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23/08/2025

Diego IV López de Haro


Diego IV López de Haro "el Joven" fue el décimo tercer señor de Vizcaya durante un breve periodo de tiempo entre los años 1288 1289


Diego IV López de Haro, conocido por el seudónimo de "el Joven", fue el décimo tercer señor de Vizcaya durante un breve periodo de tiempo entre los años 1288 1289. Fue hijo del anterior señor de Vizcaya, Lope III Díaz de Haro y de Juan Alfonso de Molina.

Su padre había sido ejecutado por los soldados del rey Sancho en Alfaro debido a una traición en 1288, y el nuevo nombramiento del joven Diego IV en el Señorío no hizo que acabasen las hostilidades entre Castilla y Vizcaya. Al contrario, se alió con los reyes de Navarra y de Aragón para combatir a Sancho y recuperar el trono de Castilla para Alfonso de la Cerda.

Sin embargo, el conflicto fue favorable para el Ejército de Castilla, que fue tomando varias villas del entorno del Señorío, como Labastida, Orduña y Valmaseda, entre otros. En Valmaseda, Sancho confirmó sus fueros, que fueron aumentados con nuevas franquezas y exenciones.

Mientras tanto, buena parte del Señorío de Vizcaya se dispuso a respaldar la causa de Diego IV, que fue legitimado como señor de esta tierra, se preparaban para resistir al asedio castellano rearmando sus castillos y casas fuertes.

Finalmente, Sancho tomó Vizcaya y Diego IV López de Haro moría sin dejar sucesión al título señorial. Y este trágico desenlace generó una disputa por el título y gobierno de Señorío entre su hermana María Díaz de Haro "la Buena", su tío Diego V López de Haro, y el infante Enrique de Castilla, hijo de Sancho.

23/12/2024

Lope III Díaz de Haro


Octavo señor de Vizcaya entre 1254 y 1288, mayordomo real, canciller y alférez mayor del Reino de Castilla

LOPE III DÍAZ DE HARO

Lope III Díaz de Haro fue el octavo señor de Vizcaya, entre los años 1254 y 1288. Nació en 1250, era hijo de Diego III López de Haro y Constanza de Bearne.

Tomó posesión del Señorío de Vizcaya siendo todavía menor de edad tras el fallecimiento de su padre, poniéndose bajo la tutela de algunos caballeros de la alta nobleza vizcaína, algunos de los cuales fueron Sancho García de Salcedo y Lope García de Salazar, el tercero con este linaje que ganó las estrellas a su escudo nobiliario.

Debido a una disputa entre el rey castellano Alfonso X el Sabio y su padre Diego III López, los nobles tutores llevaron a Lope III a la villa de Estella, para ponerse bajo las órdenes del rey de Jaime el Conquistador, según el pacto que habían formado de su difunto padre y el aragonés un año antes. El 6 de septiembre de 1255, los nobles vizcaínos juraron fidelidad a este rey aragonés, y prometieron que así lo haría Lope III cuando fuese mayor de edad y así como todos los caballeros del señorío de Vizcaya.

Pero la década siguiente, Lope III fue vinculándose a Castilla, hasta conseguir que Alfonso X le confirmase los privilegios sobre Haro que su padre había perdido.

En 1269, estuvo presente en la boda entre el infante Fernando de la Cerda, primogénito de Alfonso X, y Blanca, hija del rey Luis de Francia, que se celebró en Burgos, junto a Jaime de Aragón y un amplio grupo de príncipes e infantes de varias casa reales. Lope III fue favorecido por el príncipe Fernando y armado caballero junto a sus hermanos infantes Juan y Pedro.

El señorío de Lope III Díaz sufrió los primeros enfrentamientos entre banderizos, las guerras entre linajes nobiliarios de la Baja Edad Media. Así, en 1270, se produjo la lucha entre los de la casa de Zamudio y los de Leguizamón, en el monte Abril, con victoria de Diego Pérez Leguizamón, gracias a la colaboración de Pedro de Luzarra y los de Deusto. Diez años más tarde, moría durante una encerrona en Castrejana, encabezada por los de Zárraga y de Martiartu.

En 1275, Lope III pasó a formar pate de la historia de la Reconquista española durante el asedio que sufrió el Reino islámico de Granada por parte de un Ejército llegado a África, fue su primera acción de armas para el Reino de Castilla.

Una coalición política y militar entre el rey de Granada y el rey Aben Juseff de Marruecos declaraba la guerra a Alfonso X, el cual se encontraba de misión diplomática en Alemania. El infante Fernando y el arzobispo Sancho trataron de reunir a buena parte de la noble castellana para respaldar al Ejército que en Córdoba estaba encabezando Nuño González de Lara, poderoso noble casado con Teresa Díaz de Haro, hermana de Lope III. Sin embargo, Lope III se reunió junto a sus hueste vizcaínas en Jaén con el contingente de tropas castellanas que estaba liderando Sancho, el arzobispo de Toledo, hijo de Jaime de Aragón y hermano de la reina de Castilla. Estos se enfrentaron a los generales marroquíes Abenjor Atali y Uzmen, quienes fueron derrotados en la contienda de Écija. Lope III ganó honor y gloria dentro del Reino de Castilla como gran caudillo militar y consiguió la Santa Cruz como símbolo de victoria que incorporó al escudo del Señorío de Vizcaya, además recuperó el cuerpo del infante arzobispo, muerto en combate.

Aquel mismo año de 1275, fallecía el infante Fernando de la Cerda en Villa Real. Esto desencadenó un conflicto sucesorio al trono entre el hijo del infante, Alfonso de la Cerda, y el hermano del mismo, Sancho. Lope decidió apoyar a Sancho, que en un principio tenía también el apoyo de Alfonso X, pero en 1282 pasó a defender las aspiraciones de su nieto. Ante esta deslealtad, Lope sufrió el destierro así como otros muchos ricos hombres y caballeros que le imitaron. La principal causa de aquella lealtad al infante Sancho fue el desplante hacia su prima hermana Guillelma de Moncada, con la que ya había prometido nupcias, para casarse finalmente con María, hija del infante Alfonso, señor de Molina.

Lope fue privado del Condado de Haro, en favor del infante Jaime, quien moriría en 1283 a los dieciocho años, por lo que es probable que no llegase a tomar posesión. Otro de los perjudicados de su linaje fue Jimeno Ruiz de Haro, señor de los Cameros, hijo de Ruí Díaz y de Urraca Díaz de Haro, hija de Diego II López de Haro el Bueno, y por tanto tío de Lope III, que fue ajusticiado con la pena de muerte en Treviño, a la vez que Diego López de Salcedo, por orden de Sancho.

Lope estuvo cuatro años ausente del Señorío y resto del Reino de Castilla, refugiado en los Reinos de León y de Navarra, hasta 1281.

Al fallecer Alfonso X en 1284, Sancho IV el Bravo fue proclamado rey de Castilla. Estaba casado con María de Molina, hermana de la mujer de Lope III Díaz, lo que convirtió al señor de Vizcaya en cuñado del rey. Le devolvió el Señorío de Haro y el Señorío de Vizcaya, y le dio el gobierno de la región desde Burgos al Cantábrico. Además, lo incluyó en su Consejo de Estado, concediéndole un gran poder, y fue nombrado mayordomo real, canciller y alférez mayor del Reino de Castilla. En 1287, el rey le otorgó el título de conde de Haro, en sustitución al de señor, y siendo regente del reino junto a Martín González, obispo de Astorga.

Era el principal de su consejo de estado y muy poderoso, por tener de su parte al infante Juan, hermano del rey su yerno, casado con su hija María de Haro, y a su hermano Diego III López de Haro por adelantado mayor de la frontera en la Andalucía.

BERMEO

Por petición de Lope III, Sancho permitió hacer salazones a los vecinos de Bermeo en los puertos de Galicia y Asturias. El 18 de marzo de 1285, hallándose los dos en Burgos, confirmó el rey el privilegio de fundación de Bermeo, dado por su abuelo Lope II Díaz, ampliando los términos que le dio aquél, como por ejemplo eximiéndoles de los derechos de portazgos y treintazgos en los puertos de Castro Urdiales y Laredo.

El 6 de junio de 1287, Lope III despachó desde Burgos la carta puebla del lugar de Lanestosa que convirtió en villa y adjuntó al Señorío, en cuyo documento se intitulaba conde de Haro y señor de Vizcaya.

La desmedida ambición de Lope III Díaz conllevó protestas de otros nobles y provocó muchos problemas al rey. Hallándose este en Alfaro, el 8 de junio de 1288, entre otros nobles convocó al infante Juan y a Lope, para reclamarles los castillos que le habían usurpado. Lope III se mostró poco respetuoso ante una reconvención real, agriada la discusión y molesto por ello arremetió contra el rey con una daga en la mano. Esta amenaza generó la intervención de un caballero del rey que le cortó la mano derecha con una espada, y un golpe de maza en la cabeza le privaron la vida.
"... se levantó mucho asina e dijo: "¿Presos? ¿Cómo? ¡A la merda! ¡Oh, los míos!" e metió mano a un cuchillo e dejóse ir para la puerta donde estaba el Rey el cuchillo sacado e la mano alta ... ballesteros e caballeros, veyendo que el Conde iva contra el Rey, firieron al Conde, e diéronle con una espada en la mano, e cortáronsela, e cayó luego la mano en tierra con el cuchillo; e luego diéronle con una maza en la cabeza, que cayó en tierra muerto."

Su muerte fue muy sentida así en Castilla como fuera de ella, como muestra el epitafio de su sepulcro:
"Los plantos gemían, el lloro crecía en España ca el rey hirió de muerte al gran señor y muy poderoso, horado de linaje real, el conde Don Lope Díaz de Haro, que hizo grandes servicios a Dios, recobró su Cruz de mano de paganos, y no menos los hizo a su rey, los cuales fueron olvidados el día de su muerte. La crueldad fue cierto sentida de grandes príncipes.

Agraviado en Alfaro: su fin, miércoles, era de 1326 y año de Cristo 1288. Nuestro Señor le haga merced de dalle la gloria a su ánima. Amén."

MUERTE DE LOPE III DÍAZ DE HARO POR SANCHO IV DE CASTILLA

Se casó con Juana Alfonso de Molina, hija del infante Alfonso de Molina y nieta de Alfonso IX de León, sin el consentimiento regio, lo cual suponía una afrenta al soberano. El lugar elegido para la celebración fue el Monasterio de San Andrés de Arroyo donde se encontraba la contrayente.

De este matrimonio nacieron dos hijos:
Diego IV López "el Joven", noveno señor de Vizcaya, que murió tempranamente sin descendencia.
María Díaz "la Buena", décima señor de Vizcaya en tres periodos sucediendo a su hermano, que contrajo matrimonio con el infante Juan de Castilla, hijo de Alfonso X y hermano de Sancho IV.

11/10/2022

Diego III López de Haro


Señor de Vizcaya y alférez real de Castilla, que encabezó las tropas vizcaínas que participaron en la conquista de Sevilla en 1248, y en otras victorias de Fernando III.

DIEGO III LÓPEZ DE HARO

Diego III López de Haro fue el séptimo señor de Vizcaya, entre los años 1236 y 1254. Fue hijo de Lope II Díaz de Haro, señor de Vizcaya, y de Urraca Alfonso de León, hija ilegítima del rey Alfonso IX de León, por tanto, era sobrino del rey Fernando de León y de Castilla.

En los primeros años sirvió con fidelidad a su tío y rey Fernando III, el cual no le confirmó en los terrenos que gobernaba, quitándole La Rioja y dejándole Castilla la Vieja. Diego no acató esta decisión rebelándose contra el rey en varias ocasiones, consiguiendo posteriormente su perdón. Se mantuvo a su lado hasta su fallecimiento en 1252.

Durante este reinado, Diego III López encabezó las tropas vizcaínas que participaron en la conquista de Sevilla en 1248, así como en otras victorias de Fernando III.

Bajo en reinado de Alfonso X, hijo de Fernando III, Diego III López continuó en su posición, conservando e cargo de alférez del Estandarte Real, y firmando todas las confirmaciones detrás del rey. Una serie de desacuerdos entre ambos hizo que Dieglo III López ejerciese su derecho de negar la obediencia al rey (era un derecho que reconocía la legislación de la Edad Media a los señores feudales), buscando otro señor, que sería el rey de Navarra.

Tuvo a su protección y como en encomienda la ciudad de Baeza, que conquistó su padre Lope II Díaz, como consta de una provisión despachada a la ciudad de Nájera el 4 de julio de 1250:
"De mí, Don Diego López de Haro a todos los homes que esta mi carta vieren saludes. Sabed que yo he recibido en encomienda e en mi manupuesta a todo cuanto quier a la villa de Baeza, e mando e defiendo firmemente así a los cristianos como a los moros, que ningún sea osado de les facer tuerto, ni demás ninguno a ellos e a todas sus cosas, e de guisa lo fagan, e faced que no hayan aquerellas de vos, ca aquel que contra esto ficiere avrie la mía ira, e pechar mie en coto cien mis, e a ellos el daño doblado."
Esta provisión se encuentra en el Archivo de Baeza originalmente con su sello de cera, en el cual está figurado en una parte de él un caballero sobre un caballo, y en la otra dos lobos cebados, que eran sus armas.

SELLO DE LOS LÓPEZ DE HARO SOBRE MAPA DEL SEÑORÍO MEDIEVAL DE VIZCAYA

Contrajo matrimonio con Constanza de Bearne, hija del vizconde Guillermo II de Bearne y de su esposa Garsenda de Provenza. Fruto de su matrimonio nacieron cinco hijos: Lope III Díaz, heredó el señorío de Vizcaya, Diego V López, que también fue señor de Vizcaya, Urraca Díaz y Teresa Díaz. Esta última se casó con el conde Juan Núñez de Lara, a cuya descendencia llegó a pertenecer la titularidad del Señorío.

En 4 de octubre de 1254, falleció en el municipio riojano de Baños de Río Tobía al introducirse en una bañera de agua hirviendo, con el propósito de aplacar sus dolores reumáticos. Su cadáver recibió sepultura en el Monasterio de Santa María la Real de Nájera.

05/12/2021

Lope II Díaz de Haro


Señor de Vizcaya y alférez real de Castilla que se distinguió junto a su padre Diego II López en la batalla de las Navas de Tolosa y en la toma de Baeza

Lope Díaz Haro batallas navas tolosa señor bizkaia
LOPE II DÍAZ DE HARO

Lope II Díaz de Haro, llamado "Cabeza Brava", fue el sexto señor de Vizcaya entre los años 1214 y 1236. Fue hijo de Diego II López de Haro. Se distinguió principalmente en los reinados castellanos de Berenguela y su hijo Fernando III el Santo.

Combatió junto a su padre y se distinguió en la batalla de Las Navas de Tolosa, librada en el año 1212, y en la que tomaron parte tres reyes cristianos, Alfonso VIII de Castilla, Pedro II de Aragón y Sancho VII de Navarra. Aún en vida de su padre, participó en la toma de Alicante, así como en otros asedios como los frustrados de Cáceres y Baeza.

Tomo su cargo como señor de Vizcaya en tiempos agitados, tras la muerte de su padre el 16 de octubre de 1214, pocos días después del fallecimiento del rey Alfonso VIII de Castilla, quien dejaba como heredero a su hijo de diez años Enrique I. La familia Lara se apoderó de la regencia, enfrentándose con Berenguela I de Castilla, hermana de Enrique y a quien apoyaba Lope. En 1217 fallece accidentalmente Enrique, pasando a ocupar el trono su hermana, que apoyada por varios nobles entre los que se encontraba Lope, delegaría el trono en su hijo Fernando III, coronándole en Nájera. Alfonso IX, padre de Fernando, no se conformaba con la proclamación de su hijo como rey de Castilla, comenzando a invadir el reino. Durante esta contienda, Alvar Núñez de Lara se apoderó de Nájera, siendo derrotado y aprisionado por Lope II Díaz.

El apoyo aportado por Lope en el afianzamiento de Fernando III en el trono fue premiado con el cargo de alférez real y la donación de las villas de Haro y Pedroso, además de la confirmación de la posesión que ya tenía. Tal era la buena relación con el monarca que en 1218 contrajo matrimonio con la infanta Urraca Alonso, hija del rey Alfonso IX y hermana del rey Fernando III el Santo.

En 1229, y escrito en latín, los señores de Vizcaya Lope y Urraca dieron a Orduña el fuero de Vitoria. Este territorio fue otorgado por el rey Fernando III en 1218, y el aforamiento se verificó hallándose estos señores en Orduña. Fue una villa donada juntamente con Valmaseda, que recibió su fuero y privilegio en 1234, escrito en latín impreciso y en castellano. Pero Valmaseda experimentó diversos regresos de titularidad a la corona en las frecuentes contiendas de los señores con los reyes, hasta quedar en tiempo del rey Juan II de Castilla y señor de Vizcaya, definitivamente agregada al señorío. Debió ser por esta época cuando Lope II Díaz de Haro y Urraca Alfonsa, su consorte, dieron a Bermeo que era entonces una puebla de escaso vecindario y de ningún término o jurisdicción, el título de villa y el fuero de Logroño.

BATALLA NAVAS TOLOSA MORELLI 1212
BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA, POR MORELLI

Siendo alférez real de Castilla, Lope II Díaz participó en la reconquista de varias ciudades en apoyo a Fernando III: Andujar, Priego, Martos, Losa, Quesada, Alfange, Villa Cubo, Mayarella, Chiclana, Úbeda, Baeza, Trujillo, Medellín, Montiel, y la antigua capital califal, Córdoba. En estas expediciones acompañaron al rey de Castilla algunos hidalgos vascongados: Basaburu, Mendizabal, Unceta, Arismendi, Insausti, Mallea, Isasti, Alzubide, Ayestarán, Bidarte, Lezama, Arespacoechea, Echevarría de Elorrio, Alonso Iñigo de la Torre, Fortún Sáenz de Salcedo, Arancibia y otros.

Dirigió la expedición contra los moros en la toma de Baeza el 30 de noviembre de 1227. Data desde esta famosa entrada en Baeza de Lope II Díaz de Haro con su caballería pujante el día de San Andrés, acción de la que proceden las cruces aspadas que desde entonces figuran en el escudo de armas de los Haro (y en el de otros participantes) y, posteriormente, en el blasón de Vizcaya. San Andrés había sido martirizado clavado en una cruz hincada en forma de aspas, de donde vienen, como conmemoración, las ocho aspas que pasaron a orlar el escudo de los Haro. Por su liderazgo en la toma de Baeza, además, recibió el título de "conquistador de Baeza".

Siete siglos más tarde, Sabino Arana, padre del Nacionalismo vasco, atribuyó las aspas vizcaínas a la legendaria batalla de Arrigorriaga, a la que asigno de forma arbitraria la fecha de un 30 de noviembre del año 888. Un enfrentamiento mítico más que histórico entre vizcaínos y asturianos en defensa de su independencia.

escudo armas lopez haro señores vizcaya
BLASÓN DE LOPE II DÍAZ DE HARO

Fue constante enemigo del Reino de Navarra, contra el que combatió exitosamente en numerosas ocasiones. Jaime I el Conquistador recogió en sus memorias la alianza que Sancho VII el Fuerte le propuso en 1231 contra la Castilla de Fernando III, finalmente fallida tras la muerte del anciano rey navarro poco después. El Sancho VII deseaba recuperar las tierras que había perdido en el enfrentamiento contra Alfonso VIII de Castilla y Pedro II de Aragón en 1200 y las plazas que por entonces estaba perdiendo a manos del vizcaíno:
"A la sazón estaba vivo todavía el rey don Sancho de Navarra. Y el rey de Castilla le causaba daños por medio de dos Lope Díaz, señor de Vizcaya, de manera que le había quitado dos o tres de sus castillos. Y el rey de Navarra nos envió un mensaje ofreciéndonos que, si hacíamos una alianza con él, nos mostraría tal amor y tantos favores como nunca un rey hubiera hecho a otro."

Estas son las palabras que Jaime I puso en labios del rey navarro durante su encuentro en Tudela:
"Rey, puedo hablar con fundamento de los hechos de España por una cosa, porque los he vivido y he tomado parte en muchas cosas que se hicieron en mi tiempo. Ya hubo guerra entre mi padre y el rey de Castilla y, gracias a Dios, cada vez que se encontraban los suyos con los nuestros se mostraban muy aguerridos los navarros; pero nos llevaban tanta ventaja numérica, pues ellos son muchos y nosotros pocos, que eso nos perjudicaba. Pero, con la gracia de Dios, sólo con teneros como aliado me sentiré fuerte frente a ellos."

Tras el viejo rey tomó la palabra García Almoravid en nombre de los nobles navarros:
"Rey de Aragón, yo os explicaré todo acerca de esta tierra, aunque los de Navarra que están aquí saben igual o mejor el perjuicio que hace al rey don Lope Díaz de Vizcaya; pues el daño que hace al reino, al rey se lo hace. Y lo hace con sus fuerzas, que son muy grandes; además, el rey de Castilla ha mandado a sus hombres que lo ayuden, si lio precisara."

El obispo de Calahorra quiso exigir derechos a las iglesias sujetas al monasterio de San Millán de la Cogolla, conllevando pleitos que terminarían con el traslado en 1232 de la diócesis a Santo Domingo de la Calzada. Esto originó más discordias que hicieron que en 1235 Lope expulsase al obispo que huyó a Roma, trasladando la diócesis a Calahorra.

En 1234, estalló un conflicto entre el rey Fernando III el Santo y dos de sus principales magnates, Álvaro Pérez de Castro "el Castellano", señor de la casa de Castro, y Lope II Díaz de Haro, señor de Vizcaya. Este último se había sentido ofendido por el rey durante el asedio de Úbeda. Por ello, y sin contar con el beneplácito del monarca, que era tío de las hijas de Lope II Díaz de Haro, pues la esposa de este último, Urraca Alfonso de León, era hermanastra del rey, Álvaro Pérez de Castro contrajo matrimonio con Mencía López de Haro, hija del magnate agraviado por el rey, lo que provocó que el soberano despojase a Álvaro Pérez de Castro de las tenencias y tierras que le habían sido concedidas por la Corona. El conflicto se resolvió mediante la resolución arbitral concedida por las reinas Berenguela I de Castilla y Beatriz de Suabia, madre y esposa respectivamente de Fernando III el Santo.

En el 1235, Nuño Sánchez, conde de Rosellón y de otras tierras, le nombró compromisario en la cuestión que ventilaba con el rey de Aragón sobre la pertenencia de varios territorios.

Lope II Díaz "Cabeza Brava" murió en 1236, heredando el Señorío de Vizcaya a su hijo Diego III López de Haro. Después de su defunción recibió sepultura en el monasterio de Santa María la Real de Nájera.

Sepultura Lope Haro Urraca Senores Vizcaya Monasterio Santa María Real Najera
SEPULCROS DE LOPE II DÍAZ Y URRACA ANFOSO

28/10/2020

Diego II López de Haro


Señor de Vizcaya, alférez Real de Castilla que pasó a la historia por encabezar el ataque cristiano del Reino de Castilla, junto a Alfonso VIII, en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212

Diego López Haro
DIEGO II LÓPEZ DE HARO

Diego II López de Haro fue el quinto señor de Vizcaya, entre los años 1170 y 1214, conocido como "el Bueno". N¡acido en 1150, tenía su origen en la Casa de Haro, antiguo linaje en Castilla al que pertenecieron los señores de Vizcaya por muchas generaciones. Fue hijo y sucesor de Lope I Díaz de Haro.

Además de Vizcaya, tuvo los señoríos y gobiernos de Bureba, Rioja, Castilla la Vieja, Valpuesta, Belorado, Grañón, Aguilar de Campóo, Monteagudo, Logroño, Soria, Calahorra, la prestamería de Nájera, la merindad mayor de Castilla y la alferecía real.

Desde joven participó en numerosas batallas al servicio de su señor y rey de Castilla, Alfonso VIII, a cuyas órdenes intervino en la guerra en la que en 1199-1200 trajo de vuelta Álava y Guipúzcoa al Reino de Castilla tras una breve pertenencia al rey Sancho VII el Fuerte de Navarra.

En julio de 1195, participó en la batalla de Alarcos en la que el ejército del Reino de Castilla fue duramente derrotado por el musulmán entre otros motivos por la precipitación de Alfonso VIII, que se lazó a la lucha sin esperar la llegada de las huestes aliadas de Alfonso IX de León.

Existen versiones contradictorias sobre el comportamiento de Diego II López en dicha batalla, de la que algunas fuentes afirman que huyó para salvar la vida, motivo por el que comenzó a ser conocido por el sobrenombre de "el Malo". Sin embargo, conservó el cargo de alférez mayor de Castilla, lo que parece desmentir un comportamiento deshonroso.

Dos años después, en 1197, dirigió la defensa de Madrid durante el breve sitio sufrido a manos de los almohades, quienes finalmente se retirarían hacia sus posiciones seguras en Andalucía.

Fue protagonista principal de la definitiva incorporación de Álava y Guipúzcoa al Reino de Castilla tras una breve pertenencia a Navarra en los años finales del siglo XII. En 1179, se habían adjudicado las tierras riojanas a Castilla y las guipuzcoanas y alavesas a Navarra por el tratado suscrito entre Alfonso VII y Sancho VI. Pero en 1200, con motivo de la guerra que enfrentó a dicho rey con el navarro Sancho VII, el ejército castellano, encabezado por Diego II López de Haro y con la colaboración del rey aragonés, conquistó ambas provincias para su reino, del que ya nunca volverían a separase.

Un testigo presencial de los hechos, el navarro Rodrigo Jiménez de Rada, arzobispo de Toledo, escribió al respecto en su Historia de los hechos de España, fuente fundamental para el conocimiento de aquella época:
"Por su parte el noble rey Alfonso a atacar el condado de Treviño y Álava y, después de largo asedio, inició el asalto de Vitoria (…). Y de esta forma conquistó el rey Alfonso Vitoria, el condado de Treviño, Álava y Guipúzcoa con las fortalezas y castillos de estas tierras, salvo la ciudad de Treviño, que la obtuvo más tarde a cambio de Inzura (…). Conquistó San Sebastián, Aizcorroz, Arlucea, Arzorocia, Victoriano, Marañón, Auza, Ataun, Irurita y San Vicente."
Los guipuzcoanos, descontentos de su pertenencia al Reino de Navarra y ansioso de regresar a Castilla, colaboraron entusiastas en la incorporación. El cronista mondragonés Esteban de Garibay explicó que los guipuzcoanos deseaban volver a ser súbditos castellanos "por los desafueros que según tradición antigua que se conserva entre las gentes hasta hoy, habían recibido los años pasados desde los reyes de Navarra".

Diego López Haro batalla navas tolosa
SEÑOR DE VIZCAYA EN LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA

Pero la historia recuerda a Diego especialmente por su participación como vanguardia de ataque del ejército castellano en la decisiva batalla de las Navas de Tolosa, en 1212, que abría a los reinos hispánicos cristianos la entrada en Andalucía y marcaba el declive islámico en España.

Junto a Diego II López de Haro marchaban su yerno el conde Alvar Núñez de Lara, sus hijos Lope y Pedro Díaz, y sus sobrinos y clientes Sancho Fernández y Martín Muñoz, Iñigo de Mendoza, Pedro Vélez de Guevara, Lope Martínez de Avellaneda, Juan García de Bidaurre, Iñigo de Oteiza, Rodrigo de Arazuri, Fermín de Aguiñiga y hasta 2.500 vizcaínos más, de los cuales 500 eran caballeros, según Ibargüen.

El 16 de julio de 1212, en Sierra Morena, junto a la actual localidad jienense de Miranda del Rey, Diego II López de Haro comandó la vanguardia del ejército castellano. Junto al contingente vizcaíno, se agrupaban los de los concejos de Cantabria y de Castilla la Vieja, y con las milicias de los concejos de Madrid, Atienza, Almazán, San Esteban de Gormaz, Ayllón, Cueva Huete y Alarcón. Junto al ejército Alfonso VIII de Castilla, estaba el de Sancho VII de Navarra y el de Pedro I de Aragón.

Al parecer, su primera mujer, María Manríquez de Lara, fue infiel y desleal con su marido, al que abandonó. Este hecho, junto al dudoso comportamiento de Diego diecisiete años antes en Alarcos, provocó una anécdota muy reproducida por varios autores a lo largo de los siglos pero probablemente poco fiable. Al comenzar la batalla, su hijo Lope II Díaz de Haro le advirtió:
"Señor, haced hoy de forma que no me llamen hijo de traidor."
A lo que Diego respondió:
"Os han de llamar hijo de puta, mas no de traidor."
Y, efectivamente, su comportamiento en la batalla resultó decisivo. Fue uno de los que, en carga de caballería, quebró el palenque guarnecido por esclavos encadenados que protegía el puesto de mando del califa almohade Muhammad al-Nasir (conocido en las fuentes cristianas como el Miramamolín), con lo que se decidió el resultado de la batalla.

BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA, POR VAN HALEN

En recompensa a su actuación en combate, el rey le encargó la distribución del rico botín entre los reyes y caballeros que tomaron parte en esta batalla, sin que el rey de Castilla participase del botín porque, según dijo Diego, le bastaba el laurel de la victoria, de la cual se obtuvieron resultados muy favorables, tomándose a los moros varios castillos.

Además, Alfonso VIII supo agradecer la confianza y lealtad ofrecida durante toda aquella campaña hasta el puto de entregarle el Condado de Durango en 29 de diciembre de 1212, antes en poder de Navarra. Con esta villa el quinto señor de Vizcaya reunió la totalidad de los territorios del Señorío de Vizcaya en su poder.

Los sucesores de Diego II López fueron agregando tierras al Señorío de Vizcaya: Las Encartaciones, Santurce y Gordejuela en el siglo XII, y Balmaseda y Orduña en el XIV. Siendo por tanto los López de Haro los creadores de la actual Provincia de Vizcaya. Desde que en 1200 los López de Haro recibieron el Señorío de Vizcaya este territorio quedo integrada por completo a la historia de España.

Las armas de la Casa de los Haro eran dos lobos negros en campo de plata, a los cuales acrecentó Diego II López dos corderos sangrientos atravesados en las bocas de los lobos simbolizando presas de guerra capturadas en la batalla de las Navas de Tolosa.

Tras la batalla de las Navas, participó en la toma de Alcántara, en 1213, y en el frustrado sitio de Baeza, que finalmente sería tomada unos años después.

Casó en primeras nupcias con María Manríquez de Lara, hija del conde Nuño de Lara, con quien tuvo a su heredero Lope II Díaz de Haro y a Pedro Díaz. La segunda vez fue con Toda Pérez de Azagra, hija de Pedro Rodríguez de Azagra, señor de Albarracín, con quien tuvo dos hijas: la condesa Urraca Díaz de Cañas y la condesa María Díaz.

Murió el 16 de septiembre de 1214, tres semanas antes que Alfonso VIII, y fue enterrado en el monasterio Santa María la Real de Nájera, donde más tarde lo hicieron sus hijos, nietos y viznietos.

Sepultura Diego López Haro Monasterio Real Nájera
SEPULTURA EN EL MONASTERIO SANTA MARÍA LA REAL DE NÁJERA

El sepulcro de Diego II López de Haro recuerda su gloria:
"Fue de Vizcaya en su tiempo la gloria,
defendiendo a Castilla en su libertad,
sufriendo el destierro y la cautividad,
lo cual sobrepuja en bravura y gloria."


05/06/2017

Lope I Díaz de Haro


Cuarto señor de Vizcaya, también de Nájera y gobernador de La Rioja con Alfonso VII de Castilla, a quien mantuvo lealtad frente a Sancho VI de Navarra, recibiendo el cargo de alférez real de Castilla

Lope Díaz Haro
LOPE I DÍAZ DE HARO

Lope I Díaz de Haro fue el cuarto señor de Vizcaya, que gobernó entre 1124 y 1170. Fue hijo de Diego I López de Haro y de Munia Sánchez de Navarra.

En el momento de intitularse señor de Vizcaya, estaba vinculado a la reina Urraca de León y de Castilla.

En 1127, recuperó la tenencia de Nájera con título de conde por mantener su fidelidad al rey de León y de Castilla Alfonso VII, hijo de Urraca, en la toma de control y posesión de La Rioja como legítimo heredero tras la muerte del rey de Aragón y Pamplona Alfonso I el Batallador. El título de conde Nájera suponía ser capitán de la milicia así como ser el principal administrador de justicia y gobierno político. Además, según un documento del monasterio de San Millán de 1134, Alfonso VII le concedió el Señorío de Haro.

En 1130, Lope I Díaz estableció en Nájera su residencia y sede principal, que mantuvieron todos sus sucesores hasta el último de los señores de Vizcaya del linaje de Haro, Diego V López. En el Monasterio de Santa María la Real de Nájera fueron enterrados todos los señores de Vizcaya de su linaje. Continuó con la reforma del Hospital de la Abadía, que había iniciado Alfonso VII. Fue llamado por sus contemporáneos como Lope "el de Nájera" por haber establecido su lugar de residencia y gobernación en esta ciudad.

Consiguió acaparar anto poder en la zona que ya en 1141 aparecía como gobernador de La Rioja, según un documento de privilegio de población concedido a Santo Domingo de la Calzada.

monasterio santa maría real nájera
MONASTERIO DE SANTA MARÍA LA REAL DE NÁJERA

Cuando murió Alfonso VII, Lope I Díaz siguió vinculándose al rey Sancho el Deseado, obteniendo el título de alférez real, como aparece desde 1158. Tras morir este, al año siguiente, sirvió vasallaje al rey Alfonso VIII de Castilla.

Aprovechando la minoría de edad del rey castellano, en 1163, Sancho VI el Sabio, rey de Navarra, ocupó varias villas riojanas cercanas a su territorio, entre ellas Logroño. Lope I Díaz tuvo que reaccionar enfrentándose a las tropas navarras en los años 1163 y 1167.

En 1169, Lope I Díaz acudió al asedio de Zorita junto a sus hombres para apoyar al rey Alfonso VIII sin que este lo requiriera. En agradecimiento le entregó le mantuvo la tenencia de Nájera.

Ese año edificó la iglesia y Monasterio de Santa María de San Salvador de Cañas, en La Rioja, para convento de religiosas benedictinas de Santo Domingo de la Calzada, a condición de convertirse a la Orden del Cister. A ellas donó, en unión con Aldonza, la villa de Fayuelas, con todos sus solares.

Hizo acuñar moneda llamada Lobis, por ir esculpidos en ella los dos lobos que representan sus armas nobiliarias.

Casó en segundas nupcias con Aldonza, relacionada con los condes gallegos de la casa de Traba. De la primera unión fueron hijos Lope y Sancho, y del segundo Diego, Rodrigo García, Urraca, que será reina de León como tercera esposa de Fernando II, Mencía, Estefanía, Aldonza, Elvira y Toda. Murió en 1170, sucediendo en el cargo de señor de Vizcaya y de Nájera su primogénito Diego II López de Haro.

03/05/2017

Diego I López de Haro


Tercer señor de Vizcaya, participante en la reconquista de Zaragoza en 1118, mantuvo su fidelidad tanto a Alfonso VII de León como a Alfonso I de Aragón

Diego López Haro
DIEGO I LÓPEZ DE HARO

Diego I López de Haro fue el tercer señor de Vizcaya entre 1093 y 1124 y el primer señor con el apellido Haro, apodado "el Blanco". Fue hijo mayor del conde Lope Íñiguez y de la condesa Ticlo Díaz.

Sirvió a los reyes de Castilla, Alfonso VI y Alfonso VII, y se halló en La Rioja, al lado de García Ordoñez, guerreando contra el Cid, que entonces era enemigo del rey castellano. Era señor de Vizcaya y de Álava, además de tenente de Nájera y Haro.

A la muerte de Alfonso VI en 1109, Diego I López siguió fiel a su hija, la reina Urraca, quien le mantuvo la tenencia de los castillos de Haro y Burandón. La reina de León y de Castilla casó con el rey de Aragón, Alfonso I el Batallador.

Diego I López tomó parte de las contiendas de reconquista que mantuvieron tanto Urraca como Alfonso, aportando milicias vizcaínas, incluso cuando el matrimonio terminó en una lucha entre ambas coronas.

Desde este primer Diego I López de Haro hasta casi doscientos años después se fueron sucediendo señores de Vizcaya del linaje de los Haro, entroncados con los Núñez de Lara y con múltiples enlaces con la familia real de Castilla hasta el rey Juan I (1370-1390), a cuya corona se unió definitivamente Vizcaya.

Durante este tiempo, los señores vizcaínos fueron participado de forma activa en la empresa común de Reconquista que tenía como objeto recuperar aquella España perdida del pasado visigótico. Como vasallos del rey de Castilla que eran, estuvieron enrolados en el ejército castellano. En agradecimiento por su participación militar, los reyes otorgaban cargos, honores y estados en sus reinos y los señores de Vizcaya les rendían homenaje como vasallos suyos por los territorios que recibían.

En 1110, fue recompensado con importantes privilegios por la reina Urraca para asegurar su fidelidad en vísperas de la batalla de Candespina. Por contra, Alfonso I retiró la tenencia de Nájera de su poseedor Diego I López, y se la encomendó al noble aragonés Fortún Garcés hasta 1134.

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RECONQUISTA DE ZARAGOZA

En 1118, Diego I López tomó parte de las fuerzas cristianas formadas por aragoneses y navarros y encabezadas por Alfonso I en la toma de Zaragoza. Tal era la buena relación que mantenía con el rey aragonés que fue testigo de la fundación de Alesón como villa aforada en 1123.

Pero al año siguiente, Diego I López y Ladrón Íñiguez comienzan una revuelta contra Alfonso I. Este contraatacó afianzando su autoridad en Logroño y su alianza con Fortún Garcés en Nájera, tomando Haro en poder de Diego, dominando el Condado de Treviño, y arrebatando las villas de Salinas de Añana, Término y Valdegovía a Ladrón Íñiguez. El rey aragonés impuso su dominio en su frontera occidental de Álava, Vizcaya, norte de Burgos y La Rioja.

Cuando Diego I López murió en el transcurso de esta contienda, en 1124, el Señorío de Vizcaya estaba en poder de Alfonso el Batallador.

Estuvo casado con Munia Sánchez de Navarra, hija del conde navarro Sancho Sánchez de Erro, a su vez nieto del rey navarro García III Sánchez el de Nájera. Fue padre de Lope, Sancho, Fortún Díaz y Gil Díaz. Lope I Díaz de Haro sucedió a su padre como señor de Vizcaya.

ALFONSO I Y DIEGO I LÓPEZ EN LA TOMA DE ZARAGOZA

21/04/2017

Lope Íñiguez


Segundo señor de Vizcaya, que tomó parte en la reconquista de Toledo a las órdenes del rey leonés Alfonso VI

Lope Íñiguez señor vizcaya
LOPE ÍÑIGUEZ

Lope Íñiguez fue el segundo señor de Vizcaya, entre 1077 y 1093, tras la muerte de su padre Íñigo López Ezquerra. También fue conde de Álava y Guipúzcoa.

Pero antes de ser señor, fue consejero real en la Corte pamplonesa del rey Sancho IV Garcés, entre los años 1061 y 1067. Fue tenente de Nájera según aparece en un documento del monasterio de San Prudencio de Monte Laturce de 1063.

En 1076, el rey Sancho IV el de Peñalén fue asesinado por sus hermanos los reyes Sancho Ramírez de Aragón y Alfonso VI de León y de Castilla, los cuales intentaron repartirse el Reino de Pamplona.

señores vizcaya lópez haro
ESCUDO DE ARMAS DE LOS LÓPEZ DE HARO

Después de haber servido a los reyes de Navarra, con su padre y hermanos, hasta el año 1076, se adhirió al monarca leonés Alfonso VI cuando este ocupó las tierras de La Rioja y se apoderó de Nájera, vinculando las provincias vascas al Reino de León. Lope recibió las tenencias de Álava en 1081, y de Vizcaya y Guipúzcoa en 1082, según el documento del monasterio de San Millán de 1082. El gobierno de Nájera fue encomendado al conde García Ordóñez, yerno de Sancho IV, pero fue recuperada por su hijo primogénito Diego López de Haro en 1108.

En 1085, Lope Íñiguez tomó parte de la expedición militar que organizó Alfonso VI para la reconquista de las ciudades de Madrid y Toledo.

Estuvo casado con Ticlo Díaz, hija del poderoso señor Diego Álvarez de Oca, cuyos hijos fueron Diego, Sancho, Toda, Sancha y Teresa. Una hermana de Ticlo, llamada Elvira, fue la esposa del conde Gonzalo Salvadórez, con quien Lope Íñiguez mantuvo una relación de intereses compartidos y de apoyos al rey Alfonso VI. Diego I López de Haro fue el hijo sucesor de los títulos nobiliarios de Lope.

El monasterio de San Millán de Suso fue beneficiario de donaciones que hizo Lope Íñiguez, donde además fue enterrada su esposa Ticlo.

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JURA DE SANTA GADEA

16/03/2017

Íñigo López Ezquerra


Primer señor de Vizcaya, que cambió la vinculación del Señoría del rey Sancho IV Garcés de Pamplona hacia Alfonso VI de León

Íñigo López Ezquerra
BILBAO Y ESCUDO DE ARMAS DE LA CASA DE HARO

El primer señor de Vizcaya fue Íñigo López Ezquerra, con el título de conde, quien ejerció soberanía entre los años 1040 y 1077, según consta en las inscripciones de 1017 y 1020: "Comes Enneco Lopiz Vizcayensis" (Conde de los vizcaínos Íñigo López).

Es una tenencia, una delegación de gobierno y por lo tanto el conde Íñigo era conde en Vizcaya, no conde de Vizcaya. Eran condes en mandato pero no en posesión, aunque los condados podían convertirse en hereditarios, pero siempre por la voluntad del rey. De hecho, dejó de titularse conde y empezó a llamarse señor de Vizcaya desde 1072.

Vizcaya formó parte del Reino de Asturias hasta comienzos del siglo XI, cuando el señorío pasó a vincularse a los reyes pamploneses, primero con Sancho III Garcés el Mayor, y continuando con García III Sancho el de Nájera y con Sancho IV el de Peñalén. A la muerte de este último en 1076, Íñigo López cambió la vinculación política del señorío del Reino de Pamplona hacia el de León, bajo el reinado de Alfonso VI. Para entonces, el señor se hacía llamar Consul de Gratia Dei totius Vizkaie comes (Cónsul por la gracia de Dios de todo el condado de Vizcaya).

retratos alfonso vi león sancho vi garcés pamplona
ALFONSO VI DE LEÓN Y SANCHO IV DE PAMPLONA

Iñigo López Ezquerra ejerció el gobierno de Álava y en ocasiones la jefatura del Condado de Durango, en los reinados de Sancho III y García III. También tuvo el gobierno de Nájera, desde 1051, por delegación de García III.

Poseyó bastantes tierras y propiedades en Vizcaya y Durango, debidas a su matrimonio con Toda Fortúnez, hija de Fortún Sánchez, ayo del rey García III, y tuvieron por hijos a Lope, García, Galindo, Mencía y Sancho Iñiguez. En 1053, Íñigo y Toda donaron al monasterio de San Juan de la Peña el castillo e iglesia del Gaztelugache, en territorio de Baquio, y algunas heredades en Bermeo.

A su muerte en 1077, le sucedió su hijo Lope Íñiguez, al frente del Señorío de Vizcaya.

IGLESIA DE GAZTELUGACHE