Político
y militar realista durante la I Guerra Carlista promotor del movimiento Paz y
Fueros
PRONUNCIAMIENTO DE MUÑAGORRI PAZY FUEROS |
José
Antonio Muñagorri Otaegui nació en Berastegi, en 1794. Se formó como escribano
siguiendo la tradición familiar, tanto su padre como su abuelo lo fueron, pero
se dedicó a diversos negocios, principalmente a explotar varias ferrerías el
valle de Leizaran.
En
1817, trabajaba como alcalde de Berastegi y, en 1832, como contratista de las
obras del camino entre Vitoria e Irurzun. Durante el período del Trienio
Liberal, entre 1820 y 1823, se mantuvo al margen de la lucha política surgida
entre liberales y absolutistas.
La
I Guerra Carlista paralizó sus negocios, por lo que contactó con un grupo de
notables exiliados en Bayona preocupados por la larga duración del conflicto y
sus consecuencias en el País Vasco y Navarra. Estos notables constataban la
necesidad de separar el conflicto dinástico de la lucha por los Fueros como
condición previa para conseguir la paz.
Encabezó el proyecto "Paz y Fueros", que consistía en una proclama política en castellano y unos versos en euskera. Ofrecía una salida negociada, con cesiones por ambos bandos, a la situación bélica ligeramente favorable a los carlistas pero fundamentalmente estancada sin un claro vencedor. Además de las proclamas de "Paz y Fueros", puso en circulación unas coplas políticas conocidas como Bertso Berriak en las que en un euskera popular trataban de persuadir a los voluntarios vascos y navarros a abandonar la causa carlista. Acusaban al pretendiente Carlos de Borbón de no respetar los Fueros y negarse a convocar Juntas, era descrito como un aprovechado de la buena fe de los voluntarios, pero en el fondo acataba los Fueros sin convicciones, maltratando a sus milicias y apoyado por un grupo de políticos parásitos. En definitiva, intentaba convencer que daba igual cual fuese el rey legítimo, Isabel o Carlos, siempre que se respetara el tradicional el sistema foral.
Encabezó el proyecto "Paz y Fueros", que consistía en una proclama política en castellano y unos versos en euskera. Ofrecía una salida negociada, con cesiones por ambos bandos, a la situación bélica ligeramente favorable a los carlistas pero fundamentalmente estancada sin un claro vencedor. Además de las proclamas de "Paz y Fueros", puso en circulación unas coplas políticas conocidas como Bertso Berriak en las que en un euskera popular trataban de persuadir a los voluntarios vascos y navarros a abandonar la causa carlista. Acusaban al pretendiente Carlos de Borbón de no respetar los Fueros y negarse a convocar Juntas, era descrito como un aprovechado de la buena fe de los voluntarios, pero en el fondo acataba los Fueros sin convicciones, maltratando a sus milicias y apoyado por un grupo de políticos parásitos. En definitiva, intentaba convencer que daba igual cual fuese el rey legítimo, Isabel o Carlos, siempre que se respetara el tradicional el sistema foral.
El 19 de abril de 1838, Muñagorri se sublevó en Berastegi liderando su proclama e intentando formar un nuevo ejército al que pudieran unirse desertores carlistas. La iniciativa contó con el apoyo secreto del gobierno liberal de Madrid, que aportó fondos para promover el levantamiento y constituyó una Junta de notables en Bayona, con el fin de debilitar al ejército carlista. En esta junta participaron el conde de Villafuertes por Guipúzcoa, Iñigo Ortés de Velasco por Álava, Pascual Uhagón por Vizcaya, y José María Vidarte por Navarra.
ABRAZO DE VERGARA |
La llamada no tuvo gran éxito y las tropas de Muñagorri
cruzaron la frontera con un escaso millar de hombres, que se limitaron a
situarse en la zona de Lastaola, junto al Bidasoa, para en caso de peligro
atravesar el río y refugiarse en Sara. Su única acción militar fue la conquista
de Urdax a los carlistas.
El proyecto de crear una fuerza armada que recogiera a los desertores carlistas y pudiera ser decisivo en el desarrollo de la I Guerra Carlista fracasó, pero la idea de separar el conflicto dinástico de la lucha por los Fueros fue la base del Convenio de Vergara de 1839.
La iniciativa contó con el apoyo secreto del gobierno liberal de Madrid, que aportó fondos para promover un levantamiento con el fin de debilitar al Ejército carlista. Se constituyó una Junta de notables en Bayona que contó con la participación del conde de Villafuertes por Guipúzcoa, Iñigo Ortés de Velasco por Álava, Pascual Uhagón por Vizcaya y José María Vidarte por Navarra.
El proyecto de crear una fuerza armada que recogiera a los desertores carlistas y pudiera ser decisivo en el desarrollo de la I Guerra Carlista fracasó, pero la idea de separar el conflicto dinástico de la lucha por los Fueros fue la base del Convenio de Vergara de 1839.
Pero Muñagorri había abierto el camino para que los carlistas moderados llegaran a un acuerdo con el general liberal Espartero, poniendo fin a la guerra. Merecía, en justicia, la Gran Cruz de Comendador de la Real Orden Americana de Isabel la Católica.
En todo momento este ejército independiente no era más que una empresa alentada por el gobierno central, más que una tercera fuerza política ni liberal ni carlista, que acabó con la disolución, dispersando sus unidades entre el ejército liberal y desmantelando su campamento de Lastaola, cerca de la guarnición liberal de Irún.
En octubre de 1841, tomó parte en un levantamiento liberales moderados vascos contra el gobierno del regente del reino, el general Espartero. El fracasó le obligó a huir a Bayona, mientras Espartero, derogaba los Fueros como represalia. Tras quedar disuelto esta sublevación, volvió a sus negocios en su ferrería de Sumarrieta en Erasun.
El 14 de ese mes fue apresado y fusilado cerca de la ferrería de Zumarrista, por una partida de liberales exaltados al mando de Juan Ramón de Elorrio, antiguo chapelgorri ascendido a teniente por Espartero. Opuesto a la sublevación moderada liderada por el general O´Donnell, Elorrio encontró en el levantamiento político la coartada para ejecutar a su enemigo tratándose en realidad de un ajuste de cuentas personal.
Antonio Labaien dejó escrito aquel suceso:
"Elorrio era un sujeto de malos antecedentes, "txapelgorri" encallado por siete años de guerra, engreído por su ascenso a teniente. Un antiguo resentimiento hacia Muñagorri, un odio personal y afán de notoriedad le incitaron a presentarse acompañado de algunos pocos soldados en Zumarrista y sorprendiendo a Muñagorri lo mató alevosamente en el cercano alto de Pillotasoro. Una cruz incrustada en un árbol recuerda el luctuoso suceso."
DETENCIÓN DE MIÑAGORRI |
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