Consejero de los Reyes Católicos, miembro del Consejo de Castilla, presidente del tribunal de la Inquisición y obispo de Tuy
Martín de Zurbano era natural de Azpeitia, donde nació a mediados del siglo XV. Pertenecía a una familia nobiliaria alavesa de Arrazua, de la casa de Bustinzuri, que se había establecido en Guipúzcoa. Fue conocido como Martín de Azpeitia y como Maestro Azpeitia.
Era
un época donde las Guerra de Bandos que afectaban las tierras del valle del
Urola dejaron las casas-torres con sus almenados desmantelados, en especial las
de Loyola, Emparan, Balda e Iraeta. Las Hermandades y el rey Enrique IV expulsaron
de sus baluartes a aquellos que tanta violencia ofrecieron a la provincia con
sus rivalidades. Los Pariente Mayores más belicosos fueron desterrados a Ximena
de la Frontera, en la frontera de Castilla con Granada.
Tras
graduarse en artes y teología, probablemente en la Universidad de Salamanca,
estuvo como canónigo magistral de Ciudad Rodrigo, y más tarde como canónigo en
la catedral de Santiago de Compostela.
En
1491, accedió como abad en encomienda al monasterio de San Juan de Poyo, en Pontevedra,
como mero administrador de los bienes de Poyo, no formando parte de la
comunidad. Desde ese mismo año hasta 1503, participó en varias misiones del
papa Alejandro VI por Italia y Alemania, como protonotario apostólico.
SEPULCRO DE MARTÍN DE AZPEITIA |
En
1506, fue nombrado miembro del Consejo de la Inquisición, junto con el oñatiarra
Mercado de Zuazola y otros vascos. Desempeñó un papel relevante en la
Congregación General de 1508 y en la redacción de las Constituciones para la
Inquisición de los Reinos de Aragón y de Sicilia.
Además,
fue miembro del Consejo de Castilla, ganándose la confianza de la reina Isabel.
Aparece constantemente como consejero real, por ejemplo en la inscripción de su
sepulcro: "... del Consejo de los Católicos nuestros Reyes Don Fernando y
Doña Isabel..."; en su testamento "... del Consejo de sus Altezas ...
reinaban, por entonces, Doña Juana y Don Fernando como Regente, en
Castilla."; Flórez y Ávila y La Cueva, tomándolo del Tumbo de la Catedral
de Tuy, escriben: "... sábese que el referido señor era del Consejo de la
Reina ..."; Lo mismo dice A. Lambert: "... conseiller de la reine
Isabelle...".
Coincidió
en la Corte con otros consejeros reales vascos como Rodrigo Mercado de Zuazola,
doctor en leyes y cánones y los licenciados García Yáñez de Mújica y Ortuño
Yáñez de Aguirre. Pero, a diferencia de ellos, consejeros en derecho, Martín de
Azpeitia era consejero en teología. Su
último cargo fue en la sede episcopal de Tuy, en Pontevedra, en 1515. Pero
falleció un año después en Madrid.
Zurbano
tiene capilla propia con panteón en la parroquia de San Sebastián de Soreasu, en
Azpeitia, ejemplo del arte renacentista guipuzcoano. Es una capilla dedicada a San Martín, con hermoso retablo y reja y, sobre todo con el
espléndido sepulcro de estatua orante, donde quiso que reposaran sus restos:
"...que mi cuerpo sea sepultado en la iglesia de San Sebastián de la villa de Azpeitia, de donde soy natural; en la mi sepultura se haga una capilla...; mando que se haga de mis bienes, en la cual e en el retablo della gasten hasta mill ducados de oro..."
SEPULCRO DE MARTÍN ZURBANO EN LA PARROQUIA DE SAN SEBASTIÁN DE AZPEITIA |
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