrid.

Estuvo casado con Antonia Carnero, natural de Madrid, de cuyo matrimonio nació Francisco de Feloaga y Carnero, que fue caballero de la Orden de Calatrava, en 1656.

Mientras desempeñaba sus funciones en la administración de la Monarquía hispánica en servicio de Felipe IV y Carlos II, redactó algunas obras de carácter jurídico, las más importantes fueron:

Don Antonio de Feloaga ex temporaria sed florulenta ac natura relectio ad Alexander III in cap. I de iis metusve causa fiunt, publicada en Salamanca en 1638.

Declamatio juridico politico moralis et historica, publicada en Valladolid en 1648.

Phoenix juridica sive disputatio ad text. in cap. I de his quaevis, publicada en Valladolid en 1649.

05/03/2025

Juan de Zuazola e Idiáquez


Juez de la Audiencia de Sevilla en 1559 y oidor de la de Valladolid en 1567, miembro del Consejo de Órdenes en 1572 y del Consejo de Castilla en 1582, y obispo de Astorga en 1589

JUAN DE ZUAZOLA E IDIÁQUEZ

Juan de Zuazola e Idiáquez era natural de Azcoitia, Guipúzcoa, donde nació en la primera mitad del siglo XVI. Su padre, Pedro Zuazola, fue consejero real y miembro del Tesoro Real del emperador Carlos V, y su madre María Idiáquez y Loidi. Además de Pedro, tuvo como hermano a Francisco Zuazola y Idiáquez, miembro del Consejo de Estado y oidor en la Chancillería de Valladolid.

Realizó estudios de derecho canónico en la Universidad de Salamanca, la más prestigiosa en la España del Renacimiento y una de las más avanzadas de Europa gracias a las aportaciones de su escuela jurídica y filosófica.

Pero sería en la ciudad de Sevilla, donde iniciaría su carrera burocrática en la administración del rey Felipe II. El 12 de marzo de 1559, fue nombrado juez de grados en la Real Audiencia de la ciudad hispalense. Entre otras autoridades, pudo conocer a Antonio Rodríguez de Pazos, general inquisidor de Sevilla y más tarde presidente del Consejo de Castilla.

Entre los años 1567 y 1572, Zuazola estuvo trabajando en la Chancillería de Valladolid, bajo el cargo de oidor.

En septiembre de 1572, recibió el acceso como miembro del Consejo de Órdenes, tras conseguir merced de título en Alcántara. En este órgano de poder actuó como presidente interino durante el interregno que se produjo entre la marcha de Antonio de Padilla y la llegada a la presidencia de Francisco Zapata de Cisneros, el primer conde de Barajas.

En febrero de 1579, Felipe II le concedió el patronato de la Iglesia de Santa María de Azcoitia, su ciudad natal, que diez años después, en 1589, le sucedió a su sobrino Martín de Idiáquez y Ortiz de Balda, secretario real del Consejo del Norte.

Durante su carrera burocrática, intentó en varias ocasiones acceder al Real Consejo de Castilla, sin resultados. Por fin, en noviembre de 1581, fue aceptado, y al año siguiente oficializado. Durante su consejería, Zuazola se implicó en varios asuntos, entre las que destacó su presidencia del Honrado Concejo de la Mesta, en el año 1587.

Por contra, sufrió algunos enfrentamientos con Zapata de Cisneros, cuando esté tomó el control del Real Consejo castellano, quien promovió que se enviase al guipuzcoano a algún obispado, desde febrero de 1587.

Así, en 1589, Zuazola fue requerido para dirigir el Obispado de Astorga, ciudad a la que llegó el 2 de septiembre. Poco tiempo después, el 1 de noviembre de 1590, Juan de Zuazola e Idiáquez falleció durante una visita a la localidad zamorana de Santa María de Tera. Fue enterrado en la catedral de Astorga.

Su hermano Francisco Zuazola y Idiáquez estudió en la Universidad de Salamanca e ingresó en el Colegio Mayor de Cuenca. En enero de 1577, fue nombrado oidor de la Audiencia y Chancillería Real de Valladolid, oficio que juró en febrero del año siguiente. Allí estuvo hasta que pasó a ser miembro del Consejo Real de Castilla, hasta agosto de 1589, fecha de su muerte.

08/06/2024

Juan de Lastur


Tesorero real de Felipe II y pagador general del Ejército de Flandes

JUAN DE LASTUR

Juan de Lastur nació en Deva, a mediados del siglo XVI. Fue hijo del capitán Juan Martínez de Lastur y de Catalina de Aguirre, también vecinos de la villa de Deba, en la provincia de Guipúzcoa. Era uno de los linajes nobiliarios más importantes de la villa de Deba, emparentados con otras sagas como los Aguirre, Guadalupe e Irarrazabal. Fue primo del secretario real Domejón González de Irarrazabal.

El 2 de octubre de 1557, ingresó en el servicio real como contino. Durante varios años, estuvo protegido por el tesorero general Domingo de Orbea, que se enseñó todo el oficio de contador mientras vivía en su casa. Cuando murió el comendador Orbea, en 1564, Lastur se convirtió en tesorero general de Castilla en sustitución de su mentor.

A mediados de 1565, Lastur tomó el cargo, mientras fue proveído en el marqués de Auñon. Se encargó de acudir a las ferias, negociar asientos y cambios, y poner a disposición de la Hacienda Real los remanentes de las rentas ordinarias y extraordinarias que quedaran una vez satisfechos el situado y las libranzas.

Durante ese tiempo que administró el cargo "… di la quentta con grande saistacion de los Contadores mayores de quenttas y con mucho beneficio de la hacienda rea…", según explicó en su testamento.

REALES TERCIOS DE INFANTERÍA EN FLANDES

En 1576, el rey Felipe II mandó ir a Nápoles con 650.000 ducados para entregar a su hermano Juan de Austria para provisión de las Armadas y otras, cumpliendo por su parte y cerrando las cuentas correctamente.

En junio de 1578, Felipe II le nombró pagador general de los Ejércitos de Flandes, sin que él lo hubiera pedido. Al año siguiente se encontraba en Bruselas, trabajando como pagador del subsidio y excusado del Ejército de Flandes. Bajo el mando del general Alejandro Farnesio acometió la tarea de pacificar a las provincias sublevadas. Pero, al año siguiente, cesó en esta actividad.

Sus oficiales en Flandes fueron Pedro de Ibarra, asistiendo a su nombramiento en el cuartel del Rin, y más tarde, Domingo de Leizalde y Francisco de Irarrazabal, a los cuales se encargaron de todas las cuentas, pagos y libranzas en los Estados de Flandes, y hacer inventario de la ropa, bienes y títulos.

Como escribió en su testamento "… oficio de la Pagaduría General que he tenido en Flandes ha tenido a su cargo la caxa del dinero…", Lastur manifestaba su agrado y satisfacción por la excelente gestión desarrollada y haciendo las recomendaciones necesarias para que el rey le tuviese en cuenta para la Contaduría Mayor de Cuentas como contador.

En 1584, fue nombrado uno de los dos tesoreros generales de Castilla. Según la nueva instrucción debería asumir el cargo en 1586 tras alternar un bienio con Juan Portillo de Solier. Pero no llegó a presentarse para tal ocupación, pues pronto volvería a Bruselas.

Entre 1585 y 1590, Lastur volvió a encargarse de la pagaduría general del Ejército de Flandes.

De regreso a España, tuvo que asumir la dirección de la Tesorería General de Castilla. Al poco tiempo abandonó el cargo y regresó a los Países Bajos, en donde falleció en 1593.

En 1582, Lastur fue apartado del oficio de tesorero del Ejército de Felipe II. Entonces, llevaba XXX años sirviendo a la Monarquía española y XXX trabajando en el oficio de la contaduría y tesorería. Se relacionó con las altas esferas reales, mantuvo una seriedad y rigor en su trabajo, así como en su religiosidad.

CASA-TORRE DE IRIBAR

Estableció su casa solar en la torre de Iribe en la plaza de Araquistain, y tenía bienes raíces en Deba, Motrico y Elgoibar, como el caserío de Kortaberri, situada en el valle ciego de Lastur, o la casa solar de Gabiola en el barrio de Garagarza, en Mendaro. Fue el fundador del vínculo de Lastur, que originó en el transcurso de los años una serie de pleitos entre sus sucesores y los que pretendían serlo.

El dibujo del escudo de armas de Lastur fue recogido de un armorial. Está cuartelado: 1º y 3º es un anclote con cuatro garfios, con su maroma; 2º y 4º son dos medias lunas. Estaba en la anterior casa torre de Iribe, encima de su puerta principal, un escudo de armas, con idénticas armas que la descrita, excepto algunos pequeños detalles.

Murió en Bruselas, en 1593. Hizo testamento ante el escribano Mateo Prebostt, dejando como heredero de su patrimonio y mayorazgo a su sobrino Matías de Lastur. Este era hijo de su hermana Estibariz de Lastur y Joan Fernández de Guadalupe, que fue pagador de las galeras del subsidio. Pero el joven Matías no pudo acceder su herencia al morir luchando en el sitio de Grave, en servicio del ejército, sucediéndole su sobrina María de Lastur.

No se sabe si tras su muerte, su cuerpo fue enterrado en una iglesia de Bruselas, donde trabajaba, o fue trasladado a la Iglesia de Santa María de Deba, donde era su intención.

ESCUDO DE ARMAS DE LASTUR

24/03/2024

Antonio Navarro de Larreátegui


Consejero real de Felipe II y Felipe III, administrador virreinal en la Capitanía General de Chile, archivero de los Reales Archivos de Simancas, diplomático en Turín, e historiador que escribió el Epítome de los Señores de Vizcaya en 1620

ANTONIO NAVARRO DE LARREÁTEGUI

Antonio Navarro de Larreátegui era natural de Beasain, Guipúzcoa, donde nació en 1554, siendo hijo de padres vizcaínos, aunque otras fuentes aseguran que nació en Logroño.

Tras realizar sus primeros estudios, entró a servir muy joven en la Corte de Felipe II. Sus primeros empleos relevantes fueron el de secretario de Rodrigo Vázquez, presidente del Consejo Real, y el de contador de la Real Hacienda.

En 1586, fue nombrado contador de la Real Hacienda de la Capitanía General de Chile, provincia que formaba parte del Virreinato del Río de la Plata. En 1593, tomó posesión del cargo regidor de la ciudad de Santiago, donde residían el gobernador y sus oficiales. Por cédula real expedida al gobernador, le mandaba que "recibiese al uso y ejercicio del referido empleo de contador a la persona que nombrase el mencionado don Antonio".

En 1594, de regreso en España, fue elegido alcalde de Logroño. Muerto el rey Felipe II y coronado su hijo Felipe III, le acompañó a Valencia para desposarse con la princesa Margarita de Austria, y a Cataluña y Aragón para prestar Juramento a los Fueros de estas entidades. Al finalizar la comisión, fue nombrado secretario real por el mismo rey, instalándose en la Corte.

En 1602, contrajo nupcias con Magdalena Adán de Yarza y Uribe, señora de los solares de Zubieta y de Yarza en Lequeitio. A partir de entonces, estableció su residencia en el palacio de Zubieta de Lequeitio, y dejó de firmar como Antonio Navarro de Larreátegui, que sustituyó por el de Antonio Adán de Yarza y Larreátegui. Fue nombrado alcalde de Fuero de la Merindad de Uribe y preboste de la villa de Lequeitio, ambos oficios vinculados en el linaje de su mujer. Mientras tanto, en ocasiones era requerido desde la Corte de Felipe III en Valladolid.

PALACIO DE ZUBIETA EN LEQUEITIO

En 1606, a los cuatro años de residir en dicha villa vizcaína, recibió una orden real con el nombramiento de secretario de los Archivos Reales de Simancas. Desempeñó esta función hasta 1614, año en que se retiró a su palacio de Lequeitio.

Al año siguiente, en noviembre de 1615, acompañó a la comitiva real que celebró en el río Bidasoa la recíproca entrega de las princesas de España y Francia, acompañado de 150 infantes y marinos de Lequeitio, uniformados, armados y disciplinados a su costa, que formaría parte de los 400 soldados procedentes de Irún al mando de Miguel de Leguía. La francesa Isabel de Borbón se casaría con el príncipe Felipe IV de España, primogénito de Felipe III, y la española Ana de Austria con el nuevo rey Luis XIII de Francia.

En julio de 1619, fue nombrado secretario del príncipe Filiberto Manuel de Saboya venido en rehenes a España por alteraciones promovidas por su padre el duque Carlos Manuel en los Estados españoles de Italia. En setiembre del mismo año, se le ordenó trasladarse a Génova en busca de su alteza para acompañarle a Turín y viese a su padre.

En esta ciudad publicó su obra Epítome de los Señores de Vizcaya, en 1620. Una obra historiográfica que abordaba la legitimidad del sistema foral del Señorío de Vizcaya y el poder de sus señores desde una perspectiva más legendaria y mitológica que académica y científica.

En 1621, Felipe III le concedió el cargo de alcaide y alcalde mayor de Los Arcos, con un sueldo de 54.000 maravedíes anuales en merced de los servicios prestados a la corona.

Tras acompañar como secretario real del príncipe Filiberto a su nombramiento como virrey de Sicilia, obtuvo el honroso título de Patricio que le dispensó el Senado de Mesina con fecha 16 de julio de 1622, así como a su hijo Antonio que le acompañaba. Este título le facultaba el uso de sus leyes e inmunidades, y de obtener cargos honoríficos como si fuese natural de aquella ciudad.

En este mismo año obtuvo también el título de capitán del Santo Oficio y de revisor general de bajeles, expedido desde Palermo por los inquisidores apostólicos de Sicilia. Mientras desempeñaba este cargo murió el 31 de julio de 1624.

Su hijo Antonio y todos sus descendientes fueron distinguidos con el título y honores de ciudadanos de Sicilia. Sus restos mortales fuesen sepultados en la parroquia de Santa María de Lequeitio.

EPÍTOME DE LOS SEÑORES DE VIZCAYA

29/01/2024

Letrados vascos en la Corte de Madrid


Desde mediados del siglo XV, en los tres territorios vascos comenzó a crearse una especie de burguesía burocrática formada por letrados, que aumentó durante el reinado de los Reyes Católicos y que alcanzo un considerable desarrollo con la llegada al trono de la dinastía de los Habsburgo.

El letrado era considerado por documentos de la época como un "hombre de saber", una expresión del cambio social que se estaba produciendo en los siglos de la Baja Edad Media. Eran momentos en que un creciente pluralismo estamental llevaba a una paralela diversificación de funciones sociales. El nuevo grupo social de los letrados fue adquiriendo una conciencia estamental por su valor y aportación a la comunidad mediante el empleo de su profesión: consejeros, jueces, notarios, escribas, literatos, cronistas, etc.

El historiador guipuzcoano y cronista de Felipe II Esteban de Garibay caracterizó a los letrados vascos como:
"de buena habilidad, no solo para las cosas de pluma, como se vee de ordinario entre los ministros de la casa del Real, y en la arte de la navegación, y en los demás exercicios de pendola, mas también para la arte de la navegación, y profesión de la disciplina militar, y no menos en el exercicio de las letras, aunque no sucede a muchos tomar esta via."
Se refería en las "cosas de la pluma" al arte de escribir con corrección, caligrafía y conocimientos auxiliares; a la contabilidad, y a la redacción de cartas y contratos. En este aspecto, varios vascos destacaron en las disciplinas de la Pedagogía y la Caligrafía.

Las nóminas de estudiantes vascos en las universidades españolas fueron abundantes en los siglos XVI y XVII. Había médicos y abogados, que desempeñaron cargos importantes, y hombres de ciencia que contribuyeron al progreso de la técnica en general y de la industria del hierro y naval en particular.

LETRADOS CALÍGRAFOS VASCOS

Juan de Iciar es el más conocido de todos los letrados calígrafos. Este durangués, nacido en 1522, es el maestro renacentista por excelencia. Sus obras fueron analizadas por Emilio Cotarelo, que lo consideró "el mejor calígrafo de su tiempo, no sólo en España, sino en toda Europa". Su obra más conocida es el Arte de escribir, publicada en Zaragoza en 1552, y que tuvo varias ediciones hasta 1566. También publicó una Aritmética en 1549 y un libro con modelos de estilo epistolar llamado Nuevo Estillo d’escrevir cartas mensageras en 1552, ambas publicadas en Zaragoza.

Cotarelo resaltó el interés que tuvo para la historia de las costumbres la carta "sobre las calidades que han de tener los oficiales de la casa de un señor y de otros oficiales que no se usan y serán necesarios".

ARTE DE ESCRIBIR, POR JUAN DE ICIAR

Otro vascongado que preparó a muchos en las "cosas de la pluma" fue el arrantiano Pedro de Madariaga, al que Cotarelo dedicó también un artículo. Nació en 1537, siendo discípulo de Iciar en Zaragoza y estuvo en Italia. Madariaga compuso otro libro de caligrafía con dos ediciones y título distinto, en 1565 y 1567. En este libro, dividido en diálogos, aparecen distintos interlocutores con apellidos vascos, como los de Gamboa, Oñez, Balçola, Ibarra, Urcuzu, Velgara, Ayala y Guevara.

En uno de estos diálogos, en el primero, enfatizó lo que se decía ya en su tiempo en toda España: "Yo soy muy afectado a los buenos escribanos; sino que por estos reynos (de Valencia) no tenemos tan buen aparejo como allá en vuestra Vizcaya." En el séptimo de la primera parte se leyó además: "Un maestro de escribir hay en Vizcaya que trae naves por mar."

ARTE DE ESCRIBIR ORTOGRAFÍA, POR PEDRO DE MADARIAGA

Felipe de Zabala, nacido en 1580 en Marín, en el valle de Léniz, trabajó en la Corte junto a su hermano Tomás. Publicó en Madrid, en 1634, una Introducción nueva del arte de escribir, también en diálogo y durante más de cincuenta años fue maestro en uno de los barrios madrileños más populosos. Zabala estuvo examinando muchas veces con el calígrafo montañés Pedro Díaz Morante, y con su discípulo Pedro de Aguirre.

Según las investigaciones de Cotarelo en torno a la caligrafía y las de otros autores basados en documentos distintos, se puede afirmar que "las cosas de la pluma" dieron en el siglo XVI una marcada superioridad a los vascos:
"Era ya cosa sabida, que todas las oficinas reales, en los Consejos, y al lado del Rey y de sus primeros ministros, había de haber un secretario vizcaíno, alavés o guipuzcoanos que lo mandaba, y disponía todo y que había llegado allí sólo por su pericia pendolística, ayudado después de otras cualidades de voluntad y entendimiento. La tradición se conserva aún en el siglo XVIII, donde abundan en las secretarías los apellidos de aquellas dichosas y fecundas comarcas."

En tiempos de Fernando VII e Isabel II, vivió uno de los mejores calígrafos españoles. Se trata de José Francisco de Iturzaeta que nació en Guetaria en 1788. Llegó a ser el segundo director de la Escuela Normal Central de Maestros.

ARTE DE ESCRIBIR LA LETRA ESPAÑOLA, POR JOSÉ FRANCISCO DE ITURZAETA

La capacidad caligráfica del letrado vascos en la Edad Moderna estaba unida a la aptitud para ser secretario real o consejero de aristócratas e instituciones, pero también para los negocios públicos y privados. Así lo escribió con Miguel de Cervantes en el capítulo VIII de la primera parte del El Quijote de la Mancha, mostrando la lucha del hidalgo Don Quijote con el gallardo "vizcaíno" Sancho de Azpeitia de esta manera:
"Venía en el coche, como después se supo, una señora vizcaína, que iba a Sevilla, donde estaba su marido, que pasaba a las Indias con un muy honroso cargo."

También en el capítulo XLVII de la segunda parte aparece Sancho Panza haciendo de gobernador de la ínsula Barataria y recibe un mensaje del Duque, pregunta:
"¿Quién es aquí mi secretario? Y uno de los que presentes estaban respondió: Yo, señor, porque sé leer y escribir, y soy vizcaíno. Con esa añadidura, dijo Sancho, bien podéis ser secretario del mismo Emperador."

DON QUIJOTE Y SANCHO PANZA EN SAN SEBASTIÁN

18/03/2023

Gabriel de Hoa


Secretario del Consejo de Estado y del Consejo de Indias del rey Felipe III

GABRIEL DE HOA

Gabriel de Hoa era natural de Orio, Guipúzcoa, donde nació en la segunda mitad del siglo XVI, bajo el reinado de Felipe II. Este apellido y los topónimos en que se puede basar ofrecen grafías dispersas y heterogéneas: Hoa, Oa, Ua, Uua, Uba, etc. Por proximidad geográfica este personaje y su linaje tendrían algo que ver con el solar de la Ermita de San Esteban de Hoa, de Usurbil.

Durante los últimos años del reinado de Felipe II, a finales del siglo XVI, Hoa sirvió como secretario del Real Consejo de Indias.

La llegada de Felipe III al trono de la Monarquía española mejoró la posición de Hoa en la administración el Imperio, pues se le concedió un salario de 2.000 reales de ayuda de costa durante varios años, a inicios del siglo XVII, más alguna merced de 200 ducados

La reforma del Consejo de Indias había dividido su administración en cuatro secretarías. Hora eligió la Secretaría de Gobierno del Virreinato del Perú, en diciembre de 1604.

Haciendo uso de su nueva posición, Hoa fue consolidando su influencia social y retribución económica, hasta lograr ser miembro del Real Consejo de Estado. Además, consiguió que se invirtieran 14.000 ducados para mejorar la entrada de la barra del puerto de su pueblo natal Orio.

Sin embargo, 19 de febrero de 1610, Gabriel de Hoa fallecía en Madrid, siendo relativamente joven, pues según escribió el cronista Lope Martínez de Isasti "murió siendo mozo". Su viuda, María de Oquendo, recibió una merced de 150 ducados de renta de por vida del Consejo y 1.500 ducados en cuestión de oficios vendidos en Indias, que se le retiró en 1617 cuando contrajo segundas nupcias.

La ausencia de Hoa supuso la paralización de las obras de remodelación del puerto guipuzcoano de Orio, así como la unificación de las cuatro secretarías de Indias en dos.

21/02/2023

Alonso de Idiázquez y Yurramendia


Consejo Real de Estado y secretario íntimo del emperador Carlos V

ALONSO DE IDIÁQUEZ Y YURRAMENDI

Alonso de Idiáquez y Yurramendi era natural de Tolosa, Guipúzcoa, donde nació en 1497. Perteneciente a un antiguo linaje nobiliario de Guipúzcoa, fue el III señor de la Casa de Idiáquez. Esta condición nobiliaria fue muy valorada por el emperador Carlos V, por ello solicitó sus servicios para trabajar en la Corte como secretario real y del Consejo de Estado desde 1520 hasta su muerte en 1547.

Participó como soldado en la jornada de Túnez contra Suleimán, aliado con Francia, en 1535, donde consiguió ser miembro de la orden de Calatrava.

Posteriormente, dedicó su actividad a labores diplomáticas y de gobierno, interviniendo en varios tratados que la Corte española estableció con Francia.

Fue comisionado por Carlos V para pactar las condiciones de concordia de 1544 con Francisco I de Francia, conocida como Paz de Crépy, por lo que recibió el hábito de la orden de Alcántara. Entre las condiciones se encontraba la de establecer un enlace matrimonial entre el hijo de Francisco I y duque de Orleans, Carlos, con la hermana de Felipe II, María de Habsburgo, o con la hija de su tío Fernando, Ana de Habsburgo.

Murió emboscado en Alemania por un grupo de protestantes luteranos.

ANTIGUO CONVENTO Y ACTUAL MUSEO DE SAN TELMO

Hombre renacentista, Alonso de Idiáquez estuvo interesado en las corrientes humanistas de su tiempo. Mantuvo una estrecha relación con el célebre humanista Luis Vives, hábil compositor de cartas latinas, mereció el honor de que el renacentista valenciano le dedicara su trabajo De conscribendis epistolis.

Defendió tanto de beneficiar los intereses de San Sebastián que era considerado como oriundo de esta población. Dejó un excelente legado arquitectónico en la ciudad de San Sebastián: la casa palacio de Idiáquez y los conventos de San Telmo y de Santo Domingo; en el primero está enterrado junto a otros miembros de su familia, y se halla hoy en la capilla del cementerio de Polloe.

El palacio de Alonso de Idiáquez en San Sebastián ocupaba más de la mitad de la actual calle Mayor, antes de Santa María, su fachada se extendía en una línea de más de cien metros, con un fondo de mayor longitud. Incorporaba cuatro torres que daban singularidad a estas "casas", en cuyo recinto existían varios patios, jardines, capilla y otros servicios. En este palacio se alojaron varios reyes de las dinastías Habsburgo y Borbón. Desapareció en el incendio de 31 de agosto de 1813 durante la batalla de San Marcial.


Por acuerdo de 12 de Septiembre de 1866, hay una calle que lleva el nombre de los Idiáquez.

SEPULCRO DE ALONSO DE IDIÁQUEZ EN EL MUSEO DE SAN TELMO

07/12/2022

Sancho López de Otálora Galarza


Consejero de Castilla, de Inquisición y de Hacienda de Carlos V

SANCHO LÓPEZ DE OTÁLORA Y DE GALARZA

Sancho López de Otálora Galarza nació en la casa-torre de Otálora, solar de su linaje en Arechavaleta, villa del valle de Léniz en Guipúzcoa, en 1500. Era hijo de Martín Ruiz de Otálora y de Catalina de Galarza. Secretarios reales de Juan de Castilla.

Era hermano menor de Juan López de Otálora Galarza, señor de la casa de Otálora, que fue criado del rey Fernando el Católico y miembro de su Cámara Real. En 1512, recibió entre otras gracias una espada que utilizó el mismo monarca, que dejó vinculada a su linaje.

Estudió derecho civil y canónigo en Salamanca, siendo bachiller, y consiguió el grado de licenciado en el Colegio de Santa María de Jesús de Sevilla. Continuó con la tradición familiar de servir en las instituciones cortesanas de la Monarquía hispánica. En la universidad de Sevilla fue rector en 1523 y 1529.

En 1538, fue nombrado Juez de la Audiencia de los Grados de Sevilla y consultor y juez de los bienes confiscados a los herejes en el Tribunal inquisitorial de Sevilla, coincidiendo con la consolidación de los cambios impuestos en este tribunal en 1527 con el fin de asimilarlas en su organización con las chancillerías. Obtuvo la ejecutoria de su hidalguía, en 1539.

Al mismo tiempo, fue consultor y juez de los bienes confiscados a los herejes en el Tribunal inquisitorial de Sevilla a petición del inquisidor general, Alonso Manrique.

Aunque, en 1543, fue designado para realizar una visita a la Audiencia de Santo Domingo, ésta finalmente no se puso en práctica.

Tomó parte de la comisión para la delimitación de la frontera hispano-lusa en Andalucía, demostrando tal habilidad política y diplomática que fue promovido al Consejo Real del emperador Carlos V. Durante varios años estuvo al frente de asuntos de Estado, simultaneando varios cargos a la vez.

PALACIO DE OTÁLORA EN ARRECHAVALETA

Desde 1547 hasta 1562, formó parte del Consejo Real de Castilla, como consejero, bajo la presidencia de Hernando Niño.

Tras el fallecimiento del licenciado Cortés, en 1550, fue designado miembro del Consejo Supremo de la Inquisición, como representante del Consejo Real. Su cargo como consejero de este tribunal lo efectuó en febrero de 1553, cargo que desempeñó hasta 1563, mientras seguía vinculado al Consejo Real. Y, desde 1554 hasta 1558, fue miembro del Consejo Real de la Cámara.

Fue a partir de la gobernación de la princesa Juana cuando Otálora alcanzó una posición relevante en la Corte. Así, en las instrucciones firmadas en La Coruña el 12 de julio, se ordenaba que éste y el doctor Velasco acudieran al Consejo de Estado de Castilla "quando se trataren negocios de la Corona de Castilla", así como que ambos entendieran "en lo de la expediccion de la Camara", mientras Juan Vázquez de Molina actuaba de secretario.

Gracias a su influencia en la Corte de Felipe II, en 1554, pudo entrar en el Consejo de Hacienda, aunque la llegada de Figueroa propició su salida de la Cámara en 1558. Para entonces, Otálora padecía serios problemas de salud que le impedían acudir a las reuniones del Consejo Supremo de la Inquisición al mando de Valdés.

En 1562, por problemas de salud, se retiró a la casa solar de Otálora, donde falleció el 23 de noviembre de 1570.

Fue enterrado en la capilla de San Miguel de la iglesia de San Juan Bautista de Aozaraza, capilla fundada por su hermano Juan.

ESCUDO NOBILIARIO DEL PALACIO DE OTÁLORA EN ARECHAVALETA

Había casado con Catalina Ximénez de Bohórquez, natural de Utrera, en 1530. Tuvieron a Juan de Otálora, señor de la casa de Otálora a la muerte de su prima María Ruiz de Otálora; Catalina; María casada con Juan Briceño y Osorio, señor de Gramedo y Molezuelas y corregidor de Zamora; e Inés que caso con el licenciado Pedro Muñoz.

Un contemporáneo suyo natural de Mondragón, el cronista real Esteban de Garibay escribió de él:
"Vivió en esta casa de Otalora en ocho años y mejoróla de fábricas, haciéndole un gentil cuarto a la parte de mediodía. Gozaba de la compañía de su hijo, nuera y nietos, por haber ya fallecido sus hermanos; con tal recogimiento, que con estar fuera de poblado, en todos ellos jamás entró en pueblo alguno, sino fue solas dos veces en el año de 1568 en Arechavaleta, cabeza del valle, a cuarto de legua de su casa, a las exequias reales del príncipe D. Carlos, primogénito del dicho católico Rey D. Felipe, que falleció en Madrid el 24 de Julio del dicho año 68, y luego a las de la Reina D.ª Isabel, su tercera mujer, que falleció el 3 de Octubre del mismo año…"
"De esta manera acabó sus católicos días, haciendo grandes limosnas en todo el dicho valle (de Léniz). Comía solo, retirado aún de su nuera e hijo. Gastó estos días en rezar, estudiar y leer en obras religiosas. Consultóle el mismo Rey en diversas cosas gravísimas en esta su vida solitaria, como a persona de cuya prudencia y religión tenía gran satisfacción. Fue muy alto de cuerpo, de grave presencia y autoridad; la color morena cetrina, bien hecho, la habla poca, grave y autorizada; velloso, las cejas cerradas, de poca conversación y ésta muy sustancial y religiosa, celador del servicio de su Rey y del bien de la patria y amador de los buenos."

14/06/2022

Alonso de Ercilla y el poema épico La Araucana


Soldado de la expedición de conquista en Arauco en la Capitanía General de Chile y poeta famoso por escribir el poema épico La Araucana en 1557

ALONSO DE ERCILLA

Alonso de Ercilla y Zúñiga nació en Madrid, en 1533, pero pertenecía a una familia de origen vizcaíno natural de Bermeo. Su padre fue Fortún García de Ercilla, miembro del Consejo de Órdenes y miembro del Consejo Real, y de Leonor de Zúñiga, dama de la emperatriz Isabel de Portugal.

Ercilla nunca perdió sus orígenes aristocráticos y vizcaínos, a los cuales recordó con orgullo en uno de sus poemas.

"Mira Poniente, a España y la aspereza
de la antigua Vizcaya, de do es cierto
que procede y se extiende la nobleza
por todo lo que vemos descubierto;
mira a Bermeo cercado de maleza,
cabeza de Vizcaya, y sobre el puerto
los anchos muros del solar de Ercilla,
solar antes fundado que la villa."


Su alto linaje nobiliario le sirvió para que, desde muy joven, estuviese junto a su madre y sus hermanas en la Corte del emperador Carlos V. Allí estuvo trabajado como paje del príncipe Felipe, adquiriendo una educación renacentista y aprendiendo varios idiomas. Acompañó al futuro rey de España en sus viajes por Italia, Alemania, Inglaterra y otros países europeos.

En 1555, estando en Londres, en los desposorios del príncipe Felipe con María de Tudor, se recibieron noticias de graves desórdenes en el Virreinato del Perú y la Gobernación de Chile. Decidió pasar a América y enrolarse en la armada que partió a Perú, para doblegar una insurrección de los indios araucanos (mapuches). Al mando de la expedición estaba el recién nombrado gobernador y capitán general de Chile, García Hurtado de Mendoza.

ALONSO DE ERCILLA Y GUERREROS ARAUCANOS

En la Gobernación de Chile estuvo diecisiete meses, entre 1557 y 1559, tomando parte de varios enfrentamientos contra los araucanos. Estos indios estaba liderados por el cacique Caupolicán, que había derrotado a Pedro de Valdivia y tomado varias fundaciones españolas en aquel territorio.

En este tiempo escribió una obra literaria por la que pasó a la historia, La Araucana. Se trata de un poema épico de exaltación militar compuesta en octavas reales y dividida en 37 cantos, donde narraba los hechos más significativos de la expedición de la conquista de Chile, como las batallas en las que participó: Lagunillas, Quiapo y Millarapue, o la derrota de los caciques Caupolicán, y Lautaro, protagonistas del poema. Para su escritura aprovechó materiales como cueros, trozos de cartas y cortezas de árboles.

De su participación en aquella cruenta contienda, dejó escrito un inmortal testimonio en sus épicos versos:

"La rabia della muerte y fin presente
crió en los nuestros fuerza tan extraña,
que con deshonra y daño de la gente
pierden los araucanos la campaña.
Al fin dan las espaldas, claramente
suenan voces: ¡Victoria! ¡España! ¡España!"

En 1558, el virrey Mendoza fundó la ciudad de Osorno. Durante las celebraciones de su fundación, Ercilla fue detenido y enjuiciado a la pena de muerte por el virrey debido a un conflictivo incidente con otro compañero de expedición y rival suyo, Juan de Pineda. Por la intervención de personas influyentes no se ejecutó la pena, pero aún permaneció en prisión unos meses hasta que fue desterrado. Ercilla narró este controvertido asunto en su épico poema:

"Ni digo cómo al fin por accidente
de mozo capitán acelerado
a plaza fui sacado injustamente
a ser públicamente degollado;
ni la larga prisión impertinente
do estuve tan sin culpa molestado
ni mil otras miserias de otras suerte,
de comportar más grave que la muerte."

ALONSO DE ERCILLA Y LA GOBERNACIÓN DE CHILE

Pero más que como político y guerrero, Ercilla pasó a la historia como autor de uno de los poemas épicos más grandes de la lengua española. Miguel de Cervantes llegó a escribir que La Araucana era considerada como una de las mejores obras épicas en verso castellano que haya producido España y fue salvada de la quema de libros de la biblioteca del Quijote en aquel capítulo.

El gran historiador, filósofo y crítico literario Marcelino Menéndez Pelayo escribió que:
"No hay literatura en el mundo que tenga tan noble principio como la de Chile, la cual empieza nada menos que con La Araucana, obra de ingenio español, ciertamente, pero tan ligada con el suelo que su autor pisó como conquistador, y con las gentes que allí venció, admiró y compadeció a un tiempo, que sería grave omisión dejar de saludar de paso la grave figura de Ercilla."

También formó parte de la expedición que partió desde Panamá para arrestar a Lope de Aguirre por su sublevación ante el rey Felipe II y muerte del adelantado Pedro de Ursúa.

Pero, en 1563 estuvo de regreso a España. Fue nombrado caballero de la Orden de Santiago, miembro de la Corte, y estuvo cumpliendo varias misiones diplomáticas en Cortes europeas.

En 1569, publicó la primera parte de su gran obra literaria La Araucana, dedicada a su rey Felipe II.

En 1570, casó con María de Bazán, mujer muy acaudalada, con una dote matrimonial de más de ocho millones de maravedíes. Instalado en Madrid, nueva sede real de la Monarquía española, terminó de imprimir las partes segunda y tercera de su obra, en 1578 y 1589.

En 1594, falleció en Madrid, a los 61 años de edad, pero su sepulcro se ubica en el convento de San José de Ocaña, Toledo.

LA ARAUCANA DE ALONSO DE ERCILLA

Además de la conquista de Chile, escribió poemas épicos sobre otras glorias del Imperio español de su tiempo. Sobre la batalla de Lepanto, en la que participó "la flor de juventud y gallardía de la nación de España", escribió versos de fuerza e inspiración extraordinarias. Las primeras palabras que ponía en la voz del general Juan de Austria al avanzar sobre la armada turca fueron las siguientes:

"… Oh valerosa compañía
muralla de la Iglesia inexpugnable,
llegada es la ocasión, éste es el día
que dejáis vuestro nombre memorable!
¡Calad armadas y remos a porfía,
y la invencible fuerza y fe inviolable
mostrad contra estos pérfidos paganos
que vienen a morir en nuestras manos!
Que quien volver de aquí vivo desea
al patrio nido y casa conocida,
por medio desa armada gente crea
que ha de abrir con la espada la salida;
así cada cual mire que pelea
por su Dios, por su Rey y por la vida,
que no puede salvarla de otra suerte
si no es trayendo al enemigo a muerte."

El enfrentamiento clave de la batalla ocurrió, como era costumbre en aquella época, entre las naves capitanas de ambas escuadras. Así describió Ercilla el abordaje a la nave capitana otomana por parte de la comandada por Juan de Austria y su almirante Requesens:

"Mas la real cristiana, aventajada
por el grande valor de su caudillo,
a puros brazos y a rigor de espada
abre recio en la turca un gran portillo
por do un grueso tropel de gente armada,
sin poder los contrarios resistillo,
entra con un rumor y furia extraña,
gritando: ¡Cierra! ¡Cierra! ¡España! ¡España!"


LA ARAUCANA DE ALONSO DE ERCILLA

13/03/2022

Pedro de Zuazola


Secretario real del emperador Carlos V, secretario del Consejo de Guerra en 1518 y tesorero general de Castilla en 1532

PEDRO DE ZUAZOLA

Pedro de Zuazola era natural de Azcoitia, Guipúzcoa, donde nació a finales del siglo XV. Era señor de la casa de Zuazola Floreaga de Azcoitia, sobre la que fundó mayorazgo con su mujer María de Idiáquez, y patrono de la iglesia de Santa María la Real de su villa natal.

Comenzó su carrera burocrática siendo criado del secretario real Gaspar de Gricio, en la Corte de los Reyes Católicos, y después durante la regencia de Francisco Jiménez de Cisneros.

En 1512, trabajaba como escribano del Juzgado civil y criminal de la Casa de Contratación de las Indias, ubicado en Sevilla.

En 1518, fue nombrado secretario real del Consejo de Guerra por petición del emperador Carlos V, acompañándole en sus viajes por Alemania y Flandes. Durante la Revuelta de las Comunidades de Castilla, Zuazola se mantuvo leal al Ejército imperial, de la mano del gobernador Adriano de Utrecht, en su corte de Valladolid.

Los servicios prestados le valieron los nombramientos de caballero de la Orden de Santiago en 1523, y de la Espuela Dorada en 1531, además de una regiduría en Málaga. Durante los siguientes años, mantuvo una relación profesional con Francisco de los Cobos. Por petición del emperador, fue incluido en su séquito de acompañamiento que viajó a Italia en 1529. Su cargo de secretario del Consejo de Guerra quedó en poder de Andrés Martínez de Ondarza, de forma interina y por un breve tiempo.

En 1532, fue ascendido a los cargos de argentier y tesorero general de Castilla, en sustitución de Juan de Aldulza.

Pedro Zuazola Azkoitia consejero monasterio
ESCUDO DE ARMAS DE ZUAZOLA

En 1533, Carlos V le concedió el mérito de añadir el Águila Imperial en campo de oro a su escudo de armas, y al de su mujer María de Idiáquez. Además, le hizo tesorero personal fijándole cien mil maravedies de salario. Por contra, tuvo que dejar la dirección del Consejo de Guerra, que pasó a Juan Vázquez de Molina, aunque continuó como miembro del mismo.

En 1535, iba a tomar parte de la Campaña militar a Túnez, teniendo que ceder el cargo de tesorero general a Alonso de Baeza, de forma interina, muriendo al año siguiente, en Barcelona.

En 1532, ya había redactado testamento en Ratisbona, Alemania, para sus seis hijos, entre los que destacaron:

Pedro de Zuazola Idiáquez fue caballero de la Orden de Santiago, en 1532, y canciller de la misma, en 1535.

Juan de Zuazola Idiáquez fue caballero de la Orden de Alcántara, oidor del consejo real de Felipe II y después obispo de Astorga.

Francisco de Zuazola Idiáquez fue oidor del consejo real y fundó en Azcoitia un convento de monjas, el monasterio de Santa Clara, con dos mil ducados de renta.

Monasterio Santa Clara Azkoitia Pedro Zuazola
MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE AZCOITIA

Carta de Pedro de Zuazola, secretario del emperador Carlos V, al alcaide del castillo de Behobia, Hernán Pérez de Yarza, fechada el 27 de noviembre de 1520:
"Señor. Reçebi la letra de v. m. de XXII del presente y luego ley al señor Cardenal la que le escrivio, y Su S.R. le responde a ella, y por esto no sera necesario repetir yo sobrello. Las cosas de aca estan muy adelante, porque en esta semana esperamos que se dara batalla de parte de Sus Magestades contar estos sus deservidores, y esperamos en Dios que sera de nuestra parte, pues sienpre aconstumbra favorecer la justicia justificada, la qual de parte de sus Altezas ha seydo en tanto grado que no pudiera ser mas. Porque allende los conplimientos passados, agora el señor Almirante, que con buena yntencion fue a la Junta de Tordesillas, les ofrecio en paz y en amor todo lo que ellos pueden ganar con mal y con guerra, y los de la dicha Junta no han querido venir en ello, antes dizen que por fuerça y por sus manos, y no por medios agen."

Carta Pedro Zuazola Hernán Pérez Yarza
CARTA DE PEDRO DE ZUAZOLA A HERNÁN PÉREZ DE YARZA

03/11/2021

Francisco de Eraso


Secretario de los Reales Consejos de Hacienda, de Estado, de Indias, y de las Órdenes de Calatrava y de Alcántara durante los reinados de Carlos V y Felipe II, de los que fue secretario personal, alcanzando una gran relevancia en la administración cortesana a mediados del siglo XVI

FRANCISCO DE ERASO

Francisco de Eraso y Hermoso nació en Madrid en 1507. Era hijo de padres navarros, Hernando de Eraso y Ederra y María de Hermoso y Guevara, originarios del lugar navarro de Eraso, ubicado en Imoz, que emigraron a la Corte de los Reyes Católicos. Francisco mantuvo siempre sus orígenes familiares navarros como parte de su identidad.

A través de la influencia de su padre en la Corte de Fernando el Católico, Francisco de Eraso entró a servir en la Corte de Castilla. Tras la llegada de Carlos V de Habsburgo a la Corte española, en 1523, Eraso entró en la órbita de influencia de Francisco de los Cobos, el gran ministro del emperador. A partir de 1530, se puso al servicio de la Secretaría personal de la emperatriz Isabel de Portugal como ayudante del secretario Juan Vázquez de Molina. Se sucederían los cargos cortesanos en su carrera burocrática, primero como contador del ministro Cobos, después como criado de Carlos V, en 1542, hasta llegar a ser regatón mayor real y escribano oficial de la Casas de Moneda de Burgos, en 1543.

En 1546, fue nombrado secretario real y notario mayor con cargo en el Real Consejo del Estado, de Cámara y de Guerra, en sustitución de Vázquez de Molina. Se había convertido en uno de los tres secretarios reales más importantes de la Corte austracista, junto al mencionado Juan Vázquez de Molina y al guipuzcoano Alonso de Idiáquez. Durante estos años, Eraso estuvo gestionando los asuntos de estado y los negocios del emperador con una gran capacidad de trabajo y demostrada eficacia en sus consejos, ganándose la confianza del príncipe Felipe y convirtiéndose en imprescindible en la Corte. Su padre, Carlos V, le sugirió que lo mantuviese en su gobierno tras su muerte.

En 1555, como notario mayor, Eraso se ocupó del traspaso de poderes en los estados de Flandes de padre a hijo, así como del testamento del emperador. Así, hasta que tras la abdicación de Carlos V, en 1556, a favor de su hijo Felipe II, el rey entrante confió el Eraso manteniéndole en la administración de los Habsburgo. Es más, bajo la protección de Ruy Gómez de Silva, amigo personal del rey, se convertiría en el secretario favorito de Felipe II, siendo nombrado secretario del Real Consejo de Estado y del Real Consejo de Hacienda, que desempeñó hasta 1570.

No fueron estos los únicos cargos, pues fueron ampliados con uno de los oficios de la Contaduría Mayor llegando al grado de teniente y secretario privado del rey, poco después; se encargó de la correspondencia internacional de la Corte, durante el trienio 1557-1559; regidor de la ciudad de Guadalajara, en 1557; secretario del Consejo de Indias, en 1559; y procurador de las Cortes en Madrid, en 1560. Además era consejero suplente en la Secretaría de Estado de España; secretario del Real Consejo de Guerra en asuntos económicos; miembro sustituto en la Secretaría del Consejo de Cámara; comendador de la Encomienda de Moratalaz, de la Orden de Calatrava, en 1565; y poseía facultades en las consultas de la Orden de Santiago y en el Tribunal de la Inquisición.

CARLOS V Y FELIPE II

En consecuencia, durante la primera década del reinado de Felipe II el poder de Eraso en la Monarquía española fue absolutamente abrumador tras la caída de Francisco de los Cobos, llegando a desplazar a Juan Vázquez de Molina en la secretaría de Estado y en la Cámara de Castilla. Y desde esta alta posición de poder llegó a tejer una red clientelar de colaboradores entorno suya que desde España llegaba hasta los Países Bajos.

En 1563, Juan Rodríguez de Figueroa, presidente del Consejo de Órdenes, acusó a Eraso de corrupción, implicándole en un proceso de investigaciones que condujo a su decadencia política entre los años 1565 y 1570. Este proceso de control que había iniciado Figueroa hacia los oficiales públicos en general se intensificó cuando fue sustituido por Gaspar de Jaraba, en 1565. Este procedió a controlar y enjuiciar a Eraso de forma directa y personal, obstaculizando las declaraciones y testigos que eran favorables al secretario, pero también siendo traicionado por amigos y colaboradores. La sentencia de abril de 1566, condenaba a pagar 12.000 ducados por enriquecimiento ilícito y abuso de poder, pues su villa de Mohernando fue adquirida de forma fraudulenta. Además, tenía que cesar todos sus cargos financieros, especialmente el de consejero de Hacienda por desviar causales para su propio beneficio.

Aunque la sentencia obligaba a Eraso a ser apartado de todos sus cargos administrativos, el rey le mantuvo como su secretario personal, dando muestras de la lealtad y confianza que tenían entre ambos. Y, finalmente, consiguió retener en su poder las secretarías de la Cámara de Castilla, de Indias y de Órdenes de Calatrava y Alcántara, hasta su muerte.

ESCUDOS DE ARMAS DE MOHERNANDO Y DE ERASO

En 1570, Francisco de Eraso y Hermoso falleció en Madrid y fue enterrado en la iglesia parroquial de Mohernando, en Sigüenza. En este templo, su mujer viuda, la segoviana Mariana de Peralta y Barros, se labró una escultura funeraria que representaba al secretario navarro y a su viuda Mariana, junto a San Francisco de Asís, patrón del señor de Mohernando. Este monumento fue ejecutado por Juan Bautista Monegro y fue una pieza importante de la escultura del Renacimiento española. Como consecuencias de la Guerra Civil de 1936-39, fue trasladado al Museo Diocesano de Arte Antiguo de Sigüenza, y posteriormente de vuelta a la iglesia restaurada.

Texto grabado sobre la lápida del sepulcro de Francisco de Eraso:
"Al Dios Optimo y Máximo, Salve: Mariana de Peralta, esposa de Francisco de Eraso, erigió este monumento en memoria de su marido. Fue este varón esclarecido; sus obras, su fidelidad y su consejo y su diligencia prestaron señalados servicios a su patria, en momentos graves, bajo los reinados de Carlos V, Emperador augusto, piadoso, feliz e invicto, y de su hijo Felipe, el rey mas católico de España. Fue Comendador de Moratalaz y disfrutó de todas las preeminencias de honor y dignidad. Vivió sesenta y tres años y murió el 26 de septiembre del año del Señor de 1570."

Consiguió una fortuna y títulos nobiliarios mediante concesiones de real y retribuciones de favores. Recibió el título de comendador de Moratalaz por merced de Carlos V y obtuvo el señorío de Mohernando, Humanes y El Cañal por concesión de Felipe II, en 1564. Junto a su mujer Mariana de Peralta tuvo tres hijos Carlos, Francisco y Antonia. El primogénito Carlos de Eraso fue merino de la reina Ana, segundo señor de Mohernando, y se ocupó del extenso patrimonio que heredó del padre, compuesto por tierras, señoríos e inmuebles en Madrid, Segovia y Guadalajara.

ESCULTURA Y LÁPIDA SOBRE EL SEPULCRO DE ERASO

12/09/2020

Íñigo Vélez de Guevara y Tassis


Consejero real y presidente del Consejo Real, diplomático y conde de Oñate y de Villamediana en el reinado de Felipe IV

ÍÑIGO VÉLEZ DE GUEVARA Y TASSIS

Íñigo Vélez de Guevara y Tassis era natural de Salinas de Buradón, Álava, donde nació en 1566.

Fue primer gentilhombre de la Corte del rey Felipe III y estuvo a su servicio en las Guerras de Flandes, donde fue hecho prisionero. Sirvió al rey en numerosas misiones diplomáticas, en la Corte de Emmanuel de Saboya, en Hungría.

Finalmente, en la Corte del emperador Matías en Viena, ayudó a asegurar la sucesión de la corona austríaca en la figura del archiduque Fernando, que sería posteriormente el emperador Fernando II.

Bajo el dominio del emperador Fernando II permaneció también en la Corte en Viena como embajador de la Corona española. Tomó partido abiertamente contra Wallenstein, a cuya caída contribuyó decididamente.

Durante los años de 1638 y 1644, fue presidente del Consejo de Órdenes.

En la Corte española, Vélez de Guevara gozaba de una altísima consideración que hizo que se pensara en él como posible sucesor del duque de Lerma. Finalmente, fue elegido el conde-duque de Olivares como valido de Felipe IV. Pero tras la deposición de Gaspar de Guzmán, se nombró en su lugar a Luis de Haro.

Íñigo Vélez de Guevara murió en 1644, en Madrid, cuando ocupaba la posición de consejero real y presidente del Consejo Real.

retratos ecuestres guevara vélez conde duque olivares
ÍÑIGO VÉLEZ DE GUEVARA Y CONDE DUQUE DE OLIVARES

Versos dedicado a Vélez de Guevara:
Era el gran Don Juan de Tassis,
caballero cortesano,
conde de Villamediana
de Madrid y España encanto
por su esclarecido ingenio,
por su generoso trato,
por su gallarda presencia,
por su discreción y fausto

Poesía compuesta por Vélez de Guevara:
Llego a Madrid y no conozco el Prado
y no lo desconozco por olvido,
sino porque me consta que es pisado
por muchos que debiera ser pacido.

ÍÑIGO VÉLEZ DE GUEVARA Y TASSIS