Desde mediados del siglo XVIII, ingleses y franceses habían comenzado una campaña de exploración del océano Pacífico, antes llamado Mar del Sur y considerado como un "lago español". Wallis y Bougainville habían explorado Tahití, y Philip Carteret las islas Tuamotu. Las exploraciones del inglés James Cook y del francés Jean François de Surville determinaron la necesidad de saber si las potencias europeas y rivales de España habían establecido bases portuarias en las islas del Pacífico. Como reacción ante este avance extranjero, Carlos III ordenó a la Real Armada española como a las autoridades virreinales de América emprender una fuerte campaña de expediciones marítimas de observación y control por el océano Pacífico.
Así, el virrey del Perú, Manuel de Amat y Juniet, organizó dos expediciones con rumbo a Tahití y las islas de Pascua, que tuvieron lugar entre 1772 y 1173, la primera, y entre 1774 y 1775, la última. Los objetivos eran averiguar "las maquinaciones de los extranjeros y la situación y estado de los naturales..., y atraer nuevas almas a la religión cristiana y nuevos vasallos al rey".
Otra expedición previa a la Polinesia tuvo lugar dos años antes, cuando el capitán Felipe González de Haedo descubrió la isla de Pascua así como otras islas menores.
EXPEDICIÓN A LA POLINESIA POR DOMINGO DE BONECHEA EN 1772-1773 |
Para la Primera Expedición a la Polinesia fue designado por jefe de escuadra al capitán de fragata Domingo de Bonechea y Andonaegui, un marino guipuzcoano, nacido en Guetaria, en 1713. Curiosamente, también de Guetaria fue Juan Sebastián de Elcano, el primer hombre en dar la vuelta al mundo demostrando empíricamente la conexión marítima entre América y Asia, dos siglos antes. En 1766, Bonechea ostentaba el grado de capitán de fragata y fue nombrado comandante de la fragata Santa María Magdalena, de 34,5 metros de eslora, también llamado El Águila. Con esta fragata partió rumbo desde Cádiz al puerto de El Callao. Este enclave marítimo en el Virreinato del Perú se había convertido en el punto de partida de casi todas las expediciones españolas al océano Pacífico.
En septiembre de 1772, Bonechea se encontraba allí ultimando el abastecimiento de víveres y pertrechos para el viaje. Antes de partir a la Polinesia, llegaron noticias de que se hallaba en los mares del sur el explorador y navegante británico James Cook. Ante el temor de que este se adelantase, la Corte de Carlos III ordenó que la expedición comenzase lo antes posible.
La fragata Santa María Magdalena una tripulación de 75 marinos y 35 soldados de guarnición y estaba armada con 22 cañones de ocho libras, 6 pedreros montados en horquilla y 8 esmeriles (cañones montados en horquilla y apuntados a mano, adecuados para disparar a los oficiales de los navíos enemigos). Como lugarteniente estaba Tomás Gayangos y como piloto Juan Antonio Hervé, que había participado con González Haedo en el descubrimiento de la isla de San Carlos (Pascua). También embarcaron dos misioneros franciscanos José Amich, que también era piloto, y Juan Bonamó.
DOMINGO DE BONECHEA Y ARCHIPIÉLAGO DE TAHITÍ |
El 26 de septiembre de 1772, la expedición partió del puerto de El Callao. Cuando se encontraba a 30 millas de la costa, siguiendo instrucciones del virrey, Bonechea abrió el sobre lacrado y conoció junto a sus oficiales que la orden real consistía en "ir en busca de Otahiti y a Pascua, describir las islas, sus habitantes y costumbres, elaborar un vocabulario y trazar un mapa". Se pidió averiguar el interés de los ingleses por la isla de Tahití, a la que llamaban isla del Rey Jorge o San Jorge, y conocer las condiciones para establecer una colonia comercial y una misión evangelizadora. Referente a los usos y modos de actuación se ordenó que extremase el buen trato hacia los nativos, recogiese datos sobre sus costumbres, rituales y sistema de gobierno y evitase cualquier derramamiento de sangre.
El plan final consistiría en navegar primero a Tahití después, ir a Valparaíso para dar noticias de la expedición y avituallarse, y, de regreso a El Callao, visitar la isla de Pascua.
Después de un mes de viaje rumbo oeste, comenzaba el avistamiento de islas. La primera fue San Simón y San Judas (Teuere), a la cual siguieron San Quintín (Haraiki), que ya había sido detectada por Bouganville, Todos los Santos (Anna) y San Cristóbal (Mehetia), estas dos posiblemente descubiertas con anterioridad por Pedro Fernández de Quirós. Todas pertenecientes al archipiélago polinesio de las Tuamotu. La isla de San Cristóbal, avista el 6 de noviembre, recibió este nombre debido a su parecido al cerro de San Cristóbal que hay próximo a Lima, la cual fue rodeada por una lancha al mando del alférez Ángel Ciudad. Al día siguiente, el teniente Tomás Gayangos con varios soldados visitó el interior, recibiendo numerosos obsequios de los naturales en un poblado.
CARTOGRAFÍA DE LA ISLA DE AMAT (TAHITÍ) |
El 8 de noviembre, y gracias a las indicaciones de un indígena voluntario de la isla San Cristóbal, la expedición llegó a Otahiti (Tahití), isla que Bonechea llamó Amat, en honor del virrey Manuel de Amat, amarrando en la bahía de Airua. El día 12, el alférez Raimundo Bonarcosi con varios marineros tomaron contacto con la población local, que les recibió de forma pacífica. A la localidad de Tautira se rebautizó con el nombre de Santísima Cruz.
Siguiendo práctica habitual de estas expediciones, se reunió a toda la tripulación leyéndoles las instrucciones relativas al buen trato que debían mantener con los nativos, respetando las propiedades y no cometiendo infamias con las mujeres indígenas, bajo pena de graves castigos. Durante el mes que los expedicionarios permanecieron en la isla entablaron una cordial convivencia con los naturales. El capitán inglés Cook señalaba, tiempo después en el relato de sus viajes, la amabilidad y respeto mutuo demostrados entre tahitianos y españoles.
Se buscó un lugar que sirviese de fondeadero para atracar la fragata, e instalar un puerto desde el que iniciar el intercambio comercial y cultural con los indígenas. Durante la búsqueda, esta quedó varada en su arrecife, que pudo ser recuperada. Finalmente, permanecieron en el puerto de Taiarapu, al este de Tahití Iti, bautizado por Bonechea como puerto de Santa María Magdalena y conocido actualmente como Aiurua.
ISLAS HERMOSA Y SANTA ROSA |
Los científicos de Bonechea establecieron amplias mediciones hidrográficas y observaciones de gran interés. En una lancha al mando de Gayangos, rodearon la isla, levantando planos de sus costas y del puerto para realizar su plano completo, y se dibujó una perspectiva de la isla. De paso, se reconoció y dio nombre a los puertos, ensenadas, cabos y otros datos geográficos que hubiesen. Con los datos geográficos y astronómicos anotados por Bonechea y Bonacarsi, elaboraron un detallado mapa insular.
Algunos tahitianos informaron a Bonechea de la existencia de islas cercanas al oeste de Tahití: Moorea, Huahine, Raiatea, Tahaa, Borabora, Maupiti, Maiao, Atiu, etc. Además, recogió un informe sobre la visita de navíos ingleses.
No solo se recopilaron datos geográficos, también etnográficos sobre las costumbres de los haitianos, características físicas y administración política, armas y canoas, animales y plantas, tipos de terrenos, etc. El eclesiástico franciscano José Amich incluyó entre sus observaciones un pequeño vocabulario español-tahitiano de las palabras más comunes.
MAR DEL SUR (OCÉANO PACÍFICO) |
El 20 de diciembre, la expedición zarpó del puerto de Santa María Magdalena (Taiarapu), navegando rumbo noroeste para reconocer la isla de Moorea. Al día siguiente fue reconocida y nombrada Santo Domingo. También se reconocieron otras islas del mismo archipiélago de Tahití para asegurarse que no hubiera presencia de tropas o colonias extranjeras. Al ver que no había un establecimiento inglés, Bonechea decidió poner rumbo a la Capitanía General de Chile según el plan, probando rutas de navegación nuevas a la costa suramericana del Pacífico, trazando importantes cartas marítimas.
El 21 de febrero de 1773, la fragata llegó a Valparaíso sin encontrar otras islas. En el puerto chileno adquirieron víveres y enviaron correspondencia al virrey comunicándole el éxito de la primera parte de la expedición, acompañado de los diarios y cartografías de las islas descubiertas.
El día 2 de abril, la expedición de Bonechea partió de Valparaíso en dirección a la isla de San Carlos (Pascua), el segundo objetivo del plan, descubierta anteriormente por Felipe González de Haedo. A falta de 190 para llegar al destino, se produjo una vía de agua en la fragata, lo que ocasionó que Bonechea cambiase su derrotero poniendo rumbo hacia el puerto limeño de El Callao.
ISLA DE SANTA ROSA (VAIVAVAE) EN TAHITÍ |
El 31 de mayo, llegó a este puerto del Virreinato del Perú, siendo recibidos por las autoridades limeñas y llevados a presencia de Amat en Lima. Bonechea ofreció al virrey toda la información sobre el desarrollo del viaje, así como de los descubrimientos geográficos.
A bordo de la fragata habían embarcado cuatro indígenas tahitianos con el propósito de presentarlos al virrey Amat, evangelizarlos y enseñarles el idioma español. Dos de ellos murieron en Lima aquel año: Tipitipia, bautizado José en Valparaiso, y Heiao, bautizado Francisco José Amat. Los otros dos, Pautu y Tetuanui, fueron bautizados en la catedral de la ciudad con los nombres de Tomás y Manuel respectivamente.
Gracias al éxito del primer viaje, el virrey ordenó la organización de un segundo viaje auspiciado por el rey Carlos III, que finalmente tomaría forma de misión evangelizadora entre 1774 y 1775. Aquella Segunda Expedición a la Polinesia estuvo liderada otra vez por el guipuzcoano Domingo de Bonechea, al mando de la misma fragata Santa María Magdalena, y por el capitán vizcaíno José de Andía Varela en su paquebote Júpiter.
ISLA DEL ARCHIPIÉLAGO DE TAHITÍ |
De la primera expedición existen tres relaciones de la navegación:
1. Relación de la navegación que de orden del Excmo. Sr. D. Manuel Amat y Juniet, teniente general de los ejércitos, Virrey, etc. del Perú, ha ejecutado el capitán de fragata D. Domingo de Bonechea, en la nombrada Águila, al descubrimiento de la isla nominada por viajeros el Rey Jorge o San Jorge, y por los naturales Otaeiti, y al presente Amat, como asimismo de otras halladas en la misma navegación. Asimismo de los ocurrido en su regreso hasta el puerto de Valparaiso el 21 de febrero del presente año de 1773
2. Relación diaria del viaje que hizo en la lencha alrededor de la isla el teniente de fregata D. Tomás Gayagos con el fin de reconocerla
3. Instrucciones al capitán de fragata D. Domingo de Bonechea para el viaje con la nombrada Águila que va a hacer del orden del Rey en demanda de las islas del mar del Sur, conocida la una de ellas antes por la de la tierra del Rey Jorge y los naturales Otaheiti, con arreglo a las facultades comunicadas a este superior Gobierno con fecha 9 de Octubre y 11 de Diciembre de 1771. Firmadas en Lima a 30 de Marzo de 1773
DOMINGO DE BONECHEA |
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