19/04/2019

Exposición Trabajando para la Mar en el Museo Naval de San Sebastián


EXPOSICIÓN TRABAJANDO PARA LA MAR

El Museo Naval - Untzi Museoa de San Sebastián realizó la Exposición Trabajando para la Mar en el año 2018, con el objetivo de presentar el proyecto de recuperación del barco ballenero San Juan de Pasajes, hundido en las costas de la actual Canadá en el siglo XVI.

BALLENERO SAN JUAN

Durante siglos, los vascos fueron pescadores de ballenas, llegando a ser los principales abastecedores de aceite de ballena en los mercados europeos. De hecho, la pesca de la ballena ha sido una de las principales señas de identidad de los vascos durante siglos. En el siglo XVI, extendieron su actividad a Norteamérica, ya a gran escala.

En el 1565, el ballenero San Juan de Pasaia se hundió en aguas de la actual Canadá, repleto de barricas de aceite de ballena, mientras se realizaban los preparativos para su regreso.

En 1978, el San Juan fue descubierto en Red Bay, lugar situado en la costa canadiense de la península del Labrador. Se trata del ballenero del siglo XVI mejor investigado a nivel mundial hasta la fecha. La sección de arqueología subacuática de Parks Canada invirtió ocho años en desmontar las piezas del barco, midiéndolas en tierra firme; la investigación prosiguió veintidós años más, en los que se dedicaron a extraer conclusiones de los datos obtenidos.

Esta modélica investigación ha convertido al ballenero San Juan en un símbolo de todo el patrimonio subacuático mundial.

COSTA DE LABRADOR Y TERRANOVA

Por primera vez en el mundo, se construyó un barco del siglo XVI de manera fiel, siguiendo bases científicas. Es por ello que la UNESCO patrocinó la construcción del ballenero San Juan, siendo la primera vez que se otorgaba ese reconocimiento a un barco.

Albaola puso en valor la historia de la navegación vascongada, recuperando las antiguas tecnologías perdidas.

Con la intención de transmitir todo ese conocimiento, todas las labores de construcción se realizan de cara al público en Albaola la Factoría Marítima Vasca de Pasaia.

ASTILLERO FABRICANDO UNA RÉPLICA DEL SAN JUAN

El diseño del espacio interior del San Juan estaba expresamente concebido para transportar barricas de aceite de ballena. La altura de las cubiertas estudiada para optimizar el aprovechamiento del espacio interior. Cuando el San Juan naufragó, tenía a bordo casi 1.000 barricas de aceite de ballena, desde la bodega hasta la cubierta superior.

DISPOSICIÓN DE BARRICAS EN BALLENERO SAN JUAN

DISPOSICIÓN DE BARRICAS EN BALLENERO SAN JUAN

DISPOSICIÓN DE BARRICAS EN BALLENERO SAN JUAN

La barrica de aceite de ballena era una unidad estándar de capacidad; su importancia era tal que las Ordenanzas de la Provincia de Guipúzcoa hacían mención expresa de su valor.

Ordenanzas de Guipzcoa,
Título XX, "De los pesos y medidas", ley 2ª:
"Las barricas de grasa de ballena
Que deben ser de cuatro quintales centenales,
Que suponen 16 arrobas."


ORDENANZAS DE GUIPÚZCOA

Una barrica estándar tenía una capacidad de unos 220 litros, muy similar a la de la barrica bordelesa. Además de utilizarse para saín o aceite de ballena, también podía ser empleada para envasar sidra, bizcocho, alquitrán, cordelaje, etc.

El estudio de los restos de barricas encontrados a bordo del pecio del San Juan, en Red Bay, hace posible reproducirlas, empleando el mismo tipo de materiales y las técnicas de tonelería de la época.

Esta es una réplica de una barrica estándar de aceite de ballena encontrada en Red Bay.

RÉPLICA DE BARRICA

A bordo del pecio del San Juan se encontraron restos de gran cantidad de barricas de aceite, así como de otros tipos de toneles como pipas, medias y cuartos de barrica.

La pipa de unos 340 litros de capacidad. Se empleaba para bebidas, y a veces para saín. Una pipa ocupaba a bordo el mismo espacio que dos barricas.

La media barrica y el cuarto de barrica, cuya capacidad eran fracciones de barrica. Se empleaban para llevar huecos pequeños en los que no entraba una barrica.

Los documentos de la época muestran que también eran habituales a bordo de los balleneros las botas, de mayor tamaño que las pipas, empleadas a menudo para sidra o vino. Asimismo, se mencionan los terceroles, con una capacidad de un tercio de barrica.

La capacidad de transportar carga de cualquier barco se medía por el número de recipientes que entraban en su interior. La unidad de medida establecida entre los marinos y armadores vascos era la tonelada de arqueo, que era el espacio que ocupaba un tonel vizcaíno, recipiente de grandes dimensiones empleado con anterioridad a la época del San Juan. Con el tiempo, el tonel vizcaíno dejó de utilizarse, siendo sustituido por otros recipientes más prácticos, pero cuyo volumen era siempre una fracción exacta de una tonelada de arqueo; así, en ese espacio encontraban o bien dos pipas, o cuatro barricas. A su vez, cinco botas ocupaban tres toneladas de arqueo.

TIPOS DE TONELES

FASES DE FABRICACIÓN DE BARRICAS

TALLER ARTESANAL DE TONELERÍA

BALLENEROS Y TONELERO VASCOS

La chalupa era una embarcación especialmente concebida para cazar ballenas. Perseguir a las ballenas para arponearlas era una actividad muy dura, que exigía disponer de la mejor embarcación que los medios de la época pudieran proporcionar.

Una de aquellas chalupas naufragó junto con el San Juan. Los arqueólogos encontraron sus restos, atrapados bajo el casco del galeón. Es la embarcación ballenera más antigua que existe hoy día y se encuentra expuesta en el museo de los balleneros vascos, en la misma localidad de Red Bay. Estaba enteramente hecha de roble; medía ocho metros de eslora por dos de manga, y la tripulaban seis remeros y el patrón. Se estima que el San Juan llevaría a bordo cinco chalupas balleneras similares.

RÉPLICA DE CHALUPA DEL BALLENERO SAN JUAN

RÉPLICA DE CHALUPA DEL BALLENERO SAN JUAN

A través del estudio de los restos de chalupas encontrados en Red Bay por parte de los investigadores de Parks Canada, se puede describir sus formas y su disposición en el barco ballenero.

DISPOSICIÓN DE CHALUPAS EN BALLENERO SAN JUAN

GRÁFICO MEDIDAS DE UNA CHALUPA BALLENERA

Albaola construyó réplicas exactas de la chalupa ballenera encontrada en Red Bay, basándose en la información arqueológica proporcionada por los investigadores de Parks Canada. Es un paso más del proceso de construcción de la nao San Juan, ya que formaba parte del equipamiento de la misma. En la construcción participaron profesionales, aprendices de carpintería de ribera y voluntarios.

ESTRUCTURA DEL CASO DE UNA CHALUPA

ESTRUCTURA DEL CASO DE UNA CHALUPA

RÉPLICA DE TALLER DE CARPINTERÍA PARA CHALUPAS

HERRAMIENTAS DE CARPINTERÍA PARA CHALUPA

En 2006, durante la Expedición Apaizac Obeto, siete personas de Albaola navegaron dos mil kilómetros a bordo de una réplica de la chalupa del San Juan. Partieron de la ciudad de Quebec hasta Red Bay, a remo y a vela. El proceso de arqueo-navegación llevado a cabo durante la expedición sirvió para recuperar las técnicas de navegación apropiadas y para conocer las cualidades náuticas de la chalupa.

EXPEDICIÓN APAIZAC OBETO

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