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23/08/2024

Batalla de Tafalla


La Batalla de Tafalla es un acontecimiento datado en el año 1043 (aunque algunos historiadores la sitúan en 1035). Este acontecimiento enfrento a las tropas pamplonesas de García III Sánchez el de Nájera contra una coalición formada por soldados leales al rey de Aragón Ramiro, el hermano de García, Gonzalo Sánchez, y el emir de Zaragoza probablemente al-Musta'in.

FORTALEZA DE ARTAJONA

A la muerte del rey pamplonés Sancho III el Mayor este repartió sus posesiones entre sus cuatro hijos. Ramiro era el hijo mayor, pero al ser ilegítimo, las leyes jurídicas del reino de Pamplona mandaban que el hijo legitimo mayor, en este caso García, fuera el que recibiese todas las posesiones del padre, así que García recibió el Reino de Pamplona, Fernando tuvo el Condado de Castilla de parte de su madre y Ramiro y Gonzalo recibirían títulos de "régulos" por lo que podían ejercer de reyes en sus condados siempre y cuando fueran vasallos del rey de Pamplona.

Se cree que esta situación de sentirse minusvalorado fue la que llevó a Ramiro a plantar batalla a su hermano García por el dominio del reino que él creía que por derecho debía ser suyo. Por esto, se alió con el emir de Zaragoza para atacar el Reino de Pamplona.

Aunque no se tienen mucha información sobre esta batalla acaecida a las afueras de Tafalla se suele afirmar que tuvo una corta duración y hubo una victoria indiscutible de los pamploneses haciendo que Ramiro I de Aragón se tuviera que retirar apresuradamente del campo de batalla perdiendo incluso su caballo, que sería cogido por un noble pamplonés y entregado a su rey.

Después de la batalla, el rey de Pamplona sería indulgente con su hermano y lo perdonaría, haciéndole incluso entrega de algunos castillos. Con esto y la derrota, Ramiro calmaría sus intenciones ambiciosas de conseguir territorios del Reino de Pamplona hasta la muerte de su hermano García.

GARCÍA III DE PAMPLONA Y RAMIRO I DE ARAGÓN

10/11/2023

Toma de Calahorra


Un suceso mitológico fue el detonante de la toma de Calahorra por parte del rey pamplonés García III Sánchez. La leyenda se remonta al año 1044 y sostiene que durante una partida de cetrería en la que el rey había cruzado el río Najerilla, encontró dentro de una cueva una imagen de la virgen sobre una piedra. El hallazgo impulsó al rey levantar el Monasterio de Santa María la Real y fundar la Orden de la Terraza. Parece que este suceso está en el origen de la decisión de García III de tomar la ciudad de Calahorra, en la actual Rioja.

Pero, además, la conquista fue precedida por dos golpes militares de García contra territorios islámicos con el apoyo de la taifa de Toledo. El primero, devastando tierras y cosechas en Zaragoza en el verano de 1044. El segundo, siete meses después, saqueando amplias zonas próximas a Tudela.

CALAHORRA

En noviembre del año 1044, acudieron a una convocatoria del rey García, su hermano Fernando y su hermanastro Ramiro. Junto a ellos asistieron seis obispos: Álava, Nájera, Pamplona, Urgel, Oca y Palencia, además de los grandes magnates de los reinos. Llegaron a un acuerdo para lanzar estrategias de los ejércitos y buscar el momento propicio para el asalto.

Durante cinco meses antes del ataque, se hicieron grandes talas de árboles en los montes de San Millán y Cameros; después se fueron aprovechando los de Nájera y Viguera para la fabricación de ingenios de guerra como catapultas, arietas y trabucos, que también se obtenían de la madera de la sierra de Isasa, sobre el Arnedo y Peralta, donde se trabajaban estas armas necesarias para el combate. Otras armas defensivas y ofensivas como casquetes, lorigas, cotas de malla, escudos, adargas, espadas, dardos, arcos y útiles de zapador eran fabricados por los herreros del Pirineo navarro y Vizcaya, y la artillería por los armeros de Álava, Nájera y Pamplona.

Se preparó una numerosa hueste con recluta en todas las provincias de la corona, bajo los senescales (jefes de la nobleza), señores de las villas, oficiales y emisarios del rey, sus príncipes y sus prelados. Todas las milicias se fueron concentrando en la gran meseta del camino de Nájera y ciñeron la ciudad en atacar por la parte de Nájera y cortar así los posibles socorros por la parte de Tudela.

Las murallas de Calahorra descendían en fuertes pendientes hacía el río Cidacos y la vega del Ebro. En el recinto amurallado, la puerta de poniente embocaba con el camino de Nájera.

El inicio de la contienda tuvo lugar el 30 de abril de 1045. No se dispone de una crónica fiel de la batalla, y algunos relatos que se conservaron tienen un carácter más o menos literario, e incluso son una exaltación hiperbólica.

MONASTERIO SANTA MARÍA LA REAL DE NÁJERA

Los historiadores convienen en paralelismos y contrastes existentes en la reconquista de ciudades tan importantes como Calahorra o Barbastro. Esta última fue también reconquistada varias veces, la primera en el año 1063 por un ejército cristiano con tropas llegadas desde otros reinos de Europa con la indulgencia papal. Y, aunque perdida en el 1064, con dura lucha las dos veces, fue definitivamente rescatada del islam en 1100. Aunque la diferencia esencial con Calahorra es que esta había sido ya una ciudad cristiana a finales del siglo X. Desde el año 923, conquistada por Sancho I Garcés y con la ayuda del rey asturiano Ordoño II, se mantuvo cristiana hasta el 966. También esto explica porque en 1045 no hubo una resistencia feroz de musulmanes puros, pues la numerosa presencia de cristianos mozárabes desde el interior de la ciudad siempre podía operar como una columna de ataque desde dentro.

24/11/2022

Batalla de Tamarón


La Batalla de Tamarón fue un enfrentamiento militar que tuvo lugar el año 1037, entre las tropas del rey leonés Bermudo III contra las del rey de Castilla Fernando Sánchez, apoyado por el rey de Pamplona-Nájera García III Sánchez.

Distintas versiones de los hechos difieren tanto en las fechas (30 de agosto, 1 de septiembre o 4 de septiembre), como en el emplazamiento de la batalla (Tamarón, en Burgos, o Támara de Campos, en Palencia). La Crónica najerense, la Crónica silense y Chronicon mundi de Lucas de Tuy además de los Anales Toledanos, Compostelanos y Castellanos Segundos dan como lugar de la batalla el valle de Tamarón. Las crónicas recogen que la batalla se libró después de que Bermudo III pasara la frontera de los cántabros (río Pisuerga) y que tuvo lugar en el valle de Tamarón "super vallem Tamaron", y Tamarón es el actual pueblo de Burgos que se halla en el marcado valle que forma el arroyo de Sambol. Támara, que nunca fue llamada Tamarón, no está situada en ningún valle. Es con De rebus Hispaniae de Jiménez de Rada donde viene la confusión, ya que dicho autor situaba la batalla junto al río Carrión, donde se encuentra relativamente cerca la villa de Támara (Palencia).

REINO DE CASTILLA, SIGLO XI

Los orígenes de la batalla tienen como escenario la Tierra de Campos, los territorios entre el Cea y el Pisuerga disputados entre León y Castilla desde el siglo IX. Dicha zona había sido incorporada a Castilla en tiempos de Sancho III el Mayor, y Bermudo III quería recuperarlas. Fernando I, por su parte, consideraba esa zona como dote de su esposa Sancha, hermana del rey leonés que se había casado con Fernando I.

Las tropas de Fernando I ayudadas por las de su hermano, el rey de Pamplona-Nájera García III Sánchez, vencieron a Bermudo III de León que perdió la vida en la batalla, supuestamente a manos de siete enemigos cuando se adelantaba a sus huestes en busca del conde castellano. Autopsias realizadas en el siglo XX demuestran que sufrió una cuarentena de heridas de lanza, muchas de ellas en el bajo vientre, comunes en otros caballeros medievales una vez desmontados. Por otra parte, el número de heridas pone de manifiesto la saña con la que fue desmontado y matado en mitad de la lucha al caer en medio de las filas enemigas.

BATALLA DE TAMARÓN

"...pero la muerte, lanza en ristre, que es criminal e inevitable para los mortales, se apodera de él (Bermudo) y le hace caer de la carrera de su caballo; siete caballeros enemigos acaban con él. García (rey de Navarra) y Fernando presionan sobre ellos (los leoneses). Su cuerpo es llevado al panteón de los reyes de León. Después, muerto Vermudo, Fernando asedia a León y todo el reino queda en su poder."

Muerto Bermudo III sin descendencia, el trono pasó a su hermana Sancha, que cedió los derechos a su marido Fernando I, que se coronó rey de León.

04/03/2022

Batalla de Calatañazor


La Batalla de Calatañazor fue una supuesta batalla que habría tenido lugar en esta localidad soriana el verano del año 1002. En ella parece que Almanzor se vio obligado a huir tras luchar contra los ejércitos cristianos hispánicos coaligados por sus respectivos reyes: Sancho García de Castilla, Alfonso V de León y García II de Pamplona.

Sin embargo, la mayoría de los historiadores actuales consideran dicha batalla más un mito que un hecho real, probablemente creado para compensar el sentimiento de inferioridad que las continuas victorias de Almanzor produjeron en los reinos cristianos.

García Sánchez Pamplona califa Almanzor Córdoba
GARCÍA II SÁNCHEZ DE PAMPLONA Y ALMANZOR DE CÓRDOBA

De entre las fuentes cristianas, el cronista Lucas de Tuy fue el primero en narrar el encuentro de Calatañazor. Según él, después de una campaña contra Galicia, Almanzor se adentró en Castilla, saliendo a su encuentro el rey Alfonso V de León (y no Bermudo II, como escribió el cronista). Continuaba:
"...e en el lugar que se dize Calatanasor muchos millares de Sarrazines cayeron, et si la noche non cerrara el día, ese Almançor fuera preso. Enpero, en esse dia non fue vençido, mas de noche tomó fuyda con los suyos."

Al amanecer de un día de julio del año 1002, el rey leonés ordenó a los suyos que atacasen el campamento amirí, pero los cordobeses habían desaparecido, y todo el botín que capturaron se reducía a las tiendas de campaña y diversos enseres de escaso valor. Añadió el obispo historiador de la crónica que en la persecución de los mahometanos jugó un papel significante el conde García Fernández de Castilla (que llevaba siete años muerto, y en realidad fue su hijo Sancho García).

El prelado incorpora además el germen de una mítica leyenda, señalando que el día de la batalla, un extraño personaje, que identifica con un pescador, lloraba gimiendo, a veces en árabe, otras en lengua romance, diciendo: en Calatañazor perdió Almanzor el tambor. Para el cronista, este espejismo era el diablo que "llorava la cayda" de los moros. En cualquier caso, Almanzor se negó a comer o beber, muriendo al llegar a la ciudad de Medinaceli. La Historia silense sentencia:
"Pero, al fin, la divina piedad se compadeció de tanta ruina y permitió alzar cabeza a los cristianos, pues pasados doce años Almanzor fue muerto en la gran ciudad de Medinaceli, y el demonio que había habitado dentro de él en vida se lo llevó a los infiernos."

Rodrigo Jiménez de Rada y la Estoria de España de Alfonso X ofrecen una versión idéntica de los hechos, con la excepción del espectro que anuncia el próximo final de Almanzor se aparece en Córdoba.

CABALLEROS CRISTIANOS

Con respecto a las fuentes mahometanas, la versión más completa es la proporcionada por al-Maqqari, autor del siglo XVII que recopiló a numerosos historiadores medievales. Según éste, a comienzos de 1002, Almanzor se preparó, siguiendo su costumbre anual, para romper la frontera cristiana, dirigiendo sus ataques hacia Castilla. El arabista Lévi-Provençal apuntó como uno de sus objetivos el monasterio de San Millán de la Cogolla, que fue arrasado. Según el cronista, Almanzor ordenó que se sumara a su hueste un considerable contingente de tropas norteafricanas con las que se encontró, según lo acordado, en Toledo. Desde allí partió hacia la ribera del Duero, en cuyas proximidades causó estragos y cuyas tierras devastó. Remontando el curso del río consiguió poner pie en los dominios del conde de Castilla. Pero un enorme ejército cristiano le sorprendió acampado cerca del castillo llamado de las Águilas, en Calatañazor. Almanzor atacó esta hueste a la cabeza de sus propias tropas y fue derrotado, con grandes pérdidas.

De regreso de esta expedición, se sintió enfermo (quizá de una herida recibida en combate), pero continuó haciendo la guerra a los infieles y devastando su territorio hasta que la dolencia se complicó de tal manera que tuvo que ser transportado en una litera, sobre suaves cojines y cubierto por un baldaquino y cortinas que le protegían de la vista de su ejército. En tal estado llegó a Medinaceli, donde la enfermedad se agravó lo suficiente para provocarle la muerte la noche del 10 de agosto de 1002.

Sintiéndose morir, el caudillo de al-Ándalus pidió a su hijo Abd al-Malik que le recibiera para darle las últimas instrucciones. Cuando vio llorar a su sucesor, el agonizante Almanzor le reprochó su falta de valor con palabras que se convirtieron en realidad:
"Esta me parece la primera señal de la decadencia que aguarda al imperio."

CASTILLO DE CALATAÑAZOR

29/10/2021

Batalla de Cervera


La batalla de Cervera tuvo lugar en Peña Cervera el lunes 29 de julio del año 1.000, entre la coalición cristiana de tropas navarras, castellanas y leonesas al mando de Sancho García (conde de Castilla) y de García Gómez (conde de Saldaña), frente el caudillo musulmán Almanzor al frente del ejército del Califato de Córdoba.

El ejército cristiano empezó presionando las dos alas del ejército de Almanzor, pero éste les hizo creer que recibía refuerzos, batiéndose los primeros en retirada, lo cual fue aprovechado por el ejército musulmán para controlar la situación consiguiendo la victoria aunque con unos setecientos muertos entre sus filas.

Era la primera vez que la unión de los reinos cristianos hispánicos hacía frente al ejército de Almanzor acercándose a su derrota. En palabras de Víctor Saornil fue "la única batalla en la que los ejércitos cristianos acariciaron la victoria".

MAPA DE ESPAÑA, AÑO 1000

El ejército andalusí no luchaba en campo abierto desde la batalla de Rueda en 981 y desde el saqueo de Santiago de Compostela en 997. Todos los reyes, príncipes y condes cristianos vivían bajo una paz impuesta por Almanzor que no impidió a este lanzar nuevas aceifas (particularmente desde la muerte del conde castellano García Fernández en 995).

Las aceifas volvieron con un ataque sobre Pallars y Pamplona, siendo socorrida esta última por Sancho García (999). Un año más tarde, Almanzor lanzó una campaña contra los castellanos. El hayib musulmán necesitaba de estas expediciones para financiar con el botín a su numeroso ejército y tener ocupados en algo a sus oficiales. El ejército califal había aumentado de los 30.000 hombres en tiempos de Abderramán III a 50.000, gracias a contingentes de mercenarios bereberes traídos del Magreb por el propio hayib y leales sólo a él. Obviamente, solo una parte de este ejército acompañaba a Almanzor en sus expediciones, el resto quedaba guarneciendo las ciudades del Califato. Por razones desconocidas (quizá el auxilio del conde castellano a los navarros, quizá el abandono del tributo o el aliento del Sancho a la rebeldía de los condes leones frente a Córdoba), Almanzor decidió lanzar una ofensiva contra Castilla.

El 21 de junio del año 1000, el dictador amirí partía de Córdoba listo para castigar el desafío del conde con una numerosa hueste. Sancho García reunió sus fuerzas y recibió contingentes de otros nobles cristianos, como el rey de Pamplona, el de León o el conde de Saldaña, reuniéndose una nutrida tropa de leoneses, castellanos, navarros y vascos. El encuentro se dio en Yarbayra o Peña Cervera, al sur de Silos, entre estos altos y la localidad de Espinosa de Cervera. Los dirigentes cristianos declararon ilícito huir, estando sus hombres no dispuestos a retroceder en defensa de Castilla. Estaban acampados en una sólida posición defensiva en lo alto de un peñón que controlaba el paso de numerosos caminos. Los dos ejércitos tomaron contacto el 29 de julio y se prepararon para combatir al amanecer del día siguiente.

VILLA DE CERVERA

Almanzor, sin saber bien qué hacer al darse cuenta del tamaño de la hueste cristiana y su ventajosa ubicación, decidió reunirse con sus oficiales para decidir la estrategia. A la mañana del día 30, mientras aún los cordobeses no habían decidido un plan de acción, el conde castellano lanzó un ataque inesperado descendiendo por las laderas de la peña contra los flancos del ejército cordobés.

Los cristianos presionaron con su caballería ambos flancos de los musulmanes que apenas se sostenían, sorprendidos por el embate enemigo. Justo en el momento en que su flanco derecho estaba a punto de desbaratarse por completo, Almanzor envió a su hijo favorito, Abd al-Malik al-Muzaffar, para sostenerlo, mientras que su otro hijo, Abderramán Sanchuelo, acudía a auxiliar otro punto de la línea de batalla. Estos refuerzos equilibraron el combate, que se intensificó. Uno de los jefes bereberes que acompañaban a al-Muzaffar dio muerte a uno de los condes Banu Gómez. Entonces, Almanzor realizó la martingala que le valió la victoria en el reñido enfrentamiento: ordenó trasladar campamento desde la hondonada donde se hallaba a un cerro cercano. El conde castellano creyó que las fuerzas que aparecieron en el alto eran nuevos refuerzos que acudían a la batalla y ordenó la retirada, que se convirtió en una desbandada. La caballería islámica se encargó de perseguir al enemigo. Almanzor logró capturar el campamento enemigo.

Almanzor batalla Cervera
INTERIOR DE LA CAPITAL DE CÓRDOBA, POR EDWIN LORD WEEKS

Era la primera vez que la unión de los cristianos luchaba frente al ejército de Almanzor y casi le causaba la derrota. Las bajas del ejército califal fueron estimadas en setecientos muertos por los cronistas musulmanes. Almanzor logró capturar el campamento enemigo, con numerosas armas y objetos de valor. Moriría en 1002, cuando estaba de campaña en tierras riojanas.

26/02/2021

Batalla de Simancas


Una coalición de fuerzas leonesas, castellanas y navarras se enfrentó al poderoso califa Abderramán III en verano del año 939 en la ciudad fortificada de Simancas, en la confluencia de los ríos Duero y Pisuerga. Todo comenzó con la iniciativa del califa cordobés de emprender una expedición de ataque y saqueo a los reinos cristianos hispánicos que definió como Campaña de la Omnipotencia.

Para emprender esta guerra santa consiguió reclutar un gran ejército formado por 100.000 soldados, formado por mercenarios andalusíes, militares profesionales, tribus bereberes, soldados de las provincias militarizadas, contingentes de las marcas fronterizas y un buen número de voluntarios. Estaban apoyados por una interminable columna de bestias de carga que transportaban víveres, pertrechos y armamento.

BATALLA DE SIMANCAS

Emprendieron la marca desde Córdoba en junio del 939. El primer objetivo de la campaña era la estratégica ciudad de Zamora, ya que su toma supondría romper en dos la línea defensiva del Reino de León. Sin embargo, para llegar a Zamora, el pesado contingente debía superar primero Simancas, una ciudad a situada en la provincia de Valladolid.

En la ciudad fortificada de Simancas le esperaba el rey leonés Ramiro II, el rey navarro García I Sánchez y los condes castellanos Fernán González y Ansur Fernández, a cargo de sus respectivos ejércitos y que en total sumaban 20.000 efectivos.

El día 1 de agosto, tuvo lugar la batalla de Simancas entre ambos contendientes en la margen derecha del Pisuerga, al noreste de la ciudad. Fue muy violenta y se prolongó durante seis días.

CASTILLO DE SIMANCAS

El empuje de los cordobeses fue colosal, pero la coalición cristiana aguantó con coraje hasta equilibrar las fuerzas. Durante cinco días se sucedieron las refriegas. Las bajas fueron tremendas, pero los cristianos mantenían su moral intacta al ver que los musulmanes no lograban penetrar sus filas ni poner en peligro la ciudad. Por contra, los generales árabes soportaban mal a los mercenarios eslavos y peor aún a los berberiscos. Al sexto día, Abderramán decidió levantar el campamento y emprender la retirada.

Pero Ramiro II no se conformó con resistir en la plaza y se lanzó en persecución del califa a quien alcanzó en un barraco de la provincia de Soria entre el río Riaza y Atienza: la emboscada Alhandega.

Como simbólico botín el monarca obtuvo el Corán y la cota de malla del califa, bordada en oro. Abderramán III encajó mal la derrota y al llegar a Córdoba mandó ahorcar a 300 de sus oficiales acusándoles de cobardía.

Como consecuencia de la batalla, la línea de repoblación del reino de León avanzó hasta el río Tormes, se iniciándose la repoblación del sur del Duero. La ciudad de Simancas no se convertiría en plaza fuerte de la cristiandad hasta su definitiva conquista en 1085, pero permanecerá siempre en el imaginario de la Reconquista por la gran derrota que sufrió Abderramán.

GARCÍA I Y RAMIRO II

10/12/2020

Batalla de Valdejunquera


El reinado de Sancho I Garcés en Pamplona tuvo lugar entre los años 905 y 925, siendo el primer rey de la dinastía Jimena. Su política exterior se basó en recuperar los territorios arrebatados por los Banu Qasi del valle del Ebro. Estos eran una poderosa dinastía de musulmanes que controlaban grandes territorios del valle medio del Ebro, descendientes lejanos del conde Casius, un aristócrata godo que se convirtió al Islam en el 714 para mantenerse en el poder.

El proyecto de Reconquista que emprendió Sancho I hacia el 910, la llevó a la práctica en el cuadrante suroccidental de la actual Navarra, entonces País de Deio, que comprendía las tierras entre el Arga y Álava. El resultado final fue la toma de la fortaleza de San Esteban sobre el monte Monjardín.

La batalla de Valdejunquera enfrentó a los tres monarcas más poderosos de la península ibérica de comienzos del siglo X, es decir, a Sancho I Garcés, rey de Pamplona, y Ordoño II, rey de León, contra Abderramán III, emir de Al-Ándalus. El escenario fueron los valles de Guesalaz y Yerri el 26 de julio del 920.

Valdejunquera debió de corresponder a algún modesto paraje de Guesalaz, situado con toda probabilidad entre los concejos de Muez, Irujo y Arguiñano.

pintura retrato ordoño leon sancho pamplona
ORDOÑO II Y SANCHO I

El emir Abderramán, de claros orígenes navarros, viendo que sus generales eran derrotados una y otra vez por los reyes cristianos del norte peninsular, decidió ponerse al frente de un poderoso ejército. Partió de Córdoba el 4 de junio del 920.

El joven rey pamplonés Sancho Garcés I mantuvo un férreo cerco a la ciudad mora de Tudela, que gobernaba un Banu Qasi. El emir pasó por Toledo y enfiló el camino de Atienza hasta alcanzar Medinaceli (Soria). Allí, en vez de internarse por el desfiladero del Jalón, ruta habitual del valle del Ebro, se dirigió a tierras del Duero, donde emprendió una dura represión, arrebatándole al rey de León las plazas que tres años antes se había anexionado. Desde San Esteban de Gormaz, en apurada marcha de cinco días, cruzó el Ebro y se presentó al fin en la sitiada Tudela, el 19 de julio, un mes y medio después.

El rey Sancho, incapaz de hacer frente a tamaña fuerza, retrocede a Calahorra y Arnedo, momento que debió de aprovechar para pedir ayuda a su amigo Ordoño, que según el historiador José María Lacarra, se hallaba por tierras de Nájera. Liberada la ciudad, el emir envía por delante a la caballería al mando del gobernador Banu Qasi, que por las inmediaciones de Sartaguda pasa el Ebro y toma al asalto la fortaleza de Cárcar. Pero no se detiene ahí, sino que se dirige hacia el corazón del País de Deio, arrasando todo lo que encuentra.

El objetivo primordial tan al norte no podía ser otro que recuperar el castillo de San Esteban sobre el Monjardín, que el rey Sancho había conquistado hacia el 910.

La empresa prometía ser ardua, por lo que la caballería debió de esperar al emir, que se hallaba en Calahorra. Desde Arnedo, también Sancho se puso en marcha hacia Deio, con el propósito de defender el enclave, pero viendo que el ejército del gobernador acampaba en Dachero o Dixarra, un paraje a orillas del Ega que mencionan las crónicas árabes, se lanzó al asalto por el glacis del Montejurra. Fracasó en la contienda y se vio obligado a huir hacia los montes de la sierra de Andía, únicos que podían acogerlo en aquellas circunstancias. Al cabo de la jornada llegó por fin Abderramán.

batalla valdejunquera ordoño sancho ebro
MAPA DEL VALLE DEL EBRO

Por otra parte, Ordoño había conseguido unir sus fuerzas a las de Sancho en el transcurso de las últimas horas. El leonés habría cabalgado por Álava hacia el valle de la Barranca, y por el de Zumbel, entre Urbasa y Andía, habría ido al encuentro de Sancho. El más que previsible asalto moro al castillo del Monjardín quedaría descartado ante lo más apremiante: perseguir a los cristianos, a los que encuentran finalmente en los valles de Guesalaz y Yerri, bien porque buscaron un lugar propicio para el combate o bien porque acabaron atrapados tras la férrea persecución.

El día de la lucha llegó el 26 de julio del 920. El emir logró vencerlos, causándoles gran mortandad. Los reyes huyeron, salvándose por los montes. Los musulmanes emplearon tres días en destruir pueblos y cosechas de los valles y, retornando al Ebro por la ruta de Atienza, se presentaron en unas semanas en Córdoba, portando cientos de cabezas cristianas que exhibían orgullosos.

La batalla de Valdejunquera de 920 es celebrada en Anzuola (Guipúzcoa) el 15 de agosto de cada año, conocida como Fiesta del Moro, o Alarde de Antzuiola. Indudablemente, participaron los guipuzcoanos en la batalla ya que en aquellos momentos eran parte del Reino de Pamplona.

La realidad histórica es que Abd al Rahman III venció a los pamploneses bajo el mando del rey Sancho I Garcés y a los leoneses coaligados. Una tradición popular pretende que los mozos de Anzuola acudieron en socorro de los vascones llegando a ponerse en contacto con el enemigo musulmán al día siguiente de la batalla, que fue una derrota cristiana. Los de Anzuola, según la leyenda, se habrían apoderado de una bandera mahometana con otras presas.

20/07/2020

Segunda batalla de Albelda


La segunda de las dos batallas de Albelda fue una derrota de Muza ibn Muza a manos de Ordoño I de Asturias y García Iñiguez Arista de Pamplona, en el verano de 859.

La alianza entre los Arista y los Banu Qasi se rompió en el 859 debido a la actitud desleal de Muza ibn Muza. Este no solo no acudió en auxilio de su sobrino García Iñiguez Arista cuando los normandos desembarcaron en sus tierras y le hicieron prisionero, sino que ese año realizó una incursión por el territorio pamplonés, tomó un castillo e hizo prisioneros a sus habitantes.

García Iñiguez pidió ayuda al rey Ordoño I de León. Este se la concedió gustoso, ya que deseaba derrotar a Muza por la insolencia y osadía demostradas. En abril de ese año Ordoño había enviado a Toledo a su hijo Lupo para ponerse al frente de los rebeldes de esa ciudad. Una muestra de la alianza entre asturianos y navarros la proporcionó el matrimonio entre Leogundia, hija de Ordoño I de unos veinte años, y García Iñiguez.

reinos cristianos peninsulares mapa siglo ix
MAPA POLÍTICO DE LA PENÍNSULA IBÉRICA A MEDIADOS DEL SIGLO IX

El rey Ordoño I tomó la iniciativa. En aquellos años la tierra de Amaya no estaba aún repoblada y las de Álava y Al-Qila eran las más cercanas a la frontera del Banu Qasi. En ella, Muza ibn Muza había fortificado la plaza de Albelda desde los días de la primera batalla de Albelda. Ordoño movilizó sus tropas y se dirigió hacia el Ebro. En la frontera sitió Albelda.

Muza ibn Muza se enteró del asedio cuando estaba realizando una razzia en tierras de Pamplona. Abandonó la empresa y corrió en socorro de Albelda. Como presentar batalla en los llanos del río Iregüa hubiese sido peligroso para él, decidió establecerse en los cerros del Monte Laturce, llamados luego montes de Clavijo, desde donde dominaba a las tropas sitiadoras. Ordoño se vio obligado a desalojarlas de aquella posición dominante.

El rey asturiano contaba con numerosas tropas, por lo que mantuvo el cerco de Albelda con parte de ellas, y con el resto se dedicó a enfrentarse a Muza. Durante varios días hubo escaramuzas y emboscadas. En una de ellas cayó el propio Muza, que fue herido y escapó gracias a la ayuda que le prestó en el campo de batalla un antiguo aliado que ahora militaba en el bando asturiano. La huida de su jefe provocó el desconcierto entre las filas de los Banu Qasi, lo que supo aprovechar Ordoño causando numerosas bajas a sus enemigos. Entre ellas se contó a un tal García, yerno de Muza y casado con una hija suya llamada Oria. A los siete días Albelda fue asaltada y arrasada, siendo muertos o ejecutados todos sus defensores.

La derrota de Muza fue tan aplastante que su prestigio nunca se recuperó y supuso el rápido declive de todas sus anteriores victorias. El pueblo llano así debió de sentirlo, pues inventó el mito de la batalla de Clavijo y la aparición de Santiago Matamoros.

batalla albelda ordoño iñiguez arista muza reconquista
IÑIGO ARISTA DE PAMPLONA Y ORDOÑO I DE ASTURIAS


12/05/2020

Primera batalla de Albelda: Muza contra Arista


La primera de las dos batallas efectuadas en las tierras del municipio de Albelda tuvo lugar en verano de 851. Fue una victoria de Muza ibn Muza sobre los gascones que habían invadido las tierras del Condado de Pamplona que controlaba la dinastía de los Arista.

Desde el 849, el duque Sancho de Gascuña se mantenía sublevado contra Carlos el Calvo y pretendía pasar al sur de los Pirineos junto a su cuñado Emmenon, conde de Perigord, por la vía romana que unía Burdeos con Astorga y que cruzaba el Ebro por Logroño. Por su parte, Carlos el Calvo acababa de sofocar la rebelión del conde Guillermo y de firmar con Abd al-Rahman II una tregua.

PRIMERA BATALLA DE ALBELDA

Los gascones cruzaron los puertos pirenaicos sin ninguna oposición de los pamploneses, cuyo rey Iñigo Iñiguez Arista se encontraba enfermo desde hacía dos años. Avanzaron hacia el sur hasta llegar a Albelda, en las inmediaciones de Viguerra, a orillas del rio Iregüa. Allí les salió al encuentro Muza ibn Muza con sus tropas, derrotando a los invasores en la primera batalla de Albelda, en el verano de 851.

El primer día de la batalla los combates fueron desfavorables para los Banu Qasi, y Muza recibió hasta 35 heridas de lanza. A pesar de ello, al día siguiente los Banu Qasi atacaron con su jefe Muza en cabeza. Derrotaron a los gascones y tomaron prisionero al duque de Gascuña y al conde de Perinord.

Como consecuencia de la victoria, el prestigio de Muza ibn Muza aumentó por haber salvado al país de la invasión gascona. Carlos el Calvo compró la libertad del duque y el conde que, una vez en sus dominios, aceptaron su autoridad y cesaron en su rebeldía.

mapa marca hispánica imperio carolingio emitaro córdoba frontera superior banu qasi
REINOS Y CONDADOS DEL NORESTE PENINSLAR DEL SIGLO IX