Los Arcos - Logroño


PORTAL DE CASTILLA

El camino escapa de Los Arcos a través del portal de Castilla y cruza el río Odrón. Avanza paralelo a la carretera N-111 entre el paisaje abierto de los campos de cereal salpicados de viñedos. De frente, a lo lejos, aparecen los montes que separan Viana. Cruza el arroyo de Valseca y pasa junto a una sólida cabaña de pastores construida con sólido aparejo de sillarejo. 

En las proximidades del río San Pedro y la carretera de Sansol, estaba la antigua encomienda sanjuanerista de San Pedro de Melgar. El camino se incorpora a la carretera con Sansol de frente y por ella asciende hasta el pueblo.

SANSOL

Sansol es una de las poblaciones del antiguo enclave castellano de las Cinco Villas de Los Arcos. Sus casas se disponen de forma escalonada en torno a la iglesia, formando calles en cuesta. Hay buenas edificaciones de los siglos XVII y XVIII entre las que destaca el Palacio barroco, fechado en 1702. Es un edificio injustamente olvidado cuya arquitectura los estudiosos relacionan con el palacio episcopal de Calahorra. La fachada principal es toda de sillería con grandes pilastras acanaladas en las esquinas y tres escudos blasonados en el segundo cuerpo. Conserva la rejería original.

La Iglesia parroquial de San Zoilo es un templo barroco, construido sobre planta de cruz latina en la primera mitad del siglo XVIII. El crucero se cubre con una gran cúpula sobre pechinas. Conserva una gran pila bautismal del siglo XVI. El retablo mayor es de estilo neoclásico y está dedicado al santo titular, cuya imagen aparece flanqueada por las de San Francisco Javier y San Antón. Desde la iglesia aparece una bella vista del valle del río Linares y de la vecina villa de Torres del Río.

Superado Sansol, el camino debe atravesar el abrupto valle del río Linares para entrar en la vecina villa de Torres del Río y pasar junto a la hermosa iglesia del Santo Sepulcro.

SANSOL

Torres del Río se alza frente a Sansol, como si fueran dos poblaciones gemelas. Tras la reconquista de la zona, que fue musulmana, la primera mención escrita de Torres se remonta al año 1100 y es la donación de un monasteriolo que había en su término a la abadía de Irache. Es el origen del monasterio de Santa María de Torres, que aparece varias veces en las fuentes documentales y cuya iglesia algunos identificaron erróneamente con la del Santo Sepulcro. También hace mención de Torres Aymeric Picaud en su guía medieval de peregrinos del siglo XII, avisando del peligro que supone beber agua del río Linares. Desde el último tercio del siglo XV y hasta mediados del XVIII, perteneció a la Corona de Castilla. Debió compartir con Los Arcos la ventajosa posición económica del enclave y esto se refleja en la calidad de sus viejas casas de piedra, pero sobre todo en la construcción de la Iglesia parroquial de San Andrés, construida a caballo entre los siglos XVI y XVII. Su magnífico retablo mayor se realizó entre 1637 y 1643.

Pero si por algo se conoce a Torres del Río es por la Iglesia del Santo Sepulcro, construida junto al paso del Camino de Santiago en el último tercio del siglo XII. En 1215, muy poco después de su edificación, aparece como una de las posesiones de la Orden de Santo Sepulcro.

Este templo consta de una nave octogonal con cabecera en forma de ábside. Sobre el centro del octógono se levanta una pequeña linterna para la que se construyó el cuerpo cilíndrico de la escalera, adosada al muro occidental. El interior se cubre con una bella y contundente bóveda de nervios cruzados. La calidad arquitectónica y la unidad del proyecto son indudables, con interesantes detalles de la decoración escultórica de sus capiteles, molduras y celosías. Se conserva en su interior un Cristo crucificado románico del siglo XIII, que sigue un modelo francés. Tiene el rostro sereno y la cabeza, suavemente inclinada, está cubierta con una corona real. La arquitectura peculiar del templo le han merecido diversas especulaciones sobre un función. Entre otras se le han asignado la de linterna de muertos o la de faro para orientar a los peregrinos. Los antiguos testimonios de ricos enterramientos aparecidos junto a ella parece que apuntan hacia su uso como capilla funeraria. Su planta centralizada y ciertos detalles orientalizantes la convierten para los expertos en una evocación de la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén.

REFUGIO PEREGRINO CAMINO A VIANA

Tras abandonar Torres del Río, el camino debe salvar el paisaje quebrado que se alza entre el monte Arbanta y Bargota. Inicia el ascenso junto a la carretera hasta llegar a la Ermita de Nuestra Señora del Poyo, que pertenece al término de Bargota. El nombre de Poyo, que significa montículo o elevación, alude al paisaje montuoso en el que se encuentra. La existencia de la ermita se remonta, al menos, al siglo XIV. Destruida durante las Guerras Carlistas, fue reconstruida en 1896. Rematado el alto, cruza la carretera de Bargota y pasar por el barranco de Cornava, a partir del cual vuelve a acercar a la carretera nacional, junto a la que avanza de nuevo por el camino abierto hasta llegara a Viana y subir a su casco histórico.

VIANA

La ciudad de Viana se encuentra a pocos kilómetros de la antigua frontera de los reinos de Navarra y Castilla y a ella debe su origen. Fue fundada en 1219 por el rey Sancho VII el Fuerte, quien mandó que fuera poblada por los habitantes de las aldeas de la zona. Ocho de ellas quedaron despobladas, incluyendo Cuevas, citada por el Codex Calixtinus. Para compensar a quienes se asentaron en la nueva población, el rey les concedió el privilegio del Águila, fueron por el que entre otras cosas tenían derecho a celebrar un mercado franco semanal y una feria anual. Para defender la nueva posición, se construyeron murallas y castillo y hasta las torres de las iglesias de Santa María y San Pedro cumplían como baluartes. En 1275, el ejército del infante Fernando de Castilla fracasó  en los dos ataques lanzados contra la nueva fortaleza. Un siglo después, el castellano Pedro Manrique consiguió rendir a los vianeses por hambre y Viana estuvo durante diez años en poder de Castilla.

V CENTENARIO DE CESAR BORGIA EN VIANA (1507-2007)

En 1423, Carlos III el Noble instituyó el título de Príncipe de Viana para su nieto Carlos y fue desde entonces privativo de los herederos del trono navarro. Además, de Viana, componían el principado varios castillo, ocho villas de la zona y numerosas aldeas. Desencadenando el enfrentamiento civil entre beamonteses y agramonteses, en 1461, el rey Enrique IV de Castilla conquistó Viana y la mantuvo en su poder durante cinco años, hasta que fue recuperada por los navarros. La reina doña Leonor le concedió el título de Muy Noble y Muy Leal Villa. En 1507, las tropas del Conde de Lerín ocuparon la villa. Contra ellas marchó César Borgia, hijo del papa Alejandro VI, nombrado por el rey condestable de Navarra. Cerca de Viana fue muerto por los hombros del conde y, según la tradición, fue enterrado en la iglesia de Santa María. 

Desaparecida de la frontera con la anexión de Navarra a Castilla en 1512, Viana experimentó unos siglos de paz y esplendor interrumpidos por los episodios bélicos vividos en el siglo XIX durante la Guerra de la Independencia española y las Guerras Carlistas.

El casco histórico de Viana mantiene su distribución medieval, ordenada a lo largo de calles estrechas en dirección este-oeste, comunicadas por cortas perpendiculares.

El Camino de Santiago entra por el Portal de la Trinidad, un acceso posterior a la construcción de las murallas medievales. Los accesos originales sin los portales de Santa María, de San Felices, de Estella y de la Solana. De las murallas sólo se conserva un tramo junto a la iglesia de San Pedro, mientras que el castillo ha desaparecido. El recorrido jacobeo pasa por la plaza del Coso, donde se celebran los festejos taurinos. Para que las autoridades locales presidieran las corridas se hizo en el siglo XVII el Balcón de Toros

IGLESIA DE SANTA MARÍA DE VIANA

Junto a él, parte la calle de Santa María que pasa por delante de la monumental portada renacentistas de la Iglesia de Santa María, concebida como un gran retablo de piedra. El templo, de estilo gótico, se comenzó a construir en la segunda mitad del siglo XIII y se terminó a principios del XIV. Consta de tres naves con capillas laterales, cabecera poligonal y coro alto a los pies, aunque el proceso constructivo se extendió a lo largo de varios siglos. En el siglo XVI, se añadió la portada y se levantó la torre. A finales del XVII dieron comienzo las obras de la girola y se hizo el retablo mayor barroco. Una de las capillas alberga el retablo de Santiago, de estilo manierista y realizado en 1631. En sus relieves aparecen algunos de los temas principales de la iconografía jacobea: Santiago Matamoros, la aparición de la Virgen del Pilar o el martirio del apóstol.

AYUNTAMIENTO  DE VIANA DE LOS FUEROS

Al otro lado de la plaza de los Fueros, hacia la que se abre la vieja portada gótica, se encuentra el edificio barroco del Ayuntamiento, del siglos XVII. La continuación de la calle de Santa María se llama ahora de Navarro Villoslada, por el ilustre escritor nacido en una de sus casas. Antes de llegar a ella, el camino pasa por la Casa de Cultura, que antaño fue Hospital de peregrinos de Nuestra Señora de Gracia, del siglo XV, y Basílica de Nuestra Señora de la Soledad. En el siglo XV se agruparon en él los otros tres hospitales que existían en Viana y que eran atendidos por cofradías. Tras una epidemia de peste, en 1576, el hospital fue trasladado fuera del recinto amurallado y el edificio se empleó como desde la cofradía de la Vera Cruz hasta finales del siglo pasado. La calle desemboca en una plaza que se abre al norte de las ruinas de la Iglesias de San Pedro. Este templo fue el primero en levantarse en el recién creada Viana del siglo XIII. Además de parroquia, fue un elemento clave en las defensas de la ciudad. Constaba de tres naves con cabecera poligonal en la que se abrían cinco capillas. En 1740, se añadió la portada de San Pedro en cátedra. Desde la plaza de San Pedro, el camino sale de Viana por el Portal de San Felices en dirección a Logroño.


Fuera de paso jacobeo y extramuros, es interesante el Convento de San Francisco, fundado bajo la advocación de San Juan del Ramo. Comenzó su construcción a partir de 1634, cuando los frailes consiguieron permiso para trasladarse a Viana desde Soto, en el término de Aras. Fue expoliado durante la Guerra de la Independencia y posteriormente desamortizado. La iglesia tiene planta de cruz latina y capillas laterales. En la hornacina de la fachada se encuentra la imagen de la Virgen con el Niño procedente del hospital de peregrinos.

A la salida de Viana, el camino cruza la carretera N-111 y continúa por una pista asfaltada que llega a la Ermita de Nuestra Señora de las Cuevas, el último monumento religioso del Camino de Santiago en tierras de Navarra. Siguiendo el suave descenso, el camino llega a la Laguna de las Cañas, declarada Reserva Natural. Es un importante humedal, donde nidifican una gran variedad de aves. El camino pasa junto al observatorio de aves de El Bordón, que queda sobre el promontorio rocoso y afronta el paso de la zona industrial que antecede a Logroño. El camino de la laguna sale a una rotonda en la que un panel indica el límite entre comunidades autónomas. El camino de tierra entre viñedos lleva a la capital riojana, pasando junto al cementerio y cruzando el río Ebro por el gran puente de piedra.

CAMINO A LAS CAÑAS

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