Capitán de marina que lideró la Armada de Galeras de Bretaña en la expedición de invasión y saqueo a la península de Cornualles en 1595
![]() |
| CARLOS DE AMÉZQUITA |
Carlos de Amézquita, también llamado Carlos de Amésqueta o Carlos de Amézola, fue un notable capitán de marina de origen vasco que desarrolló sus primeros sus servicios a la Monarquía hispánica en el marco de la Guerra anglo-española de 1585-1604. Comenzó sirviendo a las órdenes del general Diego Brochero y muchas veces a bordo de las galeras reales efectuando el corso contra mercantes ingleses.
En 1588, dio comienzo la Guerra de los Tres Enriques de Francia: el vigente rey católico Enrique III de Valois; el pretendiente católico Enrique de Guisa, pero enfrentado al primero; y el pretendiente protestante Enrique III de Navarra. Este último había conseguido al asesinato de los dos anteriores, entronándose como rey Enrique IV de Borbón, el único heredero posible.
El rey Felipe II de España no podía permitir que un país vecino tanto céntrico y poderoso como Francia adoptase el Protestantismo como religión oficial. Por eso, envió un ejército a Bretaña al mando de Juan del Águila en apoyo de los resistentes franceses católicos. La reina inglesa Isabel I de Tudor, siendo protestante y enemiga de España, apoyó a Enrique IV y también envió tropas a Francia para respaldar a los hugonotes.
El Real Consejo de Guerra confió la organización de una flota naval al capitán de marina Carlos de Amézquita, que se encargaría de atacar por sorpresa las costas del sur Inglaterra en lo que fue la Campaña de Cornualles. Su flota pertenecía a la Real Armada de Galeras de la Guarda de la Costa de Bretaña y estaba formada por cuatro galeras: Capitana, Patrona, Peregrina y Bazana. El general Juan del Águila fue el comandante de la expedición, al mando de un Tercio de Infantería formado por tres compañías de cientos de arcabuceros y decenas de piqueros.
El 26 de julio de 1595, Amézquita partió desde el puerto francés de Blavet, haciendo escala en Penmarch, donde adquirió víveres y pertrechos. El 2 de agosto, llegó a las costas de Cornualles. Su objetivo era tomar los puertos de esta península, entre los cabos Land's End y Lizard, situada en el extremo suroeste de Inglaterra.
El 2 de agosto, Amézquita, junto a Del Águila, tomó la bahía de Mousehole y su población, Newlyn, Saint Paul, Church Town y posiblemente otras villas cercanas. Al día siguiente, consiguió rendir el fuerte de Penzance, defendido por alrededor de 1.200 hombres entre soldados y vecinos armados. Tras esto, celebraron una misa y prometieron construir una iglesia en este lugar si Inglaterra era derrotada. Además, apresaron varios buques mercantes con su carga, y trasladaron las piezas de artillería capturadas en el fuerte a las galeras.
![]() |
| ATAQUE DE LA ARMADA DE AMESQUITA A PENZANCE |
El 4 de agosto, Amézquita tuvo la mala noticia de que la flota naval inglesa reaccionaba desde Plymouth, comandada por Francis Drake y John Hawkins, mientras que un ejército de infantería de 8.000 hombres estaba en camino para retomar Penzance.
A toda celeridad, Amézquita ordenó rembarcar las tropas del general Del Águila, poniendo rumbo a Blavet, y consiguió escapar de la escuadra que navegaba en su persecución.
En plena mar ya, el día 5, con el alba y quizás con fuerte viento de poniente, encontró una flota holandesa que les cortaba el paso. Eran cerca de 46 bajeles de unos 200 toneles de porte medio, todos además artillados e incluso protegidos por cuatro buques de combate. Durante la Guerra de los 80 años, los rebeldes holandeses fueron aliados de los protestantes ingleses y, por tanto, encarnizados enemigos de la Monarquía española.
Lo normal, habría sido escabullirse entre las brumas y nieblas del mar. Con estas palabras, Amézquita mandó entablar batalla hasta abrir paso entre los barcos de aquella flota de contención:
"Pardiez, no sería de caballeros que el cacareo de una gallina luterana nos haga temblar. Cargad pues los cañones."
![]() |
| ARMADA DE AMESQUITA CONTRA FLOTA HOLANDESA |
La expedición de Amézquita fue una de las pocas veces en que soldados españoles desembarcaron en Inglaterra, aunque no la única. La incursión escoció mucho en la Corte de Isabel de Tudor, temiendo que volvieran los tiempos en que Pero Niño y Fernández de Tovar tenían en alarma perpetua a sus puertos.
Carlos Amézquita continuó participando en esta Guerra Anglo-española, acosando a la navegación mercantil de ingleses y holandeses en el canal de La Mancha. Sin embargo, sus esfuerzos no obtuvieron resultados debido a que la flota de Ambrosio Espinola instalada en Flandes no pudo zarpar para tomar las ciudades del sur de Inglaterra entre los años 1600 y 1602.



No hay comentarios:
Publicar un comentario