Diputado en Cortes por Guipúzcoa desde 1758 hasta 1762, entre los reinados de Fernando VI y Carlos III
MARTÍN JOSÉ DE AREIZAGA E IRUSTA |
Martín José de Areizaga e Irusta nació en 1723, en Villarreal de Urrechu, Guipúzcoa, actual Urretxu. Pertenecía a un alto linaje nobiliario de la Provincia de Guipúzcoa con título de baronía, con tradición en servicios a la Monarquía española, tanto en la Corte como en el Ejército.
Su padre fue José Gabriel de Areizaga y del Corral, cuarto barón de Areizaga, propietario de los mayorazgos de Areizaga, Ondarza y Olazaran y diputado general a Guerra por la provincia de Guipúzcoa en 1719. Su madre fue María Josefa de Irusta y Aguirre, señora de los mayorazgos de Irusta, Aldape-Isasi, Usánsolo y Aguirre. Tuvo cuatro hermanos de los cuales dos fueron varones relacionados con el Ejército española: Carlos fue capitán general de los Reales Ejércitos, caballerizo y gentilhombre de Cámara Real; e Ignacio estuvo en el Real Cuerpo de Guardias Marinas desde 1739.
Su tío era Carlos de Areizaga y del Corral un prestigioso militar, teniente de ayo y primer caballerizo, que había hecho carrera en la Corte de Fernando VI. Como gentilhombre de cámara del rey, pudo introducir a Martín José como a su hermano Carlos en el Real Seminario de Nobles de Madrid, en 1732. La elección de este acreditado centro docente no fue una casualidad.
Sin embargo, y pese a la tradición familiar en la Corte o el Ejército español, Martín José prefirió dedicarse a la administración de su villa natal y de la provincia, demás de gestionar los negocios de la familia. Aprovechando que la baronía de Areizaga era uno de los más poderosos linajes nobiliario de Guipúzcoa, pudo ser diputado provincial en los años 1752, 1756, 1758, 1765, 1766, 1768, 1770 y 1773.
XAVIER MARÍA DE MUNIVE |
En 1758, fue nombrado diputado general en la Corte de Fernando VI. En esta representación política le acompañaba su cuñado Xavier de Munive, conde de Peñaflorida y fundador de la Real Sociedad Económica Bascongada que estaba casado con su hermana María Josefa. Su estancia en Corte se prolongaría hasta 1762, durante el transito entre la muerte de Fernando VI y la llegada de Carlos III en 1759.
Ambos diputados negociaron con el Consejo de Hacienda una orden que intentaba menoscabar la autoridad de la Alcaldía de Sacas. Este era un órgano provincial que auditaba la introducción de frutos, géneros y carnes que abastecían a la población provincial y su correspondiente pago o cobro monetario. Con esta medida la Corona pretendía que fuera el capitán general, máxima autoridad militar en la Provincia, quien se encargara de controlar estas transferencias mercantiles al objeto de perseguir en contrabando.
Mediante la Real Cédula de 30 de mayo de 1761, la Provincia estaba obligada a comprobar las provisiones reales de los habitantes de Guipúzcoa y el pago derivado de estas transacciones económicas, siendo el capitán general la autoridad encargada de tramitar el pago en las aduanas interiores.
Areizaga declaró la tramitación en primera instancia de las causas de gestión monetaria a favor de la Alcaldía de Sacas. Como compensación, consiguió ejercer por primera vez un proceso de apelaciones ante el Consejo de Hacienda.
Otra importante medida fue la confirmación de los Fueros de Guipúzcoa por Carlos III tras su coronación como rey de España en diciembre de 1759, por solicitud de la Junta provincial.
ESCUDO DE AREIZAGA Y SÍMBOLO DE LA SOCIEDAD BASCONGADA |
Al terminar su representación en Corte, Areizaga regresó a su provincia, instalándose en la villa de Azcoitia, seguramente influenciado por su cuñado Xabier de Munibe. Allí tomaría parte del ambiente y desarrollo de la Ilustración vasca de la época, tomando parte de las tertulias y debates de los llamados "caballerizos de Azcoitia" y de la fundación de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País. Fue socio benemérito de esta institución desde 1771.
Antes de ser elegido diputado en Cortes, contrajo matrimonio con su prima segunda María Ignacia del Corral y Aguirre, sin dejar descendencia. Falleció en 1774, y todo su patrimonio pasó a su hermano primogénito Carlos de Areizaga e Irusta, quinto barón de Areizaga.
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