Gernika-Lumo tiene una especial relevancia en la ruta. En primer lugar porque en ella enlazaba el camino que desde Bermeo, por Mundaka, Axpe-Busturia y Forua, recorrían quienes habían iniciado el viaje por vía marítima desembarcando en dicho puerto. Aprovecharían para ello los restos de la vieja calzada romana que comunicaba el núcleo de Forua con tierras romanizadas de la vertiente mediterránea.
En segundo lugar, Gernika-Lumo resulta importante porque desde tiempos inmemoriales es considerada como la cuna de las libertades del pueblo vasco.
Ubicada en el Anticlinal de Vizcaya, ocupa la parte central del valle del río Oca, el comienzo de la ría de Mundaka y los rebordes montañosos de los montes que lo delimitan, destacando en el paisaje el monte Sollube (663 mts.). Tiene la calidad de monte bocinero del Señorío desde los que se tocaban bocinas para indicar a las gentes del territorio la convocatoria de juntas o la existencia de peligro.
Anteiglesia y luego villa, fundada por Tello en 1366 con privilegio firmado en Orduña y dotándole de Fuero de Logroño, Gernika-Lumo era el lugar donde bajo el roble se reunían los hombres libres de Vizcaya para gobernarse según sus usos y costumbres: el árbol de Guernika, Gernika Arboloa. A este lugar acudían los Señores de Vizcaya y algunos reyes de Castilla, para jurar sus fueros.
Hoy, la Casa de Juntas es sede institucional de las Juntas de Vizcaya, archivo y museo. El complejo se articula en dos edificaciones básicas, el salón de juntas con sus dependencias, levantadas en el siglo XIX con una estética neoclásica, y el atrio con el roble y la también neoclásica ermita de Nuestra Señora la Antigua. Merece la pena ver el museo etnográfico del Pueblo Vasco y el museo dedicado al bombardeo de Guernica, provocado por la aviación alemana en 1936. Esta barbarie supuso el primer bombardeo de una fuerza aérea militar sobre población civil de la historia mundial. Pablo Picasso dedicó su obra pictórica Gernika por orden del gobierno de la II República, y que actualmente se encuentra en el museo Reina Sofía de Madrid.
La iglesia de Santa María, construida entre los siglos XVI y XVIII, tiene una gran escalinata que conduce al atrio y a la portada gótica abocinada, con parteluz y esculturas, destacando la imagen de la virgen. Su rectangular interior tiene tres naves cubiertas con bóvedas acordes al estilo.
Próximas a Gernika-Lumo se encuentran las famosas cuevas prehistóricas de Santimamiñe, en Kortezubi. En las recóndidas bóvedas de las cámaras y pasillos de las cuevas se pueden descubrir en admirables trazos y colores los asombros perfiles de la fauna prehistórica: renos, bisontes, caballos, etc., que componían la magia de la caza de los primeros seres humanos. Y cerca se encuentra el castillo de Gauteguiz Arteaga, en estilo gótico, levantado a finales del siglo XIX.
Continuando el camino hacia Bilbao por la denominada Ruta Juradera, se encuentra la iglesia parroquial San Vicente de Muxika, de las pocas que conservan restos románicos en Vizcaya. Se trata de una ventana geminada en el muro Norte, de medio punto, con tímpano en el que tiene un óculo en forma de cruz. El parteluz es estriado.
Alto de Gerekiz, o de Morga, es una ruta marcada por la calzada romana que parece atestiguada por el hallazgo de diversas lápidas de esta época en la ermita de San Esteban. Es el interfluvio de los valles del Oca y del Butrón.
De la iglesia de Santa María de Morga destaca la escultura de Andra Mari (s. XIV), y el Santiago en Clavijo existente en un retablo.
La ermita de San Salvador, en Aretxabalagana, es un humilde templo que guarda uno de los elementos artísticos más importantes de Vizcaya, una ventana de piedra monolítica, con dos perforaciones circulares y otra dividida por una columnata a modo de parteluz que, estilísticamente, se corresponde con los primeros momentos de la arquitectura cristiana vizcaína, en el siglo X, emparentada con el estilo mozárabe.
El trazado del itinerario a seguir coincide con la Ruta Juradera, San Emeterio y San Celedonio es el lugar donde este acto se celebraba por segunda vez, después del de Bilbao. Ante un sacerdote, el pretendiente debía arrodillarse y jurar ante los vizcaínos mantener y guardar su fuero. Después, subían a Aretxabalagana para recibir el besamanos de los infanzones e hijosdalgo vizcaínos que le acompañaron hasta Gernika. El último rey que cumplió el ritual señalado fue Fernando el Católico, en 1478.
Antes de llegar a Goikolexea, un crucero renacentista señala la subida a Aretxabalagana. En el barrio de Goikolexea, perteneciente a la villa de Larrabetzu, está el templo dedicado a los mártires calagurritanos San Emeterio y San Celedonio, de origen románico, aunque restaurado en el siglo XVI.
En la anteiglesia se conserva la mesa de piedra de la anteiglesia, allí se debatían los asuntos referidos a la comunidad aldeana. El interior cuenta con uno de los retablos más importantes de Vizcaya, hispanoflamenco, en madera policromada y sobredorada, que representa las escenas de la Anunciación, Nacimiento, Matirio de Emeterio y Celedonio, etc.
Larrabetzu es otra de las veinte villas medievales existentes en Vizcaya, fundada por el infante Juan el año 1376. Su estructura urbana era la ciudad-camino: las viviendas se alineaban contiguamente a lo largo de una calle que era en realidad el camino que la cruzaba. Su iglesia de Santa María (s. XVI) guarda una bonita imagen de Nuestra Señora.
Próxima a Larrabetzu, en la localidad de Galdakao está situada la iglesia de Santa María, un bello ejemplo de románico vizcaíno cuya portada al mediodía con arco trilobulado es de inspiración compostelana. En su interior la Virgen con el Niño, Andra Mari, es uno de los mejores ejemplares de la escultura monástica de Vizcaya. Del retablo de estilo plateresco se desconoce el autor, aunque se sabe que fue realizado entre 1530 y 1540.
Entrando por el valle del río Asúa, físicamente muy degradado por la gran densidad demográfica e industrial existente en su suelo, se llega a Lezama, Zamudio, Sondika y Bilbao.
Lezama, con el Humilladero de Santa Cruz (1542), contaba con un hospital contiguo y además conserva una pintura mural con el tema caminero-jacobeo de Santo Domingo.
Zamudio, ofrece la iglesia de San Martín, advocación vinculada a la peregrinación, es un emplo de transición románico-gótico, con retoques del gótico vasco del siglo XV. Y la torre de los Malpica, del IX, es una muestra de arquitectura civil gótica, fue levantada por Galindo Ordoñez, nieto del rey navarro Fortún Garcés.
Por Sondika se alcanza el collado de Artxanda, y la colina de Artagan, donde se asienta la virgen de Begoña.
La anteiglesia era el último paso de caminante antes de llegar a Bilbao; en 1300 Diego López de Haro, fundador de Bilbao, cita la iglesia en el documento fundacional de la villa. Destaca de aquella época la imagen de la virgen, románica de transición (s. XIII-XIV). Sin embargo el templo actual fue levantado en 1519 y ampliado en el 1588; gótico de tres naves, tiene unas preciosas bóvedas de crucería estrellada. Típico estilo gótico tardío, gótico-vasco.
El castillo de Butrón, ubicado a algunos kilómetros de Sondika, es una libre reconstrucción de la anterior torre medieval. Su autor, Francisco de Cubas, se inspiró en los castillos y palacios bávaros, y dejando rienda suelta a su fantasía construyó un edificio propio de un cuento de hadas.
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