Vascongado era el término castellano ya en uso en la Edad Media, cuyo significado era el de vascohablante o euskaldun, con independencia de nacimiento o arraigo en las provincias occidentales o en Navarra.
Otras veces se llamaban vascongados a los vizcaínos nacidos en el Señorío de Vizcaya, sin que hubiera tampoco inconveniente. Por ejemplo, se denominaron vascongados, a los vizcaínos que fundaron la Hermandad Vascongada de Lima, en 1612, junto a guipuzcoanos, alaveses y montañeses de las Cuatro Villas (Castro-Urdiales, San Vicente de la Barquera, Laredo y Santander).
En el siglo XVIII, sin embargo, el término Provincias Vascongadas comenzó a aplicarse a las tres provincias occidentales (Álava, Guipúzcoa y Vizcaya), y el de vascongados a sus habitantes. Tal uso alcanzó su consagración definitiva con la creación por los ilustrados de la Real Sociedad Económica Bascongada de Amigos del País. Por tanto, el término vascongado desplazó al de vizcaíno en su extensión más amplia, restringiendo al ámbito referencial de este último solo a los naturales del Señorío de Vizcaya.
IRURAC BAT (LAS TRES UNO) EMBLEMA DE LA BASCONGADA |
En el proyecto de ley de Segismundo Moret de 6 de enero de 1884, se denomina Vascongadas a la región administrativa y política formada por las provincias de Álava, Guipúzcoa, Navarra y Vizcaya.
Pero siempre, vascongado ha significado euskaldun o vascoparlante, y es significativo que en 1883, en el periódico catalán El obrero católico, publicado en Manresa, hallasen una carta de Pamplona donde se refieran al dialecto vascongado, hablando inequívocamente el euskera navarro.
Entonces se podía añadir, para mayor confusión, que existía desde la Edad Moderna, la denominación lingüística de por la que titulaban nación navarra. Por lo tanto, dependiendo de dónde estuvieran y con quienes se relacionara, se consideraban simultáneamente, de nación española, de nación vizcaína o vascongada y de nación navarra, todo en una misma persona si fuese necesario.
En los siglos XVIII y XIX, el término vascongado como sinónimo estricto del vizcaíno de los siglos anteriores conservó todas las resonancias prestigiosas de este. Pero, ya en el XX, el Nacionalismo vasco lo cargó de connotaciones negativas, hasta el punto de someterlo a un curioso tabú lingüístico. Para los nacionalistas, el uso de dicho término constituye un índice seguro no ya solamente de españolismo, sino de franquismo.
PROVINCIAS VASCONGADAS |
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