27/01/2021

Hechos memorables forales de la Historia vasca, por Gregorio Hombrados de Oñativia


Gregorio Hombrados de Oñativia era natural de Zarauz, donde nació en 1902. Desde muy joven se dedicó a la pintura, estudiando Bellas Artes en Bayona y París, mientras se mantenía pintando retratos. Sus dos primeras colecciones fueron Galería de guipuzcoanos ilustres y Hechos memorables de la Historia de Guipúzcoa. El objetivo de esta última serie fue la reunión pictórica de los principales episodios de la historia eclesiástica y civil del País Vasco, no sólo de Guipúzcoa, en unas cuatrocientas obras. Desarrolló ambos proyectos a lo largo de su vida.

Algunas de estas pinturas ejecutados al carbón o en acuarela sobre los hechos memorables de la Historia foral de las Provincias Vascongadas son:

Íñigo Arizta en la defensa de Pamplona

El considerado como fundador de la Monarquía de Navarra, Íñigo Arizta, debió demostrar un extraordinario valor y heroísmo en la defensa de Pamplona frente a las poderosas tropas de Mohamed Abd-ar-Rahaman que, mientras su padre ponía cerca a Tudela, acometía el cerco a la capital en el año 852.

ÍÑIGO ARIZTA EN LA DEFENSA DE PAMPLONA


El rey de Navarra García III otorga el primer Fuero de Vizcaya, en 1951

El Fuero de Vizcaya fue otorgado por García III Sánchez, llamado el de Nájera, en el año 1051. Eran las primeras leyes escritas del Señorío, por lo menos de las que se tienen noticias de forma histórica.

GARCIA III OTORGA EL FUERO DE VIZCAYA


Carlos III ante la Corte de París

Solicitado por el rey francés Juan II, el navarro Carlos III se presentó en la Corte de París para que excusase de ciertos incidentes, el 8 de enero de 1351. Su actitud altanera provocó las iras de aquella Corte, pues inmediatamente le condenaron a muerte. La intervención de las reinas evitaron que se cumpliese dicha sentencia y pronto él mismo burlaría a sus jueces.

CARLOS III EN LA CORTE DE PARÍS


Alfonso XI concede las cartas pueblas de Vergara y Villafranca, en el Real Alcázar de Sevilla, el 30 de julio de 1268

ALFONSO XI CONCEDE LAS CARTAS PUEBLAS DE VERAGRA Y VILLAFRANCA


Junta General de las Encartaciones bajo el roble de Avellaneda

JUNTA GENERAL DE LAS ENCARTACIONES EN AVELLANEDA


El Conde de Lerín es hecho prisionero en Abarzuza

En 1451, el Reino de Navarra sufría una guerra civil entre agramonteses y beamonteses. El día 23 de octubre, fue hecho prisionero en el foso de la fortaleza de Abarzuza Luis de Beaumont, primer conde de Lerín y líder del bando de los Beamont.

EL CONDE DE LERÍN ES HECHO PRISIONERO EN ABARZUZA


Enrique IV jura los fueros en Gernika en marzo de 1457

ENRIQUE IV JURA LOS FUEROS EN GERNIKA


Tratado de paz de Fuenterrabía de 1353

TRATADO DE PAZ DE FUENTERRABÍA DE 1353


Juntas particulares de Guipúzcoa en Usarraga

JUNTAS PARTICULARES DE GUIPÚZCOA EN USARRAGA


Juramento de Fernando el Católico a los Fueros de Vizcaya

JURAMENTO DE FERNANDO EL CATÓLICO A LOS FUEROS VIZCAÍNOS

El rey de Aragón, Fernando el Católico, presta juramento de fidelidad a los Fueros de Vizcaya.


Ayuntamiento eibarrés en el siglo XVI

AYUNTAMIENTO EIBARRÉS EN EL SIGLO XVI


Guernica, lugar de Juntas. Año de 1575

GUERNICA, LUGAR DE JUNTAS. AÑO 1575


Balleneros embarcan desde el puerto de Guetaria en el siglo XVI

BALLENEROS EMBARCAN EN GUETARIA


La histórica isla de los Faisanes

LA HISTÓRICA ISLA DE LOS FAISANES



Descubrimiento de América

Las Juntas de Guernica de 1931

Aparición de la Virgen de Aránzazu a Rodrigo de Balzategui

Juramento solemne de Fuenterrabía

Las Juntas de Elgoibar de 1624

Alfonso X concede Carta Puebla a Tolosa

23/01/2021

Pedro de Arbolancha


Oficial del contador general de la isla La Española y visitador de Indias a principios del siglo XVI

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PEDRO DE ARBOLANCHA

Pedro de Arbolancha era natural de Bilbao, Vizcaya, donde nació en 1476.

Atraído desde joven por el comercio naviero como buen bilbaíno, fue uno de los primeros mercaderes de comercio con el Nuevo Mundo. Se trasladó a Sevilla y desde allí a América, en 1501, como oficial del contador general de la isla La Española (Santo Domingo). Llegó a poseer un repartimiento de indios, consiguiendo una fortuna.

Tras diez años de participación en exploraciones por Panamá, retornó a España para informar al rey sobre los asuntos de Indias.

El Consejo de Indias le envió como representante del mismo al Darién, en Panamá. Su cargo era el de visitador de Indias. Allí encontró a Núñez de Balboa y su expedición coronando el descubrimiento del océano Pacífico en 1513. Con Vasco Núñez de Balboa surgió una amistad y admiración ante su descubrimiento. Por ello, fue el propio Pedro de Arbolancha quien informó con prontitud al rey Fernando el Católico.

A su vuelta a España, Arbolancha entregó cartas, informes, oro, perlas y otros presentes, en la Casa de Contratación de Sevilla. En la Corte defendió la gesta de Núñez de Balboa obteniendo el título de adelantado de la Mar del Sur para su amigo que entregó personalmente a su regreso a Panamá.

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DESCUBRIMIENTO DEL OCÉANO PACÍFICO

19/01/2021

¿Quiénes son los vascongados? ¿Qué son las Provincias Vascongadas?


Vascongado era el término castellano ya en uso en la Edad Media, cuyo significado era el de vascohablante o euskaldun, con independencia de nacimiento o arraigo en las provincias occidentales o en Navarra.

Otras veces se llamaban vascongados a los vizcaínos nacidos en el Señorío de Vizcaya, sin que hubiera tampoco inconveniente. Por ejemplo, se denominaron vascongados, a los vizcaínos que fundaron la Hermandad Vascongada de Lima, en 1612, junto a guipuzcoanos, alaveses y montañeses de las Cuatro Villas (Castro-Urdiales, San Vicente de la Barquera, Laredo y Santander).

En el siglo XVIII, sin embargo, el término Provincias Vascongadas comenzó a aplicarse a las tres provincias occidentales (Álava, Guipúzcoa y Vizcaya), y el de vascongados a sus habitantes. Tal uso alcanzó su consagración definitiva con la creación por los ilustrados de la Real Sociedad Económica Bascongada de Amigos del País. Por tanto, el término vascongado desplazó al de vizcaíno en su extensión más amplia, restringiendo al ámbito referencial de este último solo a los naturales del Señorío de Vizcaya.

irurac bat bascongada simbolo vascos tres vascongadas
IRURAC BAT (LAS TRES UNO) EMBLEMA DE LA BASCONGADA

En el proyecto de ley de Segismundo Moret de 6 de enero de 1884, se denomina Vascongadas a la región administrativa y política formada por las provincias de Álava, Guipúzcoa, Navarra y Vizcaya.

Pero siempre, vascongado ha significado euskaldun o vascoparlante, y es significativo que en 1883, en el periódico catalán El obrero católico, publicado en Manresa, hallasen una carta de Pamplona donde se refieran al dialecto vascongado, hablando inequívocamente el euskera navarro.

Entonces se podía añadir, para mayor confusión, que existía desde la Edad Moderna, la denominación lingüística de por la que titulaban nación navarra. Por lo tanto, dependiendo de dónde estuvieran y con quienes se relacionara, se consideraban simultáneamente, de nación española, de nación vizcaína o vascongada y de nación navarra, todo en una misma persona si fuese necesario.

En los siglos XVIII y XIX, el término vascongado como sinónimo estricto del vizcaíno de los siglos anteriores conservó todas las resonancias prestigiosas de este. Pero, ya en el XX, el Nacionalismo vasco lo cargó de connotaciones negativas, hasta el punto de someterlo a un curioso tabú lingüístico. Para los nacionalistas, el uso de dicho término constituye un índice seguro no ya solamente de españolismo, sino de franquismo.

alava bizcaia gipuzcoa mapa provincias vascas
PROVINCIAS VASCONGADAS

16/01/2021

Camino Verde de la Ribera Alta de Navarra


El Camino Verde de la Ribera Alta de Navarra es una vía circular de pura naturaleza que conecta las localidades de Falces, Funes, Marcilla y Peralta, por las riberas de los ríos Arga y Aragón.

Aunque muchos de sus tramos están preparados para el paso con vehículos, esta camino natural, de unos 40 kilómetros de longitud, es perfecto para hacer pequeños tramos a pie, o para recorrer distancias un poco más largas en bicicleta, incluso para hacer espléndidos tramos a caballo. De igual modo, existen numerosas zonas de descanso habilitadas para un disfrute más sosegado. Para que las personas con movilidad reducida puedan disfrutar del Camino Verde, existen partes especialmente acondicionadas y pensadas para ellas.

A lo largo de este recorrido, en contacto con el medio ambiente, aparecen diversos tipos de paisajes: cortados de yesos, bosques mediterráneos, bosques y sotos de ribera, zonas esteparias, etc. Así, son visibles especies vegetales como álamos blancos y negros, alisos, tamarizales o espadañas. En cuanto a la fauna, existen mamíferos de singular importancia: jabalí, zorro, tejón, jineta, lirón, castor, visón europeo; y aves como águila, garza, búho, mochuelo, martín pescador, etc.

CASTILLO DE MARCILLA

FALCES

Si por algo se conoce a Falces es por el célebre Encierro del Pilón, declarado fiesta de interés turístico, y por su característica feria del ajo. Pero además, toda la localidad es una auténtica tierra de paisajes, un lugar del que disfrutar rodeado de estampas primorosas.

Sotos del Arquillo y Barbarace son una reserva natural que abrazan ambas orillas del río Arga, aguas debajo de la presa del Arquillo. Existen extraordinarios bosques en galería, poco comunes en la ribera.

Barranco de Sierras es una zona de alto valor medioambiental, catalogado como lugar de importancia comunitaria. Destaca por su particular vegetación dentro de una zona montañosa y erosionada, y el olor a tomillo, romero y tamariz.

FALCES

FUNES

Aunque Funes ha conseguido una posición muy destacada en el sector gastronómico, tanto por la industria cárnica, como sus embutidos artesanales, como por la producción de verduras, entre las que destaca el brócoli, sus enclaves naturales siguen siendo algo incomparable.

Barranco de Peñalén es una de las diez maravillas de Navarra, ya que se trata de un espectacular mirador natural. Su vértice permite contemplar un paraje. Al pie del Barranco, de 392 metros, funde sus aguas los ríos Arga y Aragón, para encontrarse con el Ebro a muy poca distancia.

Sotos Gil y Ramal Hondo destaca como extraordinarias reservas naturales con diferentes ambientes, creando meandros y entrantes a de agua en tierras colindantes. Las aguas discurren tranquilas por este bello paraje de flora y fauna típica.

FUNES

MARCILLA

Marcilla es famosa por su importante y restaurado castillo medieval del siglo XV, aunque también su tradicional esquina del mes de octubre. Cuenta con un rico patrimonio natural, diverso y de gran valor medioambiental.

Los cortados del río Aragón y los sotos forman un paraje único con amplias vistas al valle. El tramo del Aragón correspondiente a la localidad forma parte del complejo fluvial de cauce divagante mejor conservado de Navarra.

El Montico es un enclave de vegetación mediterránea, que presenta una gran diversidad de flora y fauna. Los pinares y las plantas aromáticas que crecen en él lo convierten en una gran perfumería natural. Esta zona ofrece una gama de paisajes singulares, como el Barranco de los Álamos, el Matapiojos, o las terrazas sobre el Aragón.

MARCILLA

PERALTA

Dos palabras tienen asociado el nombre de Peralta. una es su Atalaya, en referencia a la edificación medieval que observa la localidad desde los alto. La otra es el manjar culinario de Peralta, cardo, verde y blanco.

Sotos de la Muga es un enclave de interés naturalista, cuya zona presenta una estampa de sauces blancos, álamos y fresnos. Su riqueza está relacionada con el aprovechamiento de las maderas viejas del Arga, desde una perspectiva medioambiental.

Barranco de Vallacuera es una cuenca natural de bosque mediterráneo que recoge las aguas de la sierra de Peralta para llevarlas al río.

PERALTA

12/01/2021

Captura del galeón inglés Revenge por Marcos Aramburu en 1591


Tras las pérdidas de la Grande y Felicísima Armada española en 1588, y aunque la Armada inglesa también había sido bastante vapuleada tras la desastrosa aventura de la Contra-Armada de 1589 en Lisboa, la Monarquía inglesa decidió organizar una flota para combatir y apresar los galeones españoles de la Carrera de Indias que traían mercancías desde América, tan necesarios para mantener el extenso imperio territorial de Felipe II. Esta armada pretendía emboscar a la flota española en las inmediaciones de las islas Azores para repostar durante la travesía.

Aquella escuadra británica estaba compuesta de al menos 20 galeones de guerra y comandada por dos insignes marinos, Thomas Howard y Richard Grenville, al mando del HMS Defence, como capitana, y del HMS Revenge, como almiranta a las órdenes de Greenville. Otros 4 galeones de 500 toneladas formaban el núcleo principal de la flota incursora, a los que se unían 4 galeones menores y 6 mercantes armados como corsarios, llegaron a las Azores, en mayo de 1591. Más tarde, se incorporó otra escuadra de 8 buques y el galeón Garland, con la misión de vigilar la costa portuguesa en previsión de que apareciese una flota española que los pudiera pillar en desventaja.

Los espías del rey Felipe II conocieron la llegada de la flota inglesa de Thomas Howard a las inmediaciones de las islas Terceras (Azores). Ante este escenario, dio la orden de retrasar la salida de la Flota de Galeones de la Carrera de Indias para evitar su captura, y organizar una armada que reuniera todas las escuadras de galeones españoles. En esta expedición a las islas Azores de 1591 participaron navíos vizcaínos y guipuzcoanos dirigidos por el general de Armada, Alonso de Bazán, el capitán de la Armada Guipuzcoana, Marcos Aramburu, y el capitán de la Armada Vizcaína, Martín de Bertendona, y almirantes vascos como Joanes de Villaviciosa, Santiago de Aristeguieta y Antonio de Urquiola entre otros.

Además, estaban las escuadras de Sancho Pardo y la portuguesa de Luis Coutiño. Llegaron a reunir una flota de 52 galeones y 6 filibotes, al mando de Alonso de Bazán, con una tripulación de 7.200 hombres, mientras que los ingleses acumularon 22 buques de los cuales 6 eran grandes galeones.

COMBATE ENTRE LAS FLOTAS INGLESA Y ESPAÑOLA

Una semana después de su partida, llegaron los navíos españoles a las inmediaciones de las Azores, donde Alonso de Bazán se aprestó a la batalla dividiendo sus fuerzas para coger a los ingleses en dos frentes. Los almirantes españoles sabían el punto concreto donde los ingleses podrían abordar a los galeones de la Flota de la Carrera de Indias procedentes de Tierra Firme: entre las islas del Cuervo y de Flores.

Las órdenes del almirante disponían que Aramburu con los 7 galeones de Castilla, el San Francisco de la Presa, la capitana de los pataches y 2 filibotes portugueses atravesarían entre la isla de Flores y la del Cuervo, mientras que el principal de la escuadra a su mando lo haría por el margen izquierdo de la de Flores. A barlovento los galeones San Pablo, San Martin y San Felipe con los filibotes de Luis Coutiño y a sotavento los que mandaban Martín Bertendona, Sancho Pardo y Antonio de Urquiola, mientras que los galeones de Villavicencio quedaban a retaguardia como escuadra de reserva.

DEFENSA DEL REVENGE

Tras avistar a la llegada de una flota enemiga, Howard maniobró para ganar barlovento, pero las naves españolas aprovechando su inercia en curso pudieron situarse a tiro de cañón dando comienzo el combate. Los ingleses, siempre temerosos de un posible abordaje español, mantuvieron las distancias.

Aramburu que navegaba junto a Bazán se lanzó contra los ingleses tal y como era su misión principal, la destrucción de la flota enemiga. El San Cristóbal llegó a cañonear y disparar varias descargas de artillería al Defence mientras este maniobraba para evitar el abordaje, y finalmente huir. El Golden Noble se retiró de la lucha y poco después lo hizo el Foresight con graves pérdidas. La flota inglesa, al ver la superioridad española, salió en retirada a toda vela hacia Inglaterra.

El único buque inglés que entró en la lucha directa fue Revenge, de 43 piezas de artillería, conocido por haber sido gobernado por el corsario Francis Drake, ahora por Richard Greenville. El Revenge se quedó aislado del resto de la flota británica, que huía en maniobras evasivas, siendo atacado por la escuadra hispánica.

CUBIERTA DEL REVENGE EN ACCIÓN

Durante varias horas y hasta anochecer, el Revenge se defendió de las sucesivas embestidas de las principales naves españolas: la de Claudio de Beamonte, la de Martín de Bertedona, la de Marcos Aramburu, la de Antonio Manrique y la de Luis Cotiño. Los hombres de Marcos Aramburu consiguieron llegar al palo mayor y capturar el estandarte enemigo a pesar del fuego que recibían.

Cuando Greenville decidió rendirse, el Revenge tenía el casco reventado, sin mástiles en pie, y con 150 de sus hombres muertos o heridos. Su almirante fue recibido en el galeón de Alonso de Bazán con todos los honores por su valor y atendido por médicos tras encajar disparo de arcabuz.

También los buques ingleses que huyeron recibieron el acoso y disparo de otros buques españoles en su caza, aunque sin resultados constatables.

La victoria no fue gratis para los españoles, el Ascensión y el San Andrés, la urca de Luis Coutiño se abordaron de tan mal manera que se fueron al fondo, el Ascensión ese mismo día y la urca al día siguiente, si bien gran parte de su tripulación y su artillería pudieron ser rescatadas. Según las crónicas, las bajas españolas fueron menos de 100, algo menos de las que tuvo solo el Revenge, incluyendo los muertos del Ascensión. Una vez hechas las reparaciones de urgencia, la escuadra se adelantó más allá de las islas para encontrarse con las Flotas de Indias y respaldarlas.

Las dos Flotas de Indias, la de Tierra Firme de Diego de la Rivera y la de Nueva España de Aparicio de Arteaga, pudieron reunirse aunque un tanto maltrechas por la acción de temporales huracanados. Tras repararse algunas y repartir las mercancías de valor de las que se hundieron en puerto, la Flota de la Carrera de Indias pudo zarpar de nuevo hasta tomar la bahía de Cádiz.

RENDICIÓN DEL REVENGE

A la llegada a España, la gesta no se consideró una gran victoria, más bien una ocasión perdida para apresar a aquella armada inglesa. En cualquier caso, la jornada no fue más favorable a los ingleses, a la pérdida del Revenge y a la frustración de no haberse podido hacer con las riquezas de la Flota de Indias, hay que añadir, que los barcos que huyeron de las Azores llegaron en muy mal estado a Inglaterra, con grandes pérdidas humanas y materiales (aunque consiguieron llegar todos a Plymouth) y la escuadra corsaria bajo mando de Monson también sucumbió ante las galeras de Francisco Coloma, que les capturo un galeón de 200 toneladas, una zafra y una carabela e hizo prisionero al mismísimo Monson.

Y sobre todo, quedó constancia de que tras la Jornada de Inglaterra, España había vuelto a convertirse en la dueña del mar. Dominio indiscutible que conservaría hasta el combate de las Dunas en 1639 y que a partir de entonces sería disputado por Holanda, no por los ingleses.

Además, el motivo de esta batalla, los metales de la Flota de Indias, nunca estuvo en peligro, ya que previendo el ataque, se desembarcó en La Habana y partió rumbo a Sevilla a bordo de cuatro fragatas que arribaron a España en Enero de 1592.


MUERTE DEL CAPITÁN RICHARD GREENVILLE

08/01/2021

Juan de Urbieta Berastegui y Lezo


Soldado infante que pasó a la historia por capturar al rey Francisco I de Francia durante la batalla de Pavía, en 1525

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JUAN DE URBIETA BERASTEGUI Y LEZO

Natural de Hernani, Guipúzcoa, el destino de Juan de Urbieta Berastegui y Lezo parecía estar ya marcado por el contexto en el que nació. Su llegada a este mundo se produjo cuando los Reyes Católicos acababan de dar las primeras Ordenanzas Municipales con las que, a partir de entonces, debía regirse su villa natal Hernani. Pero la entrada del ejército francés en Guipúzcoa para apoyar a Navarra contra las tropas de Fernando el Católico provocó enfrentamientos. En el caso de Hernani, supuso un incendio que destruyó el lugar, perjudicando todos los planes previstos para su desarrollo económico, social y político.

Tras servir como criado en la Casa de los Artola, durante su estancia en San Sebastián, ya tenía claro que su destino era servir a su emperador Carlos I de España y V de Alemania y a su patria. Comenzó con la carrera militar, llegando a Italia como arcabucero y combatiendo en la batalla de Bicoca, en el marco de las llamadas Guerras de Italia, entre España y Francia.

HERNANI

Urbieta pasó a la historia, el 24 de febrero de 1525, durante la batalla de Pavía, por capturar al rey Francisco I de Francia, cuando cayó del caballo, herido de un tiro de arcabuz en medio del campo de batalla. Intentaba huir atravesando el puente sobre el río Tesino cuando sus tropas se encontraban ya vencidas y en fuga.

Según la versión ofrecida por Juan de Oznayo, paje del marqués del Vasto y uno de los testigos de la batalla:
"Francisco I iba casi solo cuando un arcabucero le mató el caballo, y yendo a caer con él, llegó un hombre de armas de la Compañía de don Diego de Mendoza, llamado Joanes de Urbieta, vascongado, natural de Hernani, en Guipúzcoa, y como le vio tan señalado, fue sobre él al tiempo que el caballo cayó. Y poniéndole el estoque al un costado por la escotadura del arnés, le dijo que se rindiese."
Así está escrito por el historiador Sandoval.

CAPTURA DE FRANCISCO DE FRANCIA POR JUAN DE URBIETA

Según Juan de Oznayo fue únicamente Urbieta el que capturó al rey francés, aunque otros advierten que Urbieta se encontraba en el mismo instante de la captura acompañado por otros dos soldados: el granadino Diego Dávila y el gallego Alonso Pita da Veiga. Detalla cómo, tras verse capturado y temiendo por su vida, el rey francés, al que Urbieta no reconoció en primer momento, gritó "La vida, que soy el Rey"; a lo que Urbieta, en mal francés le ordenó que se rindiese, contestando Francisco "que solo se rendiría al emperador".

Oznayo relataba que Urbieta observó que a poca distancia unos franceses habían cercado al alférez de su compañía con ánimo de arrebatarle la bandera y no estando dispuesto a dejar que ocurriera se dirigió al preso diciéndole "Si de verdad sois el rey, hacedme una merced". Obtenida la promesa, se alzó la visera del almete que protegía su cabeza y mostrándole sus dientes mellados, le dijo al monarca "En esto me reconoceréis"; y dejándole en el suelo con una pierna aprisionada debajo del caballo se alejó en defensa del pendón y de su oficial.

En este momento, mientras defendía su bandera, y siempre según la versión de Oznayo, llegaron Ávila, Pita y un tercer soldado llamado Aldama, quienes viendo al rey francés caído creyeron poderle detener aún cuando de él mismo salieron las palabras de "Ya he sido hecho preso." 

Estos hechos vienen a confirmarse en gran parte gracias a la carta que Francisco I le escribió a Urbieta con fecha 4 de marzo del año siguiente, demostrando su gratitud por lo bien que le había defendido, ayudándole a salvar la vida. También la crónica de Suárez de Alarcón lo avala.

JUAN DE URBIETA, POR HOMBRADOS OÑATIVIA

Obtuvo fama y honores a raíz de aquel suceso. Por eso, fue ascendido a capitán de caballería y obtuvo los títulos de caballero de la Orden de su Majestad. 

El 20 de marzo de 1530, en Bolonia, Carlos V le concedió el escudo de armas y un diploma acreditando sus méritos. El escudo representa un campo verde, un río, medio caballo blanco con una flor de lis en el pecho, la rienda caída y un brazo armado con estoque alzado. El campo verde es el sitio donde ocurrió la prisión, el río representado es el Tesino, el medio caballo con la rienda caída, el que montaba el rey Francisco y cayó, la flor de lis y corona las armas de este monarca, el brazo armado alzado es Urbieta, que le rindió.

Urbieta murió el 22 de agosto de 1553. 
Sus restos fueron enterrados en la iglesia de San Juan Bautista, en Hernani. A inicios del siglo XIX, durante la Guerra de la Independencia española, su tumba fue profanada por los soldados imperiales de Napoleón. 

Además, la espada tomada a Francisco I durante la batalla de Pavía que estaba expuesta en la Armería Real fue robada por los oficiales de Napoleón, regresando a Francia.

En aquel siglo XIX, el duque de Rivas recrearía esta hazaña en su romance La victoria de Pavia:

El hidalgo vizcaíno
Juan de Urbieta, que cubierto
de tosco arnés, es un potro
escaramuzaba suelto,
pasa y ve bajo el caballo
tan lucido caballero,
que por levantarse pugna
con inútiles esfuerzos.

ESPADA DE FRANCISCO I Y ESCIDO DE ARMAS DE URBIETA

06/01/2021

La ruta infinita, por José Calvo Poyato



La ruta infinita. Buscando un paso, una ruta y confirmar una sospecha, dieron la Primera Vuelta al Mundo
José Calvo Poyato, Editorial Harpercollins, (2019), 480 páginas

El 10 de agosto de 1519 partía del sevillano muelle de las Mulas una flota compuesta por cinco naves (la Trinidad, la San Antonio, la Concepción, la Victoria y la Santiago) dirigida por el experimentado navegante portugués Fernando de Magallanes, que había tenido el empeño y la tenacidad de hacer realidad su proyecto para buscar un paso entre el Atlántico y el mar del Sur. Tras permanecer cuarenta días en la desembocadura del Guadalquivir, frente a Sanlúcar de Barrameda, salieron a mar abierta.

Tres años después, solo una de ellas, la Victoria, con el velamen destrozado y una menguada tripulación de dieciocho hombres hambrientos y agotados, llegaba al puerto sevillano ante la atónita mirada de una multitud que se apiñaba en el Arenal y llenaba las riberas del Guadalquivir. Al mando de la nao estaba el vasco Juan Sebastián Elcano. Las calamidades y contratiempos sufridos eran incontables, pero habían encontrado un paso para llegar al mar del Sur, a las islas de las Especias, y dado la primera vuelta al mundo...

Calvo Poyato llevará al lector a Lisboa, donde se están construyendo la Torre de Belém y el monasterio de los Jerónimos, y en la cual Magallanes da forma a sus sospechas. También viajará a Sevilla, una ciudad en la que se siguen con pasión los viajes a las Indias, y a la corte de un jovencísimo Carlos I, donde se multiplican las intrigas cortesanas y los intentos de frustrar la expedición que protagonizará la gran aventura de viajar alrededor de la Tierra a través de mares desconocidos y hacer frente a los peligros en tierra firme. Un hecho tan grandioso como poco conocido, en sus más jugosos detalles y secretos, que merece la pena recordar.

En el Quinto Centenario de una de las más grandes gestas de la historia de la humanidad, con su impecable estilo y habitual rigor histórico, Calvo Poyato nos desvela en La Ruta Infinita la historia de esa aventura que fue algo más que la Primera Vuelta al Mundo.

01/01/2021

Vascos en la fundación del Virreinato de la Nueva España (1519-1521)


Tras el descubrimiento y la colonización de las primeras islas caribeñas por las expediciones españolas de finales del siglo XV, la siguiente etapa fue la expansión descubridora y la conquista continental, que se desarrolló hasta finales del siglo XVI. Los vascos fueron, no solo participantes, sino protagonistas de las exploraciones y asentamientos colonizadores más extremos.

Las islas de Cuba y La Española se consolidaron como principales bases coloniales, desde allí el radio de acción se prolongó por los alrededores del golfo de México hasta la península de La Florida, y hasta el océano Pacífico.

MAPA DEL MAR CARIBE DEL SIGLO XVI

El gobernador de Jamaica, Francisco de Garay, recorrió la costa de México, y en 1519 encontró la desembocadura del río Mississippi. Este vizcaíno envió a Alonso de Zorita a buscar un estrecho en la Florida que sirviese de paso hacia el Panuco, consiguiendo conquistar el litoral mexicano desde Pensacola hasta Cabo Rojo, recorriendo el río Mississippi. Pero Hernán Cortés se adelantó en la toma de posesión de tales tierras. En la expedición de Francisco de Garay llegaron Gonzalo Ochoa, paje de Cortés, hombre rico que estuvo al cuidado de los bienes de Cortés; y Martín de San Juan, de Irún, maestre de navío llegado con Garay.

Durante este tiempo, el golfo de México recibía las expediciones de Ponce de León de 1513 y 1521, en la que intervinieron otros vascos como los pilotos Juan Pérez de Urtibia y Juan M. Eguiluz.

En 1519, desde Cuba se organizó el asalto a un imperio situado en Tierra Firme, empezando por la península de Yucatán, al mando de Hernán Cortés.

La expedición cortesiana partió de Cuba el 10 de febrero de 1519, llevando a su cargo 11 naves, a bordo de las cuales embarcaron 100 marinos, 500 soldados y capitanes, unas decenas de ballesteros, escopeteros y jinetes, 200 indios de servicio y una artillería compuesta de 10 cañones y 4 falconetes. Como intérprete llevaron a Jerónimo de Aguilar, quien llevaba siete años viviendo en aquellas tierras, náufrago de una excursión anterior en 1511. El propósito de la misión era explorar las tierras litorales del golfo de México y fundar ciudades, pero sin adentrarse tierra interior.

FUNDACIÓN DE VERACRUZ

La primera ciudad fundada fue Veracruz, cuyo primer alguacil mayor del ayuntamiento fue Juan Ochoa de Elexalde, de Salinas de Léniz. Desde allí pacificó a los naturales de Tabasco, de quienes consiguió los servicios de la india maya Malinche como traductora y consejera, fundó el puerto marítimo de Zempoala, y liberó a los totonacas de su servidumbre a los aztecas. Cortés supo de las guerras intestinas y conflictos establecidos entre un imperio dominante, el azteca, y varios pueblos indios oprimidos, que más tarde le fue de gran utilidad estratégica cuando decidió la conquista definitiva de un país que los lugareños llamaron México.

Pero Hernán Cortés desobedeció las órdenes del gobernador de Santo Domingo, Diego Velázquez de Cuellar, y decidió explorar el interior mexicano en busca del Imperio azteca. Para impedir que nadie regrese a Cuba, ordenó desmantelar las naves.

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HERNÁN CORTÉS MANDA DESMANTELAR SUS NAVÍOS, POR RAFAEL MONLEÓN Y TORRES

A mediados de agosto, Cortés con una hueste formada por 400 soldados, 15 jinetes y 1.300 indios totonacas emprendió rumbo hacia Tenochtitlán. En Tlaxcala, liberó a la tribu de los nahuas, enemigos de los aztecas, que se unieron a la expedición.

Durante la búsqueda, encontraron un volcán activo: el Popocatépetl, de 5.450 metros. Los expedicionarios se quedaron admirados al ver cómo echaba fuego por la boca. Diego de Ordas se encargó de subir hasta la cima, convirtiéndose en el primer escalador europeo en coronarlo. Desde lo alto divisó el objetivo: Tenochtitlán, el corazón de la civilización azteca.

La entrada en la capital se produjo el 8 de noviembre de 1519. Se trataba de una ciudad rodeada de agua y unida a la tierra por cuatro avenidas, y poblada por unos pocos centenares de miles de habitantes. Moctezuma II era su emperador, quien los recibió, sirvió vasallaje a Carlos I y alojó a las huestes en su palacio real. Los colonizadores se quedaron fascinados por aquella ciudad, descubrieron los lujos revestidos en oro, plata y piedras preciosas que el emperador de los méxicas mostraba en sus dependencias, cuyo valor local era apenas estético.

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EXPEDICIÓN DE HERNÁN CORTÉS A TENOCHTITLÁN

Aunque la gran superioridad numérica del ejército azteca fue evidente, los españoles fueron recibidos con total diplomacia. Cortés aseguró que sus intenciones eran las mejores, le prometió beneficios enormes a Moctezuma y como muestra contrajo matrimonio con la nativa maya Malinche, su traductora personal.

Un día llegaron noticias de que caciques aztecas atacaron el campamento de Veracruz y decapitaron a varios expedicionarios. Aquella situación se fue volviendo cada vez más tensa. La causa fue que, en mayo de 1520, el gobernador de Cuba, Diego Velázquez, había organizado una expedición formada por 1.000 hombres al mando de Pánfilo de Narváez para arrestar a Cortés por desobedecer órdenes. En la expedición de Narváez llegaron vascongados, algunos de los cuales fueron Francisco Martín, Antón de Torraeta, Gonzalo de Urriola, Juan de Susmiaga, Juan de Orozco; Juan de Zubia, de Oñate. El más destacado fue Francisco de Orduña, regidor de la villa de Tepeaca en 1520, secretario de Cortés y secretario del cabildo de la ciudad de Méjico en 1524.

La expedición cortesiana regresó hacia la costa en busca de Narváez, dejando en Tenochtitlán una guarnición de 120 soldados al mando de Pedro Alvarado. En Zempoala, Cortés sorprendía y derrotaba a Narváez. Aquella victoria le proporcionó más hombres y armas, confianza en su habilidad militar, y derechos de conquista.

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HERNÁN CORTÉS Y LOS EMBAJADORES DE MOCTEZUMA, POR JOSÉ GALOFRÉ Y COMA

Mientras tanto, el 1 de julio de 1520, en Tenochtitlán comenzaba la fiesta de Toxcatl para honrar al dios principal, Tezcatlipoca, en cuyo honor se sacrificaba un joven hermoso y virgen. En el momento culminante de aquella celebración, Pedro Alvarado irrumpió a caballo con sus hombres en la plaza del Templo Mayor, abriéndose paso a tiros de arcabuz y espada entre la multitud azteca, con la intención de humillar aquel dios de fe herética, sembrar el terror, someter a las masas, fortalecer su poder frente a Moctezuma y ganarse los laureles de Cortés.

Durante el enfrentamiento, murió gran parte de la nobleza local que estaba indefensa al igual que sus guardianes, desarmados. Aquella situación se puso en su contra, la rebelión nativa se desbordó y por más que los de Alvarado hiciesen derramamientos de sangre, cada vez llegaban más guardianes armados en venganza hasta el punto de rodearles. Los conquistadores se refugiaron en el palacio de Axayácatl.

Cuando Cortés llegó a la capital junto a sus aliados tlaxcaltecas, la situación era pésima. Su salvoconducto, intermediario y rehén Moctezuma murió en extrañas circunstancias. El hermano del emperador, Cuitláhuac lideró la resistencia del pueblo azteca.

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HERNÁN CORTES Y MOCTEZUMA II

A fin de evitar su exterminio por los aztecas, Cortés ordenó la retirada. Los expedicionarios partieron de la ciudad el 30 de junio de 1520, siendo sorprendidos y atacados desde los lagos, fue la llamada "Noche Triste". Murieron cerca de 800 soldados y unos 5.000 indios aliados.

Cortés sabía que la recuperación de su conquista era cuestión de tiempo y estrategia. Como ambicioso expedicionario y excelente estratega supo jugar las cartas a su favor. La mejor carta se llamó: viruela. Una enfermedad que se había filtrado en la capital azteca y ya estaba causando la muerte en gran parte de su población incluso antes de la retirada.

Mientras tanto, Cortés se refugió en Tlaxcala y en Tezcuco, afianzó la alianza con los tlaxcaltecas, organizó una expedición de conquista en toda regla contra la confederación azteca. La armada cortesiana estaba basada en la colaboración aliada de varias tribus indígenas enemigas de los méxicas y en la construcción de trece bergantines armados de artillería para surcar el entorno hidrográfico de Tenochtitlán y que fueron construidos por el vizcaíno Martín López.

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RECORRIDO DE LA EXPEDICIÓN CORTESIANA

El ejército de Cortés estaba formando por 80.000 guerreros tlaxcaltecas, reforzados por centenares de españoles entre los cuales marchaban entre otros vascos los capitanes Cristóbal y Martín de Gamboa; los durangueses Andrés de Monjarraz, capitán, Gregorio Monjarraz y Martín Ruiz de Monjarraz, que murió en combate; otro capitán fue Miguel Ochoa de Bedua, de Cestona; el encargado de la artillería y capitán Francisco de Orozco; el cabo Amador de Láriz; Juan de Montano, de Portugalete, el alférez de Pedro de Alvarado; Diego de Motrico, marino y Alonso de Motrico; el capitán Diego de Ordás, leonés, originario de las Encartaciones; Diego de Orduña, de cargos públicos; Diego de Olarte, fraile, dedicado a la evangelización; Andrés y Diego de Sopuerta; Juan de San Sebastián; Pedro de Urbieta, Miguel de Veraza, Juan de Ugarte, de Llodio; Juan Ruiz de Viana, navarro; Pedro Vizcaíno, de Bilbao; Juan de Zamudio, fue señor de Piaxtla y más tarde apoderado de Cortés, en Panamá.

El 30 de mayo de 1521, comenzó la definitiva ofensiva contra el bastión de México-Tenochtitlán. Aquella ciudad había reorganizado al Ejército azteca y la vida civil, y fortificado la ciudad bajo el reinado de Cuitláhuac. Pero la viruela negra fue la mejor arma y aliado español en el ataque final. Durante la llegada a Tenochtitlán de la primera expedición cortesiana, esta enfermedad desconocida en América se instaló en la población azteca. Durante el rearme de la armada en Tlaxcala, el contagio causó estragos entre sus defensores, que alcanzó también a su emperador, Cuitláhuac, sucedido por su hijo Cuauhtémoc.

Cuando llegó Cortés, los méxicas estaban bastante debilitados y mermados en sus posibilidades de resistencia frente a un ataque de un ejército invasor, inferior en número de efectivos, pero militarmente más potente. Días después Cuauhtémoc fue secuestrado y la resistencia azteca derrotada. El 13 de agosto, la expedición cortesiana triunfó y, con ello, el virreinato de Nueva España controló un inmenso territorio mexicano.

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COLONIZACIÓN DE TENOCHTITLÁN POR HERNÁN CORTÉS