El espíritu emprendedor de los vascos
Alfonso
de Otazu y José Ramón Díaz de Durana, Silex Ediciones, Madrid (2008), 715 páginas
Este
libro pretende documentar las causas, el desarrollo y las consecuencias del
largo viaje que realizaron algunos vascos desde el pequeño país donde habían
nacido, hasta asentarse, con gran éxito, en las ciudades mediterráneas,
atlánticas o americanas que polarizaron el tráfico comercial durante esos
siglos.
¿Tuvo
algo que ver en todo ello la forma en que, en el País Vasco, concluyeron los
conflictos sociales que lo asolaron al final de la Edad Media? De acuerdo con
el régimen foral muchos vasos debieron abandonar su propio país en busca de
fortuna.
¿Cómo se
ordenó esa emigración masiva que se dirigió hacia Castilla a partir del último
tercio del siglo XV?; ¿por qué se allegaron con total falta de prejuicios a
servir a los conversos que, a su vez, iban sustituyendo a los judíos
castellanos en el aparato económico-administrativo del reino?
Imaginar,
a comienzos del siglo XVI, una sociedad sin estamentos afrontados (hidalgos
frente a pecheros) y, a la vez, construir la ficción de la hidalguía universal
para favorecer la inserción de los vascos que emigraban en el estamento que
estaba exento de cargas fiscales en la sociedad de acogida ¿no requiere de un
firme y estudiado propósito?
¿Qué
influencia tuvieron en todo ello las prácticas religiosas de estos emigrantes
constituidos en comunidad propia en las sociedades de acogida? Los vascos se
asociaron primero a los franciscanos (Flandes, Sevilla, Méjico y el Perú) para
más tarde hacer lo propio con los agustinos (Cádiz y Potosí) y los jesuitas
(Cádiz de nuevo y América).
¿Contribuyó
esta circunstancia a favorecer su éxito en los negocios? Y por último
¿Constituyó la lengua vasca un elemento de seguridad y confianza en este
proceso?
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