El PNV buscó un pacto con los nazis
"Nosotros creemos en el talento político del Führer, en su sagacidad, en su alto espíritu de compresión y esperamos que en el nuevo orden a establecer en Europa y particularmente en España, el problema vasco habrá de ser tenido en cuenta."
Esto es parte de un informe enviado por el Euzkadi Buru Batzar del PNV a varios interlocutores nazis en la Francia ocupada por Hitler.
Esto es lo que se apunta en un excelente artículo publicado por Diario Liberal. En él explica los contactos mantenidos por un grupo de dirigentes del PNV exiliados en Francia con varios dirigentes nazis, encabezados por el oficial de las SS hitlerianas Alfred Toepfer, para proponerles un pacto de colaboración entre los jeltzales vascos y los nacional-socialistas alemanes.
El PNV apeló al "problema racial" para ganarse a Hitler
En el marco de estos contactos, la dirección del PNV hizo llegar a los dirigentes nazis el documento cuya entradilla abre estas líneas, y que entre otras cosas transmite a los ocupantes de Francia que “a Alemania le interesa la pacificación de España y no puede escapar a su recto sentido que no hay pacificación posible sin una solución favorable a los vascos. Nacionalistas vascos, se entiende.”
Sin andarse con rodeos, el Euzkadi Buru Batzar utilizó el reclamo racial -muy presente en los textos del fundador del PNV, Sabino Arana- para intentar ganarse el favor de Hitler: “el problema vasco está íntimamente ligado al problema racial alemán y por lo tanto es lógico y natural esperar que el Führer lo acoja y lo resuelva con la mayor simpatía”, señaló la dirección del PNV en ese documento.
Un Estatuto para un estado vasco en la Europa de los nazis
El Boletín del Consejo Nacional Vasco, editado en Londres el 27 de noviembre de 1941, planteaba la creación de un "estado vasco" amigo de Alemania a ambos lados de los Pirineos, y señalaba, además, que José Antonio Aguirre, presidente del Gobierno vasco en el exilio, "se encuentra retenido en un castillo cerca de Berlín, gozando, al parecer, de un tratamiento privilegiado".
Los contactos entre los jeltzales y los nazis buscaron, de hecho, materializar esa aspiración del PNV. El director del periódico nacionalista Euzko-Deya, Eugène Goyheneche, contactó con un oficial de las SS, el criminal de guerra Werner Brest, a quien envió nada menos que un proyecto de Estatuto para un País Vasco independiente en el marco de la Europa dominada por los nazis.
En el preámbulo de ese proyecto, Goyneche señalaba: "¿Por qué los vascos debíamos entrar como vencidos en una posible Europa nazi?" Advertía que "había sectores alemanes que nos miraban con simpatía, pudiendo obtener un trato de favor", y se preguntaba: "¿Por qué habíamos de despreciar estos ofrecimientos?"
El nazismo dio esperanzas al nacionalismo vasco
Goyneche fue juzgado como colaboracionista al terminar la contienda. Tras la sentencia, hizo un alegato victimista según el cual "había sido condenado por el mero hecho de ser vasco", y acabó por afirmar que los nazis "eran los únicos que hubieran asegurado, de verdad, una Euzkadi unida y soberana".
No era el único que lo pensaba. Otro destacado miembro del PNV, Mario Salegui, que decidió unirse a los nazis, escribió a sus correligionarios una carta en la que les explicaba que "la conquista de nuestra soberanía nacional está más cerca bajo la Europa de los mil años del Reich, que bajo gobiernos democráticos".
Salegui llegó a escribir, sin titubeos, que "los alemanes nos ofrecían el reconocimiento y unidad de un estado vasco independiente en el nuevo orden europeo y que la ocupación nazi de España era la única garantía que teníamos de derrocar al franquismo con la posibilidad de crear la nación vasca".
Un escritor filonazi como referencia en los colegios vascos
Otro caso digno de citar es el escritor vascofrancés Jon Mirande. Considerado uno de los escritores vascos más importantes del siglo XX, figura en la actualidad en los programas escolares confeccionados por el Gobierno vasco, que además ha dado su nombre a varios premios literarios para novelas en vascuence. Todo esto se hace a pesar de los planteamientos radicalmente antidemócratas y antisemitas de este escritor, que le llevaban no sólo a rechazar el cristianismo por sus raíces judías, sino también a simpatizar con los nazis, a quienes defendió en varios escritos.
En fin, como se puede ver, el empeño del PNV por pactar hasta con el mismísimo diablo con tal de conseguir sus propósitos no es una cosa que viene de ahora y que se haya limitado en el pasado a sus ya conocidos y reiterados contactos con los terroristas de ETA.
Imagen: Boletín Electrónico de Vexilología de Cataluña. Bandera de un batallón del Ejército vasco, establecido en el cuartel Salaberri de Barakaldo en 1936. La esvástica figura en otras banderas del nacionalismo vasco de la década de 1930.
Fuente: Outono.net
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