23/04/2025

Francisco Vicente de Tornamira


Astrónomo y cosmógrafo, que redactó el libro Chronographía y repertorio de los tiempos, publicada en 1585 sobre astronomía, cosmografía, astrología y cronometría desde una tradicional perspectiva ptolomeica, aristotélica, geocéntrica y medieval, pero incluyendo elementos científicos de gran valor e interés.

FRANCISCO VICENTE DE TORNAMIRA

Francisco Vicente de Tornamira nació en Tudela, al sur de Navarra, en 1534, aunque algunos bibliógrafos sitúan su nacimiento en Tarazona. Sus padres fueron Juan de Tornamira y Luisa Vicente, prefiriendo el apellido de su madre en primer lugar para firmar sus obras. Su linaje procedía de la región francesa de Auvernia, pero tras asentarse en Tudela consiguieron formar un grupo de influencia y poder debido a sus actividades comerciales y su participación en la política local. Tenía el título de Señor de Mora.

Debió recibir una buena formación académica, y existe la posibilidad de que asistiera a la Universidad de Salamanca, aunque no obtuvo un grado académico. Así lo explicó cuando en la dedicatoria de una de sus obras al marqués de Falces, afirmó que "no tiene los grados de ciencias que en las escuelas se dan, ni profesa el hábito de ellas".

Contrajo matrimonio de Ana Bueno, y tuvo diez hijos, de los cuales solo sobrevivieron dos. Cuando murió, en verano de 1597, fue enterrado en la iglesia de San Jaime de Tudela, que en la actualidad no existe.

Su obra pródiga fue Chronographía y repertorio de los tiempos, publicada en 1585, en Pamplona, e impresa en el taller de Tomás Porralis de Saboya. Consta de 162 capítulos, 576 páginas, y 88 láminas. El propio Tornamira se encargó de la edición del texto y de los numerosos grabados y la complejidad de las tablas numéricas que acompañan al texto. El título al completo es Chronographia y repertorio de los tiempos, a lo moderno, el qual trata varias y diversas cosas, de Cosmographía, Sphera, Theórica de Planetas, Philosophía, Cómputo y Astronomía, donde se conforma la Astrología con la Medicina....

CHRONOGRAPHÍA DE TORNAMIRA

En toda la Chronographía se nota la influencia científica de su maestro y precursor Jerónimo Muñoz, especialmente de su Introducción a la Astronomía y la Geografía. El astrónomo valenciano redactaría este texto para sus clases en las Universidades de Valencia y de Salamanca, que nunca se publicó y editó en imprenta, pero que debió de circular en forma de manuscritos copiados manualmente. De hecho, hay partes enteras de la Chronografia que son traducciones al castellano del original latino de Muñoz.


Esta obra es geocéntrica, pues acepta como válido el sistema ptolomeico del universo y la física aristotélica según la tradición medieval. Por tanto, rechaza el modelo heliocéntrico de Nicolás Copérnico, que fue aceptándose por la comunidad científica durante el Renacimiento tras la publicación del tratado De Revolutionibus, en 1543. A su explicación sobre el medieval modelo geocéntrico, le acompañó otra sobre el movimiento de los planetas muy detallada, aunque no muy precisa para los conocimientos de aquella época.

En absoluto, una obra que mantiene la tradicional concepción geocéntrica del universo pueda resultar vanguardista o revolucionara en una época en la cual la comunidad científica iba adquiriendo una visión heliocéntrica, pero esto no significa que carezca de mérito e interés científico. En un periodo de transición entre ambos modelos astronómicos, presentó elementos de gran valor, además, durante los siglos XVI y XVII, se continuaron publicando obras basadas en sistemas geocéntricos.

CALLE DE TORNAMIRAS EN TUDELA

Sobre cosmografía, la obra muestra un tratado completo de la esfera, a partir de la creación de universo, aportando un buen número de datos sobre el movimiento de las estrellas en el cielo, las constelaciones y los eclipses, la cronología universal, algunos calendarios antiguos y modernos, la división de la filosofía, y pronósticos meteorológicos. Cuestiona la existencia de esferas celestes que arrastran a los planetas, afirmando que estos se mueven por sus propias fuerzas: "los orbes son fingidos o inventados para darnos a entender y enseñarlos los diversos movimientos de los cuerpos celestes". En este aspecto se advierte la influencia de su maestro Jerónimo Muñoz, aunque se aleja de éste al atribuir una naturaleza incorruptible a la materia celeste. Incluye un buen número de tablas de eclipses desde 1583 hasta 1610, y del supuesto movimiento de las estrellas fijas tomado como referencias las efemérides de Johannes Stadius y los datos de Copérnico.

En cuanto a astronomía, fijó las coordenadas geográficas de varias ciudades, incluidas las de su Tudela natal, a través de métodos astronómicos con las tradicionales reglas de los tratados de cosmografía. Además, describió de algunos instrumentos de medición como el astrolabio náutico.

Entre las razones que movieron a Tornamira a la realización de este libro estuvo su intento de relacionar la materia de la astronomía con la corrección del sistema cronométrico aceptado por la Iglesia en Europa. Tres años antes de la publicación de su Chronofraphía, en 1582, se había implantado un nuevo calendario por bula del papa Gregorio XIII. El novedoso sistema gregoriano del calendario sucedía y mejoraba al tradicional juliano. Para Tornamira, se hacía necesario una adaptación de los conocimientos astronómicos a la variación del cómputo del tiempo que traía consigo la corrección gregoriana. Lejos de limitarse a presentar simplemente un sistema ptolemaico tradicional, Tornamira calculó nuevas tablas para los calendarios y para las alturas de las estrellas. Y es que el manejo del calendario era vital para establecer los días festivos de la liturgia en base a los cuales se programaban las festividades religiosas.

CHRONOGRAPHÍA DE TORNAMIRA

Como la mayoría de los astrónomos de su época, Tornamira también abordó la astrología, haciendo referencia a una supuesta relación entre la medicina y esta materia. Presentó diversas tablas de aplicación astrológica, como la relativa al "dominio de los planetas", de clara influencia de su maestro Jerónimo Muñoz. Algunos párrafos de esta sección fueron censurados por un tribunal de la Santa Inquisición.

En 1591, Francisco Vicente de Tornamira publicó su segunda obra científica con el título Traducion del Kalendario Gregoriano de Latin en Español, con ciertas adictiones y comentos al fin de cada uno de sus Canones, para que mejor se pueda entender. Fue publicada en el taller de Pedro Porralis, en Pamplona, con un contenido de 130 páginas y exenta de grabados. Su temática hace referencia a explicaciones y normas sobre la medición del tiempo cronológico.

Se han encontrados otras dos obras inéditas en forma de manuscrito, no impreso, de Tornamira, en la biblioteca de Juan Antonio Fernández, que son:
Un tomo manuscrito original de Tornamira de la Genealogía del rey don Felipe II de España, tratado de cifras y otros opúsculos y la vida de este por Fernández
Un tomo de la historia general del mundo y descripción de sus Reinos provincias por Tornamira, manuscrito original

KALENDARIO GREGORIANO DE TORNAMIRA

La Biblioteca de Navarra conserva el manuscrito titulado Chronographia y repertorio de los tiempos, (...) Segunda parte, que contiene la descripción geográfica de regiones de Europa del norte, central y del este, de Italia, Grecia y Croacia, así como de algunas zonas del África subsahariana y del norte, como el Magreb y Egipto. Es un manuscrito de 332 páginas pertenece a Francisco Vicente de Tornamira, escrito en 1583, dos años antes de la publicación de la primera parte de su Chornographia. Debió de pertenecer a la biblioteca del archivero e historiador de Tudela Juan Antonio Fernández Pascual, quien añadió la portada, ya que en el inventario de su biblioteca se registró la siguiente obra Los cuatro tomos de Chronographia y repertorio de los tiempos por don Vicente de Tornamira, señor de Mora, volúmenes únicos manuscritos.

En la actualidad, la ciudad de Pamplona dedica su Planetario Tornamira a este científico navarro, siendo el mayor planetario óptico de España. También Tudela dedica la calle de los Tornamiras desde 1860, en el casco antiguo, en homenaje a Francisco Vicente de Tornamira y al escritor Juan Francisco de Tornamira de Soto, nacido en esta ciudad en 1583.

Se conserva un escudo heráldico tallado en piedra de los Tornamira gracias a que la losa sepulcral que esta familia puso en la capilla de San Gregorio, que hicieron construir en el interior de la iglesia de San Nicolás de Tudela, en el siglo XVI.

ESCUDO DE ARMAS DE TORNAMIRA

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