20/11/2023

Pedro de Aramburu y Aburruza


Almirante de la Real Armada de la Guarda de la Flota de Indias en 1664, capitán en la Expedición a Orán en 1677, y almirante de la Escuadra de Bajeles de Guipúzcoa en 1685

PEDRO DE ARAMBURU Y ABURRUZA

Pedro de Aramburu y Aburruza nació en la guipuzcoana villa de Tolosa en 1656. Era el cuarto hijo del capitán Pedro de Aramburu e Yparraguirre y su segunda mujer, María de Aburruza y Aramburu. Su hermano Miguel de Aramburu también perteneció a la Real Armada española.

Siguiendo la tradición familiar, Aramburu ingresó en la Real Armada española en 1664. Durante sus primeros 14 años, sirvió a España embarcado en los galeones de la Guardia de la Carrera de Indias, en Tierra Firme y Nueva España. Realizó 5 viajes a través del Atlántico teniendo enfrentamientos a corsarios y enemigos de España, y costeó la organización de diversos galeones para expediciones marítimas.

En septiembre de 1664, embarcó por primera vez como jefe de arcabuceros en alguno de los barcos de guerra que protegían la Flota Mercante de la Nueva España, al mando de los capitanes Luis de Alarcón, Gabriel de Cruzelaegui y Francisco de Lezo, entre otros.

Siendo capitán de la Flota del Mar Océano y Costas de Andalucía, el marqués de La Laguna le designó para el gobierno del navío Gobierno de HolandaMás adelante, Aramburu pasó con los soldados y marinos, oficiales y banderas de su compañía al navío Nuestra Señora de la Concepción.

REAL ARMADA DE LA CARRERA DE INDIAS

En 1676, fue nombrado capitán de Mar y Guerra al mando de uno de los galeones de la Real Armada de la Guarda de la Carrera de Indias, que protegía a la Flota de Nueva España al mando del general Francisco Martínez de Granada. Tras partir desde el puerto de Cádiz, Aramburu destacó durante un enfrentamiento con una flota francesa formada por 34 embarcaciones. Junto al resto de galeones de protección, marchó en persecución de estos bajeles, cañoneándolos hasta perderlos de vista al anochecer. Su general destacó su valiente actuación en la salvaguarda de la flota mercante de Indias:
"la mucha parte que tuvo este capitán en el buen suceso de aquel viaje por la aplicación y zelo que manifestó."

En 1677, Aramburu fue nombrado capitán de Mar y Guerra de uno de los galeones que formaban parte de la Expedición a Orán.

En mayo 1680, alcanzó el hábito y cruz de caballero militar de la Orden de Santiago.

En 1683, fue nombrado superintendente del apresto y despacho de los galeones San Carlos y San Juan a su cargo. Con ambos galeones se incorporó a la Armada Real establecida en la bahía de Cádiz. El capitán general de la misma, el conde de Aguilar, le nombró gobernador de la Capitana Real "por la suficiencia y satisfacción de su persona". Durante la singladura, esta armada sufrió un temporal que hizo perder la nave Capitana Real del almirante Aramburu, naufragando en las costas africanas. El marino guipuzcoano perdió sus bienes, aunque consiguió desembarcar la guarnición militar que transportaba en la base de Ceuta, en abril de 1684.

Mediante misiva al rey Carlos II, con fecha 20 de junio de 1684, Aguilar testificó que Aramburu procedió en todo momento "con estimable valor y constancia", contribuyendo de forma decisiva al salvamento de la tripulación.

Tras esta expedición a Ceuta, Aramburu solicitó al Consejo de Indias su servicio en un cargo de la administración de los virreinatos españoles de América, que fue rechazada. No obstante, en 1685, la Corte le nombró almirante de la Real Escuadra de Bajeles de la Provincia de Guipúzcoa, sustituyendo en el cargo al almirante Joseph de Iriarte y Gastelu, por su fallecimiento.

En febrero de 1686, se le asignó la Superintendencia de la Carena, Apresto y Despacho de los Bajeles de Guipúzcoa, cargo que compaginó con su mando del Almirantazgo. Además, recibía la autoridad sobre ministros de Armadas y Fábricas de las Cuatro Villas (Cantabria), capitanes de la Maestranza y demás capitanes y oficiales. Entre sus atribuciones estaba la de impartir justicia o la de distribuir el dinero de las arcas para el apresto.

GALEÓN NUESTRA SEÑORA DE LA CONCEPCIÓN Y DE LAS ÁNIMAS

Entre octubre de 1686 y julio de 1688, estuvo encarcelado en la prisión militar del Castillo de Santa Cruz de San Sebastián. Estaba acusado de la pérdida de los navíos a su cargo en la expedición a Ceuta de 1683. Durante su estancia en la cárcel le ayudaron los capitanes Diego de Yparraguirre, Esteban de Alfaro y Pedro de Azpilicueta. Pudo demostrar que había cumplido con su obligación en todo momento y a pesar del temporal que sufrieron, por lo que fue exculpado.

Por Real Decreto de 30 de enero de 1691, el tribunal que juzgaba a Aramburu lo exculpaba de sus denuncias y le permitía continuar al mando de la Real Escuadra de los Bajeles de Guipúzcoa, y por Real Cédula de 22 de julio de 1691, le mantenía su rango de almirante. Ese año recibió en su escuadra los navíos San Carlos y San Juan, construidos en los astilleros de Pasajes, así como el galeón Nuestra Señora de la Concepción y de las Ánimas, una capitana real de 1.300 toneladas y 90 cañones construido en el astillero de Colindres.

Pedro de Aramburu y Aburruza murió en el puerto de Pasajes de San Juan en 1692, pocos días después de haber arribado en el galeón San Carlos, tras una grave enfermedad. Había legado su patrimonio a su hermano almirante Miguel de Aramburu.

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