Y Después de Cataluña, el engaño separatista sigue con Navarra

Y Después de Cataluña: El engaño separatista sigue con Navarra.


Por José Crespo lapaseata.net/

Las armas modernas de Navarra con la bloca o cadenas.
Navarra y la Historia de España
“Esto sí que es un auténtico ataque y secuestro de la auténtica Memoria Histórica Española, un auténtico delito peor que el fraude a la Hacienda Pública”
Cuando no se dice la verdad uno queda como un mentiroso pero lo peligroso es cuando se inventa y difunde una mentira, se repite una y mil veces y se impone a machamartillo sobre las mentes de las personas y lo que es peor sobre las conciencias de los niños.

España es una nación en la que se ultraja la Bandera Nacional, protegida por una Ley, y se hace manga ancha en virtud de no sé qué libertad de expresión. Vivimos en un estado donde la realidad es la total ausencia de la Libertad y de la Igualdad, vivimos en un continuo estado de balcanización, llevado a cabo como primer protagonista por el separatismo mal llamado nacionalismo, y con la absoluta complicidad y permisividad de los poderes estatales y de la propia jefatura del estado, que permanecen es un estado de letargo y de deslegitimación por ausencia de ejercicio de sus funciones que alcanza cotas inimaginables. Esto sí que es un auténtico ataque y secuestro de la auténtica Memoria Histórica Española, un auténtico delito peor que el fraude a la Hacienda Pública, pero que en España le sale gratis a esta pandilla de canallas.

Cuando hace unos día vi la entrevista al presidente Rajoy realizada por un tal Alsina, no sé qué fue peor si la pregunta retorcida y siniestra o la incapacidad de respuesta del entrevistado. Porqué no se mandó a alguien que aparte de leer el Marca tuviera cierto conocimiento legal y de Historia de España, no sé, por ejemplo al senador Pedro Gómez de la Serna o Juan Van Halen, cualquiera de los dos. Es más creo que hasta el Yoyas (Carlos Navarro popularmente conocido como ‘El Yoyas’ fue un concursante de Gran Hermano 2). habría defendido mejor la unidad de España, lo digo sin ningún tipo de coña, y perdonen la expresión pero es que esto ya pasa de castaño oscuro.

Tampoco hubo desperdicio en el debate entre el señor Margallo, en el que este prepotente personaje ni se preocupó de la escenificación, con eldelaesquerra que afirma tener su ADN más cerca del tipo “francés” (¿?), aunque a la simple inspección de la figura yo diría que se aproxima más a un auténtico sus scrofa domestica o iberica aunque también podría tener parentesco directo con el mismísimo Shrek. En fin, racismo a parte dejémoslo en algo anecdótico pues lo doloroso es que vivimos la dictadura informativa del separatismo y no es de recibo la pasividad a la que se nos somete a la sociedad española… ¡basta ya!

Sello de Sancho el Fuerte

Sello de Sancho el Fuerte “Navarra, el reino de Navarra, no es ni ha sido nunca un trozo de Euskadi, aunque sí podríamos afirmar lo contrario”

Navarra, el reino de Navarra, no es ni ha sido nunca un trozo de Euskadi, aunque sí podríamos afirmar lo contrario. Hace más de dos mil años la actual Navarra estaba poblada de vascones, al igual que esos dos territorios a ambos lados del Pirineo central que lleva la raíz wasco en su toponimia y me refiero a Huesca y Gascuña. La actual comunidad autónoma vasca estaba poblada por bárdulos, caristios y autrigones, quienes luego serían absorbidos por los vascones siendo vasconizados o vascongados, de ahí el término de provincias vascongadas.

En el año 824 aparece el reino de Pamplona (topónimo derivado de Pompeyo a quien apoyaron los bascones) que por supuesto nada tiene que ver con la actual comunidad autónoma vasca pues incluís los territorios aledaños a Pamplona. En el año 1000 a parece el reino de navarra que incluye por primera vez los espacios físicos de la actual comunidad autónoma vasca además de muchos otros territorios alcanzando Cantabria, Burgos, la Rioja, partes de Zaragoza y Huesca, algo que el separatismo imperialista emplea para romper llevándose un pastel más grande, lo mismo que la ensoñación catalana. En el año 1200 pasan a formar parte del reino de Castilla, voluntariamente, de hecho la vizcainía originaria era una prueba de hidalguía que reportaba beneficios ya por nacimiento, por lo que podemos concluir que en más de 2000 años la comunidad autónoma vasca sí que ha formado parte del reino de Navarra y no al revés, por unos 200 años, pero en más de 2000 años Navarra jamás ha formado parte de la comunidad autónoma vasca ni de ninguna entidad vasca más que les pese a los separatistas que difunden su ideario con el dinero de todos los españoles.

En 1512 es un estado de guerra civil sucesoria, los navarros proclaman un cambio dinástico apoyando a Castilla, que otros citan, con ignorancia o mala intención, como de ocupación o conquista por Castilla, pero lo que sí es cierto es que las fuerzas de los territorios que hoy son la comunidad autónoma vasca, guipuzcoanos, alaveses y vizcaínos, lucharon, como castellanos que eran, con la Corona de Castilla.
“Los navarros con cierta cultura y conocimiento de causa se sientan ajenos al invento de Euskadi o Euskal Herria, que trata no solo de absorberlos sino también de adoctrinarlos mediante el control lingüístico y la dictadura educativa”

Tendría que llegar 1900, cuando Sabino Arana, el orate racista padre del separatismo vasco, inventa la ikurriña basándose en la bandera británica, como agradecimiento por el apoyo recibido desde allí. Este individuo también inventó el término Euskadi (un sinsentido pues etimológicamente significa bosque de euskos, y que actualmente viene siendo desplazado por otra palabra de nueva invención Euskal Herria). O sea, más de 1000 años después del nacimiento del reino de Navarra, de ahí que sea lógico que los navarros con cierta cultura y conocimiento de causa se sientan ajenos al invento de Euskadi o Euskal Herria, que trata no solo de absorberlos sino también de adoctrinarlos mediante el control lingüístico y la dictadura educativa, permitida por el estado, inventando una neo-historia, en un fenómeno de etnogénesis similar al sufrido por Cataluña en los últimos 30 años. Hasta principios del siglo XX los actuales territorios de la comunidad autónoma vasca no han tenido un nexo político ni administrativo común entre ellos.

Por todo ello Navarra y los navarros, y el resto de españoles con ellos, deben sentirse orgullosos de su historia por ser patrimonio común que forma parte de la historia de España. En este sentido parece ridículo que se quieran poner ikurriñas en balcones de ayuntamientos de Navarra. Más bien debería ser al revés y más lógico, el colgar banderas de Navarra en los ayuntamientos de la comunidad autónoma vasca. Sin presunción quizá esta segunda página podría servir como guíaburros antes de un debate sobre Navarra para ir prevenido ante alguna pregunta desinformada por parte de cualquier alsinadeturno.

Recientemente un amigo me remitía una página web: http://aboutbasquecountry.eus/2013/11/27/la-sorprendente-opinion-de-un-general-espanol-sobre-el-nacionalismo-vasco/

En mi opinión un despropósito plagado de imprecisiones donde se habla de un trabajo de un tal Manuel Romero Carril, mirado con sorpresa desde el punto de vista de esa página web del separatismo vasco, ese que mientras unos movían el árbol otros recogían las nueces, y todos sabemos a lo que se refería el gran cínico con esa frase, las nueces que caían eran personas inocentes como aquel que fue nuestro profesor académico el General Garrido Gil, alguien tan buena persona que cariñosamente apodábamos el abuelito de Heidi, por el profundo amor hacia Dios que transmitía a través del amor y respeto hacia la Naturaleza. Siempre recordaré aquel otoño de su brutal asesinato, todos los que le apreciábamos sabíamos dónde iba con su esposa y su hijo… a admirar los colores de la selva de Irati para disfrutar de la otoñal sinfonía de ocres y rojos que inundan el valle.

Pero a lo que voy, en esa web leo esta lindeza en un párrafo atribuido al tal Romero Carril:
Sin embargo, el propio País Vasco debe proporcionar la solución al problema vasco, sin espacio para la violencia o la coacción en una Europa que se está moviendo hacia la unificación no la separación. El pueblo vasco tendrá claramente expresar a través de las urnas su voluntad de ser o no ser independientes. Cuando ocurre esto último, el Estado español, liberal, democrático y progresista se quedará con ninguna otra opción que aceptar su voluntad como pueblo. La aplicación de la Constitución Española y el Estatuto de Autonomía vasco, de manera obligatoria y generalizada distanciaría España de la modernidad y alejarlo de la lista de naciones democráticas y llevar a un callejón sin salida. Esta posibilidad, teniendo en cuenta las tendencias de la reciente votación, es muy poco probable.
Cadenas de la colegiata de Roncesvalles

“Más bien dejación diría yo o simplemente un sistema fallido de organización territorial que debe de finiquitar ya con un referéndum y un cambio constitucional hecho a la luz del único poseedor residente de la Soberanía Nacional”

Problema Vasco… conflicto como dicen en la web? Más bien dejación diría yo o simplemente un sistema fallido de organización territorial que debe de finiquitar ya con un referéndum y un cambio constitucional hecho a la luz del único poseedor residente de la Soberanía Nacional: EL PUEBLO ESPAÑOL, señor Romero, el único pueblo al que se está traicionando fracturando la Soberanía en diecisiete reinos de taifas o lo que es más claro diecisiete pesebres de corrupción institucionalizada, y lo que se quiere hacer de espaldas a la sociedad española a partir del 28 de septiembre de 2015.

Respecto al manido derecho de autodeterminación solamente recordarle al señor Romero, que me imagino sabrá, que la Naciones Unidas se refieren a pueblos colonizados algo que no es de aplicación ni al Reino de Navarra ni al País Vasco. La única colonia que existe en España es como bien sabrá es Gibraltar, por lo que le animo a escribir sobre el tema, en edición bilingüe por supuesto, también para que nuestros aliados británicos sepan su opinión, si la tiene, o la tuvo alguna vez, quizás le pase a lo que todos nuestros políticos gobernantes, de izquierda y derecha, desde el advenimiento de la democracia, a parte de la bufonada margallesca que tras un investidura como ministro de AAEE le masculló al embajador británico algo así como… Gibraltar español… y qué?, bravuconada pero de hecho ninguno, se siguen vendiendo camiones con roca y tierra española y se sigue recreciendo el espacio del peñón que debería estar limitado a la roca exclusivamente según el tratado Utrech.

En todo caso le remito estas líneas escritas desde el amor a una tierra que amo profundamente, a la que me enseñaron amar desde niño, y sobre todo a la luz de la Historia que unos denigran, otros olvidan e ignoran y otros reescriben con el dinero de todos los españoles por supuesto, pues nuestro país, creo, es el único que financia y paga a sus demoledores entre los que espero no se encuentre usted.

Dentro del imaginario colectivo de los movimientos neofeudales en Vascongadas resalta lo que los separatistas consideran un “rey vasco”, Sancho el Mayor. Pero la realidad histórica, esa que oculta la mal llamada “memoria histórica” es muy distinta como demuestra el autor José Crespo Francés

“Se mezclan y confunden hoy muchos conceptos, no sé si por ignorancia o con mala intención”
Se mezclan y confunden hoy muchos conceptos, no sé si por ignorancia o con mala intención. No voy a entrar en la disquisición sobre lo vasco y lo vascón, tampoco en desmontar el falso paralelismo inventado entre la situación de Irlanda y del País Vasco, pero sí hay que decir que bárdulos, caristios y autrigones eran los pobladores celtas de las actuales provincias vascas cuando los vascos aún se encontraban en la parte central de los Pirineos y en sus dos vertientes, de hecho los topónimos Gascuña y Huesca derivan del término wasco. Los romanos para evitar conflictos, solían respetar las afinidades raciales y lingüísticas por lo que al organizar el territorio de la Tarraconense, a los vascones les hicieron dependen de Zaragoza mientras que bárdulos, caristios y autrigones fueron asignados al convento jurídico, conventum, de Clunia en Burgos, un detalle que no es una simpleza.

En los siglos V y VI presionados por los godos del norte y del sur, los vascones se movieron hacia las actuales Provincias Vascongadas, llevándose a cabo la colonización de los tres pueblos citados, produciéndose este arrinconamiento de lo que pudiera llamarse un último reducto de los pueblos ibéricos, en su día ampliamente difundidos por toda la península, pudiéndose encontrar actualmente topónimos vascones o ibéricos en lugares tan distantes como el Valle de Arán (Arán significa valle) en Lérida, la sierra de “Aitana“ (Aita, el padre) en Alicante, en la misma provincia de Madrid, junto a la capital, el arroyo Meaques, (Meake, desfiladero o cañada. Curso fluvial que abastece al lago de la madrileña Casa de Campo, la ciudad romana de Miaccum se encontraba en las inmediaciones del arroyo, recientemente se ha propuesto que se hallaría en el municipio de Collado Mediano, donde se han excavado los restos de una posada) ,o el tan extendido término por toda la geografía española de Nava. (Naba, zona despejada o pastizal entre las montañas).

En el siglo VIII, en el 778, la victoria sobre Carlomagno la llevaron los vascones-pamploneses, aragoneses y aliados árabes. Nunca hubo unión vasca con los reyes de Pamplona, Iñigo Arista se alió con los Banu Qasi de la Ribera y sucesivamente se unieron familiarmente a ellos, algo contrario a esa cantada pureza racial que no existe. Mientras los territorios de las actuales provincias vascas se integraban en Asturias y su rey Fruela (757-768) se unía a la alavesa Munia, los navarros se unían a príncipes y princesas árabes. Los árabes ayudaban a los navarros contra los francos y los pamploneses ayudaban a los Banu Qasi contra la presión de Córdoba. La viuda de Musa ibn Fortún, muerto en 788, casó con Iñigo Jiménez, de quien nació Iñigo Arista, primer rey de Pamplona.

Iñigo Arista era hijo de Íñigo Jiménez y Oneca, y muerto su padre, su madre se casó en segundas nupcias con Banu Qasi Musá ibn Fortún de Tudela, uno de los señores del valle del Ebro, con cuyo apoyo llegó al trono. Este matrimonio dejó bajo la influencia de Íñigo Arista unos territorios considerables: desde Pamplona hasta los altos valles pirenaicos de Irati en Navarra y el Valle de Hecho en el Alto Aragón. Los Banu Qasi controlaban las fértiles riberas del Ebro, desde Tafalla hasta las cercanías de Zaragoza.

Musa II, también conocido como Musa ibn Musa o Muza II, uno de los personajes más destacados de la familia Banu Qasi, era hijo de Musa ibn Fortún y Oneca, madre de Iñigo Arista. Musa ibn Musa contrajo matrimonio con su sobrina Ossona o Assona, hija de su hermanastro Íñigo Arista de Pamplona.

Primitivo escudo de Navarra con el águila. El propio símbolo del águila sobre fondo rojo puede ser la herencia del águila de las legiones romanas que nos habla de la alianza de las tribus vasconas con Pompeyo en cuyo honor se dio nombre a su capital, Pompaelo, Pamplona.


“Detengámonos un momento pues no podemos dejar de hablar tampoco del secuestro de los símbolos”

Detengámonos un momento pues no podemos dejar de hablar tampoco del secuestro de los símbolos. Las evidencias sigilográficas de sellos empleados por los reyes de Navarra, de la cuales las más antiguas conservadas datan desde mediados del siglo XII, demuestran que el águila fue la primera figura simbólica adoptada por los soberanos, aunque su uso tuvo lugar únicamente durante el reinado de Sancho VII, el Fuerte, quien lo introdujo tras su proclamación en 1194 para su uso en el diseño de las figuras ecuestres y armas decorativas de las matrices de sus sellos personales.

Estos sellos sustituyeron a los usados por su antecesor Sancho VI, de los cuales se conserva solamente el dibujo de una impronta en un documento de 1157 y de cuyo estudio se concluye que las armas de Sancho VI el Sabio, consistían en un campo liso de color rojo. En el contexto emblemático de principios del siglo XIII, el empleo de una figura gráfica adquirió una función simbólica para representar al linaje, como se evidencia también en la composición del último sello que se conoce de Sancho VII fechado en 1225, donde el águila aparece junto con el león, emblema de su abuelo Alfonso VII de León, el Emperador. Otras composiciones donde se pone de manifiesto el carácter familiar de este emblema se encuentran en diversas labras decorativas de sepulcros ubicados en el Monasterio de las Huelgas de Burgos.

Para el profesor Menéndez Pidal de Navascués, el origen se encuentra en el emblema parlante linaje de la nobleza normanda de los “de l’Aigle“, al que pertenecía la abuela de Sancho VII, Margarita de l’Aigle. En cambio, desde el punto de vista de sectores aberzales, el emblema es atribuido al linaje de los Ximenos, considerado como genuinamente vascón. El sucesor de Sancho VII, Teobaldo I de Navarra, de linaje distinto, adoptó en cambio para su primer sello las formas primitivas de Sancho VI, cuyas armas empezaron a ser difundidas pintadas en forma de escudo defensivo con el blocado característico de refuerzo de la estructura material del escudo. El dibujo de este blocado o remachado fue evolucionando hasta adquirir un significado emblemático y adoptar la forma de las celebradas “cadenas de Navarra”, protagonista de la difundida leyenda sobre la batalla de las Navas de Tolosa, y figura que ha prevalecido como símbolo representativo del reino desde el siglo XVI.

Este emblema conocido como Arrano Beltza es una expresión en lengua vasca, traducida como “Águila Negra”, con la que se denomina popularmente al emblema que hoy es utilizado por sectores minoritarios de ideología nacionalista que lo emplean como símbolo alternativo o reivindicativo, atribuyéndole la representación del antiguo reino de Navarra. Con frecuencia el emblema aparece reproducido en forma de águila estilizada según el estilo gráfico gótico a imagen de algunos sellos históricos conservados de principios del siglo XIII, coloreándose de negro sobre fondo amarillo, tanto en banderas como en composiciones heráldicas.

Hecho este paréntesis sobre la simbología navarra continuemos con nuestra secuencia histórica.

El propio Abd-al-Rahmán III era nieto de Doña Toda Aznar, quien a su vez era abuela de Sancho I el Craso de Castilla. Como anécdota recordemos que ante la obesidad mórbida que padecía el nieto castellano de la navarra, se dirigió a su nieto Abd-al-Rahmán pidiéndole ayuda, éste prestó su médico personal a Sancho curándole de la obesidad que le aquejaba, yendo luego ambos, abuela y nieto, a Córdoba a dar las gracias a su familiar musulmán. Pero siguiendo con el tema de esa unión de las provincias vascas y navarras, podemos decir que ni siquiera con Sancho el Mayor ocurrió a pesar de que llegó a tomar León, La Rioja, Castilla, Aragón y Ribagorza.

Alegoría del testamento de Sancho el Mayor

“Para ello nada mejor que secuestrar la memoria de uno de los grandes monarcas españoles de la Reconquista, el rey de Pamplona Sancho III el Mayor, paradójicamente el primero que se tituló hispaniarum rex o rex ibericus” 
Anecdótico resulta el monumento erigido en Fuenterrabía-Hondarribia en honor a este rey con la frase “primer rey de los vascos”(¿?). En septiembre de 2002 el Ayuntamiento de Fuenterrabía anunció la construcción de un monumento en memoria de este rey con la convocatoria de un concurso de ideas tal como explicaba y comentaba Pedro Fernández Barbadillo en 2003 en Libertad Digital. Para ello nada mejor que secuestrar la memoria de uno de los grandes monarcas españoles de la Reconquista, el rey de Pamplona Sancho III el Mayor, paradójicamente el primero que se tituló hispaniarum rex o rex ibericus. Hay quienes consideran de forma claramente imaginativa que en la Edad Media existió una dinastía pirenaica que dotó a Euzkadi de entidad política bajo el nombre de Navarra. Del citado monarca, que reinó entre 1004 y 1035, se habla como “rey de Euzkadi” o incluso como “rey del Estado Vasco”, concepto inexistente evidentemente en el año 1000 en todo Occidente, aunque hay quien afirma descaradamente que “la denominación de Vasconia empezó a usarse en los tiempos del imperio de Augusto”, todo ello fruto de la ensoñación etnogénesica nacionalista.

Don Sancho es fuente hoy de inspiración para las generaciones autodenominadas patriotas o abertzales. Su reino fue uno de los títulos históricos en que se basó Manuel Irujo para elaborar el mapa de Euzkadi incluido en la Constitución de la República vasca y que el Consejo Nacional de Euzkadi remitió a las comunidades vascas en el extranjero. El artículo 5º del anteproyecto definía dentro de su ensoñación al país imaginario: “El territorio vasco es el integrante del histórico Reino de Navarra, dividido en las Regiones de Navarra, Vizcaya, Guipúzcoa, Álava, Rioja, Moncayo, Alto Ebro, Montaña y Alto Aragón. Sus límites son, al Norte los Pirineos y el Golfo de Vizcaya; al Este el río Gállego; al Sur el Ebro hasta Gallur y la divisoria de aguas entre las cuencas del Ebro y del Duero a partir del Moncayo en toda la extensión de ambas vertientes; y al Oeste el Cabo de Ajo (Peña Cantábrica)”.

Según los historiadores vasquistas, en todos esos territorios se hablaba la lengua euskera, pero los conquistadores, tanto castellanos como aragoneses, lo desarraigaron del pueblo, con lo que ya en la Edad Media aparecen actos de genocidio contra el pueblo vasco (¿?). El mapa mencionado reivindicaba los límites vascos desde Santoña hasta Jaca en Aragón, pasando por Burgos y La Rioja. Indalecio Prieto respondió al mismo y lo tildó de imperialista en el artículo publicado en el Excelsior de México el 20 de julio de 1943, “Imperialismo Vasco. El nuevo mapa de Euzkadi”. Irujo presidió dicho Consejo entre 1940 y 1942 en Londres mientras el lendakari Aguirre estuvo desaparecido en la Europa dominada por los nazis. Recordemos que con la Segunda República (1931–1939) se celebran las elecciones de 1931, en las que el PNV formó lista electoral conjunta con los carlistas y otras fuerzas católicas para participar en las elecciones, tras las que, intentando aprovechar el vacío legal existente, se elabora un proyecto de Estatuto Vasco que no fue aprobado y que expresaba: Se declara que el País Vasco constituye una entidad natural y jurídica con personalidad política propia, y se le reconoce como tal el derecho a constituirse y regirse por si mismo como Estado Autónomo dentro de la totalidad del Estado Español. Indalecio Prieto se opone a este estatuto al considerar que hace de las tres provincias vascas de facto «Un Gibraltar del Vaticano en los Pirineos». El citado socialista y Manuel Azaña, entonces a cargo del Gobierno central, rechazan de plano el Estatuto de Estella.

Con el objeto de pasar del papel a algo más sólido y no perecedero como el metal, el Ayuntamiento de Fuenterrabía, hoy transformado en Hondarribia, anunció en septiembre de 2002 sus planes de erección de un monumento denominado Atalaya de Sancho III el Mayor, con motivo del milenario de su coronación. La iniciativa partió de las organizaciones Iniciativa Foro Irún 21, Eusko Kultur de Pamplona y la Asamblea de Municipios Udalbiltza, fundada por PNV, EA y Euskal Herritarrok. En el documento de convocatoria del premio se afirma que “es necesario recuperar el valor de la entidad regia del Señor de los vascos, huyendo de una conmemoración provinciana a nivel de la limitada Navarra actual” y se aclara que “la ubicación de un memorial del momento histórico de 1004, en que accede a la corona el Rey del Estado Vasco, Reino de Navarra, en que se reúnen todos los euskaldunes con sus leyes y sus fueros, nos parece que no puede tener mejor ubicación que la de la histórica ciudad de Hondarribia“, concluye la ensoñación publicada en el Diario de Noticias de Navarra, de 13 de septiembre de 2002. Fuenterrabía se postula como sede del monumento por ser paso entre los vascos de Hegoalde y de Iparralde y entre vascongados y navarros. El proyecto ganador se llamaba Romper muros, la escultura consistía en dos planchas metálicas de diferentes alturas entre siete y ocho metros, orientadas al mar y enlazadas por una figura que viene a representar una puerta. Y así el abertzalismo secuestraba la figura del primer emperador de España antes de las conmemoraciones oficiales.

El exalcalde de Pamplona, abogado, economista y diplomado por la Universidad de La Sorbona, Juan Miguel Arrieta Valentín


Como recalca Juan Miguel Arrieta, ex alcalde de Pamplona en el artículo Sancho III el Mayor, rey de Pamplona y de las Españas, publicado en ABC, de 11 de enero de 2003: “descomunal despropósito” de erigir el monumento “no nace por generación espontánea o es obra de un irresponsable indocumentado, que también lo es, sino que obedece a una calculada estrategia del nacionalismo vasco en su afán de confundir y apropiarse de la historia de Navarra, una vez más, para esgrimir unas raíces históricas de las que carece, tratando de justificar su pretendida existencia mediante la manipulación y falsificación de la historia al servicio de sus intereses de partido”.

Sirva de ejemplo el párrafo del discurso del lendakari Ibarretxe el 27 de septiembre de 2002 en el Parlamento vasco, en el que presentó su plan de asociación con España: “Este ámbito geográfico en el que se ha asentado el Pueblo Vasco a lo largo de la historia, ha sido conocido con diferentes denominaciones de Vasconia, Reino de Navarra, Euskalherria, País Vasco-Navarro, Euskadi o País Vasco”.


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