Vasconización tardía, por Revista Arse

Vasconización tardía


La vasconización tardía es un conjunto de hipótesis en las que se expone que los vascones ocuparon la actual comunidad autónoma del País Vasco en la antigüedad tardía o al principio de la Edad Media.

Varios autores (Sayas, Azkarate, Cepeda) creen que esta hipótesis, pese a su carácter polémico, merece volver a ser discutida hoy en día, a la luz de los recientes descubrimientos arqueológicos que parecen indicar una expansión francoaquitana sobre la comunidad autónoma del País Vasco.

Existen hipótesis que sitúan al pueblo vasco desde la prehistoria en esos territorios, englobando como vascas a las diferentes tribus (vascones, várdulos y caristios, llegando algunos autores a incluir autrigones e incluso berones) que los ocupaban en tiempos prerromanos, mientras que otros consideran que los actuales territorios de la comunidad autónoma del País Vasco estaban ocupados por tribus de origen indoeuropeo.


1. Contexto histórico de la comunidad autónoma del País Vasco antes de la romanización
1.1 Tribus prerromanas
1.2 Evidencias arqueológicas
1.2.1 Época prerromana
1.2.2 Las necrópolis tardoantiguas de influencia norpirenaica
1.3 Evidencias onomásticas

2. Autores que proponen una vasconización tardía de la comunidad autónoma del País Vasco
2.1 Arnaud Oihenart
2.2 Adolf Schulten
2.3 Manuel Gómez-Moreno
2.4 Ulrich Schmoll
2.5 Sánchez Albornoz
2.6 Stanley G. Payne
2.7 José Antonio Vaca de Osma
2.8 Martín Almagro Gorbea
2.9 Francisco Villar


CONTEXTO HISTÓRICO DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DEL PAÍS VASCO ANTES DE LA ROMANIZACIÓN


1. Tribus prerromanas

Según los historiadores clásicos Estrabón, Plinio el Viejo, Pomponio Mela, Floro, Silio Itálico o Claudio Ptolomeo la depresión vasca estaba ocupada por varias tribus cuyo idioma y filiación son desconocidos. Su distribución territorial varía de una crónica a otra. De acuerdo con la de Ptolomeo, la más completa y más reciente, la situación fue la siguiente:

Berones, de filiación celta o celtíbera y establecidos entre La Rioja. Álava y Navarra.

Autrigones, establecidos entre el río Asón y el río Nervión y de filiación discutida, pero probablemente indoeuropea.

Caristios, establecidos entre el río Nervión y el río Deva en la actual Guipúzcoa y de filiación discutida.

Várdulos, que ocupaban la actual Guipúzcoa a excepción del valle del Deva y del Bidasoa y de filiación discutida.

Algunos autores defienden que várdulos, caristios y autrigones eran de filiación vascona, mientras otros opinan que eran de filiación indoeuropea o celta.
..los Bárdulos, Caristios y Autrigones en el País Vasco, gentes igualmente de habla y cultura celtas. Sólo al Este de Leizarán, casi en la frontera entre Guipúzcoa y Navarra, se extenderían los Vascones,...
...los habitantes del País Vasco, Autrigones, Caristios, Várdulos más los Berones de la Rioja, gentes entre las que se encontraban algunas poblaciones que Estrabon consideró las más primitivas de Hispania. Estas gentes forman parte de los pueblos de cultura céltica, aunque todos ellos se diferencian de los celtíberos, pues su orígen es claramente anterior...


Tribus prerromanas del País Vasco y Navarra



Localización aproximada de las tribus prerromanas en el actual Comunidad Autónoma del País Vasco, Comunidad Foral de Navarra, Aragón, Cantabria, Castilla y León, La Rioja y Pirineos Atlánticos, según Ptolomeo.

Fecha de la crónica: siglo II
Correspondencia actual: Navarra, Guipúzcoa, Vizcaya, Álava, norte de La Rioja y este de Burgos y Cantabria


2. Evidencias arqueológicas

2.2 Época prerromana

Las fuentes documentales clásicas son muy vagas en lo que respecta a la cultura de los habitantes prerromanos de la actual comunidad autónoma del País Vasco. En este sentido, aportan más información los yacimientos arqueológicos. Según Luis Valdés, hasta los años 80, la historiografía local trataba de compaginar la fuerte presencia indoeuropea en Vizcaya y Guipúzcoa durante la Edad del Hierro con la preexistencia de vascos preindoeuropeos suponiendo una coexistencia de ambas poblaciones: una autóctona, más antigua, que viviría refugiada en cuevas manteniendo su lengua (el vascuence o euskera) y tradiciones; y otra alóctona, formada por invasores o colonizadores indoeuropeos-celtas que ocuparon toda la región construyendo numerosos castros fortificados solo para defenderse en caso de peligro y no como poblaciones estables. Sin embargo, Valdés concluye que, hoy en día, dados los vestigios arqueológicos encontrados, no se puede sostener dicha dualidad. Vizcaya o Guipúzcoa presentarían los mismos avatares y características que Álava o el resto del norte de Hispania en época prerromana.
Reiniciada la investigación en la comarca de Gernika con mayor rigor científico no hubo necesidad de mucho tiempo para demostrar lo erróneo de ese planteamiento y de esa interpretación bipoblacional. 
El oppidum de Marueleza se convirtió en la confirmación de que, en lo cultural y en lo arquitectónico, la situación cultural es paralela a la conocida en cualquiera de las regiones geográficas periféricas del País Vasco, con las mismas diferencias y peculiaridades internas que pueda hallarse en ellas.

Para el arqueólogo Xavier Peñalver el valle del río Leizarán fue, en la Edad del Hierro, una frontera entre dos culturas diferentes, una vascona hacía el este, que se manifiesta por la abundancia de cromlechs, y otra várdula hacia el oeste, donde predominan los castros y hay ausencia de cromlechs. Constata que esa frontera es también una frontera dialectal del vascuence.5 La también arqueóloga Mercedes Urteaga opina que esa frontera separaba a los pueblos vascones de los célticos, cantábricos o celtibéricos.
Contando con los datos obtenidos en las investigaciones arqueológicas de los últimos años sobre la Edad del Hierro en el área que se analiza, se plantea que el territorio guipuzcoano era un espacio en el que convergían tres ámbitos culturales: el mundo aquitano que se asomaba al Bidasoa; el vascón que ocuparía el sector occidental y alcanzaría el Leizarán, y el céltico, cantábrico o celtibérico, extendiéndose por los zonas central, oriental y meridional.


2.2 Las necrópolis tardoantiguas de influencia norpirenaica

Recientemente se han encontrado varios yacimientos arqueológicos que se considera son necrópolis tardoantiguas de influencia norpirenaica. El Dr Agustín Azcarate de la UPV, considera que estas necrópolis son una prueba de un importante acontecimiento histórico de los siglos siguientes a la desaparición del imperio romano que hasta ahora ha pasado desapercibido, y termina prudentemente su artículo La arqueología y los intereses historiográficos. (De los postulados vascocantabristas a las necrópolis tardoantiguas de influencia norpirenaica) del año 20037 con el siguiente comentario:
Para que no se nos malinterprete en el futuro, queremos manifestar que no nos atrevemos, todavía, a defender ninguna propuesta específica. Es mucho todavía lo que nos queda por aprender e investigar, Para dar conclusión a este pequeño trabajo, me referiré sin embargo a dos viejas hipótesis: 1ª. A aquella que defendía que durante los siglos tardoantiguos se produjo una vasconización de los actuales territorios vascongados y que, a juzgar por los datos, no procederían de Navarra) como defendieron diversos autores entre los que desatacó Cl Sánchez Albornoz), sino del alto Garona como ya propusieron lingüistas como U. Scholl y J. Untermann. Esta hipótesis sería más factible, desde luego, referida a los territorios occidentales que a los orientales, 2ª. Aquella otra que proponía que durante estos siglos se produjo no una euskerización sino un reforzamiento de un sustrato lingüístico preexistente en situación de retroceso respecto a otros idiomas, como apuntarían algunos descubrimientos como Lerga y parecen defender lingüistas como L. Michelena o J. Gorrochategui. 
Bien la primera situación, bien la segunda, debieron darse (en el caso que se hubieran dado) como consecuencia de un fenómeno histórico de hondas repercusiones que había pasado totalmente desapercibido a todos y cuyo testimonio más claro está constituido por las necrópolis descubiertas en los últimos años. De esta relación causa-efecto sí nos sentimos algo más seguros, Y no es poco.


3. Evidencias onomásticas

El reconocido filólogo vasco Joaquín Gorrochategui expuso las bases onomásticas de esta teoría recientemente; es de esta manera que se reconocen para determinados topónimos bárdulos, autrigones y carístios un origen celta o cuando menos indoeuropeo (Deobriga, Segisamonculum, Uxama Barca, Segontia Paramica, Tritium Tuboricum, Veleia, Suestatium, Tullica...), a los que además se les debe añadir el actual río Deva. Igualmente un repaso sobre la onomástica personal pre-romana del actual País Vasco aporta un claro indoeuropeismo de los antropónimos y teónimos meridionales, siendo para Gorrochategui menos claro el origen lingüístico de los septentrionales a causa de su escaso número y dificultad interpretativa (Avandus, [Co]ema, Quno, Ivilia); de esta manera, no es problemática la atribución a una capa indoeuropea nombres meridionales como Ambatus, Ablonius, Boutia, Elauus, Plendius, Segontius, Turaesamus, etc.; antropónimos que además tienen una cierta relación con los antropónimos de las regiones lusitana y vetona.

Fue toda esta abundancia de onomástica indoeuropea en territorio vasco en contraste con la Navarra vascona la que facilitó por parte de algunos autores el considerar gran parte de la Euskadi actual como celta o indoeuropea:
De todas formas, hasta recientemente, si uno estudiaba la antigua documentación (ver Hubner 1986, CIL , vol. II), tal como hizo Gómez Moreno (1949[1925]), se podía observar la completa falta de testimonios onomásticos vascos en el territorio vasco en la antigüedad. De esta (falta de) evidencia, algunos concluyeron que la lengua vasca data en esa zona solo desde la Edad Media tanto al norte de los Pirineos así como en la zona vascófona occidental. Esta idea fue desarrollada por Gómez Moreno y defendida por el medievalista español Sánchez Albornoz (1984). Realmente, los topónimos que conocemos por los antiguos autores no son fáciles de interpretar como vascos.
traducido desde Basque and its nieghbors in antiquity

En cuanto a los tres pueblos, várdulos (del Bidasoa al Deva), caristios (del Deva al Nervión) y autrigones (del Nervión al Asón y también hacia el sur alavés), no existe razón alguna para considerarlos vascones. Estos sólo llegaban hasta el Bidasoa. Los datos que hay prueban que se trata de tribus indoeuropeas. M.L. Albertos, Altuna, Basabe, Vallespí y Apellániz los ofrecen tanto onomásticos como estrictamente históricos de fuentes romanas.
Los vascos en la historia de España, de José Antonio Vaca de Osma



AUTORES QUE PROPONEN LA VASCONIZACIÓN TARDÍA DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA VASCA


Arnaud Oihenart

En el siglo XVII, Arnaud Oihenart propuso en su Noticia de las dos Vasconias, la Ibérica y Aquitana que la Vasconia primitiva ocupaba además de la actual comunidad Foral de Navarra, tierras más allá del Ebro hasta Calahorra y Gracurri (cerca de Alfaro), el antiguo condado de Aragón y, hacia el oeste, hasta Fuenterrabía. Y una vez extinguido el linaje de los autrigones, caristios y várdulos (quienes eventualmente habrían hablado euskera a pesar de que sus topónimos son indoeuropeos) los vascones habrían ocupado los solares de sus hermanos en tiempos de los godos. Esta hipótesis es llamada vasconización tardoantigua por Koldo Larrañaga.


Adolf Schulten

En el primer tercio del siglo XX, Schulten plantea que los vascones ocuparon inicialmente tan solo la parte sur de la actual comunidad Foral de Navarra, expandiéndose primero hacia Oiarzun y la costa antes del año 50 a. C., ocupando así toda la actual comunidad Foral de Navarra. Después de la época de Ptolomeo y antes de la fundación de Vitoriacum (entre los años 150 y 580) se expandieron sobre los territorios poblados por várdulos, caristios y autrigones, la actual comunidad autónoma del País Vasco. Considera probable que esta conquista política fuera precedida por una conquista lingüística.


Manuel Gómez-Moreno

Tras investigar sobre la onomástica antigua de la región y sobre relatos ofrecidos por antiguas crónicas concluyó que:
Las modernas provincias vascongadas, con el distrito de Estella en Navarra, no varían de sus colindantes occidentales por el aspecto de las estelas votivas y funerarias, símbolos, nombres, etc. Sobre todo la nomenclatura personal admite comparaciones de valor definitivo, probatorias de que allí vivían gentes de raza cantabro-astur, sin el más leve rasgo de vasquismo perceptible. Es, por consiguiente, seguro que tan solo después de la época romana sobrevino un corrimiento de vascones allá, como también para Gascuña, hechos documentados muy bien por las crónicas francas y godas en los siglos VI y VII.
Sobre los iberos y su lengua; en Homenaje a Menéndez Pidal, III (1925), pp. 475-499

Las crónicas referidas son las de Gregorio de Tours sobre la depredación de los vascones sobre Aquitania, mientras que las crónicas godas hacen mención únicamente a la acción devastadora de las bagaudas en el Alto Ebro.


Ulrich Schmoll

Propuso en 1959 una invasión medieval aquitana, la cual sería la responsable de que se hablase vasco en la comunidad autónoma de Euskadi y la comunidad Foral de Navarra.


Sánchez Albornoz

Claudio Sánchez Albornoz opinaba que los vascones habían invadido después de la caída de Roma y durante periodo oscuro las tierras de los várdulos y caristios, empujándolos hacia Castilla y provocando:

-El corrimiento de parte de estas tribus hacia Castilla
-Diferencias etnológicas entre vascos y navarros
-Diferencias dialectales en el vasco creadas a partir de antiguos límites tribales (efecto de substrato)
-La vasquización (pero no euskaldunización) de aquellas que permanecieron en sus tierras

Al entrar en Euzcadi empujaron hacia Castilla a una parte de los várdulos y caristios; algunos se acogieron a los montes –los moradores de Tulonio, ciudad de la llanada de Alava, se refugiaron en la sierra a que dieron nombre– y los que permanecieron en sus antiguas sedes fueron inundados de vasquismo. Como cada tribu hispana al aceptar el latín creó su propio dialecto romance –donde esos dialectos se han conservado hasta hoy, como ocurre en el norte de España, las fronteras dialectales marcan las lindes de las viejas tribus primitivas–, así las tribus vascongadas a partir del siglo V crearon asímismo sus propios dialectos del vasco, también conservados hasta nuestros días.


Stanley G. Payne

El hispanista e historiador Stanley G. Payne en 1974, opinaba que al desmoronarse el impero romano, los vascos se expandieron por tierras de caristios y várdulos, perdiendo estos su identidad:
Al sur de los Pirineos, al principio de la época romana, la población vasca estaba limitada a la zona de la actual provincia de Navarra, las zonas orientales de Guipúzcoa, Logroña y quizás Álava, el extremo noroeste de Aragón. Vizcaya, el norte de Álava y la mayor parte de Guipúzcoa las habitaban tribus de caristios y várdulos, cuya relación con los vascos es incierta. Se ha conjeturado que estos últimos eran, en realidad, un grupo vasco independiente, separado del sector principal de tribus. Con la quiebra del orden que se produjo a finales el imperio romano, la población vasca parece que se expandió hacia el Oeste y también hacia el Norte, saliendo de los Pirineos para ocupar una zona mayor de lo que más tarde sería el suroeste de Francia. Esto creó un dominio vasco transpirenaíco, mas tarde conocido por los franceses como Gascuña (de gascón o vascón, los términos del romance vernáculo primitivo para designar a los vascos). En el Oeste, caristios y várdulos perdieron al final su identidad absorbidos por la expansión de la población vasca.
El nacionalismo vasco. De sus orígenes a la ETA. (1974) ISBN 84-7235-196-3



José Antonio Vaca de Osma

En su libro Los vascos en la historia de España publicado por RIALP el año 1995, José Antonio Vaca de Osma opina que hubo dos vasconizaciones de los territorios de várdulos y caristios. Una entre los siglos V y VII, y otra en tiempos de Sancho el Mayor.
Las invasiones vasconas habían llegado por el sur hasta el Ebro, y por el oeste presionaron a várdulos, y caristios hacia la llanada de Álava y hacia las sierras de Cantabria y Toloño, en la zona riojano alavesa. La vasconización de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya se produce en dos etapas, como hemos visto. La primera entre los siglos V y VII, bajo la presión de los bárbaros, y la segunda entre los siglos X y XI, al extender sus dominios el rey Sancho el Mayor.
Los vascos en la historia de España disponible parcialmente en google books


Opina que hay muestras de una expansión vascona sobre Aquitania hacia el siglo V AdC y que los vascones se expandieron posteriormente por la misma ayudados por los romanos.
La presión indoeuropea había reducido notablemente el área de los vascos desde el año 1000 a. C. hasta la época en la que Roma, su amiga y aliada, les ayudaría a recuperar el terreno perdido, a extenderse hacia Guipúzcoa, Vizcaya y Aquitania desde el núcleo inicial del Saltus Vasconum, auténtica reserva del vasco primitivo y de su lengua ancestral, emparentada con las demás que se hablaban en la Península antes de las invasiones célticas.
Los vascos en la historia de España


Martín Almagro Gorbea

Este historiador, en su artículo Etnogénesis del País Vasco: de los antiguos mitos a la investigación actual opina que los vascones debieron extenderse hacia lo que es actualmente la comunidad autónoma del País Vasco en los inicios de la Edad Media, hasta entonces ocupada por várdulos, caristios y autrigones de estirpe indoeuropea:
Con el Vaso Campaniforme llegarían conjuntamente [al País Vasco], por formar parte de su sistema cultural, el rito del enterramiento individual, un claro predominio guerrero y masculino, probablemente asociado al antepasado como héroe fundador del grupo humano, y creencias solares cuya continuidad hasta el Bronce Final documentan los cuencos de la Peña de Axtroki, en Bolívar, Guipúzcoa, así como, con alta probabilidad, una lengua indoeuropea, extendida hasta los límites del Atlántico, que se refleja en la hidronimia de los ríos principales, el Deva, el Nervión, el Cadagua o el Plencia, y en orónimos como Cantabria. [...] De estos pueblos, Várdulos, Caristios, Autrigones y Berones son de clara estirpe indoeuropea, como indican los nombres de sus poblaciones y sus antropónimos y como confirma su etnogénesis, sus crencias y su organización social, mientras que Vascones y Aquitanos serían poblaciones de estirpe éuscara.
Etnogénesis del País Vasco: de los antiguos mitos a la investigación actual (Munibe, 57 - 2005)


Este mismo autor ha sido muy crítico hacia las posturas contrarias a la vasconización actualmente imperantes en vascología:
En consecuencia, considerar a los Vascones como indígenas y a los otros como "invasores", sólo responde a un mito anacrónico, pues está contra todas las evidencias, ya que, en todo caso, tal como indican la hidronimia más antigua y el substrato cultural, son las poblaciones indoeuropeas las que parecen ser más antiguas en el País Vasco, según los datos actualmente disponibles. [...] En consecuencia, debe revisarse el mito de la supuesta "personalidad" de la Prehistoria del País Vasco y su origen ancestral, idea caduca que se mantiene desde hace tantos años a pesar de estar en contradicción con los avances en todos los campos de estudio. Pero no se puede construir una Prehistoria actual con tesis "míticas" que van contra todas las evidencias científicas. Si se ha mantenido dicha postura, ha sido sólo por motivos ideológicos de tipo político, como evidencia un somero análisis historiográfico.
Etnogénesis del País Vasco: de los antiguos mitos a la investigación actual (Munibe, 57 - 2005)


Francisco Villar

Basándose en el registro toponímico, este experto en lenguas indoeuropeas prioriza la existencia anterior de lenguas indoeuropeas sobre las no-indoeuropeas en gran parte de la zona actualmente euskaldun o vascófona:
La secuencia de hechos históricos que mejor se compadece a la vez con los datos antroponímicos y toponímicos es la siguiente: El primer estrato étnicolingüístico asentado en la zona [Euskadi Sur] con una densidad suficiente como para crear una tupida red de topónimos y posibilitar su transmisión a los estratos subsiguientes fue de filiación indoeuropea. Cronológicamente le siguió el estrato celta, sobre todo en la parte occidental del territorio. El estrato ibérico, más superficial por contener bastante antroponimia pero muy escasa toponimia, es más reciente que el celta. Probablemente su presencia en Navarra y el Alto Aragón se debe a una extensión relativamente tardía de la cultura ibérica desde las costas mediterráneas hacia el Oeste. Los dos estratos restantes, euskera y galo, se dan en cuantía pequeña y con signos toponímicos de ser muy recientes (Pompaelo, de época Romana). Uno y otro son resultado de una infiltración reciente de gentes procedentes del Norte hacia este lado de los Pirineos: aquitanos y galos. Es posible que esa filtración se prolongara a lo largo de los primeros siglos del Imperio. Pero, romanizados los galos, si continuaron penetrando hacia el Sur resultarán ya indistinguibles del fondo romano general. En cambio los aquitanos, que conservaron su lengua, continuaron acrecentando su presencia visible al sur de los Pirineos. Y es acaso hacia los siglos VI-VII d. C. cuando se produjo una avalancha mayor, como parecen indicar ciertos indicios arqueológicos, concretamente los broches de cinturón de tipo aquitano.

Indoeuropeos y euskaldunes en el País Vasco y Navarra. Genes, lenguas y topónimos; en Vascos, celtas e indoeuropeos. Genes y lenguas (2005)


Hector Iglesias

Basándose en el origen de los dialectos vascos este vascólogo del País Vasco francés explica de manera muy convincente el porqué y el cómo de la vasquización lingüística de las provincias de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa en su estudio: Sur l'origine présumée du fractionnement dialectal de la langue basque, Hector Iglesias, 2011, Revista ARSE 45 (2011) 



No hay comentarios:

Publicar un comentario