Pedro de Peralta y Ezpeleta

Aristócrata y militar, líder de los agramonteses y condestable de Navarra durante la Guerra Civil de Navarra entre 1451 y 1464

PEDRO DE PERALTA Y EZPELETA

Pedro de Peralta y Ezpeleta natural de Marcilla, Reino de Navarra, donde nació en 1421. Provenía de un linaje de la alta aristocracia navarra. Su padre fue fue Pedro de Peralta y Sánchez, miembro del Real Consejo de Navarra desde 1399 y ricohombre desde 1416. Su madre, Juana de Ezpeleta y Garro, era hija del barón de Ezpeleta de la familia de los señores de Ezpeleta y Gallipienzo. Su hermano, Mosén Martín de Peralta y Ezpeleta, fue merino de Ribera, canciller del Reino de Navarra bajo el reinado de Juan II.

Peralta, también llamado Martín de Pierres de Peralta el Joven, fue el primogénito y cabeza de la línea hereditaria de su linaje. Entres sus títulos nobiliarios ostentaba ser primer conde de Santisteban de Lerín, barón de Marcilla, y señor de Peralta, Funes, Cárcar, Andosilla, Marcilla, Falces, Undiano, Azagra y Caparroso.

Vivió en el Castillo de Marcilla que había hecho construir su padre, y casó con Ana de Brabante, en 1440. Obtuvo tres hijos: Pedro, murió sin descendencia; Juana de Peralta, II condesa de Santisteban de Lerín y sucesora del mayorazgo; e Isabel de Peralta.

La vida de Peralta discurrió en un momento de gran enfrentamiento entre los dos bandos nobiliarios de Navarra en el siglo XV y que conllevó a la Guerra Civil entre 1451 y 1464. Era condestable de Navarra y cabeza del bando de los Agramonteses, enfrentando al bando de los Beamonteses.

En 1462, casó en segundas nupcias con Isabel de Foix y de Albret, perteneciente a la familia real navarra, hija de Gastón de Foix. De este otro matrimonio nació Ana de Peral y Foix, quien casaría con su primo Jaime de Foix, en 1485. Este era infante de Navarra e hijo de los reyes Leonor y Gastón IV de Foix.

CASTILLO DE MARCILLA

El 23 de noviembre de 1468, promovió el asesinato de Nicolás de Echévarri, obispo de Pamplona, por sus nobles mediante lanzadas, mientras se celebraban las Cortes en Tafalla. Este era consejero real de la infanta Leonor y de Gastón IV de Foix, y partidario del rey Juan I de Navarra y II de Aragón. Además de obispo de los agramonteses, Echévarri pretendió serlo también de los beamonteses, lo cuales se habían quedado huérfanos de su pretendiente al trono navarro, el fallecido Carlos príncipe de Viana. Además, el propio Peralta vio como Echévarri establecía un pacto entre su rey Juan y el partido Beamontés en 1464, rompiendo el equilibrio de poderes entre ambos bandos y reabriendo el enfrentamiento.

El castigo supuso la excomunión promulgada por Domingo, prior de Roncesvalles y obispo temporal de Pamplona. El castigo eclesial consistió en mostrar pública exhibición de su arrepentimiento en la Catedral de Valencia, descalzo y con ropas simples, por orden del papa Paulo II y el arzobispo Rodrigo Borja.

Tras este suceso, los Peralta se posicionaron a favor del rey Fernando el Católico, el otro hijo de Juan I con pretensiones a ocupar el trono navarro. Por eso, mantuvo amplias relaciones con los Trastámara y la Corona de Aragón, en especial con el arzobispo de Toledo, Alfonso Carrillo de Azcuña, pues casó a su hija Juan de Peralta con Troilo Carrillo, hijo del arzobispo.

El hijo de ambos, y nieto de Pedro de Peralta, Alonso Carrillo de Peralta, recibió el marquesado de Falces por Fernando el Católico, consolidando su poder sobre toda la Merindad de Olite. En agradecimiento a la lealtad y servicios prestados a los Reyes Católicos, recibió la espada Tizona del Cid Campeador.

PEDRO DE PERALTA Y EZPELETA Y SU ESCUDO HERÁLDICO