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02/03/2024

Escultura de Manuel Iradier en Vitoria-Gasteiz


El Monumento a Manuel Iradier está situado en el parque de La Florida de la capital vasca Vitoria-Gasteiz. Fue realizado por Lorenzo Ascasibar, en agosto de 1956. Ese mismo año, el ayuntamiento también le adjudicó una calle.

La estatua refleja a Iradier portando uniforme de explorador con algunas prendas significativas: botas altas, gorro en la cabeza, cantimplora en la cintura y lanza en la mano derecha.

Sobre el pedestal del conjunto escultórico está grabada la inscripción:
VITORIA
A SU PRECLARO HIJO
MANUEL IRADIER Y BULFY
1854-1911
ADELANTADO EXPLORADOR DEL AFRICA CENTRAL

¡VIVA EL MUNI POR ESPAÑA!

Lorenzo Ascasibar Arana es un escultor figurativo guipuzcoano. Entre algunas de sus obras se encuentran una escultura en honor a Bizente Goikoetxea, en Aramaio; el monumento al músico Jesús Guridi, en Vitoria; el retrato del beato Francisco Garate en la Universidad de Deusto, en Bilbao; el monolito en el cementerio católico de Saint Raymond, en Nueva York, dedicado al presidente J.F. Kenndy; y el monumento a Cristóbal Colón en Stamford.



Manuel Iradier y Bulfi fue un explorador y científico cuya gran obra fue la realización de varias investigaciones etnográficas, geográficas, botánicas y lingüísticas en África. Sus datos fueron publicados por la Sociedad de Africanistas y Colonistas de Madrid y por la Sociedad Geográfica de Madrid.

Gracias a las tres exploraciones de Iradier, el Tratado de Berlín de 1885 asignó a España 300.000 kilómetros cuadrados. El acuerdo con Francia de 1901 los redujo a una docena, 25.000 kilómetros cuadrados y 130.000 habitantes. Y, finalmente, una extensión de 14.000 kilómetros cuadrados de territorio, y 327 pueblos con unos 50.000 habitantes, proporcionaban a España el dominio colonial denominado como Guinea Española. Este territorio permaneció bajo la soberanía nacional hasta 1968, año en el que obtuvo su independencia y pasó a denominarse Guinea Ecuatorial.

Los relatos de Iradier se publicaron en dos tomos al poco tiempo de llegar a Vitoria de su última expedición bajo el título África. Viajes y trabajos de la Asociación La Exploradora.


28/11/2023

Napoleón y José Bonaparte en Vitoria


En 1808, se produjeron la invasión de las tropas napoleónicas sobre España y Portugal, las abdicaciones de Bayona de Carlos IV y Fernando VII, y el inicio de la Guerra de la Independencia española. Una serie de acontecimientos patrióticos como el Levantamiento madrileño del 2 de mayo o la victoria del Ejército español en Bailén hicieron retroceder al Ejército invasor desde Madrid y la meseta castellana hacia la zona norte central peninsular.

Una vez completada la retirada francesa al valle alto del Ebro, ocupaban la mayor parte del País Vasco y Navarra, cuyo reducto estaba formado por 65.000 militares al mando del mariscal Jourdan. Los ejércitos regulares españoles superaban en número de efectivos a los invasores en proporción de casi tres a uno y rodeaban a los ejércitos napoleónicos en el centro norte peninsular, pero carecían de un mando único, de coordinación y de un plan estratégico. Las tropas napoleónicas también estaban mal coordinadas y carecían de un plan defensivo.

NAPOLEÓN Y JOSÉ BONAPARTE EN VITORIA

Entonces, cada vez eran más las villas y ciudades que se levantaban en contra de la autoridad del supuesto e ilegítimo rey de España, José I Bonaparte, tanto en Navarra y País Vasco como en el resto de España. Por ejemplo, los funcionarios de Hacienda de San Sebastián o el cónsul español de Bayona se declararon a favor de los insurgentes, lo mismo que la Diputación de Navarra el 30 de agosto.

La capital vizcaína se alzó contra el rey intruso el 5 de agosto, pero fue recuperada el 16 en lo que fue el Sitio de Bilbao de 1808, con un coste de 1.200 militares franceses.

Se organizaron las primeras partidas de guerrilleros que actuaron desde Miranda de Ebro hasta Irún, cortando las comunicaciones francesas en una línea estratégica que partía desde Bayona hasta Lisboa, pasando por Tolosa, Vitoria, Miranda o Salamanca. El pueblo ayudaba a las guerrillas y actuaban como insurgentes, según escribieron generales y autores franceses en sus memorias: Gonneville, Reisert, Jourdan, Naylies, Girardin, Fantin, Abrantes, Blaze, etc. El propio José I llegó a reconocerlo:
"La unanimidad de los españoles es tan que no encontramos a un solo espía. Dieciséis días hace que salimos de Madrid y en este tiempo no he recibido ni una sola confidencia. Ningún español quiere servir contra los insurgentes."

ENTRADA DEL EJÉRCITO NAPOLEÓNICO EN VITORIA

En la ciudad de Vitoria, José I estableció su capitanía general, pues ya existía una fuerte guarnición militar. Permaneció desde el 23 de septiembre hasta el 11 de noviembre de 1808, intentando construir su Estado inexistente. Emitía decretos y hacía nombramientos, aunque la situación militar no fuese muy esperanzadora. Los testimonios de la época aseguran que José I no fue un gobernante cruel y corrupto, pero tampoco un carismático líder. Se ocupaba más en diseñar su futuro reino que en resolver la delicada situación del presente, cuando no a dar rienda suelta a sus placeres privados. Deseaba amar a los españoles y ser amado por ellos, especialmente por ellas. Estaba casado, pero su esposa Julia Clary vivía en Nápoles, lo que le permitía un amplio margen de acción.

En Vitoria se instaló en el Palacio de Montehermoso, una mansión perteneciente a estos marqueses. El inmueble había sido restaurado, disponía de una estupenda biblioteca y un hermoso jardín, era la mejor casa residencial de toda Vitoria. Había sido construido en 1524, en un estilo gótico-renacentista, a iniciativa del licenciado Hortuño Ibáñez de Aguirre, miembro del Consejo Real de Castilla y de la Inquisición, y su esposa María de Esquível y Arratia.

El erudito y estadista prusiano Wilhelm von Humboldt, hermano del científico hispanista Alexander von Humboldt, comprobó la importancia de la biblioteca del palacio que albergaba una gran cantidad de obras, entre las que se hallaban todas las de la Ilustración. Refiere Humboldt que en sus estantes encontró "el Diccionario de Música de Rousseau con el título oculto: así se persigue lo más inocente si lleva ese apellido".

PALACIO DE MONTEHERMOSO

El conde Louis Stanislas de Girardin, secretario real de José I, escribió en sus Memorias que un día de agosto, José I vio en su cuartel residencial a una criada de piel morena, pelo y ojos negros, y unas facciones corporales que le cautivaron de sobremanera. Fue tal su entusiasmo por doncella alavesa que envió a su criado y alcahuete, un italiano llamado Cristóbal, para que le ofreciese 200 napoleones a cambio de hacerle una visita personal. El tesoro napoleónico había acuñado unas monedas de oro y plata con valores faciales que oscilaban desde 40 francos hasta 1 solo, que eran llamadas napoleones por la efigie que llevaba en relieve. Un napoleón de oro de 20 francos equivalía a unos 70 reales españoles; y un napoleón de plata de 5 francos equivalía a unos 18 reales. Suponiendo que se tratase de esta última moneda y de menor valor, el rey intruso estaba ofreciendo 3.600 reales a la joven a cambio de prostituirse una sola noche y perder la virginidad.

El criado Cristóbal explicó a la criada de los marqueses de Montehermoso tanto la invitación como la oferta económica. Ella pertenecía a una cultura que reprimía cualquier interacción sexual antes del matrimonio, debido a la exigencia de llegar virgen a la noche de bodas. Ante tal proposición indecente, consultó el asunto con su señora marquesa, la cual estuvo siempre presente. Y esta aconsejó que aceptase, posiblemente para beneficio propio siendo el demandante el mismísimo rey.

Al día siguiente, no hubo audiencias en el palacio real ni despachos con los ministros, pues había puesto sus placeres privados por encima de los asuntos de estado, y tampoco es que fuese su noche de bodas o descanso vacacional, sino solo una diversión ocasional. Por la tarde, toda la ciudad sabía de aquella caprichosa aventura, mientras que la marquesa de Montehermoso se quejaba ante sus amigas del bajo nivel demostrado por el rey por haber elegido a una criada, teniendo un abanico de mujeres aristócratas y empoderadas a su disposición. Comentó "que le extrañaba que no hubiese escogido una persona de más alto rango".

José I supo de aquellos rumores y decidió también hacer una visita personal a la marquesa. Esta polémica mujer se llamaba María del Pilar Acebedo y Sarria, natural de Tolosa, era condesa tercera de Echauz y quinta del Vado, y marquesa consorte de Montehermoso. Era algo madura pero bella señora, y aún más culta. Se había educado en un ambiente liberal e ilustrado, siendo sus familiares miembros de la Real Sociedad Económica Vascongada de Amigos del País. Sabía hablar en francés e italiano, se dedicaba a escribir versos, pintar miniaturas o tocar la guitarra. Con una mentalidad tan abierta en cuestiones amorosas de la época, se rumoreaba que había tenido idilios extramatrimoniales en otras ocasiones.

A los días siguientes de aquella cena a tres entre José y ambos marqueses, los vecinos de Vitoria cantaban:
"La Montehermoso tiene un tintero
donde moja su pluma José Primero."
Su cornudo marido era Ortuño de Aguirre y Zuazo, marqués de Montehermoso, un hombre alto y fuerte, ilustrado anticlerical, enemigo de la Inquisición, y miembro de la Real Sociedad Económica Vascongada. El marqués nunca mostró aparente reparo en que su mujer fuese la amante oficial del rey. Se convirtió en uno de los primeros afrancesados y fue recompensado con el trato de grandeza de España, el cargo de gentilhombre de la real cámara y el hábito de caballero real.

MARÍA DEL PILAR ACEBO Y SARRIA Y ORTUÑO DE AGUIRRE Y ZUAZO

El colmo llegó cuando José I decidió comprar a los marqueses su mansión palaciega por 300.000 francos, cuando no había dinero para mantener a su Ejército con víveres. Dentro del mismo, consultó por la compra a Girardin, su cortesano de confianza "¿Os parece mucho?", respondiéndole que el valor del inmueble "No los vale, ni con la marquesa dentro". A José I le molestó aquella respuesta y castigó a Girardin enviándole a Francia.

Lo cierto es que Louis Stanislas de Girardin, en sus Memorias, tuvo una buena opinión de ella:
"Era una mujer que sin estar en la primera juventud todavía era extremadamente agradable; elegante, bien formada, hablaba perfectamente italiano y francés, cantaba agradablemente, tañía la guitarra, recitaba poemas en todas las lenguas y pintaba retratos en miniatura con gran destreza. A todos estos talentos, ella añadía el conocimiento del mundo y un espíritu coqueto."

José I convirtió el Palacio de Montehermoso en sede de su provisional Corte. El 11 de noviembre abandonó Vitoria con destino a Madrid, pues el Ejército napoleónico se había reforzado con un nuevo contingente enviado por el emperador Napoleón Bonaparte, que pasaba por Vitoria sin que se entrevistara con su hermano José. Las crónicas vitorianas de la época no describen un posible abrazo entre ambos hermanos frente a la fachada del palacio, como quedó plasmado en la pintura Chateau Royal que realizaron Benjamín Zix y Constant Bourgeois. Aquel pequeño óleo pretendía idealizar el encuentro alavés por orden del rey. Este preparó el hospedaje al gusto del emperador, reunió algunos libros de la biblioteca sobre temas militares que gustaba leer, y sobre una mesa de malaquita el coronel Ladvenat puso los Comentarios de César y el Poema del Cid.

Pero en realidad, atravesó Vitoria, instalándose en las afueras, en una casa de campo junto al Prado, la noche del 5 de noviembre de 1808. En aquella simple residencia, celebraron Consejo de generales de cuyos acuerdos y estrategias tomadas por el genio militar resultaron las derrotas para las armas españolas en Guipúzcoa, en Burgos, en Tudela, en La Coruña, en Uclés y en Zaragoza.

CHATEAU ROYAL DU MONTEHERMOSO

José Bonaparte era el hermano mayor de Napoleón. Por encima de cualquier posible divergencia les unió siempre una fuerte amistad y un claro sentido de la lealtad familiar. Pero en el fondo, José estaba celoso de su hermano menor que le trataba como un subordinado, mientras que Napoleón consideraba que se daba demasiada importancia por ser el primogénito. Tampoco coincidían totalmente en sus ideas políticas ya que José era más proclive a buscar la paz con Inglaterra y había participado muy activamente en las negociaciones del Tratados de Amiens de 1802.

Cuando Napoleón supo que había vendido Luisiana a los Estados Unidos, le arrojó un tintero a la cabeza y destrozó los muebles del despacho en un ataque de ira. Tampoco le perdonó que, tras la derrota de Bailén, José se pusiese en fuga, abandonando la Corte de Madrid. Le consideraba un hombre apacible y placentero, nada marcial y estratega como él. En sus Memorias lo describió así:
"Si hubiera nacido un siglo antes hubiera sido un gentil abale cortesano. Gusta de las mujeres, de los perfumes y de la música. La lucha es ajena a su condición. Mi campaña española fracasó porque mi hermano José estuvo siempre de parte de mis enemigos, no por traición á mí, sino por debilidad."
Otro de los hermanos, Luciano Bonaparte, admitió que en algunas ocasiones José llegó a disparar tiros de pistola contra retratos de su imperial hermano, Napoleón.

José había trabajado como abogado en Córcega y como juez en Ajaccio, pero tras la proclamación de Napoleón primer cónsul de la Convención francesa, fue nombrado rey de Nápoles, en un claro ejercicio de nepotismo familiar. En Sicilia tuvo que hacer frente a un ejército formado por tropas anglo-napolitanas y guerrillas locales apoyadas por el pueblo y el clero. Tras dos años de lucha, los Bonaparte se impusieron, y Napoleón transfirió a su hermano hacia España pocos meses después.

Los reinos de España, Portugal, Nápoles, Holanda, Westfalia, Etruria, etc., eran demarcaciones territorial de un enorme imperio continental. El Imperio napoleónico de Bonaparte fue tan sólo una reminiscencia del Imperio carolingio que un milenio antes había intentado perpetrar Carlomagno, fracasando en ambas ocasiones. No imaginaron que la emboscada de Roncesvalles de 778 se repetiría en la batalla de Vitoria de 1813. En este juego de geoestrategia y poder, los hermanos de Napoleón actuaban como funcionarios administrativos a los que desplazar de un cargo a otro según las necesidades políticas de cada momento.

 NAPOLEÓN CRUZANDO LOS ALPES, POR JAQUES-LUIS DAVID

Tras instalar su Corte en Madrid, José I no volvió a pernoctar en su palacio vitoriano hasta el 4 de mayo de 1811, durante el viaje que hizo hacia París para asistir al bautizo del hijo de Napoleón, en compañía de los marqueses. Mientras María de Acedo se quedaba en Vitoria, Ortuño de Aguirre acompañó al rey, pero falleció en París, el 8 de junio de 1811. Después, permanecería en el palacio desde el 20 de junio al 5 de julio, antes de regresar a Madrid.

En marzo de 1813, ante el temor de que el ejército aliado inglés, portugués y español ocupase Madrid, José I abandonó la Corte. El 19 de junio, llegó a Vitoria con sus servidores, incluida la marquesa viuda.

El 21 de marzo, tuvo lugar la Batalla de Vitoria, la última importante de la Guerra de la Independencia española. Las tropas imperiales fueron derrotadas por el ejército aliado, comandado por el general inglés Arthur Wellesley, duque de Wellington, y el general alavés Miguel Ricardo de Álava y Esquivel. José y su séquito, incluida María de Acebedo, abandonaron Vitoria para siempre camino de Francia.

02/06/2023

Estatuas de los Reyes Visigodos en Vitoria


Las estatuas de los Reyes Visigodos en Vitoria-Gasteiz tienen su origen en el Palacio Real de Madrid, durante el reinado de Felipe V. Formaban parte de una serie de estatuas de todos los reyes de España desde el Reino hispano-visigodo hasta el último de los reyes Habsburgo que había planificado Martín Sarmiento. Tras ser talladas en piedra caliza en Colmenar de Oreja por varios artesanos, las 108 esculturas fueron colocadas como parte de la ornamentación del recién reformado palacio en estilo barroco francés de la época.

Tras la llegada de Carlos III a la Corte madrileña, hijo del anterior, el arquitecto Sabatini ordenó la retirada de las estatuas de todos los reyes de España, que fueron guardadas. En 1787, comenzó un proceso de distribución de estas estatuas por varias ciudades españolas: Madrid, Aranjuez, Burgos, Logroño, Pamplona, El Ferrol y Vitoria.

En 1821, el capitán general de la Real Armada española Ignacio María de Álava, natural de Vitoria, realizó las gestiones oportunas que trajeron a su ciudad natal las estatuas de los reyes godos Ataúlfo, Theudio, Sigerico y Liuva. Esta preferencia estuvo basada en la antigua creencia de que la ciudad de Vitoria fue fundada por el rey hispano-visigodo Leovigildo en el año 581 con el nombre de Victoriacum.

Las estatuas fueron transportadas en carretas, teniendo un peso de trece toneladas, incluyendo el embalaje. Fueron ubicadas en el parque de La Florida, fundado un año antes, alrededor de la plaza del quiosco de música. Son las más antigua de la capital vasca.

ATAÚLFO

THEUDIO

SIGERICO

LIUVA

PLAZA DEL QUIOSCO DE LA MÚSICA EN EL PARQUE DE LA FLORIDA

04/10/2022

Museo de la Armería de Álava



El Museo de la Armería de Álava se encuentra en un edificio de doble planta situado el paseo de Francisco de Vitoria, en la capital del País Vasco desde 1975. Reúne una amplia recopilación de armas ofensivas y defensivas, y objetos relacionados con las contiendas bélicas que la ciudad de Vitoria ha sufrido durante su historia, incluso de otros países.

INTERIOR DEL MUSEO

Cada uno de sus sectores están ordenados de forma cronológica: Prehistoria, Edad Media, Edad Moderna y Guerra de la Independencia. En esta última efeméride bélica muestra una detallada exposición dedicada a la ciudad asediada por el Ejército napoleónico y por su más ilustre defensor, el general José María de Álava y Esquivel.

Posee además una magnífica exposición de la industria armera que se desarrolló en País Vasco entre finales del siglo XIX y principios del XX con el surgimiento de un gran número de talleres y fábricas.

EDIFICIO DEL MUSEO DE LA ARMERÍA DE ÁLAVA


PREHISTORIA Y ÉPOCA ROMANA

La primera sección muestra armas prehistóricas y su evolución técnica partiendo de los objetos de uso común. Las pertenecientes a la Edad de Piedra tienen una antigüedad de 300.000 años. De la Edad de los Metales se exhiben los tipos básicos de armas blancas, fabricadas primero en bronce y luego en hierro, como hachas y falcatas ibéricas, un tipo de espada curva característico del Levante peninsular. Y continúa con piezas de origen griego y romano.

ARMAS BLANCAS DE ÉPOCA PREHISTÓRICA

ESPADA ITÁLICA DE BRONCE DE ITALICA (SIGLOS IX-VII a.C.)
PUNTA Y REGATÓN DE UNA LANZA (SIGLO I)
 CABEZA DE HACHA DE BRONCE DE ITALICA (SIGLO III a.C.)

El origen de la honda se remonta a la Prehistoria. Consiste en una doble tira, de cuero o fibras vegetales, y una bolsa donde se coloca el proyectil. Se sujeta la honda por los otros dos extremos opuestos, se voltea de manera que el proyectil adquiera velocidad y después de suelta una de las cuerdas para liberarlo, alcanzando el proyectil gran distancia y poder de impacto.

Los proyectiles pueden ser de piedra, arcilla, plomo moldeado, etc. El uso de proyectiles de plomo, inventado por los griegos, haría de honda un arma temible debido a su gran potencia de impacto y alcance.

Como arma de guerra, la honda se utilizaría durante toda la Edad Media, llegando a convivir incluso con los primitivos cañones.

DIBUJO DE VASCÓN DE LA EDAD ANTIGUA


EDAD MEDIA

La sección de la armería medieval muestra varias tipologías de ballestas, armas que sustituyeron al arco por superarlas en fuerza y alcance, y que fueron fundamentales hasta invención de las armas de fuego. Destacan armas como el camisote, las espadas cortas y otras armas de finales del siglo XII que fueron encontradas en las excavaciones arqueológicas efectuadas en la parte alta de la ciudad de Vitoria.

ARMAS BLANCAS DE LA BAJA EDAD MEDIA DE VITORIA

BALLESTAS DE LA EDAD MEDIA

BACINETE CÓNICO DE HIERRO (SIGLO X-XII)


EDAD MODERNA

La armadura, cuyo origen se remonta al mundo antiguo, se fue desarrollando a lo largo de la Edad Media. Ya en esa época se emplearon armaduras diferenciadas por sus materiales y técnicas de cuero y tejido acolchado, de malla y laminadas, cuyas placas de metal podían ser de varios tamaños.

ARNÉS DE CABALLERÍA

Otro elemento de protección o defensa usado en esta época es la rodela, escudo de madera recubierto de cuero o de estopa pintada, guarnecido con remaches metálicos en los bordes y que puede adoptar forma alargada aunque también convexa o circular como este casco.


Las armas defensivas más importante de esta sección son la loriga de escamas de hierro y la cota de malla acerada, utilizada a partir del siglo XII, piezas fundamentales para la protección del combatiente hasta la aparición de la armadura o arnés en el siglo XVI. Varios espacios y vitrinas presentan diversos arneses españoles, alemanes e italianos para justa, guerra y parada, de los siglos XV, XVI y XVII.


La exposición de armas de fuego hace un recorrido desde la aparición de las primeras las portátiles a mediados del siglo XV, cuyo origen está en la artillería, hasta la generalización de su uso: armas de mecha, de cañón de mano, de percusión, de rueda y chispa, etc. También trata su evolución técnica de la espada desde el siglo XV: mandobles, estoques, sables, etc.


La sección dedicada a las armas africanas, orientales y árabes muestra una amplia variedad de piezas: desde lanzas prehistóricas procedentes de África central hasta dos valiosas armaduras japonesas de samurái de finales del siglo XVI, únicas completas que se conservan en España. La mayor parte de estas armas exóticas procede de compras efectuadas en 1963 en el Reino Unido a la célebre colección Moore. Son valiosas por su rareza las espadas largas siamesas del Lauristán, mosquetes y sables japoneses, sables chinos y kris del sudeste de Asia.



BATALLA DE PAVIA, POR MARCELINO DE UNCETA


GUERRA DE LA INDEPENDENCIA ESPAÑOLA

La sección más amplia del museo está dedica a la batalla de Vitoria, el 21 de junio de 1813, en el marco de la Guerra de la Independencia española (1808-1814). En este enfrentamiento las tropas francesas en retirada el mando del rey José Bonaparte y el mariscal Jean-Baptiste Jourdan fueron derrotadas por un ejército combinados de tres países: España, Portugal y Gran Bretaña, al mando de duque de Wellington y el general Miguel Ricardo de Álava y Esquivel.

Esta sección muestra objetos personales de sus protagonistas, especialmente de los prisioneros franceses, que fueron confiscados como botín de guerra en los carruajes de José Bonaparte y sus oficiales.


BANDERAS BATALLA DE VITORIA MUSEO ARMERÍA

GENERALES ESPAÑOLES EN LA BATALLA

También exhibe armas utilizadas en la batalla, uniformes de la época, maquetas y diaporamas de sus momentos más decisivos. Una serie de artículos destacan por su carácter artístico e histórico como las mantillas y pistoleras de los caballos del rey José y el mariscal Jourdan, la pistola y el juego de té, regalos de Wellington, del general Álava, así como su fajín de general y el sable usado en campaña, la bandera del Primer Batallón alavés, al mando de Sebastián Fernández de Leceta "Dos Pelos", etc.

En esta sección figura una pequeña pero valiosa colección de fusiles de los tipos Saint Etienne, Tulle, Charleville y Mauburg, utilizados por las tropas imperiales en las guerras napoleónicas. Esta colección es la única en el mundo que conserva los fusiles completos, incluyendo sus correajes. También es única la colección de sables de reglamento de oficiales de la Guardia Imperial, al servicio directo de Napoleón Bonaparte.


BATALLA DE VITORIA

Desde 1792, Napoleón Bonaparte fue ascendiendo vertiginosamente en el escalafón militar y unía los éxitos militares a su persona y a su modelo político, el Imperio. Todas las naciones europeas caían ante el Ejército francés, salvo Inglaterra, provista de una potente Armada.

En 1807, ya había traicionado todos los ideales revolucionarios y se había coronado Emperador de los franceses. Entonces, decidió atacar a Portugal, aliada de Inglaterra, para atraer sus ejércitos al continente.

Ante la necesidad de pasar por territorio español, firmó Manuel Godoy, valido de Carlos IV, el Tratado de Fontainebleau por el que los Ejércitos de Francia y de España invadirían Portugal. El paso de 100.000 soldados fue muy parecido a una invasión. La reacción popular culminó en el estallido del levantamiento del 2 de mayo en Madrid, punto de partida de la Guerra de la Independencia española.

BANDERA DEL PR8MER BATALLÓN ALAVÉS AL MANDO DE SEBASTIÁN FERNÁNDEZ DE LECETA

El 19 de julio de 1808, la batalla de Bailén, el Ejército francés fue derrotado por primera vez por otro ejército europeo: el española. Napoleón decidió intervenir rápidamente para "cortar de raíz" lo que según sus palabras sería "la úlcera española".

Durante su camino a Madrid, Napoleón se detuvo en Vitoria, escribiendo 15 cartas. La dirección del museo ha elegido una diligencia a su hermano el rey José I, que está en Vitoria preparando su alojamiento y bienvenida a la ciudad; la segunda misiva está dedicada a su esposa Josefina. Según los deseos del emperador, se alojó en la casa del banquero Sr. Cuesta (Etxezarra). Allí estuvo durante 4 días, acompañado de su Guardia y su Estado Mayor y los mariscales Soult y Lannes.
A José, Rey de España, en VitoriaTolosa, 4 de noviembre 1808, Medianoche Hermano mío:He llegado a las seis de la tarde a Tolosa. Saldré mañana a las cinco y llegaré a Vitoria de noche.Deseo alojamiento fuera de la ciudad.Seguramente haré todo el trayecto a caballo.No deseo hacer más de cuatro o cinco leguas sobre el mismo caballo.Deseo llegar a Vitoria en absoluto incógnito. Por eso llegaré de noche y no deberá saberse hasta la mañana siguiente.A las nueve de la mañana podrán dispararse sesenta salvas de cañón. Napoleón
A la emperatriz Josefina, en ParísTolosa, 5 noviembre 1808 Estoy en Tolosa, parto hacia Vitoria adonde llegaré en pocas horas.Estoy bien, y espero que todo esto acabará pronto. Napoleón

BATALLA DE VITORIA

El museo presenta una selección de grabados realizados conjuntamente por Francisco Pomares y Bartolomeo Pinelli en 1816. La colección se compone de un mapa de la península ibérica fragmentado en seis estampas, más treinta y tres escenas que narran acontecimientos y batallas de la Guerra de la Independencia española.



GRABADOS GUERRA DE LA INDEPENDENCIA POR POMARES Y PINELLI

MAPA ESPAÑA, DETALLA DE VIZCAYA, POR POMARES Y PINELLI

MAPA ESPAÑA, DETALLA DEL NORTE-CENTRO, POR POMARES Y PINELLI

MAPA DE ESPAÑA, POR POMARES Y PINELLI


BATALLA DE VITORIA

El 21 de junio de 1813, en la parte occidental de la llanada alavesa se libró la mayor batalla de la Guerra de la Independencia. Tras esta batalla los franceses fueron expulsados de suelo peninsular, y los aliados con sus ejércitos victoriosos comenzaron la planificación de la invasión de Francia desde los Pirineos.

La batalla de Vitoria fue la más arriesgada y valiente de todas las planteadas por Wellington. Su gran amigo vitoriano, el general Miguel Ricardo de Álava y Esquivel, más conocido como general Álava, asesoró de manera precisa a los mandos británicos acerca de la orografía y las distancias del que sería el campo de batalla. Dividió a su ejército en varias alas para luchar en zonas separadas, dibujando una especie de tenaza sobre la ciudad de Vitoria e intentando copar a los franceses y así derrotar de una vez por todas al Ejército imperial.

Así como los aliados tenían un plan de batalla, los imperiales no lo tenían y la maniobra de Wellington les desconcertó. El terreno de la llanada en 1813 no era como el actual, las parcelas dedicadas a la labranza estaban cercadas y una multitud de pequeños bosquecillos impedían cargas de caballería, convirtiendo la batalla campal en una batalla al asalto. Cada pueblo, cada pequeña elevación o cada puente eran importantes, unas posiciones estratégicas vitales por las que luchar.

VISTA DE LA ENTRADA DEL GENERAL ÁLAVA EN VITORIA EL DÍA 21 DE JUNIO DE 1813

CAPTURE OF KING JOSEPH’S LUGGAGE AT VITORIA

BATALLA DE VITORIA

THE GLORIUS VICTORY VICTORY THE VITTORIA IN SPAIN

A comienzos de 1813, José I iniciaba la retirada hacia el norte. Abandonó Madrid definitivamente con su corte, efectos personales, entre ellos los resultados del expolio del patrimonio español, el gobierno y sus partidarios españoles, todos ellos con sus familias. A la comitiva se sumaron los ejércitos de Portugal, Centro y Andalucía. Mientras, Wellington cruzaba la frontera de Portugal y se dirigía también a los Pirineos.

Cuando el convoy, compuesto por miles de carruajes, llegó a Vitoria, el rey José estaba más preocupado por darle salida segura hacia Francia que por plantar batalla a los aliados. Y todo le salió mal: la batalla de Vitoria estrepitosamente perdida y el convoy saqueado por ambos ejércitos. Sólo sirvió para entretener a los vencedores y evitar la destrucción total del ejército imperial.

De las muchas riquezas que debía llevar el convoy casi nada quedó en la ciudad. Este museo conserva, entre otros restos, una curiosa colección de muestras de distintas maderas, algunas exóticas, que debían ir en el convoy por motivos científicos y quizás económicos.





MAQUETA DEL COMIENZO DE LA BATALLA DE VITORIA, CON EL ATAQUE DEL GENERAL MORILLO EN EL PASO DE LAS CONCHAS DE LA PUEBLA DE ARGANZÓN AL AMANECER DEL DÍA 21 DE JUNIO DE 1813




MAQUETA DE LA ENTRADA DEL GENERAL ÁLAVA EN VITORIA FRENTE A LA PLAZA DE LA VIRGEN BLANCA AL MANDO DE UN ESCUADRÓN DE HÚSARES INGLESES DEL PRÍNCIPE DE ORANGE (21-06-1813)










MAQUETA DE LA BATALLA DE VITORIA POR LA ASOCIACIÓN ALAVESA DE MINIATURAS Y MAQUETAS, CON MOTIVO DEL 175 ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE VITORIA EN 1988


GENERAL ÁLAVA

Miguel Ricardo de Álava y Esquivel nació en Vitoria, el 7 de febrero de 1772, en el seno de una familia noble y de tradición militar. Estudió en el Real Seminario Bascongado de Bergara y siguió la profesión familiar enrolándose primero en infantería y luego como guardiamarina en la Real Compañía de Cádiz. En la Real Armada española, con el apoyo de su tío, el capitán Ignacio María de Álava, desarrolló una importante carrera que terminó en 1805 en el combate de Trafalgar.

De vuelta a Vitoria, comenzó una carrera política que le llevó a ser diputado general de Álava y asistir en Bayona a la firma de la Constitución que proclamaba rey de España a José Bonaparte. Muy pronto decidió abandonar este bando y pasar al lado del general Castaños para luchar contra la ocupación francesa. En 1809, entró en contacto con Wellington, quien le nombró ayudante de campo. A su lado está en las batallas de Fuentes de Oñoro y Ciudad Rodrigo, pero especialmente en la batalla de Vitoria, su ciudad y la que salvó de un saqueo seguro, e incluso asistieron a la derrota final de Napoleón en Waterloo. Su amistad duró toda la vida.

Posteriormente, el general Álava desarrolló una brillante carrera diplomática como embajador en Francia, Reino Unido y Países bajos, y ocupó altos cargos políticos como ministro de Marina y presidencia del Consejo de Ministros del Reino de España.

LITOGRAFÍA DEL GENERAL MIGUEL RICARDO DE ÁLAVA Y ESQUÍVEL

Este museo conserva un interesante conjunto de piezas que pertenecieron al general Álava. Todas ellas han permanecido en Vitoria gracias a las donaciones que él mismo, su familia e incluso ciudadanos generosos hicieron a la ciudad.

Fajín rojo característico del uniforme de los generales, que el general Álava, según tradición oral, llevaba puesto el día de la batalla de Vitoria. Es de seda grana, decorado con laminillas, entrochados y florecillas metálicas doradas terminando en borlas con flecos. Se ajustaba mediante un cinturón interior de cuero cerrado con hebilla metálica. Tras la muerte del general, un familiar lo regaló a la ciudad.

BICORNIO DEL GENERAL MIGUEL RICARDO DE ÁLAVA Y ESQUÍVEL

En 1912, Fernando Elorza, un vecino de Vitoria, donó a la ciudad "el bicornio que llevó el héroe de la batalla de Vitoria, Excmo. General Álava". Es un ejemplar de escarapela roja, característico de los oficiales españoles.

La caja para bicornio es un estuche metálico, utilizado para almacenar y transportar este tipo de delicados complementos que son los bicornios y en el que puede leerse en una chapa de latón: "His Excellency Gen. Alava." La caja está ciudadosamente tratada en su exterior con laca inglesa en negro y trazos rojos y en su interior con barniz-laca, técnicas usadas en el Reino Unido en ese memento. Podría corresponder a la etapa de embajador del general Álava en Reino Unido o bien pudo ser un regalo de alguien procedente de allí.

El duque de Wellington hizo varios regalos al general Álava, entre ellos una pistola inglesa, de cañón desenroscable de la marca Ketland.

Por último, el museo expone un retrato una litografía, que representa al general Álava en su madurez.

ARMAS UTILIZADAS EN LAS BATALLA DE VITORIA

La ciudad de Vitoria regaló al general Álava una espada forjada en acero, oro, diamante y cuero en 1813. Este objeto fue el premio de la ciudad de Vitoria a una insólita acción humanitaria que evitó mucho daño y sufrimiento a los ciudadanos de Vitoria, en un escenario de terrible actividad bélica. Simboliza el honor, el valor y el compromiso, tres rasgos comunes en el código genético de los ciudadanos de Vitoria y Álava.

ESPADA DEL GENERAL ÁLAVA

RETRATO DEL GENERAL MIGUEL RICARDO DE ÁLAVA Y ESQUÍVEL, POR FRANCIS WILLIAM WILKIN


SIGLOS XIX Y XX

Los fondos correspondientes a las últimas décadas del siglo XIX y primeras del XX reflejan la importancia que tuvo la producción armera en el País Vasco en aquel tiempo. Se exponen numerosas pistolas y revólveres; uno de ellos es el que empleó el anarquista italiano Michele Angiolillo para asesinar en el Balneario de Santa Águeda, en la localidad guipuzcoana de Mondragón, a Antonio Cánovas del Castillo, presidente del Gobierno español, el 8 de agosto de 1897.

RETRATO DE LOS GENERALES SARABIA Y LATORRE CON OTROS OFICIALES. FIRMADO Y DEDICADO A DON FCO. JUAN DE AYALA

RETRATO DEL GENERAL LATORRE. FIRMADO Y DEDICADO A DON FCO. JUAN DE AYALA

RETRATO DE LOS GENERALES SARABIA. FIRMADO Y DEDICADO A DON FCO. JUAN DE AYALA

GRABADO DE LA BATALLA DE TREVIÑO EN LA III GUERRA CARLISTA

REPRODUCCIÓN DE OBÚS DE 21 CMS. (1885) DONADO POR EL ARTILLERO MUÑAGORRI ZARRA

REPRODUCCIÓN DE OBÚS DE 21 CMS. (1891) DONADO POR EL ARTILLERO MUÑAGORRI ZARRA

BOINA CARLISTA CON "C" CORONADA

INSIGNIA CARLISTA CON LA INSCRIPCIÓN: "VOLUNTARIOS DE DIOS PATRIA Y REY"

PROYECTIL CARLISTA DEL BOMBARDEO DE BILBAO DE 1874

INSIGNIA CARLISTA CON LA INSCRIPCIÓN: "M. N. L. VOLUNTARIOS DE VITORIA"

INSIGNIA CARLISTA DE CINTURÓN CON "C" CORONADA

MEDALLAS MILITARES

MEDALLAS MILITARES

CRUZ DE MORELLA
ANVERSO DECORADA CON EL ESCUDO DE MORELLA E INSCRIPCIÓN: "MORELLA 30 DE MAYO 1840"
REVERSO INSIGNIA DE ARTILLERÍA E INSCRIPCIÓN: "EJÉRCITO ESPº DEL NORTE"

CRUZ DE FERNANDO VII
ANVERSO DECORADA CON JINETE E INSCRIPCIÓN: "PREMIO A LA CONSTANCIA MILITAR"
REVERSO INSCRIPCIÓN: "F. VII"

PISTOLA DE DOS CAÑONES MARCA DERINGER
INSCRIPCIÓN: "JIMÉNEZ Y ECHEVERRIA VITORIA"
CUÑO "M" CORONADA

 REVOLVER
INSCRIPCIÓN: "FA DE PEDRO ECHEVERRIA EN VITORIA"
  
PISTOLA DE PERCUSIÓN PARA ARZÓN CON MUELLE EXTERIOR
INSCRIPCIÓN: "CONSTRUIDO DH HERRADURAS. POR NICOLÁS BASCARÁN. EN VITORIA AÑO 1846"
  
PISTOLA CON MUELLE EXTERIOR PARA ARZÓN CON GATILLO EN FORMA DE LEÓN
INSCRIPCIÓN: "EN VITORIA POR PEDRO YBARZABAL AÑO 1854"

ESCOPETA DE PERCUSIÓN CON MUELLE EXTERIOR Y GATILLO EN FORMA DE DRAGÓN MARINO
INSCRIPCIÓN: "ARANGUREN"
CUÑOS E INSCRIPCIÓN ILEGIBLE

ESCOPETA CON MUELLE EXTERIOR Y GATILLO EN FORMA DE DRAGÓN MARINO
INSCRIPCIÓN: "CONSTRUIDO POR ANTONIO LARRAÑAGA EN EIBAR AÑO 1857"

ESCOPETA CON MUELLE EXTERIOR
INSCRIPCIÓN: "Fª DE PEDRO SESMA PLACENCIA PR A."

ARMAS BLANCAS Y DE FUEGO, MEDALLAS, BOINA Y PINTURA

UNIFORMES Y ARMAS BLANCAS USADAS EN EL SIGLO XIX

UNIFORME CARLISTA

UNIFORME Y DAGA DE TENIENTE GENERAL DEL AIRE EL ALAVÉS LUIS SERRANO DE PABLO Y JIMÉNEZ

 UNIFORME DE OFICIAL DE LA MILICIA URBANA DEL SITIO DE BILBAO (1836) EN LA I GUERRA CARLISTA PERTENECIENTE AL ALAVÉS MANUEL DE MENDIBURU

INSTALACIONES DEL MUSEO DE LA ARMERÍA DE ÁLAVA


SEDES DEL MUSEO

El Museo de Armería de Álava tiene su origen en la colección privada del mecenas vitoriano Félix Alfaro, donada a la Diputación Foral de Álava en 1966, y en una exposición temporal que, para conmemorar el 150 aniversario de la Batalla de Vitoria, se celebró en 1963 en El Portalón. Su primera sede fue el Palacio Gobeo-Guevara. La colección se componía de armaduras y armas de todas las épocas de la historia y de diversas zonas del mundo. En 1975, el museo se trasladó a su sede actual que consta del antiguo frontón del Palacete Ajuria Enea (zona expositiva) y la Casa de los Guardeses (zona administrativa y técnica).

PALACIO GOBEO-GUEVARA, ANTERIOR MUSEO DE ARMERÍA EN 1966

ACTUAL SEDE DEL MUSEO DE LA ARMERÍA EN PASEO FRANCISCO DE VITORIA DESDE 1975