02/09/2025

Fortaleza de Artajona


IGLESIA DE SAN SATURNINO EN EL INTERIOR DEL CERCO DE ARTAJONA

La fortaleza de Artajona es un conjunto arquitectónico medieval de carácter defensivo, situado en la parte alta de la villa homónima. De hecho, es la fortaleza medieval de esta región mejor conservada en la actualidad, considerada como Monumento Artístico Histórico.

Está situado en lo alto de una colina, rodeada de campos y protegiendo su pueblo medieval, consiguiendo una situación estratégica en la Zona Media de Navarra, entre ciudades como Pamplona, Estella, y Olite.

El origen de la construcción data de 1085, cuando el obispo de Pamplona, Pedro de Roda, hizo una donación a los clérigos de San Saturnino de Toulouse. Estos canónigos terminaron la primigenia fortaleza en 1109. De este año está fechada la primera referencia expresa a las murallas y torres.

LITOGRAFÍA DEL CERCO ORIGINAL MEDIEVAL

El recinto fortificado de Artajona tiene un trazado irregular de forma arriñonada, impuesto por la orografía del terreno. Su perímetro mide 700 metros, con unos ejes máximos de 250 metros en dirección este-oeste y 100 metros en dirección norte-sur.

En su origen del siglo XI, el llamado "cerco" poseía catorce bestorres almenadas, dispuestas de forma intercaladas, de las que en la actualidad se conservan nueve de forma cúbica y abiertas al interior del recinto. Están unidas por lienzos de muralla del siglo XII, que siguen un trazado irregular, y por un paseo de ronda.

Sigue modelos de fortificación francesa cuya influencia es indudable, dada su dependencia de la ciudad de Toulouse. Los referentes más próximos son los recintos defensivos de poblaciones como Los Arcos o Viana, y en el desolado de Rada. Presidiendo el complejo defensivo, en el punto más elevado, se encontraba el castillo, contiguo a la muralla, con su torre del homenaje y otras dos torres circulares, elementos que no existen en la actualidad.

RESTOS DEL CASTILLO ORIGINARIO MEDIEVAL

La planta y disposición actual del cerco corresponde a un esfuerzo constructivo posterior, fechado hacia el siglo XIII.

Debido a su valor estratégico este enclave sufrió varias contiendas entre reyes, nobles y obispos para acceder a su control. En otras tantas ocasiones fue reconstruido, la más notable fue la efectuada por el rey Calos II en el siglo XIV.

El acceso se realiza a través de tres puertas principales, el portal de Remagua y el de Aizaldea, situados en el flanco sur, que acceden al pueblo, y el portal de San Miguel en el flanco norte, que permiten la salida hacia los campos.

PORTAL DE SAN MIGUEL

El núcleo central del conjunto es la iglesia-fortaleza de San Saturnino, de estilo gótico francés, considerada Bien de Interés Cultural. Fue construida en el siglo XIII sobre los restos de una iglesia románica. Formaba parte del conjunto defensivo al estar levantada por robustos muros y contrafuertes, por utilizar el paso de ronda sobre la bóveda de la nave como calabozo y la sacristía como cárcel. En el siglo XIV, se construyó una torre prismática como puesto de guardia y campanario, que contenía unas mazmorras en su base.

Además de poseer una utilidad militar y religiosa, tuvo otra muy característica: la de utilizar su tejado invertido como depósito de agua de lluvia. El agua recogida desciende hasta un aljibe medieval subterráneo ubicado en el lado norte. Tiene una superficie de siete por cuatro metros, así como tres metros de profundidad.

LATERAL DE LA IGLESIA-FORTALEZA DE SAN SATURNINO

Destaca su monumental portada gótica del siglo XIII, formada por arquivoltas ricamente decoradas enmarcan el tímpano en el que están talladas las imágenes del martirio de San Saturnino y de la reina Juana de Navarra y su esposo Felipe el Hermoso.

Su interior, formado por una única nave, se encuentra el retablo tardogótico de estilo hispano-flamenco, ejecutado entre los años 1505 y 1515, con una talla sedente de San Saturnino, una talla gótica de la Virgen con el Niño y un calvario, con pinturas y abundantes piezas de oro. Es considerado Bien de Interés Cultural. Su ábside también dispone de interesantes pinturas murales góticas.

PORTADA GÓTICA DE LA IGLESIA-FORTALEZA DE SAN SATUIRNINO

Ante el riesgo de quedar en estado ruinoso, se dieron una serie de fases de remodelación que comenzaron en la década de los 70 del siglo XX y terminaron en 2009.

A cuatro kilómetros del Cerco de Artajona se encuentran los Dólmenes de Artajona, de interés turístico y cultural.

TORRE ALMENADA Y ABIERTA AL INTERIOR

TORRE VIGÍA-CAMPANARIO, ÁBSIDE CON PASEO DE RONDA Y CONTRAFUERTES
DE LA IGLESIA-FORTALEZA DE SAN SATURNINO
  
PANORÁMICA DE ARTAJONA DESDE SU FORTALEZA

TORRES ALMENADAS DESDE EL INTERIOR DEL CERCO

TORRES ALMENADAS DESDE EL INTERIOR DEL CERCO

VISTA DEL CERCO DE ARTAJONA DESDE EL FLANCO SUR

27/08/2025

Industria armera de Elgueta


Elgueta - Elgeta se ubica en un promontorio poco resguardado, en la Comarca del Alto Deva, estratégicamente situado en la frontera de Guipúzcoa con Vizcaya. Fue fundada por el rey Alfonso XI en 1335, en cuya carta puebla que concedió:
"...por facer bien y merced a todos los que quisieren venir, poblar e morar en la puebla nueva que se face en los campos de Maya, a la cual puebla ponemos el nombre de Elgueta, que es frontera de vizcaya."

Desde la Baja Edad Media, su economía había sido eminentemente rural, con una comunidad campesina dedicada a la ganadería. En los siglos XIII y XIV, se produjeron los auges de las ferrerías y el comercio de hierro y lana castellana. Pero, en el siglo XVI, Elgueta se había convertido en una de las principales poblaciones vascas en la elaboración de lanzas y picas, especialmente en la plantación de astas de madera de fresno. En esto tuvo mucho que ver su proximidad con la vecina Elorrio, núcleo central en la fabricación de estas armas blancas.

El negocio de la plantación de fresnos y nogales en viveros estuvo vinculado a muchos vecinos, cuya madera fue suministro de materia prima a la comunidad de lanceros más poderosa, la de Elorrio. El hecho de estar rodeada de poblaciones dedicadas a la industrial artesanal del hierro en general, y del armamento en particular, como Éibar, Vergara y Elorrio, influyó en este movimiento.

PICAS DE ELGUETA EN LOS TERCIOS DE FLANDES

Elgueta producía una amplia gama de instrumentos de hierro. Se dedicaban a la fabricación de herraje, clavazón, hachas y herramientas agrícolas, piezas de madera para picas y lanzas, incluso armas de fuego como arcabuces, mosquetes y toda la asteria. Dichos productos artesanales eran colocados en el mercado a través de sus propios mercaderes, incluso formando compañías comerciales. El principal cliente de su producción fue el Ejército español con destino a los Reales Tercios de Infantería desplegados en Flandes.

Campesinos y armeros profesionales de Elgueta y Elorrio coordinaban la producción de los viveros con la de los talleres dedicados a fabricar las cuchillas aplicadas a las puntas de lanzas, elementos metálicos sujetos a la madera mediante anillas o clavos. Desde el siglo XVI, la pica se había convertido en un arma fundamental para repeler el ataque de una infantería o caballería enemiga por parte de los Reales Tercios de Infantería españoles. Consistía en una punta afilada de acero montada en un asta que podía medir de cuatro a seis metros de longitud. La eficacia de esta arma perduró hasta el siglo XVIII, cuando fue sustituida por la bayoneta.

Los fresnos destinados a lanzas que se plantaban en viveros de Elgueta y otras villas próximas se cuidaban por campesinos para que creciesen en las condiciones necesarias para su posterior conversión en picas. Según los contratos firmados con la Corona, las astas debían medir entre 24 y 25 palmos, unos 5 metros, "ser muy bien proporcionadas y no delgadas ni barrigudas y que no tengan ningún nudo". También se indicaba que las piezas estuviesen "muy cepilladas y lijadas, bien labradas y untadas", y sólo tras cumplir estas condiciones los oficiales reales pagarían a los armeros. En 1570, el precio de una docena picas estaba en 28 reales, mientras que, en 1579, había subido a 35 reales.

Además de la actividad dedicada a las asta en el vivero y el caserío, la fabricación de picas en Elgueta implicaba a los ferrones, encargados de elaborar las cuchillas, así como los anillos y clavos destinados a encajar dicho elemento metálico sobre el extremo de la asta de madera. Después de la fábrica y supervisión, se realizaba el transporte a través de mulos y carros en dirección a los puertos marítimos vascos o el interior peninsular.

TRANSPORTE Y ALMACENAMIENTO DE PICAS

Otro tipo de oficio relacionado con la asteria en Elgueta fue el de asesor. Existieron colaboradores desplazados por los principales mercados de la España peninsular, que incluía también a Portugal en tiempos de la Alta Edad Moderna: Sevilla, Madrid, Cádiz, Lisboa, Évora, etc. Servía como consejeros en aspectos técnicos y logísticos para mercaderes en sus tiendas. Un caso representativo es el de Domingo de Ansoategui, natural de Elgueta, quien fue contratado en Sevilla por Martín García de Irigoyen durante cinco años como "mozo aprendiz".

Una de las sagas más prósperas en el negocio asterio de Elgueta fue la de Marquiegui, encabezados por Martín Pérez de Marquiegui, que tenían fresnedas junto a la casa-solar. A inicios del siglo XVI, Martín se asoció con otros dos asteros de Elgueta, Martín de Mendizábal y Juan Ochoa de Arriola para formar una compañía mercante con un capital social de 17.000 ducados y basada en el "trato de fierro y asteria" en Sevilla.

Otros astero-mercaderes de Elgueta en aquel tiempo de máxima expansión del negocio de la piquería fueron Pedro Pérez de Berraondo, Juan Sáez de Alday o Juan de Jauregui.

PICAS VASCAS EN LOS TERCIOS DE FLANDES

Sobre la fabricación de armas de fuego existen noticias como el contrato firmado en 1569 por el cual un grupo de vecinos armeros, encabezados por Francisco de Urizar, se comprometían a elaborar 300 cajas o cureñas en madera de nogal para arcabuces. El mismo año, Martín de Olayeta también tuvo que fabricar otras 200 cureñas "de la munición de su Magestad", todas ellas para el maestro Juan de Loyola. En 1581, Pero Ochoa de Arriola, vecino de Elgueta, se asoció con otros dos armeros de la villa para limar importantes cantidades de cañones de arcabuces para el veedor real Lope de Elío.

Pero la asteria constituía la principal actividad económica para sus vecinos, mezcla de forestal y artesanal, dirigida al campo mercantil.

La implicación del conjunto de esta comunidad en el negocio de los fresnos para picas alcanzó también a las mujeres. Se conservan una variedad de contratos que así lo expresan. Por ejemplo, en 1587, María Joanes de Ojanguren vendió 220 fresnos por 100 ducados. En 1613, Domenja de Sagastiguchia vendió un terreno lleno de fresnos por 171 ducados. María Ochoa de Olazeta se involucró en el negocio de su fresneda, pues su marido había marchado a Indias por una larga temporada. En 1570, la viuda Marina de Izaguirre vendió "todos los fresnos que están plantados en las heredades de la mi mi casa y casería de Içaguirre e fuera de ellas, en que todos son dozientos y noventa fresnos con demora y espacio de diez años los ciento ochenta de ellos, e los demás con demora de doce años" a favor de Pablo de Angiozar. Las astas eran dejadas en herencia por padres armeros a sus hijos en concepto de dote. Juan de Sustaiza dejó en herencia a sus dos hijas una dote de 80 pies de fresno.

CARROS ARRIEROS DE PICAS VASCAS

23/08/2025

Diego IV López de Haro


Diego IV López de Haro "el Joven" fue el décimo tercer señor de Vizcaya durante un breve periodo de tiempo entre los años 1288 1289


Diego IV López de Haro, conocido por el seudónimo de "el Joven", fue el décimo tercer señor de Vizcaya durante un breve periodo de tiempo entre los años 1288 1289. Fue hijo del anterior señor de Vizcaya, Lope III Díaz de Haro y de Juan Alfonso de Molina.

Su padre había sido ejecutado por los soldados del rey Sancho en Alfaro debido a una traición en 1288, y el nuevo nombramiento del joven Diego IV en el Señorío no hizo que acabasen las hostilidades entre Castilla y Vizcaya. Al contrario, se alió con los reyes de Navarra y de Aragón para combatir a Sancho y recuperar el trono de Castilla para Alfonso de la Cerda.

Sin embargo, el conflicto fue favorable para el Ejército de Castilla, que fue tomando varias villas del entorno del Señorío, como Labastida, Orduña y Valmaseda, entre otros. En Valmaseda, Sancho confirmó sus fueros, que fueron aumentados con nuevas franquezas y exenciones.

Mientras tanto, buena parte del Señorío de Vizcaya se dispuso a respaldar la causa de Diego IV, que fue legitimado como señor de esta tierra, se preparaban para resistir al asedio castellano rearmando sus castillos y casas fuertes.

Finalmente, Sancho tomó Vizcaya y Diego IV López de Haro moría sin dejar sucesión al título señorial. Y este trágico desenlace generó una disputa por el título y gobierno de Señorío entre su hermana María Díaz de Haro "la Buena", su tío Diego V López de Haro, y el infante Enrique de Castilla, hijo de Sancho.

19/08/2025

Leyenda de Roldán y Ferragut


El Poyo de Roldán es una colina situada entre Navarrete y Tricio, tramo del Camino de Santiago por tierras riojanas, que lleva la leyenda del gigante sirio Ferrafut, descendiente de Goliat. El gigante musulmán había vencido a los doce pares de Carlomagno, en una época en la que los francos vivían su esplendor de su Imperio carolingio.

Finalmente Roldán acudió a Nájera para desafiar a Ferragut. Consiguió conocer el secreto de su poder e incluso un punto vulnerable de su cuerpo por el cual atacarle. En el combate Roldán hundió su lanza en el punto débil y fue así como el fiero Ferragut cayó herido de muerte. Desde entonces el cerro en el que se desarrolló el duelo se llama Podium o Poyo de Roldán.

El gigante Ferraguto y Roldán son dos personajes muy representados en la iconografía histórica y religiosa del Camino de Santiago desde Roncesvalles hasta Nájera, como por ejemplo, en los capiteles que adornan la fachada del Palacio románico de los Reyes en Estella. También en el monumento a la batalla de Roncesvalles que hay frente a la Real Colegiata de Santa María de Roncesvalles.

roldan ferragut escultura monumento roncesvalles
FERRAGUT CONTRA ROLDÁN

Roldan Ferragut escultura palacio románico Estella
FERRAGUT CONTRA ROLDÁN

15/08/2025

Negociaciones del PNV con Franco, por Carlos María Olazábal


NEGOCIACIONES DEL PNV CON FRANCO, POR CARLOS OLAZÁBAL ESTECHA


Negociaciones del PNV con Franco durante la Guerra Civil
Carlos María Olazábal Estecha, editorial Atxular Atea, Bilbao (2015), 443 páginas

Negociaciones del PNV con Franco reúne por primera vez de forma completa, íntegra y contextualizada toda la documentación de las negociaciones de la capitulación por parte de los nacionalistas a los franquistas.

Publicado en Atxular Atea y dirigido por Carlos María Olazábal, portavoz de la Junta de Vizcaya durante cerca de veinte años, se trata de una documentación hasta ahora poco conocida que esclarece otros acontecimientos trágicos, como los asaltos a las cárceles, la expulsión del Obispo Múgica, el fusilamiento de los sacerdotes nacionalistas, los bombardeos de Durango y Guernica, las rendiciones de Bilbao y Baracaldo, o los rehenes personales de José Antonio Aguirre.

Está basado en documentos de los dos bandos que dan la clave y el discurrir de unas negociaciones, que empezaron antes de la sublevación y que culminaron finalmente con la rendición en masa a los fascitas italianos el 24 de agosto de 1937 en Santoña. Unas negociaciones que, desde el primer día hasta el último, buscaron la forma para que los batallones nacionalistas cambiasen de bando.

Múltiples incógnitas son respondidas, hechos ignorados puestos a la luz y hasta episodios oscuros son mostrados con una visión diferente a la hasta hoy conocida:

¿Por qué traidores y no enemigos?
¿Cuál era la voluntad de combate de los nacionalistas vascos o el compromiso del Vaticano con Franco?
¿Por qué las matanzas de los barcos y del 4 de enero?
¿Cómo y por qué fue la expulsión del obispo Múgica y el fusilamiento de los sacerdotes nacionalistas?
¿Cuál era la posición de los jesuitas y de la Iglesia vasca?
¿Estaban Ajuriaguerra, Leizaola y Jáuregui contra Aguirre e Irujo?
¿En qué momento de las negociaciones se produjo el bombardeo de Guernica?
¿Por qué no hubo resistencia en Bilbao o en la industrial margen izquierda de la Ría?
¿Cuáles eran las condiciones ofrecidas? ¿Se cumplieron estas?




11/08/2025

José de Armendáriz y Perurena


Gobernador y capitán general de Guipúzcoa, teniente general de los Reales Ejércitos de España y virrey del Perú durante el primer tercio del siglo XVIII

JOSÉ DE ARMENDÁRIZ Y PERURENA

José de Armendáriz y Perurena era natural de Ribaforada, Navarra, donde nació en 1670. Era miembro del linaje nobiliario navarro de Armendáriz, con palacio situado en la calle San Francisco de Pamplona. Empezó a servir a finales del siglo XVII en el Real Ejército de la Monarquía hispánica de Carlos II como capitán de caballería.

Durante la Guerra de Flandes se halló en las batallas de Fleurus, en 1690, y Neerwinden, en 1693. Pasó a Cataluña ascendido a maestre de campo del Cuerpo de Dragones, y concurrió al sitio de Palamós y la campaña sobre Barcelona. Destinado a Nápoles y ascendido a brigadier, participó en la Guerra de Portugal.

Durante la Guerra de Sucesión española, fue partidario del bando borbónico, ascendiendo sucesivamente a brigadier y coronel. Estuvo presente en el sitio de Gibraltar, en 1704, como mariscal de campo. Fue promovido luego a teniente general de los Reales Ejércitos borbónicos por su comportamiento en la toma de Alcántara, en 1706. Desempeñó cargos en Extremadura; comandó las tropas reales en la batalla de Lagudina, en 1708, y tuvo acción decisiva en Villaviciosa, en 1710, donde cayó herido. Por sus méritos demostrados en guerra, el rey Felipe V le concedió el Toison de Oro haciéndole miembro de la Orden de Santiago y, en tal virtud, beneficiado con las encomiendas de Montizón y Chiclana, además de recibir el título de marqués de Castelfuerte, en 1711.

SITIO DE GIBRALTAR DE 1704

En los últimos años de la Guerra sucesoria, intervino en la pacificación de Aragón y el sitio de Barcelona, además ejerció la gobernación de Tarragona.

En 1717, durante la Guerra de la Cuádruple Alianza, participó en las campañas de Cerdeña y Sicilia, contribuyendo a la toma de Mesina y la victoria de Francavilla, en 1718, siendo ascendido a capitán general el año siguiente.

Era gobernador y capitán general de Guipúzcoa cuando fue nombrado virrey del Perú, en 1723.

Durante su gobierno en la capital del Virreinato del Perú, Lima, desde 1724 hasta 1736, destacó por su empeño reformista, versión peruana de los esfuerzos reorganizadores de Felipe V en la península.

Trató de mantener a la jerarquía eclesiástica dentro de los límites estrictos de su competencia, poniendo límites a la multiplicación de los conventos de religiosos, aunque favoreció el establecimiento de misiones franciscanas. Trabajó por mejorar la Hacienda y por mantener las regalías de la Corona frente a las autoridades eclesiásticas, lo que le deparó algunos enfrentamientos con la Inquisición. No obstante, como otros regalistas de su tiempo, era un ferviente católico.

Su actitud se vio determinada por ideas y sentimientos contrapuestos, pues mientras fortificaba las costas y reorganizaba la armada para proteger justamente al comercio contra el contrabando internacional e incluso dictaba medidas para favorecer a los indios y defenderles de los abusos de sus subordinados, se veía obligado a transigir con éstos y consentir represiones a veces injustas.

ESCUDO NOBILIARIO DE ARMENDÁRIZ Y PERURENA

Dirigió la represión de la sublevación de los comuneros de la provincia de Paraguay, entre 1717 y 1735. Los comuneros eran vecinos laicos que se opusieron a las autoridades virreinales y eclesiásticas en defensa de sus intereses económicos principalmente. Las autoridades habían donado a los jesuitas unos indios en régimen de encomienda, siendo solicitados al mismo tiempo por los vecinos. El enfrentamiento dio origen también a una posición antiabsolutista, que se basaba en la teología española de la segunda escolástica.

El Ayuntamiento de Pamplona acordó en 1731 rendirle público homenaje, entre otras cosas, por su donación de joyas y dinero para el culto de San Fermín.

Hasta que el 4 de enero de 1736 dejó el virreinato fue coherente con sus principios absolutistas y mantuvo una correcta administración. Al final de su gobierno consiguió sacar a flote la economía peruana basada principalmente en la minería y en el comercio.

Tras regresar a España, murió en Madrid en 1740.

JOSÉ DE ARMENDÁRIZ Y PERURENA

07/08/2025

Reconocimientos al marino científico José de Moraleda


Uno de los mejores marinos científicos del siglo XVIII fue el teniente de navío José Manuel de Moraleda y Montero, un guipuzcoano natural de Pasajes de San Pedro. A él se deben estudios tan extensos como precisos sobre la cartografía e hidrografía de la costa americana del océano Pacífico, especialmente en la Capitanía General de Chile, que pertenecía al Virreinato del Río de la Plata. Fueron destacables la Expedición geográfica al archipiélago de Chiloé, en 1786, y la Expedición geográfica a las costas de La Patagonia occidental, en 1792. Pero ambicionaba con desarrollar su proyecto de establecer las derrotas de todos los puertos de la América española.

Sirvió en la Real Armada española durante cuarenta y seis años, como él mismo señaló, "sin la menor intermisión, uso de licencia, solicitud de destino, ni repugnancia del que se le ha dado". Y es que además de poseer habilidad para la cartografía y el dibujo técnico que demostró en sus mapas, era un hombre de carácter enérgico, fuerte y sano, sufrido y valeroso.

ISLA GRANDE DE CHILOÉ

Los estudios de Moraleda recibieron elogios de marinos de la talla de Felipe Bauzá, José de Bustamante y Alejandro Malaspina, comandantes de la Expedición científica y política alrededor del Mundo entre 1789 y 1794, quienes pudieron comprobarlos cuando hicieron escala en el puerto de San Carlos de Ancud, el 5 de febrero de 1790. En una extensa carta del comandante Malaspina al secretario real de Marina e Indias, Antonio Valdés, elogió los resultados de Moraleda, así como sus virtudes profesionales en el mar del sur.

Su nombre ha quedado perpetuado por la comisión chilena que, a bordo de la corbeta Chacabuco, visitó las aguas de los archipiélagos de Chiloé, Guaitecas, Chonos y Taitao, entre 1870 y 1873. En su memoria, esta comisión hidrográfica nombró al principal canal de la Región de Aysén con su apellido, por ser el primer explorador científico en realizar estudios y reconocimientos en el entorno del Canal de Moraleda. Estos territorio fueron la isla Grande de Chiloé, los archipiélagos de las Guaitecas y de los Chonos, las aguas de los golfos de Ancud y de Corcovado, y una porción de territorio continental que va desde el río Maullín y la bahía de Reloncaví, en el norte, hasta el río Palena y el lago Yelcho, al sur.

Moraleda dejó una serie de diarios de navegación, donde junto a derroteros y mapas, también realizó comentarios etnográficos sobre las poblaciones y fortificaciones que visitaba.

Parte de estos trabajos fueron publicados por Diego Barros Arana en 1888 bajo el nombre de Esploraciones jeográficas e hidrográficas de José de Moraleda i Montero. Aquel mismo año, también fueron publicados por Francisco Vidal Gormaz en dos volúmenes de los anuarios hidrográficos de la Marina de Chile.

No solo Chile ha recuperado la obra y vida del marino guipuzcoano, también en España. Hugo O'Donell escribió el libro El viaje a Chiloé de José de Moraleda (1787-1790), que fue publicado en Madrid, en 1990. Veinte años más tarde, una publicación del Untzi Museoa-Museo Naval de San Sebastián lanzó el ensayo Moraleda, explorador del Pacífico insular.

Desde entonces, han aparecido diversas reediciones modernas de sus diarios de navegación, junto a trabajos cartográficos que agrupan sus mapas.

En la actualidad, el archivo del Museo Naval de Madrid guarda dos retratos del marino, diarios de navegación y cartografías, mientras que la biblioteca de la Oficina Hidrográfica de Santiago conserva entre sus libros más preciosos el manuscrito autógrafo, con sus viñetas y dibujos.

CANAL DE MORALEDA EN LA PROVINCIA DE AYRÉN

02/08/2025

Etapa Estella - Los Arcos


MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE IRACHE

La primera noticia de la existencia de Ayegui se remonta al siglo XI, cuando fue donado por Sancho IV a la Abadía de Irache. De las canteras de su término salió buena parte de la piedra para las obras del refectorio que se realizaron a principios del siglo XVII. Tanto en este siglo como en el anterior hay constancia de largos pleitos entre el concejo y el monasterio por el nombramiento del viario. Se constituyó el ayuntamiento propio tras la desamortización y la exclaustración de los monjes. La Iglesia parroquial de San Martín, del siglo XVIII, es de estilo neoclásico y guarda un interesante Cristo gótico del XV.

El benedictino Monasterio de Santa María de Irache estuvo muy vinculado a los orígenes de las peregrinaciones a Compostela. La primera noticia está datada en el año 958, cuando era abad Teudano, pero algunos cronistas de la orden remontaron su existencia a la época del reino visigodo de Toledo. Estratégicamente situado en la vía de comunicación natural entre Navarra y Castilla, en el siglo XI ganó importancia, especialmente durante el tiempo en el que fue abad dan Veremundo, gran impulsor de la ruta jacobea. El Hospital de peregrinos de Irache fue uno de los más antiguos de Navarra. Se fundó con las donaciones que hizo a la abadía el rey García el de Nájera en 1051, pero en unas décadas fue eclipsado por los habitantes de Estella. Aun así, durante siglos se repartieron en Irache limosnas a los peregrinos necesitados.

MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE IRACHE

A mediados del siglo XII comienza el proceso de construcción del monasterio tal como hoy existe, siendo lo más antiguo los ábsides laterales y la parte baja del central. Las obras se interrumpieron, pero continuaron a partir del último cuarto de ese mismo siglo y hasta principios del siglo XII. El resultado fue uno de los mejores templos navarros del románico tardío, con su triple cabecera, tres naves y crucero cubierto con bóvedas de nervios rectangulares cruzados. La escultura decorativa románica de canecillos y capiteles es de gran calidad y muy variada iconografía. En los capiteles del arco del triunfo se representa una lucha de guerreros y la adoración de los Reyes Magos. En los arranques del cimborrio primitivo, que fue sustituido por una cúpula renacentista, aparecen las representaciones del Tetramorfos.

Después de dos siglos de crisis, en 1522 la abadía se incorporó a la congregación benedictina de Valladolid y se convirtió en sede de una universidad. Es cuando se inicia la construcción del claustro antiguo en el que se combinan el Renacimiento y la tradición gótica. En el siglo XVII se levanta el segundo claustro y el nuevo refectorio. De su imprenta salieron los tomos de la Crónica general de la Orden de San Benito, escrita por el padre Yepes en 1609. En el siglo XIX, con la desamortización sobrevino al abandono. La imagen de Santa María de Irache, pieza clave en la imaginería románica navarra, se llevó a la parroquia de Dicastillo. La que vemos actualmente en una réplica.


BODEGAS DE IRACHE

Azqueta es un pequeño pueblo que fue villa con fuero concedido por Teobaldo II en 1246. La iglesia de San Pedro es un templo de cruz latina con distintas fases de construcción. Así, nave y crucero se cubren con bóvedas de crucería del siglo XVI, mientras que el presbiterio es de mediados del siglo XVIII y se cubre con una sencilla bóveda de lunetos. Junto a la parroquia se conserva una gran casona del siglo XVI con portada de medio punto y blasón.

ESCUDO DE AZQUETA

La crónica de Turpín situaba en Villamayor de Monjardín el legendario enfrentamiento entre Carlomagno y el caudillo navarro Furre, aliado de los sarracenos.

El Camino de Santiago, antes de llegar a la población, pasa junto a la fuente románica recientemente restaurada. Tiene dos arcos apuntados que descansan sobre una doble columna central con capitel decorado. En ese tipo de fuentes los arcos sirven para ordenar el acceso, ya que se entraba por uno y se salía por el otro. Una grada en el interior facilita el acceso al agua.

Sobre Villamayor, a bastante altura, se levantan las ruinas del Castillo de San Esteban de Deyo, que fue conquistado a los musulmanes por el rey Sancho Garcés I hacia el año 908. Se cree que el rey y su hijo están enterrados en él.

Cuando en 924, Abderramán destruyó Pamplona, el castillo de Deyo resistió el asedio. Se conservan parte de las murallas, un aljibe y restos de la torre del homenaje. En el siglo XIX sirvió como emplazamiento artillero durante las guerras carlistas.

CASTILLO DE SAN ESTEBAN DE DEYO

La Iglesia de San Andrés, siglos XII-XIII, es un templo románico rural de gran tamaño, con una sola nave y ábside, al que se accede por una bella portada románica que tiene un crismón en la clave del arco interior. En uno de los capiteles se distingue una lucha entre caballeros. La nave se cubre con bóvedas de cañón apuntado, con el tramo recto de la cabecera, mientras que el ábside lo hace con bóveda de horno.

LADERAS DE LA SIERRA DE LA CABRERA

En Monjardín empieza la sierra de Cabrera, que se extiende al norte del paso del Camino, pero esta continua por amplios campos de viñedos primero, y por onduladas tierras de cereal y de olivos después, bordeando la hilera de montes que empieza en el Alto de las Cruces. En este paraje sufrió una gran derrota el general liberal Moriones, cuyas tropas, al que dar atascadas en el fango, fueron vencidas por un número muy inferior de efectivos carlistas.

Las siguientes referencias son el arroyo Salado, la iglesia en ruinas de la despobladas Yániz, el modesto río Cardiel y el pórtico de las Cabras.

ENTRADA A LOS ARCOS

La villa de Los Arcos, frontera entre los antiguos reinos de Navarra y Castilla quizás fuese la ciudad vascona de Cournonion, que citaba el geógrafo Ptolomeo en el siglo II. Un documento del siglo XII que se refiere al lugar como Cornonia de los Arcos parece avalarlo. La primera mención escrita de Los Arcos en las fuentes medievales se remonta a 1087. Aymeric Picaud la recogió en su relación de lugares por los que pasaba el Camino de Santiago a mediados del siglo XII. Menciona también un hospital cercano.

Unos años después, la proximidad de la frontera y las dificultades para mantener la población en esta zona del reino, hicieron que en 1176 Sancho VI el Sabio otorgara fueros a sus habitantes y a quienes aquí vinieran a vivir tanto al castillo como a la población bajera. Por el fuero de Los Arcos, el lugar se convierte en un importante burgo jacobeo en las cercanías de la frontera de Castilla, con derecho a celebrar mercado los miércoles.

Hasta la fundación de Viana en 1219 era el principal punto defensivo de esta frontera del reino. La fortaleza ocupaba el amplio cerro que domina la actual población y fue demolida en el siglo XVIII hasta los cimientos.

La villa, a sus pues, estaba compuesta por tres barrios y protegida por una muralla con siete puertas. Tras la concesión del fuero, Los Arcos experimentó un notable crecimiento durante más de un siglo.

LOS ARCOS

En el siglo XIII contaba con un hospital para pobres y peregrinos, que más tarde fueron dos: el de Santísima Trinidad y el de Santa Brígida. Este último estuvo en funcionamiento hasta el siglo XX y fue hospital de sangre durante la tercera guerra carlista (1872-1876). Un documento de 1280, conservado en la catedral de Pamplona, contiene un sello de cera del concejo de Los Arcos en el que se representa un arco y una flecha apuntando hacia arriba.

A mediados del siglo XIV la epidemia de peste supuso un descenso de la población. Para dinamizarla, el rey Carlos III el Noble le concedió privilegio para celebrar una feria anual.

En 1463, tras una serie de enfrentamientos con Castilla, las Cinco Villas de Los Arcos, un partido que incluía también a Sansol, Torres del Río, El Busto y Armañanzas, pasaron a convertirse en un enclave castellano en Navarra. Esta situación, a pesar de las dificultades, terminó siendo ventajosa, creándose durante el reinado de Felipe II un territorio franco en el que no se pagaban impuestos por el comercio de cereales, aceite y vino. Fue precisamente la prohibición de la entrada de vino de Los Arcos en Navarra lo que desencadenó que en 1753 Fernando VI reintegrara el territorio a su antiguo reino.

IGLESIA DE SANTA MARÍA DE LOS ARCOS

La iglesia de Santa María de Los Arcos refleja materialmente los avatares históricos de la villa. Apenas queda nada del templo medieval de tres naves después de la reforma que se emprendió en el siglo XVI y que se extendió hasta el siglo XIX.

Desde mediados del siglo XVI hasta principios del XVII se levantaron el claustro y la torre, se añadieron capillas, se reformaron las naves y se hizo el coro, en estilo gótico tardío y renacentista, y la portada en estilo plateresco por Juan Imberto, un escultor de Estella.

A principios de siglo XVIII se reforma la iglesia, se decoran los paramentos y los retablos consiguiendo un sorprendente conjunto barroco, quizás el mejor de Navarra. En su hornacina central se conserva la imagen medieval de Nuestra Señora de los Arcos, del siglo XIII. Otros retablos importantes son el de San Gregorio Ostiense, protector de los campos contra las plagas, y el de la Visitación, del siglo XVI.

En el siglo XIX, se hizo el pórtico actual, de estilo neoclásico, que junto con el portal de Castilla se integra en la plaza porticada se Santa María. El portal fue construido en 1739, durante el reinado de Felipe V, en el lugar donde se encontraba una de las siete puertas medievales del recinto amurallado de la villa.

IGLESIA DE SANTA MARÍA DE LOS ARCOS

Hasta Los Arcos existe un viejo ramal del Camino de Santiago que pasa por el pequeño e interesante conjunto de Iglesias del románico de Valdega y la Basílica de San Gegrorio Ostiense. Estos templos se encuentran en la sierra de Cabrega.

El primer pueblo es Olejua, perteneciente a Valdega, donde se halla la Iglesia románica de Santiago, del siglo XIII. El itinerario asciende la sierra por Olco y su Iglesia de San Millán, del siglo XIII, Learza y su Iglesia de San Andrés, del XIII, y Sorlada. En lo alto se encuentra la magnífica Basílica de San Gregorio, un templo monumental con portada del siglo XVIII. En la sierra de Mués está la Ermita de la Magdalena, del siglo XIII, justo antes de llegar a Los Arcos.

LOS ARCOS