Cuarto señor de Vizcaya, también de Nájera y gobernador de La Rioja con Alfonso VII de Castilla, a quien mantuvo lealtad frente a Sancho VI de Navarra, recibiendo el cargo de alférez real de Castilla
Lope I Díaz de Haro fue el cuarto señor de Vizcaya, que gobernó entre 1124 y 1170. Fue
hijo de Diego I López de Haro y de Munia Sánchez de
Navarra.
En el momento de intitularse señor de Vizcaya, estaba vinculado a
la reina Urraca de León y de Castilla.
En 1127, recuperó la
tenencia de Nájera con título de conde por mantener su fidelidad al rey de León
y de Castilla Alfonso VII, hijo de Urraca, en la toma de control y posesión de
La Rioja como legítimo heredero tras la muerte del rey de Aragón y Pamplona
Alfonso I el Batallador. El título de conde Nájera suponía ser capitán de la
milicia así como ser el principal administrador de justicia y gobierno político.
Además, según un documento del monasterio de San Millán de 1134, Alfonso VII le
concedió el Señorío de Haro.
En
1130, Lope I Díaz estableció en Nájera su residencia y sede principal, que
mantuvieron todos sus sucesores hasta el último de los señores de Vizcaya del
linaje de Haro, Diego V López. En el Monasterio de Santa María la Real de
Nájera fueron enterrados todos los señores de Vizcaya de su linaje. Continuó
con la reforma del Hospital de la Abadía, que había iniciado Alfonso VII. Fue llamado por sus contemporáneos como
Lope "el de Nájera" por haber establecido su lugar de residencia y gobernación en esta ciudad.
Consiguió acaparar tanto poder en la zona que ya en 1141 aparecía como gobernador de La Rioja, según un documento de privilegio de población concedido a Santo Domingo de la Calzada.
Consiguió acaparar tanto poder en la zona que ya en 1141 aparecía como gobernador de La Rioja, según un documento de privilegio de población concedido a Santo Domingo de la Calzada.
Cuando murió Alfonso
VII, Lope I Díaz siguió vinculándose al rey Sancho el Deseado, obteniendo el
título de alférez real, como aparece desde 1158. Tras morir este, al año
siguiente, sirvió vasallaje al rey Alfonso VIII de Castilla.
Aprovechando la minoría
de edad del rey castellano, en 1163, Sancho VI el Sabio, rey de Navarra, ocupó
varias villas riojanas cercanas a su territorio, entre ellas Logroño. Lope I
Díaz tuvo que reaccionar enfrentándose a las tropas navarras en los años 1163 y
1167.
En 1169, Lope I Díaz acudió al asedio de Zorita junto a sus hombres para apoyar al rey
Alfonso VIII sin que este lo requiriera. En agradecimiento le entregó le
mantuvo la tenencia de Nájera.
Ese año edificó la
iglesia y Monasterio de Santa María de San Salvador de Cañas, en La Rioja, para
convento de religiosas benedictinas de Santo Domingo de la Calzada, a condición
de convertirse a la Orden del Cister. A ellas donó, en unión con Aldonza, la
villa de Fayuelas, con todos sus solares.
Hizo
acuñar moneda llamada Lobis, por ir
esculpidos en ella los dos lobos que representan sus armas nobiliarias.
Casó en segundas nupcias con Aldonza, relacionada con los condes gallegos de la casa de Traba. De la primera unión fueron hijos Lope y Sancho, y del segundo Diego, Rodrigo García, Urraca, que será reina de León como tercera esposa de Fernando II, Mencía, Estefanía, Aldonza, Elvira y Toda. Murió
en 1170, sucediendo en el cargo de señor de Vizcaya y de Nájera su primogénito
Diego II López de Haro.
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