28/05/2023

Poder económico y financiero de los navarros en la Corte de los Borbones


Al comenzar el siglo XVIII, los navarros y vascongados apoyaron al candidato francés en la Guerra de Sucesión española. Vieron en Felipe V de Anjou la manera de afianzar sus sólidas posiciones de poder en la Monarquía española, y miraban con malos ojos a la nobleza castellana como causante de la decadencia del Impero. Era el periodo de la Ilustración que se inició desde el reinado de Felipe V de Borbón, en 1699, continuó con los reinados de Fernando VI, Carlos III, y terminó con el comienzo de la Guerra de la Independencia española, en 1808, durante el reinado de Carlos IV, con la propuesta del Estado liberal y la aprobación de la primera Constitución en 1812.

Durante este siglo, se produjo un notable ascenso y predominio de vascos y navarros, desempeñando los principales cargos en la Corte de los Borbones e instituciones del Estado. Y, desde la nueva Corte borbónica y con la ayuda de Felipe V, un grupo de comerciantes y financieros navarros conseguía introducirse en los circuitos mercantiles y financieros que se gestionaban en Madrid.

felipe borbón juan goyeneche retrato ilustración
FELEIPE V DE BORBÓN Y JUAN DE GOYENECHE

Todo empezó en la figura del baztanés Juan de Goyeneche, tesorero privado de Carlos II, y luego tesorero general de las milicias de Felipe V. Fue armador y proveedor del candidato francés, proporcionando las necesidades de aprovisionamiento y armamento de los Ejércitos Borbónicos en los momentos más difíciles de la contienda, frente a los ejércitos del pretendiente archiduque Carlos de Austria. Su aportación fue clave, teniendo en cuenta la tan geoestratégica situación en la que se encuentra Navarra, paso fronterizo de España hacia Francia.

De burócrata pasó a ser hombre de negocios, asentista y arrendador de rentas reales. Fundó el periódico La Gaceta de Madrid y la ciudad de Nuevo Baztán, y tuvo el arrendamiento de varias rentas reales y negocios de préstamos a particulares.

Sobre la confianza y lealtad de Goyeneche a Felipe V, se fue elevando un amplio grupo de compañías mercantiles y familias, socios y dependientes de origen navarro que se integraban como asistentes y arrendadores de las finanzas de la Corona, como secretarios y tesoreros de las consejerías reales y como gobernantes de la Monarquía. Destacaron comerciantes y financieros como los Arizcum, los Mendinueta, los Muntiola, los Valdeolmos, los Sesma, etc.

Las familias baztanesas que consiguieron llegar al poder de la mano de Goyeneche sustentaron las carreras de sus familiares y allegados, en una política de apadrinamiento y nepotismo, y que pasaba por el aprendizaje del castellano, de la lectura, la escritura y la aritmética.

palacio real madrid goyeneche navarros
PALACIO REAL DE MADRID Y JUAN DE GOYENECHE

Goyeneche se asoció con importantes comerciantes y financieros navarros como los pamploneses José Vidarte, Hernando García de Arellano y Juan de Mendicueta, a quienes introdujo en los círculos comerciales y financieros de Madrid. Otros asentistas y comerciantes de primera generación que consiguieron introducirse en las altas posiciones en la Administración central fueron Norberto Arizcum, José Arregui, Juan de Sesma. José Soraburu fue tesorero de Guerra. Mutiloa tuvo acceso la tesorería general. Jerónimo Aranguren perteneció al vínculo. Juan Bautista de Iturralde terminó de secretario de Hacienda, en 1736, por ser un importante financiero, y más tarde fue sustituido por el también navarro Nicolás Ambrosio de Garro.

Esta primera generación de navarros que consiguieron introducirse en la Corte madrileña influyeron en la toma de decisiones del Gobierno borbónico para asegurar que todo siguiera funcionando, ganar proyección política y hacer grandes negocios. Su segundo paso fue la promoción de una segunda generación de navarros formada por sus hijos, sobrinos, hermanos, parientes, socios y vecinos de su pueblo natal en el comercio y la administración real. Esta política de relaciones de parentesco, de amistad, de paisanaje y de patrocinio consiguió designarlos en los cargos de secretarios, gobernadores y virreyes de los territorios imperiales, los situaron en la jerarquía militar, naval y eclesiástica, y los vincularon en los negocios con las Indias.

Y así es como los navarros, al mismo tiempo que los vascos, fueron conquistando posiciones hegemónicas en los grandes circuitos mercantiles y financieros: en el aprovisionamiento de las casas reales y aristocráticas de la Corte y en la dirección en los Cinco Gremios Mayores de Madrid; en la exportación de lanas de Castilla y la importación de manufacturas del norte de Europa; en el comercio con las Indias, principalmente en la exportación de hierro y de las compañías privilegiadas de comercio; así como el aprovisionamiento mercantil e industrial del Ejército.

iglesia san fermín navarros congregación madrid
IGELSIA DE SAN FERMÍN EN MADRID

Otro de los cauces de promoción establecidas por los paisanos en las principales ciudades de la península y de América fueron las cofradías religiosas y congregaciones regionales. En Madrid, se fundó la Real Congregación San Fermín de los Navarros, que se utilizó para reforzar las relaciones de amistad y de paisanaje. Dentro de esta institución se promocionaron carreras, se ofrecían cargos, se promovían negocios y se vincularon socios para acceder a mercados y ascender a cotas de poder.

Entre los navarros comerciantes y financieros de segunda generación establecidos en Madrid destacó Juan Francisco Goyeneche, sobrino y asociado de Juan, que fundaron varias compañías, y Miguel de Arizcum, sobrino de Norberto, que se dedicó al arrendamiento de lanas de Castilla y Aragón, el préstamo a particulares y al de nuevas ferrerías.

Esta generación también es fruto de los lazos matrimoniales y asociaciones mercantiles entre familias de comerciantes y financieros navarros. El mejor ejemplo es el de Francisco de Mendicueta, hijo de Juan de Mendicueta, y primo de Miguel de Arizcum. Estuvo asociado a los negocios de su primo Miguel y Norberto Arizcum y asociado a su cuñado Pedro Fermín de Goyeneche. Por eso se benefició del apoyo por estos y, en 1737, consiguió varios asientos para la conducción de municiones y pertrechos de guerra de las fábricas tanto de Eugui, como las de Vizcaya, a cualquier punto de España, asientos de víveres al Ejército y el arrendamiento de las rentas provinciales de Cuenca, y participar en otros negocios como la Compañía de Buenos Aires para la trata negrera.

JUAN BAUTISTA DE ITURRALDE Y GAMIO
Y MIGUEL DE MÚZQUIZ Y GOYENECHE

Los miembros de estos grupos familiares se reprodujeron en estas administraciones mediante apadrinamiento, como muestra la fuerte concentración de navarros originarios del valle del Baztán en la secretaría de Hacienda, los mecanismos habituales de patrocinio familiar y la endogamia matrimonial y profesional de estas familias propiciaron concentraciones de grupos de parientes y paisanos en determinadas administraciones. Así mismo, en ocasiones se formaron dinastías ministeriales, como las de La Cuadra-Llano o las de Uztáriz-Fajardo, que se reprodujeron en la alta administración a lo largo de varias generaciones.

El ejemplo más notable de estos círculos de asociados y familiares fueron los Uztáriz, de gran presencia y poder en las actividades económicas de la España de la segunda mitad del siglo XVIII. Tenía dos ramas:

La rama de los Uztáriz-Micheo, luego, Uztáriz-Arroyave, de la que proviene Juan Agustín, marqués de Echandía y su hijo Juan Bautista, conde de Reparaz, así como sus primos segundos Juan Felipe y Juan Miguel. Juan Agustín Uztáriz se asoció con los Llanos-San Ginés, propietarios de la fábrica de indianas de la isla de León en Cádiz.

Uztáriz-Gaztelu fue más numerosa y poderosa. Fundaron la Compañía Uztáriz y Cia., y en 1752 se asociaron con los Cinco Gremios Mayores de Madrid, la empresa financiera y mercantil más importante de España en aquel siglo. Fundaron la compañía Uztáriz Hermanos y Cia, que en 1762 tomó cargo de las fábricas de seda de Talavera de la Reina.

Los Uztáriz supieron beneficiarse desde las posiciones en la administración central que consiguieron algunos de sus miembros: Casimiro de Uztáriz fue ministro de Guerra; Gerónimo de Uztáriz fue el más universal de su linaje por su trabajo Theorica y práctica de comercio y de marina, publicado en 1742, y que obtuvo varios cargos administrativos de relevancia en la administración central.

La cercanía al rey y la presencia en los cargos de gobierno favorecieron los negocios particulares de comerciantes y financieros vascos y navarros. El ejemplo más claro fue el del grupo de hombres de negocios baztaneses que, especialmente asociados a las finanzas de la Corona desde el reinado de Felipe V, constituyeron una de las principales columnas del mercantilismo borbónico.

Estrechamente vinculados por relaciones de parentesco, paisanaje y asociación mercantil, estos hombres se enriquecieron simultaneando sus actividades comerciales y financieras como asentistas y arrendadores, con oficios en las casas reales como secretarios y tesoreros, y con cargos de dirección en la administración de Hacienda.

THEORICA Y PRÁCTICA DE COMERCIO Y DE MARINA

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