Los constructores navales vascos de los siglos XVI a XVIII eran maestros carpinteros embarcaciones de todas las dimensiones y tonelajes con las proporciones adecuadas. Hasta bien entrado el XVIII, el eje fundamental de su formación fue la experiencia transmitida y no la investigación científica. Es decir, los constructores aprendían sobre el terreno, transmitían sus conocimientos técnicos de unos a otros y aplicaban las soluciones que mayor éxito habían tenido en los diferentes prototipos navales.
Estos industriales marítimos no constituyeron un grupo homogéneo pues se distinguían entre los que fabricaban grandes unidades con destino principalmente para las Reales Armadas del mar Océano o las Reales Flotas mercantes de la Carrera de Indias y los que construían pequeñas y medianas embarcaciones para clientes particulares que practicaban el transporte de mercancía a pequeña escala y la pesca de cabotaje.
Los constructores de medianas y pequeñas embarcaciones integraron un grupo bastante homogéneo en cuanto a sus características. Además de ser maestros en la carpintería de ribera, solían tener sólidos conocimientos de calafatería, que en ocasiones les permitía alcanzar el grado de oficiales o incluso de maestros navales. Pero no solían recibir el calificativo de maestros de fábricas navales. Asimismo, solían combinar esta actividad con cualquier otro trabajo de carpintería, incluso, la pesca o el comercio. La mayoría de ellos trabajó en los astilleros de su municipio o de localidades vecinas por el ahorro y ventajas económicas que ello les suponía.
Los fabricantes de grandes embarcaciones formaban una élite dentro del sector industrial. Algunos, mediante asiento o contrato real, construían buques de guerra para las Reales Armadas del mar Océano entre los siglos XVI y XVIII. Otros fabricaron grandes embarcaciones mercantes para las Reales Flotas de la Carrera de Indias en los siglos XVI y XVII, y para la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas y la de Filipinas en el XVIII.
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| CONSTRUCTORES NAVALES VASCOS DE LOS SIGLOS XVI Y XVII |
Entre los siglos XVI y XVIII, un grupo de constructores navales vascos alcanzaron gran fortuna y prestigio, llegando a monopolizar la producción de grandes embarcaciones, en unos casos por el número de pedidos que tuvieron, y en otros, por el volumen de toneladas fabricadas y la complejidad técnica. En su mayoría eran guipuzcoanos, aunque también hubo vizcaínos.
Los más representativos constructores y asentistas vascos que botaron galeones para Real Armada del mar Océano o la Real Flota de la Carrera de Indias en los siglos XVI y XVII fueron:
01. MARTÍN DE VILLAVICIOSA
Martín de Villaviciosa, natural de Pasajes, el más destacado constructor naval de una saga de marinos del siglo XVI, cuyas embarcaciones participaron en varias expediciones marítimas, como por ejemplo la de Magallanes y Elcano a las islas de las Especias entre 1519 y 1522; y otras, las de mayores tonelajes, formaron parte de las Reales Armadas del mar Océano.
Siendo general de marina, compaginó sus servicios en las armadas con la manufactura de algunas naos y galeones con arqueos superiores a las 300 toneladas, considerados grandes para la época, y siempre en astilleros de Pasajes, principalmente los de Bordalaborda y Barrio Vizcaya. Una de estas unidades fue el galeón La Trinidad de 653 toneladas, fabricado en 1550.
En la década de 1570, varias naos fueron construidas en los astilleros de Pasajes por uno de los almirantes Villaviciosa, estas fueron: María del Pasages, de 362 toneladas; San Nicolás, de 350; y San Salvador. Volvió a efectuar dos fábricas al año siguiente: la nao Capitana, en el astillero de Bodalaborda; y el galeón San Salvador, de 700 toneladas, en Pasajes. Continuó en Bodalaborda para efectuar una embarcación con el nombre de María, de 346 toneladas, en 1578.
02. MIGUEL DE OQUENDO
Miguel de Oquendo y Domínguez de Segura, natural de San Sebastián, además de constructor naval en la segunda mitad del siglo XVI, pasó a la historia por ser almirante general de la Real Armada de mar Océano y teniente de la Gran Real Armada de la expedición a Inglaterra de 1588 al mando de la Real Armada de Guipúzcoa.
En los astilleros de Pasajes construyó varios galeones con destino a la Reales Armadas de la Monarquía de Felipe II: los galeones Santa Ana, de 1.200 toneladas, y la Capitana Real, de 1.500, en 1570, y el San Salvador, de 800 toneladas. Fue propietario de una embarcación de estas características con la que combatió en la jornada de Oran de 1575.
03. ANTONIO DE URQUIOLA
Antonio de Urquiola, natural de Guetaria, fue superintendente de la Real Fábrica de Navíos y Galeones en Lezo entre finales de siglo XVI y principios del XVII, y general de la Real Escuadra de Cantabria. En el plano bélico, participó en la expedición de las Azores de 1591, entre otros combates.
04. AGUSTÍN DE OJEDA
Agustín de Ojeda, natural de Fuenterrabía, fue capitán de marina y principal constructor y asentista naval vasco de galeones para la Armada en la década de 1590, que fueron ejecutados en las las gradas de Pasaia y Bilbao. Su meritoria labor le valió para que en 1617, la Corte de Felipe III le nombrara superintendente de las Reales Fábricas, Plantíos y Montes de Guipúzcoa.
05. DOMINGO DE GOYZUETA
Domingo de Goyzueta, natural de Rentería, fue fabricante naval en los astilleros de su villa natal, entre ellos en el Astillero de la Magdalena, entre los años 1590 y 1614. Para ello, utilizó maderas de los montes concejiles de Rentería, fomentando la industria naval municipal, uno de sus principales sectores económicos.
Entre 1590 y 1606, se dedicó a la labra de embarcaciones de todos los tamaños, para uso privativo o por encargo de particulares. A partir de 1606, posiblemente al amparo de las subvenciones reales, firmó varios asientos con la Corona para labra de galeones de las Reales Armadas del mar Océano. Uno de estos asientos, firmado en 1606, se le obligó a fabricar tres galeones de guerra; y otro en 1608, por el que hizo otros tantos galeones con el mismo destino.
06. JOANES DE SOROA
Joanes de Soroa, natural de Usurbil, fue constructor naval guipuzcoano y maestro mayor de la Reales Fábricas Navales, llegando a dirigir la realización de varios galeones y embarcaciones capitanas para la Real Armada del mar Océano y las Reales Flotas de la Carrera de Indias, entre los años 1602 y 1625. Además de estas unidades, también elaboró varios bajeles y gabarras para clientes particulares. Los centros astilleros que utilizó fueron los de Rentería, Usurbil y Zumaya.
Fabricó una gabarra real en Pasajes para conducir a la infanta María Teresa en 1660 a la isla de los Faisanes con motivo de su boda con el rey de Francia Luis XIV.
07. SAN JUAN DE OLAZÁBAL
San Juan de Olazábal, natural de Rentería, fue capitán de marina, armador naval y constructor de navíos durante cuarenta años, entre 1600 y 1640.
Entre los años 1600 y 1633 construyó, cuando menos, 21 buques en los astilleros de Rentería y de Fuenterrabía. Una parte importante de esta producción estuvo destinada a las Reales Armadas del Mar Océano y de la Carrera de Indias. Por esta circunstancia se especializó en la manufactura de naves de gran tamaño, generalmente galeones, que registraron arqueos superiores a las 500 toneladas en la mayoría de las unidades. De igual manera, fabricó otros buques, así bien de gran tonelaje, por encargo de algunos clientes guipuzcoanos que tuvieron, asimismo, como destinos la Carrera de Indias y el servicio a la Corona.
08. SANTIAGO DE LARRAGUIBEL
Santiago de Larraguibel, natural de Deva, comenzó como maese carpintero de ribera de Deva, generando una expansión de la industria naval de Deva, junto a otros. Entre 1625 y 1639, fabricaba naves de cabotaje de pequeñas y medianas dimensiones, siendo sus clientes comerciantes vascos vinculados al transporte del mineral de hierro vizcaíno.
Entre 1635 y 1637, ejerció como contramaestre en los tres galeones: una Capitana de 600 toneladas y dos galeones de 400, con destino a la Real Armada del mar Océano, que construyó Francisco de Lasarte por orden del Marqués de Valparaíso. Como contramaestre, estivo encargado de proporcionar toda la madera, tabla y pertrechos necesarios para sus fábricas.
09. JUAN DE HOYOS
Juan de Hoyos formó parte de un grupo de asentistas-constructores vascos en el que se apoyó Felipe IV para consolidar el poderío naval hispano durante la Guerra de los Treinta Años hasta el Tratado de Westfalia en 1639. Otra de sus misiones fue la de reconvertir algunos navíos que se estaban construyendo para navegar en corso en barcos mercantes de la Real Flota de la Carrera de Indias, solucionando problemas técnicos bastante complejos.
10. FRANCISCO DE BUSTINZORO
Francisco de Bustinzoro, natural de San Sebastián, fue el capitán de marina y constructor naval que se ofreció a fabricar dos galeones de guerra de guerra de 600 a 700 toneladas cada uno, en 1629. Ambas embarcaciones se integrarían a la Real Armada española que se estaba organizando para recuperar la plaza de Pernambuco, recién sitiada por una flota holandesa, durante la Guerra de los Treinta Años.
Dicho contratista hizo la entrega de los dos buques en Lisboa, donde tripulados de gente y armados de artillería partieron en conserva de la Flota mercantes de los Galeones de la Plata, que llevaba a su cargo el general Antonio de Oquendo.
11. ANTONIO LAJUST
Antonio Lajust fue un importante constructor naval y asentista real de la primera mitad del XVII, especializado en la tipología de galeón cuyo peso era siempre superior a 500 toneladas. Estuvo muy vinculado al comercio transatlántico, e invertía parte de sus beneficios en la construcción naval, en las factorías de San Sebastián, Pasajes y Usurbil.
Estas unidades tenían como destino el comercio en el Atlántico y las flotas de la Carrera de Indias, unas veces por parte de los particulares, y otras de la Corona.
Entre los años 1614 y 1621, realizó los siguientes galeones: Santa Cruz (550 toneladas); Nuestra Señora del Juncal (650); Nuestra Señora de Aránzazu (600); Nuestra Señora de la Asunción (650); La Santísima Trinidad (600); San José (600); Santiago (600); Santa Theresa (600); Nuestra Señora del Rosario (500); Santa Gertrudiz (600); San Antonio de Padua (600); y un último galeón para la Real Armada de Guipúzcoa.
12. DOMINGO DE ECHEVERRI Y ROBER
Domingo Juan de Echeverri y Rober, natural de San Sebastián, almirante de marina y constructor naval que estuvo al servicio de la Armada desde 1639 hasta 1667, llegando a ser también general de la Real Armada de la Carrera de Indias en 1664 y 1666. En 1665, fue nombrado capitán de la Maestranza de Cantabria, y durante diez años estuvo a cargo de la mayor parte de las naves que se componían para las Armadas Reales en Guarnizo, Fuenterrabía, Pasajes, Bilbao y otros astilleros.
Fue comisionado a Países Bajos junto a Ignacio de Soroa para estudiar la construcción naval en sus astilleros y reconocer bajeles en venta. A su regreso, propuso adoptar el sistema de fabricación de embarcaciones de los holandeses, que hacía diferencia entre buques mercantes y buques de guerra, con planteamientos regulados y experimentados en hidrostática, geometría y aritmética.
En 1666, publicó unas excelentes Instrucciones generales para la navegación y combate, de Echeverri, a la armada y flota de Nueva España, en colaboración con sus hermanos también generales de marina y tratadistas náuticos.
13. IGNACIO DE SOROA
Ignacio de Soroa, natural de Usurbil, fue reputado en su tiempo como uno de los mejores fabricantes navales del Cantábrico. Ostentó el cargo de capitán de Maestranza de las Fábricas del Rey en Cantabria. Asimismo, su valía profesional hizo que fuera la persona elegida por la Corona para ir a Holanda al desempeño de una comisión técnica. Su carrera profesional la desarrolló por entero en los astilleros guipuzcoanos, siendo uno de los constructores vascos con una de las nóminas de barcos más extensa del XVII. Entre 1664 y 1686, se especializó en la manufactura de galeones de gran tonelaje, para la Real Armada del mar Océano como a la Real Armada de la Carrera de Indias.
Sus principales galeones en Usurbil fueron: el Buen Jesús de 600 toneladas, en Usurbil, en 1664; el San Vicente de 803 toneladas, en Pasajes, en 1666; el Capitana y el Almiranta en Mápil, en 1667; el Nuestra Señora de la Almudena de 822 toneladas, en Usurbil, en 1668; otra Capitana de 1.293 toneladas, en 1672. En el astillero de Rutarte fabricó el galeón Nuestra Señora de Guadalupe, de 700 toneladas, en 1675; una Capitana de 800 toneladas y una Almiranta de 761, en 1677. Su máximo apogeo lo consiguió en la construcción de toda una flota de galeones cuyo porte conjunto debía sumar las 3.600 toneladas en en los astilleros de Rentería, a partir de 1678. Su último asiento fue el galeón El Santísimo Sacramento, en 1686.
14. BLASCO DE ECHEVESTE
Blasco de Echeveste, natural de Usurbil, fue maestro constructor de algunos galeones en las instalaciones navales del río Oria, para capitanes de mar y guerra, a mediados del siglo XVII.
La primera unidad se sirvió para el capitán Cristóbal de Echeverría en las gradas de Urdayaga, en 1646. El navío San Nicolás se entregó al capitán Francisco de Iturriza, en 1657. Y el tercer y último galeón lo fabricó el capitán Miguel de Learizteguieta y Luis de Córdova, que elaboró en los astilleros de Orio, en 1665.
15. JUAN DE OLAETA
Juan de Olaeta, natural de Bilbao, fue constructor naval y asentista real que entregó algunos galeones para la Corona entre los años 1679 y 1683. El primer contrato estuvo basado en la fabricación de dos galeones de 800 toneladas para la Real Flota de la Carrera de Indias, en el Astillero de Mundaca, a un precio de 36 ducados la tonelada y una fecha de entrega en agosto de 1680. Debido a retrasos en el adelanto de dinero por parte de la Corona y la amenaza de invasión francesa, se entregaron en octubre de 1681.
Un año después, se ofreció a fabricar otro galeón de similares características para la Carrera de Indias. Su fábrica se realizó en los Astilleros de Lida y de la ría de Mundaca, pero fue entregado en el puerto de Pasajes, en 1683, utilizando maderas del monte de Achera, propio de las anteiglesias de Ibarranguelua y Gautéguiz de Arteaga.
16. PEDRO DE ARÓSTEGUI
Pedro de Aróstegui, natural de San Sebastián, fue constructor naval de galeones para la Real Armada española en los astilleros de Basanoaga y de Mápil entre 1680 y 1700.
Sus principales asientos fueron dos galeones de más de 880 toneladas, la capitana Nuestra Señora del Rosario y la almiranta Jesús María y Joseph, más un patache Nuestra Señora de las Estrellas, en el Astillero de Basanoaga, en 1680; otros dos galeones de 1.200 toneladas cada uno en Basanoaga, en 1683; y la almiranta San Joaquín de 1.077 toneladas y la capitana San Joseph de 1.066, en el Astillero de Mápil, en 1696. Estas unidades se integraron en alguna las Reales Armadas de Carlos IV.




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