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11/08/2025

José de Armendáriz y Perurena


Gobernador y capitán general de Guipúzcoa, teniente general de los Reales Ejércitos de España y virrey del Perú durante el primer tercio del siglo XVIII

JOSÉ DE ARMENDÁRIZ Y PERURENA

José de Armendáriz y Perurena era natural de Ribaforada, Navarra, donde nació en 1670. Era miembro del linaje nobiliario navarro de Armendáriz, con palacio situado en la calle San Francisco de Pamplona. Empezó a servir a finales del siglo XVII en el Real Ejército de la Monarquía hispánica de Carlos II como capitán de caballería.

Durante la Guerra de Flandes se halló en las batallas de Fleurus, en 1690, y Neerwinden, en 1693. Pasó a Cataluña ascendido a maestre de campo del Cuerpo de Dragones, y concurrió al sitio de Palamós y la campaña sobre Barcelona. Destinado a Nápoles y ascendido a brigadier, participó en la Guerra de Portugal.

Durante la Guerra de Sucesión española, fue partidario del bando borbónico, ascendiendo sucesivamente a brigadier y coronel. Estuvo presente en el sitio de Gibraltar, en 1704, como mariscal de campo. Fue promovido luego a teniente general de los Reales Ejércitos borbónicos por su comportamiento en la toma de Alcántara, en 1706. Desempeñó cargos en Extremadura; comandó las tropas reales en la batalla de Lagudina, en 1708, y tuvo acción decisiva en Villaviciosa, en 1710, donde cayó herido. Por sus méritos demostrados en guerra, el rey Felipe V le concedió el Toison de Oro haciéndole miembro de la Orden de Santiago y, en tal virtud, beneficiado con las encomiendas de Montizón y Chiclana, además de recibir el título de marqués de Castelfuerte, en 1711.

SITIO DE GIBRALTAR DE 1704

En los últimos años de la Guerra sucesoria, intervino en la pacificación de Aragón y el sitio de Barcelona, además ejerció la gobernación de Tarragona.

En 1717, durante la Guerra de la Cuádruple Alianza, participó en las campañas de Cerdeña y Sicilia, contribuyendo a la toma de Mesina y la victoria de Francavilla, en 1718, siendo ascendido a capitán general el año siguiente.

Era gobernador y capitán general de Guipúzcoa cuando fue nombrado virrey del Perú, en 1723.

Durante su gobierno en la capital del Virreinato del Perú, Lima, desde 1724 hasta 1736, destacó por su empeño reformista, versión peruana de los esfuerzos reorganizadores de Felipe V en la península.

Trató de mantener a la jerarquía eclesiástica dentro de los límites estrictos de su competencia, poniendo límites a la multiplicación de los conventos de religiosos, aunque favoreció el establecimiento de misiones franciscanas. Trabajó por mejorar la Hacienda y por mantener las regalías de la Corona frente a las autoridades eclesiásticas, lo que le deparó algunos enfrentamientos con la Inquisición. No obstante, como otros regalistas de su tiempo, era un ferviente católico.

Su actitud se vio determinada por ideas y sentimientos contrapuestos, pues mientras fortificaba las costas y reorganizaba la armada para proteger justamente al comercio contra el contrabando internacional e incluso dictaba medidas para favorecer a los indios y defenderles de los abusos de sus subordinados, se veía obligado a transigir con éstos y consentir represiones a veces injustas.

ESCUDO NOBILIARIO DE ARMENDÁRIZ Y PERURENA

Dirigió la represión de la sublevación de los comuneros de la provincia de Paraguay, entre 1717 y 1735. Los comuneros eran vecinos laicos que se opusieron a las autoridades virreinales y eclesiásticas en defensa de sus intereses económicos principalmente. Las autoridades habían donado a los jesuitas unos indios en régimen de encomienda, siendo solicitados al mismo tiempo por los vecinos. El enfrentamiento dio origen también a una posición antiabsolutista, que se basaba en la teología española de la segunda escolástica.

El Ayuntamiento de Pamplona acordó en 1731 rendirle público homenaje, entre otras cosas, por su donación de joyas y dinero para el culto de San Fermín.

Hasta que el 4 de enero de 1736 dejó el virreinato fue coherente con sus principios absolutistas y mantuvo una correcta administración. Al final de su gobierno consiguió sacar a flote la economía peruana basada principalmente en la minería y en el comercio.

Tras regresar a España, murió en Madrid en 1740.

JOSÉ DE ARMENDÁRIZ Y PERURENA

10/02/2025

Francisco Luis de Urbina y Ortiz de Zárate


Consejero de Guerra de Carlos III, teniente general del Real Ejército español y capitán general del Virreinato de Valencia

FRANCISCO LUIS DE URBINA Y ORTIZ DE ZÁRATE

Francisco Luis de Urbina y Ortiz de Zárate nació en Vitoria en 1721. Pertenecía uno de los más poderosos y ricos linajes nobiliarios de la nobleza de Álava en el siglo XVIII. Sus padres fueron Bartolomé de Urbina y Ruiz de Zurbano, primer marqués de la Alameda, y Brígida Ortiz de Zárate y González de Junquita.

Siguiendo la tradición de algunos miembros de su familia, en 1737, decidió ingresar en el Ejército español, como cadete aprendiz en la Academia de la Compañía de Guardiamarinas del Departamento Naval de Cádiz. Fue ascendió al grado de alférez de fragata, a finales de 1740.

Sin embargo, su mala adaptación a las condiciones marítimas en plena mar le hizo cambiar de arma militar. Así, en diciembre de 1741, ingresó en el Regimiento de Infantería de Guadalajara con el rango de teniente Con este batallón fue enviado a Italia para participar en la Campaña de 1742-43. Fue herido en la batalla de Camposanto, que tuvo lugar en febrero de 1743, entre España y Austria, como parte de la Guerra de Sucesión de Austria.

En 1749, viajó junto a Joaquín Atanasio Pignatelli de Aragón, consejero y diplomático hispano-italiano al servicio de la monarquía española, a Francia. El país galo era aliado de España mediante los Tratados de Familia, por eso Urbina pudo visitar diversas fábricas de armas.

Tras la llegada al trono de Carlos III en 1759, fue nombrado teniente coronel del Regimiento de Infantería de Murcia, que estaba establecido en Pamplona, con el objetivo de reorganizarlo.

REAL FÁBRICA DE ARMAS BLANCAS DE TOLEDO

Por su eficacia y rapidez, fue requerido para la remodelación de las Reales Fábricas de Armas de Placencia-Soraluce y de Toledo, y más tarde de Toulouse, que estaban estado ruinoso, siendo nombrado superintendente. Tenía que conseguir que en estas dos ciudades españolas se recuperase la tradicional fabricación de espadas y otras armas de filo. Consiguió tanto prestigio que, en abril de 1761, Carlos III visitó la Real Fábrica de Armas de Toledo, agradeciendo su aportación a las novedosas técnicas de elaboración. Este monarca ilustrado era conocedor de los métodos de fabricación, apreció la aportación de Urbina y encargó un lote de doce espadas para regalar como obsequios a sus embajadas en el extranjero.

Pero un año antes, en 1760, ya había sido ascendido a coronel, y condecorado con el hábito de la Orden de Calatrava y la encomienda de Portezuelo por méritos propios.

En octubre de 1762, fue promovido a brigadier, poniéndose al mando de Regimiento de Infantería de Sevilla. Al año siguiente, contrajo nupcias con Estefanía Engracia de Olavide, prima del consejero real Pablo de Olavide.

En la promoción general de 1770, recibió un nuevo ascenso, a mariscal de campo, y fue destinado al Ejército de Galicia y Andalucía.

REAL FÁBRICA DE ARMAS DE SORALUCE-PLACENCIA DE LAS ARMAS

En 1774, fue nombrado fiscal militar del Consejo de Guerra tras la Nueva Planta de 1773, permaneciendo en este puesto hasta el 21 de julio de 1787. Al año siguiente, tomó parte de la expedición a Argel, en la que fue herido. Por su actuación en aquella expedición recibió el ascenso al grado de teniente general en febrero de 1776.

Los primeros años de la década de los 90, Urbina recibiría una sucesión de los más altos cargos en la jerarquía militar: comandante general de Ceuta en 1790; capitán general de los Ejércitos en 1792; capitán general de Valencia y presidente de la Real Audiencia de Valencia en 1795; y miembro del Consejo de Guerra con rango de supernumerario y sin sueldo, también en 1795.

En estos años, participó en los asedios a Ceuta de 1790 y 1791, contra el sultán. Aquel conflicto se cerró mediante la llegada al poder del príncipe Sulayman, quien firmó un acuerdo de paz quedando pacificado el territorio.

Durante su gobernación en Valencia, elaboró un Plan Topográfico de la Población que se proyectó en la playa de la ciudad. Su intención era transformar las barracas de los poblados de Canyamelar y Cabo de Francia en el futuro barrio del Cabanyal y ampliar el puerto de Valencia. Además, fue nombrado director de la Real Sociedad de Amigos del País de Valencia. Mientras tanto, fue gentilhombre de cámara real y recibió la Gran Cruz de la Orden de Carlos III, en 1795. Por motivos de salud y edad, abandonó sus cargos en la ciudad levantina, en 1797.

En sus últimos años de vida, permaneció en la Corte de Carlos IV como miembro del Consejo de Guerra, siendo nombrado hidalgo de cámara. Francisco Luis de Urbina murió en Madrid, en 1799.

CONDECORACIONES MILITARES DE FRANCISCO LUIS DE URBINA

25/04/2024

Luis Power Echavarri


Comandante de Artillería durante el sitio de Bilbao del 16 de agosto de 1808, donde organizó la defensa y murió frente al Ejército napoleónico

LUIS POWER ECHAVARRI

Luis Power Echavarri nació en Bilbao el 9 agosto de 1769. Fue y bautizado con el nombre de Lorenzo Ramón Luis Power Echavarri el día siguiente en su parroquia de San Nicolás, apadrinado por Juan Orue y María Isabela Power.

El apellido Power provenía de Irlanda. Los Power formaban parte de la élite comercial y social de Waterford, en el siglo XVII. La persecución contra los católicos liderada por Oliverio Cromwell desde Inglaterra hizo que huyeran de Irlanda y se establecieran en ciudades como Burdeos y Cádiz, y a inicios del XVIII, algunos descendientes se instalaron en Vizcaya o las Indias españolas. Así, Juan Bautista de Power Dubernet, nacido en Burdeos, pasó a vivir en Bilbao y casó con María Asencia de Larrea Lasarte en 1676, probando expediente de hidalguía que se conserva en la Casa de Juntas de Guernica, y teniendo como hijo a Felipe Power Larrea.

Este vizcaíno natural de Abando fue regidor del Señorío en 1760, regidor capitular de Bilbao en 1766 y 1774; alcalde 2º de Bilbao en 1778 y prior del Consulado en 1779. En 1758, obtuvo nupcias con María Ignacia Luisa de Echavarri y Arechavala, nacida en Guernica. Con ella tuvo nueve hijos y uno de ellos fue Lorenzo Ramón Luis Power Echavarri. La mayoría de los hermanos siguió el empleo de armas al servicio de la Monarquía española:

Mariano Ramón Francisco Paula de Power Echavarri fue caballero en el Colegio Real de Caballería de Ocaña en 1786, pasando luego al Regimiento de Algarbe como teniente.

Luis Gonzaga Rafael de Power Echavarri fue caballero cadete en el Colegio Real de Artillería de Segovia en 1786 y teniente en 1794.

Juan Bautista Antonio de Power Echavarri fue caballero cadete en el Colegio Real de Artillería de Segovia en 1786.

Julián de Power Echavarri fue alférez de Fragata en 1794.

Matías José Luis de Power Echavarri fue cadete de las Reales Guardias Walonas.

BILBAO, FINALES DE SIGLO XVIII

A la edad de 13 años, Luis Power Echavarri ingresó como cadete en el Colegio Real de Artillería de Segovia, con sede en el Real Alcázar. A los 16, conoció la noticia del fallecimiento de su padre, mientras alcanzaba el grado de subteniente.

En 1790 y 1791, fue destinado a Ceuta, hallándose en bombardeos que sufrió la plaza, y fue nombrado teniente.

En 1793, tomaba parte del Ejército español que realizaba la campaña del Rosellón francés, en la Guerra de la Convención. Allí fue derribado de su caballo por el fuego enemigo en un par de ocasiones. Después, tomó parte en la batalla de Mas d’Eu con su batería volante, y alcanzó el grado de capitán. El 9 de octubre fue herido en la batalla de Le Boulou, donde una bala de cañón le astilla la pierna izquierda, dejándole cojo por vida.

Tras la finalización de Guerra de la Convención francesa en 1795, fue destinado a Málaga y Ciudad Rodrigo.

También luchó en la Guerra de las Naranjas, un pequeño enfrentamiento que hubo entre España y Portugal en mayo y junio de 1801. Al término del mismo, en agosto de ese año, le fue concedida licencia para tomar baños termales en Cestona durante dos meses debido a los dolores que arrastraba como consecuencia de la herida en la pierna.

Los dolores no remitían y pidió permiso para retirarse a su Bilbao natal. En enero de 1803, consiguió licencia militar, con un sueldo de capitán de 300 reales. Sin embargo, erró en el cálculo de la cantidad que debía corresponderle y al mes siguiente solicitó volver al servicio activo.

En 1805, a los 35 años de edad, decidió casarse con su sobrina carnal María Luisa de Echazarreta Power, de 20 años, siendo hija de su hermana María Felipa de Power Echavarri y el alcalde de Zumaya. Pero encontró la oposición frontal de sus futuros suegros y presentes hermana y cuñado. María Luisa escribió al primer ministro del rey Carlos IV, Manuel Godoy, para que les otorgara la necesaria dispendia. Ambos pretendientes tuvieron que esperar dos años para conseguir formalizar su matrimonio en la parroquia Santiago de Bilbao, en junio de 1807. Tuvieron sólo un hijo, José Luis Vicente Julián de Power Echezarreta.

ARTILLEROS ESPAÑOLES DE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA

Poco tiempo después este matrimonio iba a sufrir la consecuencia de la invasión francesa sobre España y el inicio de la Guerra de la Independencia en 1808. Tras la victoria de Bailén, el Ejército imperial de Napoleón Bonaparte retrocedía hacia la frontera hispano-gala y el golfo de Vizcaya.

La noche del 5 de agosto de 1808, Bilbao se levantó en armas contra los invasores. Se constituyó una Comisión de Guerra presidida por el mariscal de campo José Benito Zarauz. Power Echevarri fue nombrado comandante de artillería y se encargó de organizar la defensa, levantando barricadas y trincheras. Sus dotes estratégicas eran buenas, pero su oratoria lo era aún más. Fue claro al dirigirse a sus paisanos.

El 16 de agosto, sucedió el Sitio de Bilbao por el ejército de Merlín. Durante la batalla, Luis Power Echavarri murió al frente de un grupo de artilleros en Atxuri, a la altura del puente de San Antón. Trataba de contener la vanguardia de ataque mientras organizaba la huida de los voluntarios armados.

ARTILLEROS EN EN SITIO DE BILBAO DE 1808

El periódico El Bascongado, en su edición de 22 de febrero de 1814, hizo referencia sobre su valentía de esta manera:
"… fue una de las víctimas en esta sangrienta jornada don Luis Power, oficial de Artillería, de buena reputación militar, a quien se llamó el Daoiz de Vizcaya, muerto alevosamente al pie del cañón con tanto acierto manejado, después de haberle concedido el cuartel a que era acreedor por su valentía y después de haber salvado con su generosidad la vida de muchos conciudadanos, a quienes avisó se retirasen prudentes …"

Algunos le han denominado el "Daoiz de Vizcaya" en clara referencia a sus compañeros de armas Luis Daoiz y Pedro Velarde, ambos también capitanes de artillería, que murieron durante el levantamiento madrileño del dos de mayo.

En la actualidad, Bilbao dedica una calle al comandante en el barrio de Deusto, que comienza en Botica Vieja y termina en Lehendakari Aguirre, es la Luis Power Kalea.



05/12/2023

Juan Manuel de Urbina y Ortiz de Zárate


Brigadier del Regimiento de Dragones de la reina en 1760, participó en la expedición de Orán, el sitio de Castello Amare, o las batallas de Bitonto y de Camposanto.

JUAN MANUEL DE URBINA Y ORTIZ DE ZÁRATE

Juan Manuel de Urbina y Ortiz de Zárate nació en Vitoria, en 1715.

Al igual que algunos de sus hermanos, Juan Manuel siguió la carrera de las armas. En noviembre de 1731, ingresó como cadete en el Regimiento de Guardias de Infantería española, a las órdenes de Gaspar de la Torre. Permaneció en este batallón y en este rango hasta septiembre de 1734, cuando fue enviado a una compañía de Infantería que mandaba el capitán Juan Junco.

Durante estos años, Juan Manuel demostró sus habilidades militares y lealtad al rey en las diferentes situaciones de guerra en las que intervino.

Recibió su bautismo de fuego tomando parte en la expedición de Orán de 1732. Una ciudad perteneciente a la Regencia de Argel, dentro del Imperio otomano. Fue una campaña que tenía como objetivo recuperar aquella plaza en el norte de África y asegurar el control de aquellas aguas mediterráneas, a las órdenes de José Carrillo de Albornoz y de Francisco Javier Cornejo. Dio comienzo en junio de 1732 y terminó a mediados de 1746.

El regimiento en el que marchaba Urbina desembarcó en el puerto de Las Aguadas y tomó el castillo de Mazalquivir, donde se colocó una batería de artillería y una fuerte guarnición en Orán al mando del marqués de Santa Cruz.

TOMA DE ORÁN DE 1732

En 1773, estallaba la Guerra de Sucesión polaca implicando a España mediante la firma del Primer Tratado de Familia con su aliada Francia. Así pues, la Corte decidió trasladar al regimiento de Urbina junto a otros cuerpos de Infantería y Armadas al Reino de Nápoles, para mantener los intereses hispa-galos sobre aquel territorio.

En 24 de mayo de 1734, Urbina tomó parte en la batalla de Bitonto, cerca de Bari, al mando del príncipe de Belmonte, que los enfrentaría contra un Ejército de austriacos. Cerca de 4.000 austriacos cayeron o fueron prisioneros, frente a 300 aliados (españoles, franceses y napolitanos). Al día siguiente, tomaron la plaza de Bari, tomando por prisioneros al príncipe de Belmonte y otros generales.

Tras esta victoria, Urbina embarcó en su regimiento con destino a la isla de Sicilia, donde participó en el sitio de Castello Amare, en la zona de Palermo. Dado que los habitantes del Reino de Nápoles preferían la autoridad española antes que la de los imperiales austriacos, no fue muy difícil que el Ejército del infante Carlos de Borbón lograse recuperar el control de muchas plazas.

El territorio que las tropas imperiales mantuvieron quedó reducido únicamente a las plazas de Capua y Gaeta, al mando de los generales Carafa y Traun. Ambas ciudades fueron sitiadas por el infante Borbón, el conde de Clavijo y el conde de Montemar, al mando de 8.000 hombres armados entre los que estaba Urbina. Tras ocupar las islas de Ischia y Prócide, recuperaron las ciudades en agosto de 1734.

Por su destacada actuación, Juan Manuel de Urbina fue ascendiendo en el escalafón militar al grado de capitán y recibió el mando de un escuadrón de caballería del Regimiento de Dragones de la Reina, en abril de 1735.

REGIMIENTO DE GRANADEROS DE LA REINA

Tras varios años en España, en 1742, regresaba a Italia. Al año siguiente, participó en la batalla de Camposanto, donde fue herido dos veces y perdió el caballo. También tomo parte en las batallas de Plasencia y Tanaro en 1746.

Por sus servicios al Ejército español, fue recompensado con el cargo de señor del Palacio del Cabo de Armería de Echalecu, con derecho a ser solicitado en Cortes de Navarra por el estamento militar.

Dos años antes, en 1745, mediante la compra del cargo, fue nombrado coronel del Regimiento de Dragones de la Reina. En 1747, recibió el nombramiento de Fernando VI como teniente real de la plaza y Castillo de Pamplona hasta su muerte en 1774. En 1760, fue nombrado brigadier del Regimiento de Dragones.

Estuvo casado con María Gaytán de Ayala, hija del marqués de Tola y Aravaca.

Juan Manuel de Urbina murió en 1774, poco antes que su padre Bartolomé, por lo que todo su patrimonio así como el mayorazgo familiar y el título de marqués de la Alameda fueron heredados a su hijo mayor Ramón María Urbina Gaytán de Ayala. Este llegó a ser militar, alcalde de Vitoria y diputado general de Álava.

CIUDADELA DE PAMPLONA

12/02/2022

José Javier Ignacio de Imaz y Altolaguirre


Mariscal de Campo durante la Guerra de la Independencia y ministro de Hacienda además de otros cargos administrativos de relevancia, durante las primeras décadas del siglo XIX

JOSÉ JAVIER IGNACIO DE IMAZ Y ALTOLAGUIRRE

José Javier Ignacio de Imaz y Altolaguirre nació en Ataún, Guipúzcoa, en 1761.

Inició su carrera militar en el Perú, en 1780, sentando plaza de cadete en el Regimiento de Infantería Real de Lima. Combatió contra la sublevación de los nativos liderados por Tupac Amaru, en las acciones de Sangara y Vilcamayu.

En 1782, fue trasladado a la península con el rango de subteniente, para combatir al Ejército francés en las campañas del Rosellón, Masdeu, Truillas, Boulou y en la batalla de Plá del Rey.

En 1794, por méritos propios fue ascendido a capitán y destinado a Guipúzcoa, para combatir a las órdenes del general Caro y del conde de Colomera, durante la Guerra del Rosellón, en los combates del Bidasoa, Vera, Irún, San Marcial, Pasajes, Fuenterrabía y San Sebastián, y en las de Arizcun y Peñón de Comisary.

En 1795, estuvo en Cataluña con su nuevo Regimiento de Zamora bajo el rango de sargento mayor, con el que participó en la acción de Pontós el 14 de julio. Pasó a incorporarse a la Escuadra franco-española de Brest, con el objetivo de embarcar con el contingente que marchó hacia las costas de Inglaterra, aunque abortada la operación militar, se le destinó finalmente al Ejército de Galicia. Destinado en la plaza de Tuy, prestó desde allí servicios de vigilancia y guarnición en la frontera portuguesa delimitada por el río Miño.

En 1799, fue nombrado caballero de la Orden de Calatrava. Nuevos destinos le llevaron a las plazas de Ferrol, Zaragoza y Valencia.

En octubre de 1802, fue ascendido a teniente coronel y reorganizó la expedición que al mando de O´Farril marchó al Reino de Etruria. En 1807, desde Italia, atravesando Alemania, marchó a incorporarse a los fiordos daneses como componente de las tropas que mandaba el marqués de La Romana.

EL REGIMIENTO ESPAÑA CARGANDO CONTRA LOS FRANCESES EN 1793, POR AUGUSTO FERRER DALMAU

Iniciada la Guerra de Independencia, aquellas tropas amotinadas contra Napoleón cruzaron el estrecho de Belt por Kolding, pasado a Fionia, y el 9 de agosto desde Jutland a Nieborg a donde llegaron el 10, embarcando en la escuadra británica del almirante Keats que les llevó a La Coruña, donde no pudiendo desembarcar, lo harían en octubre en el puerto de Santander, incorporándose desde allí al Ejército de Galicia, a las órdenes del general Blake.

Siguiendo las vicisitudes de aquellos días, participó el 10 de noviembre de 1808 en la desastrosa batalla de Espinosa de los Monteros (Burgos).

En 1809, fue coronel del Regimiento de Sevilla, y al año siguiente brigadier. Como comandante general de la primera División de Extremadura, estuvo combatiendo en Castilla, Extremadura y Aragón, participando en la batalla de Jerez de los Caballeros en julio de 1810.

En febrero de 1811, siendo mariscal de campo, participó en la defensa de Badajoz, haciéndose cargo de su gobierno al mes siguiente. Pero finalmente, esta plaza cayó a manos de los franceses el 10 de marzo. Tras ser hecho prisionero, fue rescatado desde Francia por un grupo de guerrilleros.

En la isla de León, fue arrestado y sometido a un juicio de guerra. Durante un año estuvo defendiendo su resistencia y no entrega por la ciudad de Badajoz ante el Ejército napoleónico, hasta que fue puesto en libertad y absuelto de cargos.

A pesar de esta rendición, durante la Guerra de la Independencia, José Imaz y Altolaguirre obtuvo un notable reconocimiento a su heroica labor militar en la defensa de España. Así, recibió las condecoraciones de las acciones de Medina del Campo y Lugo, batalla de Tamames, ejército de la Izquierda, reconquista de Villafranca, Estrella del Norte y cruz de San Fernando de 3ª clase.

MUERTE DEL GENERAL MENACHÓ EN LA DEFENSA DE BADAJOZ, POR JULIO BORRELL PLA

En julio de 1815, se puso al servicio de la cuarta División de Milicias en Galicia, como subinspector, derrotando la insurrección del general Juan Díaz Porlier en La Coruña.

En 1816, fue galardonado con la gran cruz de San Hermenegildo. Desde entonces, ocupó varios cargos de manera sucesiva: director general de Rentas en 1817 y 1818; ministro de Hacienda bajo la gobernación de Casa-Irujo y Mataflorida entre 1818 y 1819; superintendente de Loterías y protector de la Junta del Montepío en 1819; presidente de la Compañía de Filipinas en 1819; gobernador de Tuy entre 1819 y 1820; fiscal de la Orden de San Fernando entre 1818 y 1820; ministro de Hacienda en 1822; director general de Aduanas y Resguardos así como consejero de Estado honorario entre 1822 y 1823.

Partidario del bando liberal, el 7 de julio de 1822, fue declarado benemérito de la Patria por su contribución en defensa de la Constitución.

Por último, en 1834, fue nombrado ministro de Hacienda durante el primer año del gobierno liberal de Isabel II.

ESCUDO DE ARMAS DE IMAZ Y DE ALTOLAGUIRRE

04/07/2020

Juan de Idiáquez y Eguía


Maestre de Campo de los Reales Tercios de Infantería en Flandes en el reinado de Carlos II de Habsburgo, secretario real y capitán general del Ejército español en el de Felipe V de Borbón

JUAN DE IDIÁQUEZ Y EGUÍA

Juan de Idiáquez y Eguía nació en Azcoitia, Guipúzcoa, en 1665, procedía de una poderosa familia nobiliaria que había ocupado altos cargos en la Corte de la Monarquía española y en algunas de sus instituciones desde el siglo XVI. Sus padres fueron Francisco de Idiáquez e Isasi, alcalde de Azcoitia, caballero de la Orden Santiago y señor de Idiáquez, y Luisa María Eguía.

Con 16 años de edad, Juan Idiáquez comenzó su carrera de las armas enrolado en los tercios de Flandes. Ascendió a capitán de infantería, capitán de caballos y maestre de campo de un tercio viejo de españoles. Al comienzo de la Guerra de Sucesión española, estuvo al servicio de Felipe V de Borbón como brigadier de sus ejércitos. En 1703 recibió el nombramiento de general de la caballería, empleo que se extinguió a los pocos meses como consecuencia de la reforma del generalato.

En los primeros años del siglo XVIII, el gobernador de Flandes, el vitoriano Francisco Antonio de Agurto y Salcedo, marqués de Gaztañaga, le destinó a Madrid para diversas cuestiones de la Corte borbónica, iniciando desde entonces una importante carrera administrativa. Entre los asuntos que se encomendaron estuvo el de conseguir permiso de Felipe V para que pudieran reclutarse hombres para los ejércitos de Flandes. Como recompensa a la este objetivo que consiguió a la perfección fue nombrado sargento mayor de las Guardias de Corps. En 1704, fue requerido por el por el duque de Berwick con el mismo encargo, reclutar hombres para las compañías españolas de este cuerpo.

Juan de Idiáquez había conseguido introducirse en el un reducido y exclusivo núcleo de militares próximos al entorno real. Entre sus actividades estaban la de encargarse del nombramiento y consulta con el monarca de los empleos administrativos y técnicos del Estado mayor de la Guardia, por eso, pudo alcanzar los grados militares de mariscal de campo y teniente general.

REALES TERCIOS DE INFANTERÍA ESPAÑOLES

En 1708, fue nombrado miembro de la Orden de Santiago. Desde entonces fue acumulando títulos nobiliarios como el de encomendero de la Orden de Santiago de Yeste y Taibilla, situada Albacete, o del conde de Salazar y conde de Castilnovo, por casar con María Antonia de Velasco e Ibáñez de Segovia, hija de Juan de Velasco, maestre de campo de infantería y general de caballería del ejército de Flandes, y gobernador de Gante.

Sus servicios militares en el Ejército y administrativos en la Corte agradaron al rey Felipe V, quien en 1721 le confió la educación del infante Fernando. Además fue ascendiendo en las Guardias de Corps, primero sargento mayor, en 1724, y ayo y sumiller un año después.

Y esta proximidad al rey fue aprovechada en su propio beneficio para introducir en la Corte a familiares y amigos, entregando nombramientos y honores tanto para él como para sus más allegados, principalmente cargos de las Guardias de Corps y de las Casas Reales.

Por los numerosos méritos y servicios que había desempeñado a lo largo de su carrera, en 1728 logró el grado de capitán general del Ejército español y la distinción de "Grande de España libre personalmente de lanzas y media annata", especialmente, por sus servicios como ayo y sumiller de Corps del infante. Al año siguiente, fue nombrado duque de Granada Ega.

23/09/2019

Agustín de Jáuregui y Aldecoa


Militar y administrador que llegó ser gobernador de Chile y virrey del Perú en el siglo XVIII

Agustín de Jáuregui y Aldecoa virrey perú chile
AGUSTÍN DE JÁUREGUI Y ALDECOA

Agustín de Jáuregui y Aldecoa era natural de Lecároz, Navarra, donde  nació en 1711.

Siendo gobernador de la Capitanía General de Chile se fundó el Servicio de Correos terrestre, se inauguró la Catedral de Santiago en 1775, se creó la Academia de práctica forense, que se anexó a la Real Universidad de San Felipe y se realizó el primer censo poblacional de Chile.

Durante su gobierno, Chile sufrió la escisión de la región de Cuyo (Mendoza, San Juan y San Luis) debido a la creación del Virreinato del Río de la Plata en 1776.

En 1777, estableció que las milicias tenían por objeto perseguir a los bandoleros rurales, por lo que estaban obligadas a tener sus armas y uniformes, costeadas por ellas mismas, debiendo estar preparadas para cualesquiera acción militar y de hacer alardes cada cierto tiempo.

Trató de conocer la población de Chile ordenando la realización del primer empadronamiento general de población entre 1777 y 1778, siendo el primer censo oficial en este territorio y cuyo resultado fue el 259.646 habitantes en la capitanía chilena.

Nombrado virrey del Perú desde 1780 hasta 1784, tuvo que enfrentarse a la rebelión de Túpac Amaru II (José Gabriel Condorcanqui), a quien venció en 1781, y ajustició un mes más tarde. Sin embargo, el descontento persistió entre los indios a causa del abuso de los repartimientos y de la mita, y así lo hizo saber Jáuregui a la Corte.

También se interesó por mejorar las defensas, las milicias y el servicio de correos. Dejó el cargo de virrey en 1784 y pocos días después falleció en Lima a causa de un accidente.

Agustín Jáuregui Aldecoa virreinato del Perú Túpac Amaru
VIRREINATO DEL PERÚ Y AGUSTÍN DE JÁUREGUI Y ALDECOA

09/06/2019

Sancho de Echeverría y Orcolaga


Mariscal de Campo y gobernador de Peñíscola que destacó en la defensa de esta villa frente al ataque de una flota anglo-holandesa en 1705 en la Guerra de Sucesión española

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MILITALES BORBÓNICOS Y
ESCUDO DE ARMAS DE ECHEVERRÍA

Sancho de Echeverría y Orcolaga era natural de Rentería, Guipúzcoa, donde nació en 1674.

Siendo joven se enroló en el cuerpo de Infantería del Real Ejército español. Actuó en las campañas del Mediterráneo, Italia y Cabo de Santa María. También paso a América, tomando parte en la expedición del Darién (Panamá), en el Virreinato de la Nueva Granada. De regreso, participó en la campaña de Cataluña de 1694.

En 1705, tomó posesión de su cargo de gobernador militar y corregidor de la plaza fuerte de Peñíscola. Esta villa se había posicionado del bando del rey Felipe V de Borbón durante la Guerra de Sucesión española. Por eso, nada más ocupar su cargo, tuvo que organizar la defensa de un fuerte ataque y asedio por parte de tropas anglo-holandesas del aspirante al trono Carlos, el archiduque de Austria, entre 1705 y 1707.

En la batalla de Peñíscola tomó parte junto a Echevarría, el que sería almirante Blas de Lezo y Olavarrieta, probablemente era jefe de una unidad integrada en la escuadra francesa del conde de Tolosa. Los tripulantes de flota en la que marchaba Lezo entraron en el campamento enemigo y se adueñaron de alimentos, munición y dos cañones que posteriormente se fundieron y con los que se hicieron dos campanas para la torre de la Ermitana de Peñíscola.

Finalmente, Echevarría y una pequeña guarnición de soldados resistían junto a la población sin alimentos ni munición hasta la partida de la flota austracista.

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IGLESIA DE LA VIRGEN DE LA ERMITANA
Y LOS ESCUDOS DE ECHEVERRÍA Y DE PEÑÍSCOLA

Sancho de Echeverría fue un enamorado de la villa de Peñíscola y uno de los más fervientes devotos de su patrona, Nuestra Señora de la Ermitana. En su homenaje decidió deshacer la pequeña iglesia situada junto al castillo que había sido destruida tras el ataque anglo-holandés, y edificar sobre el lugar que ocupaba el antiguo cementerio un templo de grandes dimensiones, entre 1708 y 1714.

La iglesia de la Virgen de la Ermitana es una construcción de sillería en estilo barroco valenciano, con características defensivas. La portada es adintelada y dispone de ornamentación con insignias militares en piedra. En la fachada aparece el escudo real de Felipe V en su parte superior, y sobre este y a la izquierda se encuentra el escudo heráldico de Echevarría y una inscripción en latín cuya traducción es:
"Sancho de Echeverría, varón invicto, noble y piadoso, defendió la ciudad como general valiente y consagro esta obra o Iglesia en obsequio y honor de la Virgen Santísima que fue la que le protegió en todas sus empresas."
La torre del campanario, construida en cantería cuadrada, mide 20 metros de altura, siendo el punto más elevado de toda la fortaleza de Peñíscola.

Sancho de Echeverria construyó a sus expensas también el edificio de la Casa del Gobernador, para residencia de los gobernadores que le sucedieran, situada en la calle Caballeros, actualmente Juan José de Fulladosa. Actualmente se ha reedificado y se ha destinado a Casa de la Cultura.

Fue nombrado caballero de la Orden de Santago. Falleció a la temprana edad de 36 años.

29/04/2019

Sebastián de Eslava y Lazaga


Adquirió varios altos cargos en la administración virreinal y militar, entre otros los de virrey de Nueva Granada y secretario de Estado del Despacho Universal de Guerra. Pasó a la historia por derrotar a la enorme Armada inglesa de Edward Vernon, junto a Blas de Lezo, en Cartagena de Indias en 1741.

SEBASTIÁN DE ESLAVA Y LAZAGA

Sebastián de Eslava y Lazaga era natural de Eneris, Navarra, donde nació en 1684. Eslava estudió en la Real Academia Militar de Barcelona. Desde edad muy temprana ingresa en el ejército, en el Tercio de Navarra, como cadete, ascendiendo en 1702 a alférez tras incorporarse al recién creado regimiento de guardias españoles. Su carrera se inició en la Guerra de Sucesión española, donde participó en casi todas las batallas importantes, teniendo un papel destacado que le valió el respeto tanto de sus subordinados como de sus mandos, consiguiendo ascensos después de cada batalla. Participó en las campañas de Portugal y de Gibraltar, estuvo en Barcelona, en Extremadura, en las batallas de Almansa, Zaragoza, Brihuega, Villaviciosa y en el segundo sitio de Barcelona.

Tras finalizar la Guerra de Sucesión ascendió a capitán y fue destinado a Italia, participando en la toma de Messina en 1718. Salió de Cerdeña en 1720 con nueva misión, en este caso la defensa de Ceuta, de los ataques musulmanes.

Años después participó en la reconquista de Orán, en 1732, bajo mando del conde de Montemar con quien había luchado en Italia. Allí entabló amistad con el ministro de Marina Zenón de Somodevilla, marqués de la Ensenada. Después de la gran victoria española, Eslava volvía a ser destinado a Italia, donde consigue nuevos éxitos.

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BAHÍA DE CARTAGENA DE INDIAS DURANTE EL ASEDIO DE 1741

En 1718, se había establecido el Virreinato de Nueva Granada a partir de esta parte del Perú, pero, este virreinato duró únicamente de 1718 a 1724 y en esta fecha fue reincorporado al de Perú.

En la Corte se sabía de los problemas de gobernar estos vastos territorios que son actualmente las naciones de Venezuela, Colombia, Panamá y Ecuador, por lo que en 1740 se restableció el Virreinato del Nuevo Reino de Granada, por las mismas razones que se definieron para el anterior intento: largas distancias, crecimiento demográfico, recaudación de impuestos, defensa, y control administrativo. Pero la razón más importante era desarrollar la economía y la población de las partes más alejadas de la capital del virreinato, descentralizando el gobierno.

Cuando el rey pidió a su principal asesor, el marqués de la Ensenada, un nombre para desempeñar el puesto más importante, en el momento más crítico de la historia de Cartagena de Indias, este le sugirió el del ya teniente general del Ejército español. Finalmente, el 25 de febrero de 1739, fue nombrado virrey de Nueva Granada con instrucciones expresas de defender el territorio contra los ataques ingleses, ya que Gran Bretaña había declarado la guerra a España ese mismo año con la intención de apoderar sel comercio americano. Fue la Guerra del Asiento, también llamada Guerra de la Oreja de Jenkins.

En su nombramiento se alegó como motivos para la elección:
"Su buen juicio, experimentada capacidad y conducta desinteresada, de edad competente para visitar aquellas provincias, de genio providencial para dar reglas y expedientes y nuevos establecimientos."

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BATALLA DE CARTAGENA DE INDIAS Y ESCUDO DE ARMAS DE ESLAVA

En abril de 1740, llegó a Cartagena de Indias, permaneciendo en dicha ciudad durante todo su mandato, sin viajar al interior. Eslava reparó el Castillo de Bocachica y varios fuertes que protegían el puerto. En el Castillo de San Lázaro puso en marcha una fábrica de munición y carruajes así como las ramblas. Dio pasos importantes para poder suministrar armas, munición y entrenamiento militar a las fuerzas españolas. En los demás sitios de la colonia, se realizaron trabajos de fortificación como en Santa Marta, Puerto Cabello y Gaira. Se encargó de fortalecer los fuertes de Ayara y el Castillo de San Antonio en la provincia de Cumaná. Así mismo aprobó la fortificación en el islote de Caño de Limones y equipó el presidio de Guayana. Todas estas medidas fueron esenciales para efectuar una férrea defensa.

El 21 de noviembre de 1739, el almirante inglés Edward Vernon capturó Portobelo, en el lado Atlántico del istmo de Panamá, el cual formaba parte del nuevo Virreinato de la Nueva Granada. Tras su victoria, Vernon se dirigió a Cartagena.

El 31 de marzo de 1741, el británico bloqueó el puerto con 51 barcos de combate, 135 transportes, 2.000 cañones y más de 28.000 hombres, seguramente la mayor flota reunida en su tiempo. La ciudad fue defendida por el almirante Blas de Lezo, al mando de 3.000 soldados de tropas españoles, 600 arqueros indios, y seis fragatas. Él también confiaba en sus cautelosos preparativos y el estudio de las fortificaciones de la ciudad.

>Hasta este momento, Sebastián de Eslava era un militar brillante y valiente, de gran experiencia, que no rehusó en ningún momento los peligros que supusieron el estar en los puntos de máximo riesgo de la batalla. Sobre sus disputas con Blas de Lezo en la toma de estrategias defensivas, Eslava asumía aquellas que bajo su criterio y experiencia le resultarían más acertadas y se encontró con una persona de gran valía, con carácter duro y difícil que le discutía sus órdenes casi a cada momento. La situación debió ser complicada ya que Blas de Lezo era más antiguo como teniente general pero estaba sometido al virrey. En un momento determinado de la batalla la situación se tornó insostenible y Eslava destituyó a Blas de Lezo de su puesto. Sin embargo, luego no le importó rectificar, en beneficio del bien común y lo restituyó en el momento clave de la batalla.

Vernon finalmente tuvo que levantar el bloqueo y volver a Jamaica. Se estima que 6.000 soldados británicos murieron contra solo 1.000 españoles.

SEBASTIÁN DE ESLAVA Y LAZAGA

Cuando Blas de Lezo falleció el 7 de septiembre de 1741, Eslava se quedó como mando único a cargo de la defensa durante todo el tiempo que duró la guerra. Lo primero que hizo fue la reconstrucción de las defensas de la ciudad, sospechando un nuevo ataque inglés. Indicios que se materializaron, aunque Vernon acabó desistiendo al comprobar el buen trabajo de Eslava con las defensas.

En los años siguientes se le propuso para nuevos cargos como el Virreinato de Perú, pero siempre solicitó permanecer en Cartagena de Indias hasta el fin de la contienda en 1748. Se le concedió su deseo e hizo un gran trabajo de reconstrucción y mejora de la urbanidad de Cartagena de Indias y de fortificación de ciudades claves como Portobelo, La Guayra o Santa Marta. Simultaneó el cargo con el de capitán general de Panamá.

Durante su administración, el virrey Eslava fundó hospitales y villas, construyó carreteras, promovió la pacificación de los indios Montilones, y aportó armas, dinero y provisiones para defender algunas ciudades como Pamplona y San Faustino, también mantuvo la navegación en el río Zulia. Se construyeron 20 iglesias, reparó y agrandó otras, protegió la instalación de misiones y organizó las de la provincia de Darién, en Panamá. Así mismo, mejoró las finanzas del territorio y la administración de justicia.

Cuando la guerra terminó en 1748, solicitó volver a España. Tras entrar en Cádiz el 23 de febrero de 1750, fue recibido por Fernando VI.

Durante la última etapa de su vida el rey le reconoció sus éxitos nombrándole capitán general de Andalucía, en 1750. En 1754, fue nombrado director general de Infantería y secretario de Estado del Despacho Universal de Guerra del rey Fernando VI. Ocupó ambos cargos hasta su fallecimiento, ocurrido en 1759.

Falleció en Madrid el 21 de Junio de 1759. Además de sus empleos político-militares, fue caballero de la Orden de Santiago, comendador de la Orden de Calatrava y gentil hombre del infante Felipe. De forma póstuma, recibió el título de marqués de la Real Defensa en 1760. Algunos autores sostienen que antes de morir solicitó al rey que se restituyera el honor de Blas de Lezo.

escudo armas eslava pamplona
ESCUDO DE ARMAS DE SEBASTIÁN DE ESLAVA

20/09/2018

José Joaquín de Viana y Sáenz de Villaverde


Mariscal de campo del Real Ejército español y gobernador de Montevideo en dos periodos, de 1751 a 1764 y de 1771 a 1773

JOSÉ JOAQUÍN DE VIANA

José Joaquín de Viana y Sáenz de Villaverde era natural de Lagrá, donde nació en 1718. Pertenecía a una poderosa familia nobiliaria de esta villa alavesa del partido judicial de La Guardia. En ella, su padre, abuelos y bisabuelos habían sido alcaldes y regidores.

Inició su carrera militar en 1735 y por su distinguida carrera militar, alcanzó el grado de coronel en plena juventud. Combatió en Italia durante la Guerra de Sucesión Austríaca (1740-1748), sobresaliendo en las campañas de Saboya y Piamonte, alcanzando el grado de coronel y luego el de mariscal de campo de los Reales Ejércitos y sobre eso ganó la distinción de caballero de la Orden de Calatrava.

En 1749, la Capitanía General del Río de la Plata aún formaba parte del Virreinato del Perú, año el que el rey Fernando VI creó la gobernación de Montevideo, treinta y tres años desde su fundación.

Tras regresar de aquella guerra, en 1750, Viana fue nombrado primer gobernador de Montevideo, por haber demostrado pruebas de mérito y talento. Una año más tarde, tomó posesión del cargo y su primera acción importante fue sofocar una sublevación de los indios charrúas, que fueron derrotados en la batalla del Tacuarí.

La Corona prohibía todo comercio entre Montevideo con otros pueblos del exterior, y los oficiales españoles encargados de la plaza, acaparaban los mejores negocios y tierras. Eran tiempos en que la Corona vivía la pesadilla del contrabando. Fuera, los colonos vivían aterrorizados por los ataques de los bandoleros salidos de la Colonia de Sacramento, fundada por los portugueses en 1680 en territorio oriental, con miras a extender su dominio a las posesiones españolas. Además, eran frecuentes los asaltos de los indios charrúas y minuanes no reducidos.

ESCUDO DE ARMAS DE LOS VIANA DE LAGRÁN

El nombramiento de Viana tuvo lugar en el transcurso de las circunstancias políticas determinadas en el Río de la Plata por la firma del Tratado de Madrid (o de Permuta), en 1750, entre Fernando Vi de España y Juan V de Portugal. En este tratado de intercambio, el gobierno español cedía a Portugal las misiones jesuíticas del Alto Uruguay, a cambio de la entrega de la Colonia del Sacramento. Este hecho se enmarca en la política pacifista del segundo de los Borbones españoles, que intentó establecer relaciones diplomáticas con la Monarquía portuguesa para terminar con las disputas fronterizas que se mantenían en varios puntos de América, en especial en el Río de la Plata. Es en ese sentido que también debe comprenderse el matrimonio del rey español con la princesa portuguesa Bárbara de Braganza.

En cumplimiento de lo que el tratado citado estipulaba, ya en enero de 1752 comenzaron los trabajos de demarcación de la nueva línea de frontera entre los dos imperios. Sin embargo, al llegar a las misiones jesuíticas, estos se detuvieron por la resistencia de los indígenas, que no querían pasar a manos portuguesas, sospechando, con claro fundamento, que se convertirían en esclavos de los hacendados portugueses, necesitados de mano de obra para el trabajo agrícola en el Brasil.

Esta resistencia dio origen a un conflicto que abarcó entre 1754 y 1756, denominado Guerra Guaranítica, en la que españoles y portugueses juntos hubieron de hacer frente a los indígenas sublevados, más de una vez acaudillados por los propios jesuitas. Esta cuestión fue tratada con bastante rigor histórico en la película La misión, rodada por Roland Jofeé en 1986.

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PELÍCULA LA MISIÓN

Liderados por el cacique Sepé, los indígenas fueron derrotados en las batallas del Daymán, en 1754, y de Batoví, en 1756. En el último de estos encuentros, José Joaquín de Viana personalmente dio muerte a tiros al caudillo indio.

Al regreso de esta campaña, en 1757, Viana fundó las ciudades de Salto y San Fernando de Maldonado, en homenaje al rey Fernando VI.

En el marco de la Guerra de los Siete Años (1756-1763), Viana combatió en las operaciones militares en el Río de la Plata dirigidas por Pedro de Ceballos.

Cuatro años después de llegar a Montevideo, en 1775, el gobernador se casó con una mujer de origen vasco de alta alcurnia como él, María Francisca de Alzáybar, conocida en la época como la Mariscala, por ser esposa del mariscal Viana. Era hija de Juan de Alzáybar, uno de los primeros colonizadores, y sobrina de Francisco de Alzáybar, caballero de Santiago. Este vascongado era el hombre más rico de la región y tuvo a su cargo el primer grupo de familias designadas por la Corona para poblar la Banda Oriental.

Viana impulsó la edificación de Montevideo, permitiendo que se construyera con piedra que antes sólo se destinaba para la fortificación. Gracias a él la ciudad vivió tiempos de seguridad y progreso y en breve triplicó su población de 939 a 2.089 habitantes. Al mismo tiempo, el gobernador fundaba poblaciones y levantaba fortalezas en lugares estratégicos, cosa indispensable entonces para asegurar la tranquilidad de los vecinos.

En 1764, Viana fue sustituido por Agustín de la Rosa, segundo gobernador. Debido a su enfrentamiento con el cabildo, en 1771, fue cesado por la asamblea de criollos, solicitando a Viana la restitución del cargo nuevamente en la gobernación de Montevideo. Durante su segundo período, Viana dictó una serie de medidas administrativas para reprimir el contrabando. De ese modo continuó hasta 1773, cuando renunció al cargo, sustituyéndole Joaquín del Pino.

Tras redactar testamento, Viana murió en 1773.

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MONTEVIDEO Y SU MURALLA EN EL SIGLO XVIII