13/09/2024

Plan de defensa territorial para Vascongadas y Navarra en el siglo XVI


Desde que los Reyes Católicos iniciaron una nueva política exterior expansionista, que culminó con la unión de Navarra a la Monarquía española en 1512, dio comienzo un vasto programa de fortificaciones para proteger el territorio peninsular de posibles agresiones externas. Este plan alcanzó prácticamente a todas las zonas de la periferia y que tuvo su mayor esfuerzo con los reyes Carlos V y Felipe II.

Durante el reinado del emperador Carlos V, la amenaza francesa se cernía sobre Navarra, el Rosellón y las Provincias Vascongadas, por lo que allí se dirigieron los esfuerzos de fortificación, que fueron continuados por su hijo Felipe II, quien además inició la fortificación de las plazas de los Pirineos centrales.

La amenaza de los piratas berberiscos y de los turcos obligó a Carlos V a fortificar el litoral del Mediterráneo, e igual política siguió Felipe II. Durante el reinado de este último, se realizaron la mayoría de las plazas fuertes y fortificaciones en las fronteras y costas americanas de su creciente impero.

PAMPLONA, 1521

Tras su incorporación a la Monarquía de España en 1512, el Reino de Navarra fue fortificado para rechazar los previsibles intentos franceses de invasión. Las primeras obras se realizaron en Pamplona, donde estuvieron trabajando a lo largo del siglo Luis Pizaño, Juan Bautista Calvi, Juan Bautista Antonelli, el Fratín, Cristóbal de Rojas y Antonio Herrera.

Posteriormente se fortificaron Estella, Tudela, Olite, Lumbier y Sangüesa. Logroño fue fortificada por Juan Bautista Calvi.

La ausencia de una flota francesa capaz de atacar con éxito el litoral del Cantábrico y la fachada del Atlántico motivaron la práctica ausencia de fortificaciones en estas zonas durante el siglo XVI. Carlos V no realizó obras de fortificación en estas costas, ya que la amenaza provenía de los ataques piratas de Barbarroja, y estos se circunscribían al Mediterráneo. Además, en aquellos años Francia no disponía de una flota de guerra capaz de oponerse a la española al mando de Andrea Doria, por lo que no se temían ataques marítimos. No obstante, se trabajó con ahínco en las Provincias Vascongadas para frenar las amenazas territoriales de la vecina Francia.

BILBAO, SIGLO XVI

En la costa vascongada, durante el reinado de Carlos V, las fortificaciones de las plazas de Fuenterrabía y San Sebastián fueron proyectadas por el Prior de Barletta y por Benedito de Rávena. Posteriormente, el Fratín comenzó las obras en Fuenterrabía, que fueron continuadas por Leonardo Turriano y el capitán Luis Pizaño, a mediados del siglo XVI.

Las obras de San Sebastián fueron comenzadas por el capitán Luis Pizaño a mediados del siglo XVI y continuadas por el Fratín y Spanocchi. Además, Spanocchi realizó las trazas de las plazas de Guetaria, Pasajes, Higuer y Beovin.

En Cantabria, Vespasiano Gonzaga, capitán general de Navarra, visitó las fortificaciones de Santander, donde se encontraba el Fratín trabajando como ingeniero, no solo en esta ciudad sino también en el puerto de Santoña. Por último, Cristóbal de Rojas fue el autor del proyecto y construcción del Fuerte de San Martín, en el puerto de Santander.

SAN SEBASTIÁN-DONOSTIA, SIGLO XVI

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