28/03/2022

Nicolás de Arriquíbar y Mezcorta


Jurisconsulto, comerciante y economista ilustrado, prior del Consulado de Bilbao y socio fundador y de mérito de la Sociedad Bascongada de Amigos del País. 
Su principal obra fue Recreación política, publicada en Vitoria en 1779.

NICOLÁS DE ARRIQUÍBAR

Nicolás de Arriquíbar y Mezcorta nació en Bilbao, Vizcaya, en 1714.

Jurisconsulto, comerciante y economista ilustrado, fue miembro de una conocida familia vizcaína, arraigada en Bilbao, estrechamente vinculada al Consulado y Casa de Contratación de la Villa y propietaria de un próspero negocio comercial especializado en la exportación de lana. Su niñez transcurrió en Bilbao y su formación guardó una estrecha correspondencia con la extracción comercial de su entorno familiar y social. Estudió para la cátedra de Matemáticas que mantenía el Consulado de Bilbao, aunque pronto se incorporó al negocio familiar.

En 1741, fundó en Madrid su propia compañía comercial llamada Arriquíbar y Compañía, dedicada a la comercialización de productos, al giro de letras, y la representación ante la Corte de diversos comerciantes bilbaínos. Pero su principal actividad era la exportación de lana a Londres, Ámsterdam y varias ciudades francesas, y la exportación de pescado y productos de consumo.

El rápido establecimiento y desarrollo de su negocio fue en parte gracias a emparentar con Ana Josefa de Mendieta y relacionarse con un restringido grupo de comerciantes, financieros y consejeros reales vascongados y navarros asentados en Madrid, como los Gorbea, Uría Nafarrondo, Uztariz, Muzquiz, Gardoqui, etc.

En la década de los 70 regresó a Bilbao, combinando su actividad empresarial con la participación en administraciones del Señorío de Vizcaya. Desde 1765 a 1769 trabajó de prior del Consulado. Defendió los intereses comerciales de Bilbao de los intentos de desviar el tráfico de la lana castellana hacia la ruta Burgos-Santander, la construcción del camino de Bilbao a Castilla a través de la peña de Orduña y la reedición de las Ordenanzas del Consulado.

Fue socio de mérito y benemérito de la Real Sociedad Económica Bascongada de los Amigos del País, principal organismo de la Ilustración vasca desde el reinado de Carlos III. Para esta institución redactó varios informes para el fomento de la industria manufacturera especializada en textil y en carruajes en la ciudad de Bilbao.

Durante los primeros años de la década 70, colaboró estrechamente con la sociedad para configurar una compañía privilegiada dedicada a salar, escabechar y enriquecer el pescado para su comercialización en el mercado nacional español. Su plan geminó mediante la fundación  en 1775 de la Compañía de Pesca Marítima en las Costas del Mar Cantábrico, una empresa privilegiada que cerró seis años después, a pesar de contar con el patrocinio del gobierno de Carlos III.

Murió en Madrid el 28 de septiembre de 1775. En razón a los numerosos servicios prestados, la Sociedad Bascongada le dedicó un merecido "elogio póstumo" en el que destacaba su "genio profundamente calculador" y en palabras del conde de Peñaflorida su condición de "eminente político y comerciante".

Su busto está expuesto en la fachada principal de la Casa Consistorial de Bilbao, junto con el fundador de la villa y otros ilustres bilbaínos.

RECREACIÓN POLÍTICA DE NICOLÁS DE ARRIQUÍBAR

Su principal obra fue Recreación política: Reflexiones sobre el amigo de los hombres en su tratado de población, considerado con respecto a nuestros intereses, escrita en 1770 y publicada en Vitoria en 1779. La publicaron los Amigos del País que la utilizaron como lectura obligada de los socios. Está compuesta de dos grupos de cartas: el primero contenía once, dedicadas preferentemente a la agricultura, y fue redactado entre octubre de 1764 y octubre de 1765; el segundo constaba de siete, relativas a la industria, y fue escrito entre mayo de 1768 y mayo de 1769.

Está precedida de un Tratado de aritmética política, traducido del inglés por sus cuartas comisiones traducción de la Política Arithmetic de Charles d'Avenant. La obra es una respuesta contradictoria de las tesis de Mirabeau (padre) expuestas en su obra L'ami des hommes ou Traité sur la population. Aboga por la introducción de mejoras en la agricultura pero combate a los fisiócratas defendiendo la primacía de la industria.

Preconizó, Arriquíbar, el proteccionismo a la manufactura y la libertad interior del comercio de cereales, único medio de sostener una política de "pan barato" con la cual mantener la mano de obra necesaria para la industria. Para Arriquíbar, debían suprimirse los gravámenes a las materias primas y objetos de primera necesidad y debía ejercerse una fuerte imposición fiscal sobre los artículos de lujo:
"Se infiere incalculable el daño que nos han hecho las rentas provinciales en haber gravado la parte más útil de la nación, que son los pobres, en quienes estriban la agricultura y las artes mecánicas, pero no es menor el que nos han ocasionado con el favor hacia los poderosos y ricos, dejando casi exentas las cosas de superfluidad."
La Recreación política representa un buen ejemplo de la literatura económica que floreció en España tras la llegada al trono de Carlos III. El subtítulo de la obra Reflexiones sobre el Amigo de los Hombres en su tratado de población, considerado con respecto a nuestros intereses pone de manifiesto que el objeto  era realizar un examen crítico del muy divulgado L’Ami des hommes, ou Traité de la population(1756-1760) del francés Victor Riquetti. La literatura agrarista francesa de mediados de siglo y, en particular, la proveniente de la escuela fisiócrata se hallaban en su máximo apogeo cuando Arriquíbar comenzó a escribir sus cartas. La resonancia que el libro de Mirabeau y otros similares empezaban a tener entonces en España le llevó a tratar de "examinar con imparcialidad sus proposiciones" y, sobre todo, a rebatir aquéllas cuya adopción sería, a su juicio, perjudicial para los intereses económicos españoles.

La idea principal de la Recreación política es la de que el origen de las riquezas no se hallaba únicamente en las actividades agrícolas, sino también en las industriales, porque un sector igualmente productivo y creador de trabajo. Más aún, Arriquíbar, haciendo uso de conceptos económicos muy modernos en su tiempo, como el modelo circulatorio de la renta y el multiplicador de la renta y el empleo, defendía que las posibilidades de crecimiento de la economía española no se hallaban propiamente en la agricultura.

Para Arriquíbar, la capacidad de expansión del sector agrario se veía seriamente limitada en razón a la rigidez de las necesidades de bienes de primera necesidad y, en particular, al difícil acceso que la agricultura española tenía a los mercados internacionales, debido a la falta de un mercado interior bien estructurado y al atraso en las vías de comunicación. Por el contrario, la industria era presentada en su libro como un sector más dinámico y flexible en cuanto a las posibilidades de consumo de sus productos y con más potencialidades en cuanto a su desarrollo futuro.

En defensa de esta estrategia de crecimiento, cuyos fundamentos conectaban no sólo con la omnipresente obra de Uztáriz en el siglo XVIII, sino con la vieja tradición industrialista defendida por diversas corrientes del arbitrismo español del siglo pasado, este ilustrado relacionaba la dependencia de la producción con respecto al consumo, defendía una actitud positiva hacia el lujo moderado y destacaba el papel económico dinamizador que debía desempeñar la ganancia individual.

Pero, para conseguir una recuperación de la economía española también el Estado debía reformar el sistema fiscal de rentas provinciales, practicar un moderado proteccionismo en el comercio exterior y realizar un conjunto de reformas liberales orientadas hacia el desarrollo industrial y distribución de la agricultura.

NICOLÁS DE ARRIQUÍBAR E IRURAC BAT

Las tesis de la Recreación política suponían una contraposición a las ideas económicas del marqués de Mirabeau, ya que su adopción resultarían demoledoras para la economía española. En cambio, sus críticas tenían muchos puntos en común con el mercantilismo tardío de fuerte tendencia liberal de autores como F. V. de Forbonnais, Plumard de Dangeul y otros economistas franceses relacionados con el influyente núcleo de V. de Gournay, opuestos a las ideas fisiócratas francesas.

Junto a su visión industrialista, muy relacionada con el perfil reformador de la Sociedad Bascongada, la obra de Arriquíbar destacó también en el conjunto del siglo XVIII español debido a la utilización de una metodología cuantitativa en el análisis de la economía española y sus posibilidades de crecimiento.

La notable difusión que consiguió la Recreación política de Arriquíbar en su época fue debido al uso de la aritmética política y métodos cuantitativos en el análisis de fenómenos económicos, influenciado por el tratado de Davenant traducido al español. Esta traducción constituyó uno de los ejes vertebrales de todo el pensamiento económico de la Ilustración española, desde Uztáriz hasta Jovellanos. Por eso, la Recreación política fue muy apreciado por Jovellanos, Alcalá Galiano, Anzano o Foronda, convirtiéndose en uno de los tratados económicos más significantes e influyentes del siglo XVIII español, sentando las bases del liberalismo e industrialización del siglo XIX.

Otra obra suya publicada al mismo tiempo fue Beneficios de tierras incultas. Labor del ganado vacuno. También tradujo a diversos autores sobre temas económicos.

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