11/03/2025

Bajo pólvora y estrellas. Churruca y otros marinos vascos de la Ilustración


CHURRUCA Y OTROS MARINOS VASCOS DE LA ILUSTRACIÓN

Bajo pólvora y estrellas. Churruca y otros marinos vascos de la Ilustración
José María Unsain, María Dolores González-Ripoll y Mikel Lertxundi, Editorial Diputación Foral de Gipuzkoa, Untzi Museoa-Museo Naval, San Sebastián (2000), 161 páginas

Este trabajo fue promovido por Untzi Museoa-Museo Naval de San Sebastián, bajo la organización de José María Usain, la participación de Mikel Lertxundi y elaborado en estrecha colaboración con María Dolores González-Ripoll, historiadora que ha dedicado gran parte de sus esfuerzos de investigación al estudio de las expediciones de la Ilustración española.

La asociación de la figura de Cosme Damián Churruca y Elorza con el combate de Trafalgar resulta inmediata como excluyente. Convertido en paradigma de hombre valeroso, los libros escolares incluían junto a su efigie frases de este tipo: "Churruca, héroe de Trafalgar, sacrificado a la ineptitud del mando francés" (Historia, 4º de Bachillerato, S.M., 1963). Para la gran mayoría el timbre de gloria del apellido Churruca deriva exclusivamente del temple y arrojo que Cosme Damián puso de manifiesto al batirse contra una fuerza naval muy superior: el San Juan Nepomuceno, instrumento de su hazaña y su leyenda, enfrentado a seis navíos británicos. Las nubes de pólvora de Trafalgar y un enfoque histórico tendente a enfatizar los hechos de armas difuminaron sus aportaciones de orden científico en el contexto de las expediciones del siglo XVIII. El conocimiento de su trabajo en este campo quedó reducido al círculo de los especialistas en la historia de la época o del tema en cuestión.

Divulgar el trabajo desarrollado por Churruca en el ámbito de los reconocimientos hidrográficos se planteaba en consecuencia como una labor pendiente de realizar, que encajaba en el programa de exposiciones temporales y ediciones del Untzi Museoa-Museo Naval de San Sebastián. En el proceso de maduración del proyecto la dirección planteó la posibilidad de extenderse también a otros personajes vascos ligados al mar, que tenían en su haber un trabajo de índole científica de la entidad equiparable a la de Churruca y que, popularmente, eran incluso menos conocidos.

A pesar de que la biografía de Churruca es altamente representativa de la trayectoria y el modo de vida de los marinos de la Ilustración, se optó por tratar de ofrecer al mismo tiempo una visión panorámica de la aportación vasca a las expediciones científicas del siglo XVIII. Así pues, el área de trabajo se vio ampliado y llevó a incluir información sintética sobre la vida y obra de José Iturriaga, Santiago de Zuloaga, Juan Francisco Aguirre, Andrés Oyarvide, Domingo Bonechea, Ventura Barcaíztegui, José Moraleda, Bruno de Hezeta, Manuel Agote, José Mazarredo y José Joaquín Ferrer. La nómina de "marinos científicos" resulta sin duda incompleta, pero puede resultar válida como aproximación inicial. Tiempo habrá para dar entrada a otros personajes que aún permanecen en la penumbra historiográfica: Ignacio Arteaga, Francisco Eliza, Juan José Elizalde, José Joaquín Ezquerra, Isidro Cortázar, etc.

Quedan fuera de esta relación aquellos marinos del siglo XVIII que tuvieron una trayectoria marcadamente militar, protagonistas de terribles jornadas bélicas, como Blas de Lezo, Francisco Hidalgo de Cisneros, Antonio Areyzaga, Ignacio Mendizábal, Pablo Agustín Aguirre, Ignacio Olaeta, José Lorenzo Goicoechea, Tomás de Ayalde, Manuel Emparan, Baltasar Gomendio, José Manuel de Goicoa o Pedro Mendinueta. Tampoco figuran en ella, aunque en el libro incluye alguna mención, otros como Manuel de Guirior, Ignacio María de Álava, José Ramón de Gardoqui o Luis María Salazar, marinos con muchos días de mar y guerra de experiencia, que tuvieron ocasión de poner de manifiesto su formación y mentalidad ilustrada, y llegaron a desempeñar cargos de trascendencia política. La revisión contemporánea de sus biografías tendría sin duda un considerable interés histórico, humano y hasta literario.

Los personajes objeto de atención en este libro en su mayor parte se trata de marinos formados en las Academias de Guardiamarinas e integrados en la Real Armada. Las empresas científico-técnicas del siglo XVIII español estuvieron en buena medida vinculadas al ejército y a la marina. En cualquier caso, la red de conexiones entre instituciones civiles y militares se percibe con claridad repasando simplemente el listo de miembros de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País o estudiando los vínculos que mantuvieron José de Iturriaga, Manuel Agote o José Joaquín Ferrer con la Armada y las Compañías comerciales de Caracas y de Filipinas.

Los viajes hidrográficos y de descubrimiento organizados por la Corona española en el siglo XVIII responde en primera instancia a intereses geoestratégicos y comerciales muy concretos, pero su contribución al conocimiento de la geografía, la etnografía y las ciencias naturales de América y Filipinas constituye una realidad innegable. La gran cantidad de cartas, mapas, diarios y relatos de viaje generados en torno a las expediciones marítimas conforman un legado de indudable entidad cultural. La satisfacción de prestar servicio a un rey, a una nación o a un imperio que exteriorizan los marinos que tomaron parte en los viajes de carácter científico, resulta compatible con la conciencia de trabajar en favor de la humanidad. En los escritos redactados durante la expedición hidrográfica a las Antillas, Churruca expresa en varias ocasiones el convencimiento de que sus levantamientos cartográficos eran útiles a la Monarquía y al "bien general de la humanidad".

El cosmopolitismo y el anhelo de progreso y felicidad universales, frutos del pensamiento ilustrado, se encuentran sin duda en la raíz de esa voluntad de contribuir al bienestar general mediante el desarrollo científico-técnico, voluntad que manifiesta con suma nitidez el astrónomo y geógrafo José Joaquín Ferrer. Tratando de precisar la finalidad de sus trabajos hidrográficos escribió en 1792:
"Todo el que tenga alguna noción del arte de Navegar, conocerá los graves perjuicios que puede acarrear un error en la verdadera situación de las tierras que tiene que descubrir el navegante; que la confianza en una posición errada puede ser causa de la pérdida total de una expedición… El deseo de contribuir al bien de la humanidad ha sido la única causa que me ha movido a tomar el trabajo de recopilar unos cálculos tan áridos como necesarios."

(Posiciones geográficas de varios puntos del seno Mexicano, Antillas y Azores, manuscrito del Museo Naval, Madrid)

El objetivo que pretende alcanzar Untzi Museoa-Museo Naval con este libro es contribuir a un mayor conocimiento de la vida y la obra de algunos de aquellos marinos que en palabras de Pío Baroja construyeron "la parte más brillante de la historia vasca".

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