23/07/2018

Juan de Ciriza


Secretario del Real Consejo de Estado y secretario del Real Consejo de Guerra de los reinados Felipe III y Felipe IV

JUAN DE CIRIZA

Juan de Ciriza y Balanza era natural de Pamplona, donde nació en 1569. Su padre fue Carlos Ciriza, procurados de la Corte Mayor y del Consejo Real de Navarra, y su madre María Juana Caparroso. Su segundo apellido Balanza se debe a su abuelo materno el bachiller Pedro de Balanza, oidor del Consejo Real de Navarra.

En 1589, inició su carrera profesional en la Administración de la Monarquía de los Austrias españoles sirviendo como aprendiz en el Real Consejo de Indias. A finales del siglo XVI, sirvió como secretario personal en la villa y estado del Carpio bajo el marqués Diego López de Haro o del marqués de Denia. Estos servicios y la ayuda de su tío Juan Vicente Marcilla de Caparroso, miembro del Real Consejo de Aragón le valieron para acceder a la Corte madrileña.

Allí conoció al duque de Lerma, Francisco Gómez de Sandoval, primer valido de Felipe III y capitán general de la Caballería, quién le promocionó en una carrera brillante empezando por ser su secretario personal.

En 1605, ya era secretario personal de Felipe III, y, en 1610, secretario de la Capitanía General de la Caballería española en el Real Consejo de Guerra.

En 1612, alcanzó la Real Secretaría del Estado, siendo secretario de Estado de la Negociación del Norte (Flandes, Alemania y Francia), sustituyendo a Antonio de Aróstegui. Además, su hermano Tristán de Ciriza, fue nombrado secretario real, muriendo al año siguiente. Este cargo le supuso una etapa de mayor influencia política de su carrera en la Corte por la alta cantidad de decisiones que tomaba en la gestión del Imperio español. Cada día, Ciriza recibía en su despacho al decenas de personas, gestionando importantes sumas de dinero, algunas remitidas por los virreyes de Sicilia y de Nápoles, el conde de Lemos o el duque de Osuna, entre otros.

En 1613, obtuvo el hábito de caballero de la Orden de Santiago, siendo investido por el propio duque de Lerma, y actuando como padrino el de Uceda. Y en 1617 se le concedió la titularidad de las encomiendas de Ribera y Aceuchal, con su jurisdicción y rentas.

En 1621, Felipe IV accedía al trono de la Corona, sustituyendo como valido al duque de Lerma por el conde-duque de Olivares, Gaspar de Guzmán. Esta nueva situación hizo que perdiera parte de su influencia cortesana, librándose de ser enjuiciado como algunos de los colaboradores del duque de Lerma. Al menos, pudo mantenerse en la Real Secretaría de Estado del Norte hasta 1624. Aquel mismo año, fue nombrado consejero de la Real Secretaría de Estado de Italia, en sustitución del fallecido Antonio de Aróstegui, mientras que Ciriza era sustituido por Andrés de Prada al frente de la Secretaría del Norte. Poco estuvo en estos altos cargos, pues en 1626, Olivares le apartó de la administración cortesana, tras

Aunque ya estaba algo mayor de edad y escasa salud, Ciriza fue recompensado con los cargos de secretarios del Real Consejo de Guerra y miembro de la Junta de Guerra de Indias, adquiriendo el título nobiliario de I marqués de Montejaso, en Nápoles.

MONASTERIO DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE PAMPLONA

Entre los años, 1627 y 1638, Ciriza pasó su vida en Pamplona, donde pudo llevar una actuación de intermediación entre la Corte de Madrid y el Reino de Navarra. En 1629, recibió el encargo de Felipe IV de ponerse en contacto con todos los caballeros de Órdenes Militares habidos en Navarra, para que contribuyeran con servicios de armas con donaciones económicas en las necesidades militares del Ejército español desplegado en Flandes, durante los años más beligerantes de la Guerra de los Treinta Años (1618-1638).

También se dedicó a supervisar la construcción del Monasterio de la Inmaculada Concepción de las Agustinas Recoletas de Pamplona entre los años de 1624 y 1631. En este templo dispuso su propia residencia y habilitó una sala donde enterrar su sepultura y la de su mujer. Había contraído matrimonio con Catalina Alvarado Velasco sin dejar descendencia. Pero tuvo un hijo reconocido, Juan de Ciriza Cevallos, por su relación con Lorenza de Cevallos, quien tuvo una brillante carrera eclesiástica como arcediano de la Cámara de la Catedral de Pamplona. Su título y mayorazgo de Montejaso fueron heredadas por su sobrino, Juan de Oco Ciriza.

Juan de Ciriza fue retratado por Antonio Rizi, en 1617. Este lienzo presenta un excelente estado de conservación y mantiene el marco negro de época. La firma "Antonius Rizzi fa. anno 1617" aparece en un papel que lleva en la mano Juan. El secretario real aparece como un joven de pelo negro, con bigote y perilla, ataviado según la moda del momento con coleto, capa corta, gregüescos y calzas, todo negro. La gorguera amplia en torno al cuello pone un contrapunto blanco en la oscura composición. Lleva asimismo sombrero negro en la mano, botonadura; collar y cinturón de oro; la espada al cinto. El fondo es gris y el suelo está tapizado de rojo. Detrás a la derecha sobre una mesita cubierta de terciopelo hay un reloj con la leyenda "vigilat, quia... neque horam", alusión a la brevedad de esta vida en la línea del tan barroco recuerdo de las postrimerías.

juan ciriza antonio rizi retrato
JUAN DE CIRIZA, POR ANTONIO RIZI

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