Acompañados por los legendarios ecos de la historia de Carlomagno, los peregrinos del Camino de Santiago descienden por los valles navarros, cruzan Pamplona y se unen en Puente la Reina con los que vienen por el Camino que atraviesa el Pirineo aragonés.
Toda una travesía montañosa separa Saint Jean de Pied de Port de la Colegiata de Santa María de Roncesvalles, pero son muchos los peregrinos que empiezan en esa ciudad francesa, anteriormente navarra, o que continúan por ella desde las vías francesas que confluyen en Ostabat.
El Camino pasa por los Pirineos en el escenario de una de las leyendas más extendidas en la Europa medieval, la Canción de Roldán. El viejo cantar de gesta cuenta que Roldán, sobrino y favorito del emperador Carlomagno, era comandante de la retaguardia del ejército carolingio cuando fue emboscado en Roncesvalles. Allí encontró la muerte junto a los Doce Pares de Francia, pero antes de morir tocó el cuerno para avisar al emperador, quién volvió con el resto de su ejército para vengar la afrenta.
Este punto del camino, donde confluyen la épica histórica y la tradición jacobea, fue simbolizado con la cruz de Roncesvalles, ahora con el Monumento a Roldán. Y desde él, la ruta desciende por los verdes valles del Pirineo navarro, buscando la salida del río Arga, vía de comunicación natural por la que llega a Puente la Reina. Pero antes, atraviesa una serie de pueblos muy cuidados como Burguete, Espinal, Viscarret, Lintzoain, Zubiri, etc., que sin tener un gran patrimonio, están orgullosos de su identidad y de su pasado.
Este punto del camino, donde confluyen la épica histórica y la tradición jacobea, fue simbolizado con la cruz de Roncesvalles, ahora con el Monumento a Roldán. Y desde él, la ruta desciende por los verdes valles del Pirineo navarro, buscando la salida del río Arga, vía de comunicación natural por la que llega a Puente la Reina. Pero antes, atraviesa una serie de pueblos muy cuidados como Burguete, Espinal, Viscarret, Lintzoain, Zubiri, etc., que sin tener un gran patrimonio, están orgullosos de su identidad y de su pasado.
MONUMENTO A ROLDÁN EN EL ALTO DE IBAÑETA |
El Camino cruza los Pirineos bordeando el extremo occidental de la selva de Irati, uno de los bosques de hayas más antiguos y extensos de Europa. Desde Espinal, el trayecto pasa el valle de Erro, cerca de la estación megalítica de Sorogain.
Desde Zubiri hasta Pamplona discurre un tramo corto pero con una gran variedad paisajística, primero por el valle de Esteribar, recorriendo su mitad inferior, donde están la mayoría de sus treinta y un núcleos de población. Después, el paisaje de valle montañoso junto al río Arga, que cruza varias veces por puentes medievales, da paso a la cuenca de Pamplona. Villava y Burlada, convertidas en ciudades residenciales, preceden a Pamplona, la primera capital de provincia en el paso de Camino de Santiago. La vieja Pompaelo romana fundada por Pompeyo Magno, la ciudad medieval de los Tres Burgos y capital del medieval Reino de Navarra.
Dejando Pamplona, espera el pedregoso alto del Perdón (767 m). La sierra del Perdón es el último relieve de consideración antes de la travesía de los montes de Oca, ya en la provincia de Burgos. La vertiente sur de la sierra, poblada de encinas y carracas, desciende hacia el valle del río Robo que confluye con el río Arga en Puente la Reina (Gares), donde las dos variantes del Camino Francés se hacen uno sólo.
MONUNENTO A LOS PEREGRINOS EN EL ALTO DEL PERDÓN |
El Camino de Santiago parte de Puente la Reina dejando definitivamente el valle de Arga y entra en Tierra Estella, por la que discurren hasta Los Arcos. Esta privilegiada comarca navarra es rica en pan, vino, aceite y queso, su territorio es feraz y su paisaje ondulado, de clima suave, protegido por las sierras de Andía, Urbasa y Lokiz que se elevan al norte. El corredor natural y somontano por el que pasa la ruta jacobea era ya un paso estratégico en época romana y en la Edad Media. El itinerario cruza el río Salado, sube a Lorca y llega hasta la pirámide natural de Montejura, la cual anuncia desde lejos la situación de Estella.
Desde Estella la ruta jacobea deja el valle del río Ega y discurre a los pies del Montejura, hito geográfico y emblema carlista. Desde el antiguo monasterio de Santa María de Irache, otro hito del relieve que guía los pasos de los peregrinos es el monasterio de Monjardín, presidido por los restos de su viejo castillo. En Monjardín empieza la sierra de Cábrega, que se extiende al norte del paso del Camino, pero este continua por amplios campos de viñedos primero, y onduladas tierras de cereal y olivos, bordeando la hilera de montes que empieza en el alto de las Cruces.
ESTELLA-LIZARRA |
La siguiente etapa cruza el antiguo enclave de las Cinco Villas de Los Arcos y llega a Viana, en el confín del medieval reino de Navarra. Desde esta antigua población de frontera, desciende al paraje de la ermita de la Virgen de las Cuevas, donde hubo una villa citada en el Codex Calixtinus, y busca el paso del caudaloso río Ebro. Los encuentra en la ciudad de Logroño, capital de la región autónoma de La Rioja, tierra de vino por excelencia que durante una época medieval formó parte del el Reino de Nájera-Pamplona.
La primera etapa del Camino de Santiago que discurre por La Rioja se realiza entre viñedos, alejándose del fondo del valle del río Ebro y en una subida larga y continua, aunque no muy fuerte, supera el alto de San Antón, para descender por el valle de Najerilla hasta cruzar el río en Nájerapor el puente que hiciera san Domingo de la Calzada.
La última parte finaliza en la ciudad del santo que tanto hizo por facilitar las peregrinaciones y proteger a los peregrinos, Santo Domingo de la Calzada. Junto a ella discurre el río Oja, que da nombre a la región. El paisaje continúa con enormes superficies onduladas de viñedos y campos de cereal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario