De Zalduondo a Vitoria-Gasteiz


Desde el siglo XIII, la Ruta de San Adrián experimentó un importante auge como ruta hacia Francia, y Zalduondo se convirtió en un enclave estratégico tanto para peregrinos como para comerciantes. Y por más tarde, también resultó de importancia paras los señores de la guerra, quienes en el marco de las luchas fratricidas que siguieron a las crisis general de los siglos XIV y XV, se sucedieron en el dominio de la población de Zalduondo.

Encrucijada de caminos, Zalduondo cuenta con una interesante Iglesia parroquial de San Saturnino de Tolosa, que constituye un bello ejemplo de las influencias europeas en el Zalduondo de los siglos XVI, XVII y XVIII, reflejados en su coro, sacristía, torre y retablo. Este último es un primer barroco de grandiosas figuras que describen escenas de la vida del santo titular, conversiones y bautismos en la Galias, su encarcelamiento y martirio amarrado entre los cuernos de un toro. En la obra de su autor, Pedro de Ayala, se parecía la fuerza expresiva de la influencia del genial escultor Gregorio Fernández.

En la parte izquierda del banco del retablo está ubicado un hermoso relieve de Santiago Peregrino tallada en barroco alavés.

Cercano a la parroquia se erige el Palacio de los Lazarraga, edificio del siglo XVI conocido como la "Casa de los Gizones", en referencia a la pareja de guerreros que custodian en la fachada el escudo del linaje: ágila cebada sobre un ciervo, memoria heráldica de la derrota sufrida por los "cervunos" a manos de los "aguillos", parcialidad esta última en la que militaban los Lazarraga en las luchas de banderizos de Oñati, localidad natal del linaje en Guipúzcoa. En su interior se hallan las pinturas murales de la galería y una exposición permanente de temas locales entre cuyas piezas se encuentran algunas referentes al Camino de Santiago.

Atravesando el puente de Zabizabal, el camino se dirige por Ordoñana a Salvatierra-Agurain. En un altozano próximo ya a Ordoñana se encuentra la Ermita de San Millán.

Ordoñana presenta en su iglesia una interesante portada del siglo XIII con bandas de ajedrezado en las arquivoltas, al estilo de la orden del Císter. Su retablo principal es obra de Diego de Mayora, de la escuela estilística de Gregorio Fernández, contratado en 1633. De su antigua torre medieval propiedad de los Ordoñana, linaje de los más nobles de la Llanada Oriental de Álava-Araba, no queda sino su puerta adintelada y su escudo de armas: torre, dos lebreles a su puerta y los armiños que identifican su parentesco con el bando gamboíno de los Guevara.

De Ordoñana el camino llegaba al Hospital de San Lázaro y la Magdalena, punto de encuentro con la variante que descendía de San Adrián por Araia. El Hospital se sitúa hoy al lado de la actual carretera de Zalduondo, al norte de Salvatierra y fuera del recinto amurallado.

En este punto muchos peregrinos no llegaban a entrar en Salvatierra-Agurain debido a los minuciosos registros que realizaban los aduaneros de la villa, según publicó Jouvin en su "Viajero de Europa" en 1672. La alternativa consistió en tomar el camino que pasa por la cruz de Ventaberri, siguiendo por el lado Oeste de la villa alcanzaba el Humilladero que hoy es capilla del cementerio.

Salvatierra-Agurain, villa medieval amurallada, obtuvo su fuero de población en 1256, otorgado por el rey de Castilla Alfonso X tras haber sofocado en Orduña el levantamiento del señor de Vizcaya, Diego López de Haro. Su trazado urbanístico se adapta a la loma sobre la que se asienta, siendo su calle Mayor el eje sobre el que se articula su entramado. En sus extremos dos iglesias fortificadas acentuaban el aspecto guerrero de la villa: los tempos-fortaleza de Santa María y San Juan.

La de Santa María posee una excelente portada a poniente del gótico tardío bugalés e hispano-flamenco. Pero sus obras más destacables son el coro plateresco, edificado para rememorar la derrota del Conde de Salvatierra y la devolución de la villa a la propiedad real, y el retablo mayor, obra del escultor salvaterrano Lope de Larrea, contratado en 1584.

Al otro extremo, la iglesia gótica tardía de San Juan ofrece, además de su hermosa girola y pórtico barroco, la obra más destacada del siglo XVII es su altar mayor, obra del primer barroco donde todavía predomina la elegancia clásica sobre los elementos barrocos. Cerca se encuentran los soportales denominados "Olbeas" donde se celebraba el mercado de la villa.

Las localidades de Egiraz y Arrízala, próximas a Salvatierra, albergan dos impresionantes monumentos megalíticos en forma de dolmen, sepultura en origen cubierta de tierra, formada por varias losas de piedra de gran tamaño, una de las cuales hace de cubierta. Fueron levantadas por los antiguos pobladores de Álava entre el Neolítico y la Edad del Bronce, 2.650-900 años a. C., y destacan por su excepcional tamaño frente a otros dólmenes en las montañas de Euskadi.

Y cercana a Arrizabala se encuentra la localidad de Alaiza, en cuya iglesia se pueden contemplar unas insólitas pinturas góticas en las que se muestra entre otras las figuras de un grupo de peregrinos jacobeos.

Desde Salvatierra el camino se adentraba en la Llanada alavesa y alcanzaba la localidad de Gaceo, donde se encuentra la Iglesia de San Martín, del siglo XIII, famosa por sus pinturas góticas. Los murales presentan una hermosa iconografía sobre diversas escenas religiosas.

De Gaceo el camino atraviesa Ezquerecocha, y desde ahí se dirigía hacia la ermita de Arrarain, próxima ya a Elburgo, a través del llamado "Camino de los Romanos", que sigue la antigua vía romana de Astorga-Burgos. En su trayecto se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de Ayala, de elegante silueta del siglo XIII.

También desde Ezkerekotxa se accedía a Alegría-Dulantzi pasando hoy por encima del túnel del ferrocarril. En Alegría-Dulantzi la iglesia de San Blas, edificada en los siglos XV y XVI, exhibe su hermosa torre neoclásica y en su fachada un bello pórtico del mismo estilo. En su interior guarda un magnífico retablo del primer barroco.

Por Alegría-Dulantzi o por el camino despoblado del Santuario de Ayala el camino llega a Elburgo, después de pasar por la ermita de Arrarain, una de las obras más antiguas del románico alavés. Elburgo, fundado en 1337 por Alfonso XI de Castilla en la misma fecha que Alegría-Dulantzi, era una encrucijada de caminos en la que confluían las rutas de La Burunda y San Adrián con las que ponían en contacto al valle del Ebro con la costa de Cantábrico.

De Elburgo el camino se acerca al Santuario de Estibaliz de espectacular fachada románica y uno de los mejores ejemplos del estilo en Álava, reflejando admirablemente en su portada, sus capiteles y su pila baustismal. La característica robustez de su fachada contrasta con el atractivo de la ornamentación de la puerta "speciosa", particularmente hermosa. Su interior alberga una virgen del siglo XII, imagen de la patrona de Álava-Araba.

Por la antigua calzada romana se alcanza Argandoña, donde también se puede apreciar un estimable románico en su Iglesia se Santa Columba. El trayecto continúa hasta Arkaia. Las investigaciones arqueológicas han revelado la presencia de restos de época romana, como unas termas que pueden contemplarse al borde del camino; desde aquí la ciudad de Vitoria-Gasteiz queda a la vista del peregrino.

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