28/05/2021

Reconocimientos de Felipe V a Blas de Lezo


El teniente general Blas de Lezo murió en 1741 sin honores en Cartagena de Indias, poco después de su victoria frente a la Armada inglesa. Todavía hoy se ignora dónde fue enterrado. Su primogénito Blas Fernando de Lezo y Pacheco insistió sin rendirse para que su padre recuperase todo el mérito a una brillante carrera militar al servicio de la Monarquía española.

Estas aspiraciones fueron consumadas veinte años después, cuando recibió el título nobiliario de marqués de Ovieco, el 27 de agosto de 1760, por real orden de Carlos III. La Carta de concesión del título expresa:
"Para recompensar los distinguidos servicios que hizo à la Corona, por espacio de quarenta años, el Theniente General de Marina Dn. Blas de Lezo, y con especialidad el de aver contribuido su valor y admirable conducta à salvarla la Plaza de Cartagena de Yndias en el famoso sitio, que la pusieron los Yngleses en el año de mil setecientos y quarenta, de que fueron rechazados, si con mucha gloria de las armas de tierra, nada menos de las de mar, que estubieron à su mando; y para asegurar en su ilustre Familia la buena memoria de sus meritos: hè tenido à bien hacer merced de titulo de Castilla à su hijo Dn. Blas de Lezo y Pacheco, que me sirve con aplauso en el empleo de conductor de embajadores, para si, y sus succesores perpetuamente, nacidos de legitimo matrimonio, libre de lanzas y medi-anata en lo que toca à su persona. 
Tendrasse entendido en la Camara, para darle los Despachos correspondientes. 
En Sn. Ildefonso à 27 de Agosto de 1760 
Al Obispo Governador del Consejo"
estatua escultura blas lezo museo naval
ESTATUA DE BLAS DE LEZO

En sus últimos días de vida y arrepentido por despreciar la valiosa contribución a la defensa de Cartagena de Indias en el asedio inglés de 1741, el ya exvirrey Sebastián de Eslava pidió al rey que restituyese el honor del marino vascongado:
"En 1762 Sebastián de Eslava le ruega al rey que anule las reales órdenes condenatorias contra Lezo, que se le reponga en sus derechos y categorías, como felizmente se hizo, y SM. Le concede el título de marqués de Ovieco, antigua aspiración reiteradamente manifestada por Blas de Lezo." 
A Sebastián Eslava se le concedió el marquesado de la Real Defensa.

Blas de Lezo era señor de Ovieco en el momento de su fallecimiento, título que adquirió al casarse con Josefa Pacheco. Fue este el único reconocimiento posmorten: el transformar un señorío en un marquesado. Fue, por tanto, el primer marqués de Ovieco, título que heredó su primogénito y que siguieron varios descendientes hasta la actualidad:

- Blas Fernando de Lezo Pacheco y Solís (desde 1760)
- Blas Alejandro de Lezo y Castro
- Blas de Lezo y Garro
- José María de Lezo y Vasco
- José María Narváez y del Aguila
- José María Narváez y Pérez de Guzmán el Bueno (hasta 1941)
- Antonio Marabini y Bérriz
- Antonio Marabini Martínez de Lejarza (desde 2011)

Otro de los reconocimientos fue una lauda sepulcral tallada de madera de 1774, en la que aparecen talladas las armas del apellido Lezo y, entre otros familiares ilustres, se lee el nombre del propio Blas de Lezo. También se aprecia el escudo de armas de la casa con dos lobos negros en campo de oro y dos estrellas en campo colorado. El lobo representa "la fiereza y valentía y vencimientos con presa y despojo", y las estrellas representan la "verdad, claridad, paz y ayuda a la patria".

Esta lauda se conservó en la parroquia de San Pedro de Pasajes, hasta su posterior traslado al Museo de San Telmo, en San Sebastián.

lauda sepulcral blas lezo
LAUDA SEPULCRAL DEL ESCUDO DE ARMAS DE LEZO

Gracias a este reconocimiento, los descendientes de Lezo empezaron a obtener privilegios y nombramientos y a emparentarse con la aristocracia del país. Su hijo Blas Fernando de Lezo y Pacheco fue investido en diciembre de 1771 por el rey como maestro de la Orden Cruces de Carlos III.

Otro de sus hijos, Tomás de Lezo y Pacheco, murió en 1782, siendo gobernador de Santa Cruz de Bolivia.

Un sobrino de los anteriores, hijo de una hermana, llamado Alvarado Lezo, llegó también a ser almirante de la Real Armada.

Blas Alejandro de Lezo y Castro, hijo de Blas Fernando y segundo marqués de Ovieco, fue nombrado académico de honor de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1815. 

Otro Lezo, José Lezo y Vasco, que vivió en la segunda mitad del siglo XIX, fue senador vitalicio, además de llevar el título del marquesado.

blas lezo marqués ovieco descendientes
TITULARES DEL MARQUESADO DE OVIECO

24/05/2021

Nuevas Historias de corsarios vascos, por José Antonio Azpiazu


NUEVAS HISTORIAS DE CORSARIOS VASCOS

Nuevas Historias de corsarios vascos. Biografías y vivencias
José Antonio Azpiazu, Editorial Aterpea (2005)

El historiador y antropólogo legazpiarra José Antonio Azpiazu se ha especializado en publicaciones sobre la historia y las formas de vida en Euskal Herria en los primeros siglos de la Edad Moderna. En este libr reúne a los grandes nombres de la piratería vasca, mostrando la verdadera vida de corsarios como Juanot de Villaviciosa, Pedro de Aguirre alias Campanario, Juan de Erauso, etc. Este libro completa el trabajo sobre el mundo del corso vasco que el autor inició con Historias de corsarios vascos, con gran éxito de público y crítica.

Su intención es exponer aspectos del pasado poco comunes o estudiados para un público no experto y haciéndolo con el rigor científico que acompaña a todas sus investigaciones. Ha publicado infinidad de artículos en revistas especializadas, ha colaborado en la elaboración de algunas monografías, así como ha publicado diversos libros propios sobre etnografía, industria naval y armera, armadas e infanterías, piratería y corso, etc.

Colaboraciones:
- Ferrerías en Legazpi, 1980
- Antonio de Gaztañeta 1656-1728, 1992
- Balleneros vascos en el siglo XVII, 1992

Libros:
- Sociedad y vida social vasca en el siglo XVI, Mercaderes guipuzcoanos, 1990
- Mujeres vascas, sumisión y poder, 1995
- Esclavos y traficantes: Historias ocultas del País Vasco, 1998
- Historia de un rapto, 1999
- El acero de Mondragón en la época de Garibay, 1999
- Un mercader en el reino de Felipe II: el eibarrés Martín López de Isasi, 1999
- Balleneros vascos en el Cantábrico, 2000
- Picas vascas en Flandes, 2002
- Historias de corsarios vascos, 2004
- Nuevas historias de corsarios vascos, 2005
- La historia desconocida del lino vasco, 2006
- La empresa vasca de Terranova, 2008
- Euskal burdinoletako bizimodua / La vida en las ferrerías vascas, 2009
- Azpeitia: industria eta merkataritza, XVI-XVIII mendeak, 2010
- Cuchillería y tijerería de Bergara en la Edad Moderna, 2010

20/05/2021

Luis María de Salazar y Salazar


Militar y político que ocupó altos cargos en la administración de la Corte de Carlos IV, Fernando VII y el Trienio Liberal, llegando a ser secretario del despacho de Hacienda y del despacho de Marina

LUIS MARÍA SALAZAR Y SALAZAR

Luis María de Salazar y Salazar nació en Vitoria en 1758. Pertenecía un linaje nobiliario muy apegada a la carrera militar, sirviendo a la Real Armada española durante tres siglos.

Siendo joven, recibió una excelente educación, primero en casa de su cuñado el marqués de Narros y después en el Seminario Patriótico de Vergara. Por tanto, fue socio de la Real Sociedad Económica Vascongada de Amigos del País.

Una vez completados los estudios en la villa guipuzcoana, en 1775, ingresó en la Real Armada española para formarse como guardia marina en la academia de Cádiz.

En 1783, realizó su bautismo de fuego vez en la campaña de Argel de 1783. Aquella acción le valió el ascenso a alférez de fragata en 1786, y después a teniente de navío.

En 1792, estaba en Madrid, tomando parte de la redacción de las nuevas Ordenanzas Generales de la Real Armada española, junto al secretario real de Marina, el bilbaíno José de Mazarredo. Desde ahí fue escalando puesto en la carrera burocrática como oficial sexto del despacho de Marina, hasta llegar a ser oficial de esa secretaria real en 1801.

ORDENANZAS DE LA ARMADA ESPAÑOLA

En 1802, fue ascendido a capitán de navío y, en 1803, fue intendente general de Marina del Departamento Naval de Ferrol, e intendente general del Consejo del Almirantazgo.

En 1805, fue obsequiado como caballero pensionista de la Orden de Carlos III, y, en 1807, ascendido a consejero real del Consejo del Almirantazgo.

Cuando comenzó la Guerra de la Independencia española, en 1808, fue retenido en la Corte de José I Bonaparte contra su voluntad, pero consiguió escaparse para unirse al bando insurrecto patriótico en Sevilla.

En 1812, fue elegido secretario del Despacho de Hacienda y jefe político de Sevilla.

Tras la finalización de la contienda y la llegada al trono de Fernando VI, en 1814, fue nombrado secretario del Despacho de Hacienda y de Marina.

En 1816, fue desterrado junto con toda su familia a su ciudad natal, Vitoria, aunque en la práctica residió en Bilbao. A pesar de todo, pronto fue reintegrado como consejero del Consejo de Estado.

Durante el Trienio Liberal de 1820-1823, se le confió de nuevo el ministerio de Marina en 1820 y, posteriormente, en 1823. Con carácter interino ocupó la Secretaría de Despacho de la Guerra durante 14 días de junio de 1825.

En 1830, Fernando VII le concedió el título de conde de Salazar.

Durante la I Guerra Carlista, desde 1833, se retiró de la actividad pública residiendo en Madrid, donde organizó numerosas tertulias, acogiendo entre otros, a muchos alaveses amigos y parientes que residían en la Corte. Murió en Madrid en 1838.

ESCUDO DE ARMAS DE SALAZAR

Su hijo fue José Joaquín de Salazar, nacido en Laguardia, en 1775, al igual que Luis María, permaneció en la provincia para distinguirse tanto en la vida municipal como provincial.

Hermano de Luis María fue José María de Salazar y Salazar, también alavés que nació en Manzanos, en 1752. Al igual que su hermano, perteneció a la Real Sociedad Económica Vascongada como socio numerario. Fue en varias ocasiones miembro de la comisión alavesa de la agricultura y economía rústica, así como de la industria y el comercio. En 1782, fue diputado general de Álava. Falleció en 1787.

Hermana de ambos fue María Josefa de Salazar y Salazar, que estuvo casado con el marqués de Narros, fundador de la Sociedad Vascongada.

Los padres de Luis María fueron Ana Teresa de Salazar Albiz y Francisco Antonio de Salazar Bodin, que también fue miembro de la Real Sociedad Económica Vascongada. Fue marino que comandó como teniente el Regimiento de Infantería de Lisboa. Pero su vida transcurrió en Vitoria, donde destacó como alcalde y diputado general de la provincia en 1767 y 1776.

El padre de Francisco Antonio, por tanto abuelo paterno de Luis María fue Eusebio de Salazar Eguiluz, también natural de Vitoria donde nació en 1679. Fue capitán de una compañía de granaderos en el Regimiento de la Guardia de Infantería española, y en 1718 fue brigadier de infantería.

17/05/2021

La monja alférez, por Emilio Gómez Muriel




La monja alférez es una película mexicana realizada en 1944, protagonizada por María Félix y dirigida por Emilio Gómez Muriel. Está basada, aunque no estrictamente, en la extraordinaria vida de Catalina de Erauso "la monja alférez", quien fue uno de los personajes más controvertidos del Siglo de Oro español. Fue estrenada el 27 de julio de 1944.

13/05/2021

Guerra de los Tres Sanchos


Todo comenzó con Sancho III Garcés el Mayor, el gran monarca navarro que repartió sus posesiones reales entre sus cuatro hijos, el mayor reino hispánico hasta del primer tercio del siglo XI. Pero aquel reparto desigual generó una serie de conflictos entre los cuatro reyes hermanos.

La batalla de Atapuerca de 1054 enfrentó al primogénito García III Sánchez de Navarra y a Fernando I de León y Castilla. En la lucha murió García III el de Nájera, y allí mismo fue coronado su hijo Sancho IV Garcés, de catorce años de edad, todavía incrédulo por lo acontecido.

BATALLA DE ATAPUERCA

Esta lucha familiar fue prologada durante su reinado. La Guerra de los Tres Sanchos enfrentó a Sancho IV de Navarra, a Sancho Ramírez de Aragón y a Sancho I de Castilla, durante los años 1065 y 1067. Terminó con la pérdida de las plazas de La Bureba, Pancorbo y los Montes de Oca, tierras burgalesas que pertenecían al Reino de Navarra y que pasaron al poder de Sancho I de Castilla.

Sancho IV terminó su reinado de una forma tan violenta como la inició, el 4 de junio de 1074, mediante una conjura tramada por sus hermanos Ermesinda y Ramón para arrebatarle el trono. Funes es una villa navarra de la ribera del río Ebro, en cuyo término se encuentra el barranco de Peñalén. Este rey se encontraba en una cacería cuando su hermano Ramón le empujó por aquel barranco, muriendo despeñado. Motivo por el que pasó a la historio con el nombre de Sancho IV el de Peñalén. Este hecho fue escenificado por Félix Lope de Vega en la obra El Príncipe Despeñado.

Las Cortes de Navarra tenían capacidad de proclamar o rechazar a un príncipe que pretendiera su corona. Ante aquel hecho, rechazaron al heredero fratricida y eligieron a su primo Sancho Ramírez, rey de Aragón, quien unificó ambos reinos.

sancho garcés navarra peñalén muerte funes
MUERTE DE SANCHO IV EL DE PEÑALÉN

10/05/2021

Linaje Venesa de Fuenterrabía


El apellido de noble linaje Venesa viene figurando en Fuenterrabía desde tiempos muy antiguos. En la casa-torre de esta familia se alojó Enrique IV cuando vino a reunirse con Luis XI de Francia en 1463. También lo hizo Francisco I cuando regresó a Francia, el 16 de marzo de 1525, después de la prisión sufrida a consecuencia de la derrota de Pavía. Hijos de esta casa fueron:

Pedro Sánchez de Venesa fue preboste perpetuo de Fuenterrabía, nombrado por Juan I y Enrique III.

Domenjón de Venesa fue hijo del anterior, muy gran servidor de los reyes castellanos Juan II y Enrique IV.

Pero Sánchez de Venesa fue consejero real de Enrique IV y de los Reyes Católicos. Obtuvo 60.000 maravedies de gajes, que fue agraciado con cierta renta por el rey Eduardo IV de Inglaterra en 1471.

Juan Sánchez de Venesa fue preboste perpetuo nombrado por los Reyes Católicos, alcaide y capitán del castillo y fortaleza de Fuenterrabía desde 1465 a 1480.

Miguel Sánchez de Venesa fue capitán de la gente de guerra de Fuenterrabía contra los Comuneros el año 1521, y a quien el emperador Carlos V llamó desde Burgos el año 1528 para informarse del sitio en que podría llevar a cabo el duelo con Francisco I, señalándole la isla de los Faisanes, aunque luego no se realizó.

Pero Sánchezde Venesa, hijo del anterior, fue capitán general de armadas y flotas en el mar Océano. Murió en la ciudad de Angla, en la isla de la Tercera (Azores), en noviembre de 1563.

Miguel Sánchez de Venesa fue capitán ordinario de mar y guerra. Tomo parte de la Armada de Guipúzcoa, al mando de Oquendo en 1621 y tomó parte en la batalla naval cerca de la isla de San Miguel.

FUENTERRABÍA

06/05/2021

Museo de la Industria armera de Eibar


El Museo de la Industria Armera de Eibar está dedicado a la conservación y difusión de la memoria histórica y el patrimonio industrial de un pueblo de gran tradición armera.

El museo alberga, entre sus piezas, una extensa colección de armas procedente de diversos fondos, como el antiguo Museo de la Escuela Armería, y una gran variedad de productos fabricados en Eibar (bicicletas, motos, máquinas de coser...).

El visitante podrá disfrutar de un recorrido por el devenir de la historia industrial eibarresa, desde el siglo XIV hasta nuestros días.

MUSEO DE LA INDUSTRIA DE EIBAR

Desde la fundación de la villa de Elgóibar, allí por el año 1346, el carácter industrial de la misma fue muy relevante. El rey se reservó la explotación de los minerales de oro y plata y la producción de las ferrerías. Esta es la descripción que en 1800 realizó Tomás López:
"Es esta villa una en las que se fabrican las armas para Placencia y en ella se trabajan al año quando menos cinco mil Cañones de fusil y Pistola, siendo los Maestros que los trabajan los mas sobresalientes de toda la fabrica; en su manifactura no usan otras Maquinas q[u]e las regulares de Fraguas, barrenos de Agua, Limas, etc. Así también en esta villa ai seis ferrerias que labran al año sobre 5 mil quintales de fierro para diferentes usos, y así estas como las fraguas de los cañonistas en la maior parte se surten del carbon (...ilegible...) Juridicción así de Conzejales como de particulares."

01/05/2021

Protecciones forales vascas por los Reyes Católicos


Durante los primeros años del reinado de los Reyes Católicos, las provincias vascongadas seguían sufriendo los saqueos y crueldades de los nobles banderizos. Conocidos también como parientes mayores, estos señores feudales obligaban por la fuerza a los habitantes de la villa de Azcoitia a formar parte de sus luchas sangrientas. Los banderizos nombraban a los alcaldes y oficiales de dicha villa, con lo cual estos daban todo tipo de sentencias y órdenes para despojar a sus habitantes de sus propiedades. Igualmente, los banderizos saqueaban las iglesias y confiscaban los diezmos a los clérigos para seguir costeando su interminable Guerra de Banderizos.

Ante esta situación, los vecinos de la villa guipuzcoana de Azcoitia suplicaban a los Reyes Católicos la aprobación de ordenanzas para la pacificación de la comarca y la protección respecto a los terribles jauntxos rurales. Así, en 1482, desde Sevilla, aprobaron las ordenanzas municipales de Azcoitia, a petición de sus vecinos.

Una de estas medidas fue la orden de expulsar a los linajes de parientes mayores más díscolos y poderosos y llevarlos a combatir contra los moros en la Guerra de Granada durante tres años. Al llevarlo a efecto, la experiencia militar de estos levantiscos nobles fue aprovechada para terminar el proceso de Reconquista en 1492. Posteriormente, muchos de estos linajes nobiliarios vascongados participaron en las guerras de Italia y Flandes, y en la colonización de América y Filipinas.

REYES CATÓLICOS

Por tanto, los Reyes Católicos no sólo eliminaron las crueles guerras de banderizos que asolaron las villas y los campos vascos durante dos siglos, sino que aprovecharon su energía y valor en empresas comunes tan características de la Hispanidad, como fueron la Reconquista, la lucha por la unidad católica de Europa frente al Protestantismo, y la colonización y evangelización del Nuevo Mundo.

Poco después, en 1487, y en este mismo sentido, Fernando el Católico mandó al licenciado Chinchilla que redactase unas ordenanzas para Bilbao, las cuales se hicieron extensas a los distritos colindantes.

Igualmente, en 1490, los Reyes Católicos aprobaron unas ordenanzas municipales para la villa guipuzcoana de Mondragón, por las cuales se ordenaba de manera expresa el cese de las luchas entre los bandos de Guraya y Báñez. Se exigía que los habitantes de Mondragón dejaran de pertenecer a cualquier bandería para formar un cuerpo vecinal unido y pacífico. De esta manera, desaparecieron los bandos en Mondragón.

También, en 1490, los Reyes Católicos sancionaron unas ordenanzas para la villa guipuzcoana de Vergara, con el objetivo de acabar con las banderías de las casas de Ozaeta y Gaviria y para que formasen un cuerpo unido. Además, exigieron que estas ordenanzas se extendieran a los territorios delimitados por las parroquias de Oxirondo y Usarraga.

Al año siguiente, en 1491, los Reyes Católicos favorecieron con una licencia de gran importancia a la villa guipuzcoana de Segura. Sus vecinos podían organizar un mercado todos los martes durante 25 años y eximía del pago del pago del impuesto de la alcabala por tráfico de mercancías a los comerciantes que acudiesen. La villa de Segura se benefició de estos privilegios por haber servido con fidelidad a los Reyes Católicos en las diferentes guerras de su política internacional.

Por último, en 1501, los Reyes Católicos otorgaron carta real a las Encartaciones de Vizcaya, extendiéndose esta misma ley al Reino de Galicia, Principado de Asturias y villas y tierras de Álava y Guipúzcoa, acabando definitivamente con las luchas entre banderizos.

FUERO VIEJO DE VIZCAYA

Mediante la Pragmática del 20 de marzo de 1576, el rey Fernando concedía ventajas a quienes construyan naos de más de 600 toneladas, medida que activó el desarrollo naval en los puertos y astilleros vascos, incitando a mercaderes, maestres y armadores. El motivo estuvo en el conflicto entre la unión monárquica de Castilla y Aragón y la alianza de Portugal y Francia por el trono castellano, que enfrentó a Isabel I y Juan la Beltraneja.

Terminada la Guerra de Sucesión castellana, continuaron las consideraciones con los vascos, no solo en el mantenimiento de los fueros, también en lo que se refiere a la Marina. En 1495, los Reyes Católicos ofrecieron 100 maravedis por tonelada de más de gratificación anual para los armadores que construyeran grandes navíos de más de 600 toneladas.

En 1479, permitieron que el Señorío de Vizcaya llegase a un acuerdo con el Reino de Inglaterra favoreciendo la relación comercial. Poco después, en 1481, Guipúzcoa hizo lo mismo, con autorización de los Reyes:
"Sepan quantos esta carta vieren cómo nos los procuradores e gobernadores de los escuderos fijosdalgo de la noble e leal Provincia de Guipúzcoa que estamos juntos en el lugar de Usarraga, otorgamos e conoscemos..."
Los puertos guipuzcoanos expedían licencia real por algunos de los consejeros reales vascos instalados en su Corte: Domenjón González de Andía, el bachiller Pedro de Vicuña, Juan Miguélez de Zúñiga y Ochoa de Vergara. Estos habían gestionado este "concierto y asiento de paz" con el rey inglés:
"... para que los tratantes de los dichos nuestros reinos e del dicho Reino de Inglaterra puedan andar y anden seguros, y que los daños que de la una parte a la otra se ficieren sean satisfechos y pagados."
Más tarde, la Junta de Guipúzcoa nombró al bachiller Olazábal, Juan de Azmines, Martín Pérez de Aróstegui y Juan de Iñiguez como procuradores provinciales para gestionar capítulos de paz, corregirlos y ampliarlos, para conseguir una "quieta, pacífica e amigable contratación" con Inglaterra. Testigos de la carta de otorgamiento fueron el bachiller Sánchez de Elduayen, alcalde real en Guipúzcoa, Pedro Pérez de Vicuña y Juan de Landerrain.

En 1502, la reina Isabel la Católica mandó al corregidor de Vizcaya promover la construcción de barcos de guerra de gran tamaño.