El Castillo de Javier está situado en una loma de la localidad de Javier, a 52 km al este de Pamplona capital y 7 km al este de Sangüesa. Su nombre original fue el de Esabierre, que en eusquera navarro significaba "casa nueva". Tras una evolución fonética, el topónimo se transformó en Xavier y Javier.
En el siglo X, surgió como una aislada alta torre de vigilancia en tierras fronterizas entre navarros e islámicos hacia el sur, aragoneses al este y francos hacia el norte. La torre del homenaje, llamada de torre de San Miguel, se considera la más antigua de estas características en tierras navarras. Sus sillares sobre la rocosa peña son rasgos de su irregularidad arquitectónica.
Primero vigilaban los islámicos de la dinastía de los Banu Qasi de los reinos de Tudela o de Zaragoza quienes vigilaban a los cristianos, y después fueron los cristianos del Reino de Pamplona quienes vigilaron a los islámicos.
PARTE FRONTAL DEL CASTILLO DE JAVIER |
A comienzos del siglo XI, se construyó el primer recinto envolvente en forma semicircular, que encerraba la torre y formaba las primeras habitaciones. Se había convertido en un pequeño castillo, con espacio suficiente para el refugio de la tropa y capaz de soportar un prolongado asedio.
Entre los siglos XIII y XIV, se añadieron por los cuatro lados, dos baluartes poligonales y dos torres flanqueantes. También se agregó el Palacio Nuevo que sería derribado para la construcción de la basílica adosada al castillo, en 1901.
En aquel siglo XIII, el castillo pasó de propietario regio. Pertenecía al infante Fernando de Aragón, el cual lo había ofrecido como garantía por un préstamo de 9.000 sueldos al rey navarro Sancho VII el Fuerte. Al acabar el plazo de devolución de la deuda, el aragonés no pudo hacer frente a sus obligaciones, pasando a titularidad del navarro, en 1223. Sancho VII fue uno de los grandes prestamistas de la Corona de Aragón, y gracias a los préstamos impagados, se apropió de una serie de villas y castillos entregados como aval que le ayudaron a reforzar sus fronteras: Escó, Peña, Petilla, Gallur, Trasmoz, Sádaba, etc.
Su sucesor, Teobaldo I, encomendó la fortaleza a Adán de Sada, en 1236, de cuyo linaje pasó posteriormente a los Azpilcueta y los Jasso.
BASÍLICA Y CASTILLO DE JAVIER |
Durante la invasión de Navarra por las tropas del duque de Alba, este linaje fue enemigo de Fernando el Católico, razón por la cual el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros ordenase la demolición del castillo, en 1516. Esta sentencia se ejecutó de forma parcial: se derribaron los baluartes con sus almenas y aspilleras; se derribaron dos torres circulares, el puente levadizo y el jardín; la torre del homenaje fue rebajada a la mitad; se destruyeron dos grandes portaladas y se rellenó el foso al mismo nivel del terreno.
Tras sucesivas herencias, la propiedad del castillo, junto con el resto del pueblo de Javier, recayó en la Casa de Villahermosa.
Ya a principios del siglo XX, la duquesa de Villahermosa donó el castillo y la basílica a la Compañía de Jesús con la condición de que lo mantuviera tal y como se le entregó. En la cripta de la basílica descansan los restos de quienes contribuyeron a la reconstrucción del castillo y erección de la basílica.
A finales del siglo XIX, el castillo estaba prácticamente en ruinas, y por iniciativa de sus propietarios, María del Carmen de Aragón-Azlor, duquesa de Villahermosa, y su marido José Manuel de Goyeneche, conde de Guaqui, se comenzaron las obras de restauración.
Tras la repentina muerte del conde de Guaqui en 1893, la financiación de las obras quedaron a cargo de las personas más próximas a Manuel de Goyeneche, que fueron su viuda María del Carmen de Aragón-Azlor (duquesa de Villahermosa), y sus tres hermanos María Josefa (duquesa de Goyeneche), Carmen (duquesa de Gamio) y José Sebastián de Goyeneche y Gamio (fundador de la Fundación Goyeneche). No solo se encargaron de los gastos de la restauración del castillo, sino que además hicieron construir una basílica adosada a él y algunos edificios para viviendas para sacerdotes y casas de ejercicios espirituales.
Tras la repentina muerte del conde de Guaqui en 1893, la financiación de las obras quedaron a cargo de las personas más próximas a Manuel de Goyeneche, que fueron su viuda María del Carmen de Aragón-Azlor (duquesa de Villahermosa), y sus tres hermanos María Josefa (duquesa de Goyeneche), Carmen (duquesa de Gamio) y José Sebastián de Goyeneche y Gamio (fundador de la Fundación Goyeneche). No solo se encargaron de los gastos de la restauración del castillo, sino que además hicieron construir una basílica adosada a él y algunos edificios para viviendas para sacerdotes y casas de ejercicios espirituales.
Ya a principios del siglo XX, la duquesa de Villahermosa donó el castillo y la basílica a la Compañía de Jesús con la condición de que lo mantuviera tal y como se le entregó. En la cripta de la basílica descansan los restos de quienes contribuyeron a la reconstrucción del castillo y erección de la basílica.
FASES DEL CASTILLO DE JAVIER
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En la actualidad, el castillo se puede visitar. Dispone de un amplio sistema defensivo dotado de saeteras, matacanes, almenas, torres, camino de ronda, murallas exteriores, fosos y dos puentes levadizos sucesivos, que lo convertían en un inexpugnable bastión en tierras fronterizas.
La entrada posee doble puente levadizo de forma sucesiva frente a sus puertas, en la primera de estas aparece el escudo de armas del linaje de Jaso y Azpilcueta y una moderna rampa de acceso.
PUERTA DE ENTRADA |
Dentro del foso aparecen los baluartes y las escarpas escalonadas de bolos de río, que servían para fortalecer los muros contra la artillería del siglo XV.
El matacán o buharda es una obra voladiza del muro sobre la puerta de entrada, con suelo abierto, desde donde se atacaba al enemigo, por ejemplo dejando caer bolas incendiarias a lo sitiadores que trataban de tumbar la puerta.
FOSO CON SAETERA, ESCARPA Y MATACÁN |
Atravesando la puerta de piedra se accede a la sala principal: la sala grande. En tiempos de emergencia podía servir de cocina y de dormitorio. Normalmente, era la sala de audiencias y recepciones, además de ser el espacio donde la familia pasaba gran parte de su vida doméstica.
SALA GRANDE |
El castillo está dotado de tres torres: la de San Miguel, la de San Cristo y la de Undués.
La Torre de San Miguel, o torre del Homenaje, es la más importante, sobre la que gira el castillo, sobresaliendo del patio de armas y de la sala grande a ambos lados. Está asentada en una roca originaria que se puede ver en su interior y construida con grandes bloques de arenisca. Era el núcleo originario de la atalaya defensiva del siglo X, que evolucionó hacia el castillo actual.
TORRE DE SAN CRISTO - TORRE DEL HOMENAJE - TORRE DE UNDUÉS |
Desde la terraza almenada se contempla la sierra de Leyre (norte), la vega del río Aragón (oeste), la torre de Undués (este), y la plaza donde estuvo el antiguo poblado de Javier (sur), junto con la abadía y la parroquia.
TERRAZA ALMENADA DE LA TORRE DE SAN MIGUEL |
La Torre del Santo Cristo es bastión lateral junto a la basílica. En interior se encuentra un vestíbulo y la capilla del Santo Cristo. Entre sus elementos arquitectónicos se encuentra una saetera, una verja y el altar, también hay un interesante crucifijo tardogótico (siglos XV) tallado en madera de nogal, es el Cristo sonriente de Javier. Toda esta pequeña capilla está decorada de una serie de pinturas murales de esqueletos representando la Danza de la Muerte, única en España.
La plaza de armas es un espacio abierto entre los muros de la fortificación original y las caballerías. Es la parte central del castillo en torno al cual se distribuían las estancias para el acuartelamiento de la tropa. Había granero, bodega, cuadras y un pozo de agua para resistir un prolongado asedio. A la derecha se encuentra la basílica, estructura que comenzó a edificarse a finales del siglo XIX en el lugar que se hallaba el Palacio Nuevo, donde nació Francisco de Javier.
PLAZA DE ARMAS |
El camino de ronda es un corredor pensado para defender mejor la fortaleza. Desde él se aprecian varios elementos defensivos, entre otros el matacán principal del castillo.
CAMINO DE RONDA |
La Torre de Undués sobresalía por encima de dos plantas con saeteras, que antiguamente por encima de las bodegas y las caballerizas del castillo. En la actualidad alberga el Museo de San Francisco Javier, que contiene interesantes pinturas y esculturas relacionadas con la vida y misiones del santo, algunas de ellas de procedencia oriental.
TORRE DE UNDUÉS Y CABALLERIZAS |
Los sillares sobre la roca en la que se asienta la torre del homenaje o de San Miguel son rasgos de su irregularidad arquitectónica. En sus basamentos hay huellas y zócalos musulmanes que podrían ser del siglo de su construcción. Bajo esta peña existe una fría celda con su cuerpo medieval.
SILLARES DE LA TORRE |
Las estancias donde originalmente se alojaban los señores del castillo rodean la base de la torre de San Miguel. Una de sus dos estancias es conocida como el Cuarto del Santo, ya que según la tradición fue la habitación de Francisco de Javier hasta 1525, cuando partió a estudiar a París. La otra estancia es la capilla originaria del castillo, consagrada a San Miguel, que conserva el enlosado original.
DEPENDENCIAS DE LA TORRE |
ESCUDO DE ARMAS DE FRANCISCO DE JAVIER |
La llamada Sala de los Escudos es una estancia que en la actualidad está adornada con los escudos de armas de los padres de Francisco de Javier (María de Azpilicueta y Juan de Jaso) y el árbol genealógico de su linaje.
María
de Azpilcueta y Aznárez de Sada fue señora de Javier. Sus padres fueron Martín
de Azpilcueta, señor de Javier, y Juana Alfonso Aznárez de Sada, señora de
Javier.
Juan
de Jaso y Atondo fue señor de Javier al matrimoniar con María de Azpilcueta. Provenía de
los linajes de Jaso y Atondo.
Ambos
dejaron como descendientes a Magdalena de Jaso, Ana de Jaso, Miguel de Javier,
Juan de Azpilcueta y Francisco de Jaso y Azpilcueta.
ESCUDOS DE ARMAS DE LA FAMILIA DE FRANCISCO DE JAVIER |
ESCUDOS DE ARMAS DE FRANCISCO JAVIER |
MAQUETA DE LA TORRE DE SAN MIGUEL |
MAQUETA DEL CASTILLO DE JAVIER |
MAQUETA DEL CASTILLO DE JAVIER |
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