De Irún a Andoain


En la comarca del Bidasoa, separados por el ancho río, se encuentran frente a frente el Priorato de Zubernoa, en Hendaia, y el Hospital de San Margarita, en Irún. Ya en el siglo XII, se menciona la existencia del Hospital de Santiago de Zubernoa, edificado en terrenos cedidos por Guillermo de Zubernoa, y el de Santa Margarita de Irún, situado junto a la parroquia de Nuestra Señora del Juncal. Este hospital, enclavado en el barrio de Santiago, permaneció como testigo de la importancia jacobea de la ciudad fronteriza hasta que fue destruido por los franceses en 1638.

La conexión fluvial que unía el embarcadero de Santiago, en Hendaia, con la ciudad de origen romano, Irún, pronto resultó insuficiente. Así lo recuerda Luis de Uranz:
"Desde el siglo XIII, el paso de peregrinos por el Bidasoa fue en aumento, y el puente de madera que facilitaba la travesía del río, desde el Priorato de Zubernoa al barrio de Santiago de Irún, es una prueba de la gran afluencia de viajeros que adoptaban este itinerario. A partir del siglo XV se intensificó el paso por el vado de Behobia."

Hoy se mantienen ambas vías de entrada, convertidas en peaje de autopista y en Puente Internacional, inaugurado en 1917 y costeado por los iruneses en atención a las penurias que atravesaban los franceses como consecuencia de la I Guerra Mundial.

La iglesia parroquial de Nuestra Señora de Juncal, edificio emblemático en Irún, comenzó a construirse en 1508. De estilo gótico vasco, complementado por una portada barroca y una sacristía del siglo XVII, no es un edificio de extraordinaria belleza que guarda en su interior dos obras excepcionales: la imagen de Nuestra Señora del Juncal y el retablo mayor del siglo XVII, obra de Juan de Bascardo y de su ayudante Domingo de Zatarain.

En cuanto a la Virgen del Juncal, puede afirmarse que es la más antigua de Guipúzcoa. Esta virgen negra que sujeta sobre sus rodillas a un niño tan hierático y sobrio como ella misma, es una obra románica de la segunda mitad del siglo XII y ha sido tradicionalmente objeto de devoción por parte de los hombres del mal.

Las ermitas de santa Elena y san Marcial completan las muestras de arquitectura religiosa irunesa. La ermita de santa Elena o "Ama Xantalen" es un museo-yacimiento en el cual se pueden apreciar los restos romanos de un templo anterior, si bien la construcción actual puede datar del siglo XIV. Desde las inmediaciones de la ermita pueden contemplarse la pequeña isla de los Faisanes, porción de tierra en el Bidasoa en la que se firmaron importantes acuerdos entre España y Francia, como el Tratado de los Pirineos, en el siglo XVII.

La ermita de san Marcial, dominando el panorama desde la peña de Aldabe, se erigió en conmemoración de la primera batalla de San Marcial, el 30 de Junio de 1522, en la que los partidarios de Carlos V vencieron a las tropas de Enrique de Albret que, con ayuda del monarca francés Francisco I, pretendía recuperar el trono de la Navarra sur-pirenaica.

Esta misma batalla es conmemorada por la más popular fiesta irunesa, el Alarde de San Marcial, que reúne cada 30 de junio, dentro de las fiestas patronales, a centenares de iruneses uniformados que reviven el heroico episodio bélico.

En Irún es apreciable la elegante fachada de la Casa Consistorial, inaugurada en 1763, de igual manera, las edificaciones de origen militar como Gaztelu-Zahar o el fuerte situado en el alto de Olazabal, memoria del difícil pasado de esta ciudad marcada por su estratégica posición geográfica.


Oiartzun es una de las localidades más extensas de Guipúzcoa, con un casco urbano que convive con núcleos de población como Altzibar, Iturriotz, Gurutze, Ergoien, etc., cada uno con sus características y sus particulares edificios históricos, como la casa-torre de Pagoaga y el palacio de Ergoien en este barrio, y la casa-torre de Iturriotz.

En el casco urbano sobresale la iglesia parroquial de San Esteban, edificio gótico de una sola nave, construido en el siglo XVI, que alberga un retablo del siglo XVII, obra de Juan de Huici. Del mismo siglo es la Casa Consistorial, cerca de ella se encuentra la ermita de San Juan, del siglo XVI, que junto con un interesante retablo, guarda en su interior un Cristo de aspecto gótico procedente de la desaparecida capilla de Andrearriaga.

Los alrededores de Oiartzun están poblados de numerosos monumentos megalíticos en forma de cromlech, círculo de lajas de piedra hinchadas en tierra cuyo centro acoge habitualmente los restos de los cadáveres allí depositados. Corresponden a la Edad del Hierro, 900-350 a. C., y en la zona su construcción se atribuye a un genio invisible denominado "Intxitxu".

La ermita de Santiagomendi, en Astigarraga, es una de las más importantes referencias jacobeas del entorno. Construcción sencilla, de planta rectangular, con una única nave y un ábside recto, que data probablemente del siglo XIII. Del mismo siglo es también la célebre talla en alabastro del Apóstol, que se veneraba en el ostensorio de la ermita y se encuentra en la actualidad entre los fondos del museo Diocesano ubicado en San Sebastián. El retablo del siglo XVIII que guarda en su interior reúne a Santiago, galopando y blandiendo su espada sobre la morisma, con San Sebastián, San Cristóbal y Jesucristo.

En el actual centro urbano se halla ubicado un interesante conjunto arquitectónico integrado por la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción (anteriormente Santa María de Murgia), y el palacio de Murgia, propiedad del marqués de Valdespina. Este complejo se levanta en una pequeña colina, conocida como Markesmendi, posiblemente como fortaleza defensiva.


La ruta bordea Hernani por los márgenes del Urumea, atravesando el barrio del Puerto, recuerda los tiempos en los que este río era navegable hasta esa zona. Hernani es una de las villas más antiguas de Guipúzcoa, citada ya en documentos del siglo X, aunque no se conserven muchos restos documentales  de su historia ya que, codiciada por su posición estratégica, fue centro de numerosos hechos de armas como el incendio provocado en 1512 por el ejército francés, en el cual se perdió toda documentación relativa a su pasado. Hernani cuenta con un rico patrimonio histórico-artístico, como la iglesia parroquial de San Juan Bautista del siglo XVI, con su portada barroca de Martín de Aramburu. Importante portada también es la del convento de San Agustín, del siglo XIII.

La Casa Consistorial, une las dos manzanas exteriores del casco y cierra por el lado sur la plaza Mayor. Está integrado en este frente defensivo el arco ojival del siglo XIV siendo una de las entradas del recinto amurallado de la villa. El actual Ayuntamiento data de 1899, levantado en el mismo solar que el anterior, dinamitando en la última guerra carlista.

Otra muestra de arquitectura relacionada con los avatares bélicos es la Casa Portalondo o torre de los Gentiles, en la calle Kardaberaz, es una edificación medieval en la que destacan la piedra de sillería y las ventanas de arco apuntado. La calle Mayor es un recorrido lleno de casas-palacio. Otra edificación característica de Hernani es la ermita del Humilladero de la Santa Cruz, relacionada con Urnieta.

En las inmediaciones de Hernani se encuentra el museo Chillida-Leku, un moderno concepto de museo al aire libre, concebido por el propio autor como expresión viva de su obra. Junto a 40 obras de grandes dimensiones distribuidas entre verdes campas, un caserío del siglo XVI acoge la obra del Chillida más íntimo y preciosista.

Unieta es un primitivo asentamiento vascón sobre el que se edificó la actual localidad que obtuvo el título de villa en 1615. En la cueva de Marizulo se han encontrado restos de más de 5.000 años de antigüedad, la presencia de dólmenes y cromlechs escriben la historia de los tempranos asentamientos humanos en esta zona.

En el centro urbano se conserva la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, que mantiene su portada románica tardía y una talla de San Miguel del siglo XVII, así como se conserva la fachada de la Casa Consistorial del siglo XVII.

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