28/02/2017

Phelipe y Simón de Zelarain


Los hermanos Phelipe y Simón de Zelarain, naturales de San Sebastián, comenzaron a fabricar embarcaciones en el último decenio del siglo XVII.

Como fabricantes y asentistas navales rara vez trabajaron conjuntamente, y cuando así lo hicieron labraron tres navíos de guerra en los astilleros de Pasajes en 1718. Estas embarcaciones fueron quemadas por el Ejército francés cuando aún estaban en grada.

En el caso de actuar individualmente, ambos coincidieron trabajando en los mismos astilleros de Pasajes y Orio, pero fueron diferentes los destinos de los bajeles que fabricaron.

Phelipe de Zelarain trabajó única y exclusivamente como asentista del rey Felipe V, hacienda para su Armada Real los navíos San Isidro y San Juan Bautista bajo la dirección del general Antonio de Gaztañeta; un bajel en Basanoaga el año 1718; y perfeccionando y acabando en rosca el navío Santa Teresa.

El capitán Simón de Zelarain se dedicó a la construcción de bajeles para los particulares, como por ejemplo el navío Nuestra Señora del Rosario (462 toneladas) del comerciante Andrés Martínez de Murguía; la nao que hizo en Orio el año 1721; y la nao ballenera que erigió en Pasajes por encargo de Santiago de Salaverría, vecino de Rentería.

20/02/2017

Aportación a la Reconquista de Sancho III el Mayor


La Hispania cristiana del siglo XI comenzó bajo la hegemonía del Reino pamplonés. Ya finalizado el siglo anterior, los monarcas pamploneses coparon toda suerte de influencias en los territorios cristianos. Los necesarios acercamientos entre éstos para establecer un frente común ante los incesantes ataques de Almanzor, dieron como fruto alianzas que estrecharon lazos entre hermanos de religión.

A comienzos de milenio moría García II Sánchez el Temblón, siendo sucedido por Sancho III Garcés el Mayor, el cual ejerció su carisma de forma tan brillante que pronto aspiró con fuerza al dominio de todos los territorios cristianos en la península Ibérica. Heredó el extinguido linaje de Fernán González por su esposa doña Mayor, y en nombre de su mujer pasó a gobernar las tierras castellanas desde su pequeño Reino de Pamplona. Cuando tenía quince años se había extendido por La Rioja, hasta las riberas del Ebro, y como gran señor de los reinos cristianos se puso a intervenir en los asuntos galaicos, conquistando las zonas de Lugo. Por el sur llegó al Duero y por el norte se hizo con los condados pirenaicos de Sobrarbe y Ribagorza, mientras en la frontera del Ebro logró el vasallaje de los moros Beni Qasi de Zaragoza a él. Al mismo tiempo, conseguía una autoridad política relativa sobre los condes de Barcelona y de Gascuña.

DOMINIO E INFLUENCIA DE SANCHO EL MAYOR

Después, Sancho III extendió su influencia sobre León por lazos familiares, reforzada por su autoridad militar. Esta supremacía en todo el territorio hispánico cristiano fue reconocida por todos. El abad de Ripoll, Oliba, suprema autoridad religiosa en aquellas tierras, y personaje de gran prestigio intelectual, le llama Rex Ibericus; bajo su gobierno empezó a construirse la primera catedral románica, la de Palencia, y en el año 1034 entró en la urbe regia de León y se hizo acuñar moneda en Nájera con el título de Imperator. No era emperador al estilo romano, pues esa titularidad correspondía al Sacro Imperio y Bizancio en Oriente, sino como el primer emperador de los reinos españoles, rey sobre reyes y condes cristianos peninsulares.

De aquella primera patria hispana, gracias a Sancho III se pasó a los grandes reinos cristianos, capaces de las grandes batallas de Reconquista: Castilla, Navarra y Aragón fueron su herencia.

Con sus victorias y alianzas traspasaron las fronteras pirenaicas, se abrieron a Europa, vertebró los diversos territorios y creó una cierta conciencia de comunidad. Sus hombres de letras recorrieron otros países, se armonizó la misión real y fue no sólo un guerrero hábil que supo mantener la paz, sino un político inteligente y un gobernante con miras de altura, un Hispaniarum Rex, el primero en aquella época clave que fue el cambio de milenio.

El heredero de Ramiro I de Aragón, hijo natural de Sancho III de Pamplona, fue Sancho I; en su reinado siguió ampliando los límites de Aragón que empezara su padre.

CAMINO DE SANTIAGO POR NAVARRA, RIOJA Y PAÍS VASCO

13/02/2017

Juan Martínez de Vergara


Conquistador de Chile que tomó parte en la batalla de Arauco

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JUAN MARTÍNEZ DE VERGARA ALONSO

Juan Martínez de Vergara Alonso nació en Guipúzcoa, en 1589. Era hijo de Juan Martínez de Vergara, originario de Guipúzcoa y de Isabel Alonzo Márquez vecina de Gibraleón.

Era alférez cuando fue destinado a la Guerra de Chile en 1601, enrolado en las tropas que acompañaron al gobernador Alonso de Rivera, considerado el organizador del Ejército de Chile. Formó en la compañía que mandaba el capitán Ginés de Lillo y asistió con sus armas en los fuertes de Santa Fe y Talcahuano, estableciéndose en el Reino de Chile. Tomó parte de la batalla de Arauco, al sur del reino.

En 1626, la Real Audiencia le recomendó al rey como "persona ilustre y benemérita", y dos años más tarde ya era grado de capitán.

En 1640, se estableció en Chillán, donde fue maestre de campo y alcalde de la ciudad, fundó su hogar y permaneció en la cofradía de Nuestra Señora de los Remedios. Tuvo que abandonar esta ciudad después de haber sido arrasada por los rebeldes araucanos. Se refugió tierras en Colchagua, situada en zona más segura, siendo uno de los benefactores del convento que los Mercedarios tenían en Chimbarongo Colchagua.

Por sus servicios militares obtuvo encomiendas de indios en Colchagua. En 1658, realizó un viaje al Perú, otorgando antes su testamento en Valparaíso, y cuatro años más tarde volvió a disponer otro testamento en su estancia de Chimbarongo y fundó una capellanía de misas.

Contrajo matrimonio en 1634 con Magdalena de Leiva Sepúlveda, hija del capitán sevillano Antonio de Leiva Sepúlveda, que aportó al matrimonio una caudalosa dote con casa, solar en la ciudad de Chillan y una estancia de feraces tierras. Fue el tronco de una de las más importantes familias coloniales chilenas. Hijos de ellos fueron Juan, Isabel, Mariana, Francisca y Jacinta.

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JUAN MARTÍNEZ DE VERGARA ALONSO

10/02/2017

Verosimilitud del mito Túbal por Lope Martínez de Isasti


Nacido en Lezo, en 1565, Lope Martínez de Isasti pertenecía a familia naviera; su padre Onofre, de los Isasti de Oyarzun, fue tesorero real en Flandes, luego comisario de Artillería en Amberes y, finalmente, se enroló en la llamada Real Armada española, en 1581, con una nao que él mismo armó. Su hermano Juan, había sido escolta personal del rey Felipe III cuando llegó a Pasajes, en 1615. Otro de sus hermanos, llamado también como su padre, Onofre, fue mercader y transportista en Indias con barcos de su padre, luego tenedor de bastimentos y materiales en Lezo y, más tarde, teniente-lugar del Contador de la Armada de Pasajes en Brasil.

La familia de los Martínez de Isasti poseía una teneduría de materiales de la Real Fábrica de Navíos del astillero de Lezo. Familia de parientes mayores, cargohabiente y adinerada, Lope heredó de su madre el mayorazgo del solar natal, el Palacio Lezo-Aundia de los Villaviciosa y Lezo.

Su abuelo materno, Miguel de Villaviciosa, fue capitán de la Armada Real, que murió en 1573 durante un enfrentamiento naval contra rebeldes holandeses mientras transportaba en su propia nao bastimentos y municiones a los católicos holandeses justo en la entrada de la Reclusa en Flandes. El padre de su abuelo, el capitán Joanot de Villaviciosa el viejo, también murió en combate naval contra franceses, en la Batalla de San Miguel de 1582.

COMPENDIO HISTORIAL DE GUIPÚZCOA POR MARTÍNEZ DE ISASTI

Lope Martínez de Isasti fue sacerdote y estudiante en la Universidad de Salamanca. Escribió hacia 1620 su Compendio historial de la Muy Noble y Muy Leal Provincia de Guipúzcoa. Dos años después, presentó su obra histórica a las Juntas Generales de Guipúzcoa, pero éstas no la aprobaron debido al favor que concedía a los parientes mayores, siendo leída en lo sucesivo en forma manuscrita. Un informe negativo emitido por el juntero Diego de Eguzpide y Lope de Bolivar y una carta en el mismo sentido por Sebastián López de Maella, leída en la junta celebrada en Tolosa el 16 de diciembre de 1625, prohibió su publicación.

La obra fue redactada en Madrid durante los siete años que el autor residió en la Corte, y está parcelada en seis partes. Aunque asumía los principales aspectos del tradicional pensamiento fuerista, pero los ensalzó en el estilo barroco de la época.

COMPENDIO HISTORIAL DE GUIPÚZCO POR MARTÍNEZ DE ISASTI

Ideas principales de su obra:

1. El reconocimiento de todos los mitos: todos aquellos que los historiadores de la época trataban en sus escritos, tales como el Tubalismo, el Cantabrismo, el Vascoiberismo, el Monoteismo primitivo, la cristianización apostólica de Santiago, el no sometimiento de la provincia a invasiones extranjeras demostrada por la continua vitalidad del vascuence y por la nobleza e hidalguía primitiva de los guipuzcoanos.

2. El tubalismo: además de afirmar el innegable poblamiento de Guipúzcoa a cargo de Túbal, alardeando de objetividad histórica, se atrevió a concretar la cronología exacta: Túbal pobló Guipúzcoa en el año 1799 de la Creación, 143 después del Diluvio, 12 tras la confusión de las lenguas y 2157 antes de la venida de Cristo.

3. El catolicismo de Túbal: mantuvo la creencia inmemorial de los guipuzcoanos en el Dios de la Biblia y su apego a la fe verdadera tal y como fue enseñada por Túbal a sus hijos y mantenida incólume hasta la predicación de Santiago por tierras vascas. Describió con orgullo la lucha de los guipuzcoanos contra el Islam, incluyendo la ayuda a don Pelayo en la batalla de Covadonga, y la reacción contra el Protestantismo de Lutero.

Igualmente pasó revista a la cristianización de la provincia, los modos de sepultar a los muertos, los ritos y ceremonias, los llantos, el luto, las oblaciones y los sufragios ofrecidos por las ánimas del Purgatorio.

4. La permanencia del vascuence: La continuidad de la lengua vasca desde Túbal hasta Felipe IV verifica esa independencia, porque la persistencia del eusquera "es argumento de no haber sido conquistada ni mezclada con otras naciones extranjeras", siendo, además, este idioma "el más antiguo español".

Realizó una exaltación del idioma vasco caracterizándolo de "elegante y bien fundado", hablado incluso por Carlos V como signo de nobleza literaria.

5. La pureza racial: Insistió en la incontaminación de los guipuzcoanos y el mantenimiento de su pureza racial desde Túbal, no mezclándose con romanos, moros, judíos y otras gentes extrañas. Esta pureza étnica sentó las bases de la hidalguía de todos los guipuzcoanos.

DANTZARIS VASCOS

6. La hidalguía universal: Defendió su oriundez y patria vasca, insistiendo en la hidalguía universal guipuzcoana, admitida por Carlos V en Valladolid el 13 de junio de 1527 por la cual solo podían formar parte de sus instituciones quienes probasen su hidalguía con suficiencia. Esta nobleza integral de todos los guipuzcoanos fue refrendada en su época por las cédulas de Felipe III de 3 de febrero de 1608 y de 4 de junio de 1610.

7. La condición nobiliaria y las costumbres: Describió con especial interés las casas nobiliarias, las torres de los Parientes Mayores, la historia de los bandos, las casas solariegas, las casas de apellido, las insignias, divisas, escudos de armas y la significación de los mismos escudos dentro de la heráldica de las casas solariegas de Guipúzcoa, las condiciones y costumbres de las personas, los mantenimientos y abastecimientos de sus pobladores lo mismo que los oficios de los guipuzcoanos.

8. La foralidad y el pactismo: Dedicó las máximas alabanzas al sistema foral como fundamento de la peculiaridad de la Provincia. Asumió el relato de Esteban de Garibay, afirmando que Guipúzcoa fue incorporada al Reino de Castilla en 1200 de forma voluntaria mediante el pacto entre iguales. Sin embargo, creyó en la continuada lealtad a la Corona y en la oportunidad que tuvo la Provincia de vincularse a los proyectos de la Monarquía hispánica, ya sea en los descubrimientos como más tarde en el servicio a la corte, ejerciendo cargos de oficiales principalmente como secretarios reales.

9. La historia guipuzcoana: Narró detenidamente la historia de la Provincia de Guipúzcoa principalmente en los acontecimientos de los últimos cincuenta años del siglo XVI y los primeros veinte del siglo XVII. Por ejemplo, la recepción que al rey Felipe III se le tributó en Guipúzcoa en 1625.

MERIENDA VASCA EN ONDARROA

Fragmentos de su principal obra:
"Es de saber que como en el diluvio, que Dios envió sobre la tierra por los grandes pecados que habia en ella, perecieron todos los vivientes, salvo Noe y su muger la gran Tithea con tres hijos y tres nueras, y los animales, que escaparon en el Arca, quedó el mundo sin gente. Pasado el diluvio, salió Noe del arca en las montañas de Armenia de donde con sus tres hijos comenzó la propagacion del linage humano y nueva poblacion del mundo: llamábanse Sen, Can y Jafet: á los cuales (despues de tener ya grande número de hijos) repartió Noe la tierra de esta manera. A Sen señaló la Asia, á Can Africa, y a Jafet Europa (que es la parte Occidenlal y Septentrional). De estos tres hijos mayores de Noe salieron setenta y dos generaciones, que poblaron toda la tierra. El poblador de Europa Jafet tuvo siete hijos, de los cuales uno fué Tubal, que fué el quínto (a quien Josepho llama Jovel.) Este vino á poblar nuestra España, y fué el primer Rey de ella, que la gobernó ciento y cincuenta y cinco años."
"Es de notar que Vizcaya es provincia por sí llamada así en todas las lenguas con título de Señorio, por ser el Católico Rey de España Señor de ella por succesion legítima, y es diversa de la de Guipuzcoa, aunque confina con ella por la parte de Oriente. Siendo esto asi, los Guipuzcoanos propiamente, no se pueden llamar Vizcainos, si bien en Castilla y Galicia llaman asi á todos los que hablan la lengua bascongada, como en la Galia Bélgica sugeta á Austria, Flamencos, siendo pequeña parte de aquellos estados, como lo advirtió el Padre Mariana en su Historia."
"Tradicion es antigua y recibida entre los nuestros, que Tubal quinto hijo de Jafet, nieto del Patriarca Noe, venido a España con su gente despues del diluvio, llegó á Cantabria y Vardulia, tierra de Guipuzcoa: y hizo poblaciones ó congregaciones, conforme la disposicion que halló, como se dirá adelante. Esto fue en el año de la creacion del mundo 1799 y despues del diluvio general 143 años, y 12 despues de la confucion de las lenguas: y 2157 antes que nuestro Salvador Jesu Christo naciese segun los Autores, que se refieren en quienes hay poca diferencia."
"Comenzo Tubal á reinar en España ciento cuarenta y tres años despues del diluvio general, y 2173 años antes que Christo naciese, que es conforme el cómputo del maestro Florian de Ocampo en su Historia; en la cual dice, que Tubal enseñó á los Españoles virtudes y bondades, y cosas de gran utilidad, declarándoles los secretos de la naturaleza y movimientos del cielo, las concordancias de la música, los provechos de la geometria, y gran parte de la filosofia moral, y leyes por donde se gobernasen, las cuales escribió en metro porque quedasen mejor en la memoria: y la orden que habian de guardar en la cuenta de los tiempos, dividiendoles el año en doce meses, que contienen 365 dias y seis horas: y murió de gran edad, habiendo reinado en España 195 años."
ADÁN Y EVA, POR ÁNGEL OLARTE

06/02/2017

Documentos sobre Blas de Lezo y el sitio de Cartagena de Indias en lengua española


Sobre la vida de Blas de Lezo prácticamente no se ha escrito nada que haya perdurado desde su muerte en 1741. Casi 100 años después del asedio a Cartagena de Indias apareció la Noticia biográfica del general de marina Don Blas de Lezo en Estado General de la Real Armada, publicada en 1829, por Martín Fernández de Navarrete. Fue el inicio de una serie de artículos, libros y tesis doctorales que investigaron sobre la biografía del marino entre la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX.

Las siguientes dos fueron:

- Biografías de Marinos y descubridores, Blas de Lezo, publicado en 1848, por Francisco Fernández de Navarrete, perteneciente a su Colección de Opúsculos.

- El General pierna de palo, en 1898, escrito por Valentín Picatoste y editado por Colección Glorias de España.


En el siglo XX, se sucedieron varias tesis doctorales y estudios históricos sobre Blas de Lezo, siendo pioneras:

- Narración de la defensa de Cartagena de Indias contra el ataque de los ingleses en 1741, de Cristóbal Bermúdez Plata, publicada en 1912 en Sevilla.

- Un General español cojo, manco y tuerto, don Blas de Lezo, natural de Pasajes, publicada por José Javier Barcaiztegui y Manso Llobregat, en Irún en 1927.

La figura legendaria de Blas de Lezo, por Cotarelo y Valedor, en 1941

Revistas especializadas en historia militar y naval, así como instituciones culturales, se lanzaron a realizar profundas investigaciones sobre la defensa del sitio de Cartagena de Indias de 1741, que alcanzaban a estudiar a su heroico defensor:

- La heroica defensa de Cartagena de Indias ante el Almirante Inglés Vernon en 1741, escrito por Juan Manuel Zapatero, en Madrid, y publicado en el número 1 de la Revista de Historia Militar, en 1957.

 Blas de Lezo, por Domingo Manfredi, en Madrid en 1956, siendo el número 281 de la colección Temas españoles, por la editorial Publicaciones Españolas.

 - La guerra del Caribe en el siglo XVIII, también por Juan Manuel Zapatero, en San Juan en 1964, por el Instituto de Cultura Puertorriqueña.

 - La Armada del Mar del Sur, por Pérez-Mallaina y Torres Ramírez, en Sevilla en 1987, por la Escuela de Estudios Hispano-Americanos.

 - Las medallas del almirante Vernon, por Luis Suárez de Lezo, para el número 29 de la Revista de Historia Naval, en 1990.

 - La defensa de Cartagena de Indias, por José María Silos Rodríguez, en Madrid en 2004, para el número 87 de la Revista de Historia Naval.


La Revista General de la Marina ha realizado varios artículos interesantes a lo largo de los años:

- ¿Pensó Vernon emplear las cortinas de humo en su ataque contra Cartagena de Indias?, de José Antonio Calderón Quijano, editado en su número de enero de 1942.

- Análisis estratégico y Táctico de las operaciones de ataque y defensa de Cartagena de Indias de 1741, por Carlos Martínez Valverde, para el número de abril de 1961.

- El teniente general de la armada Don Blas de Leso y Olavarrieta (Olvido y muerte de un héroe), por José Luis Torres Fernández, publicado en 2008.

En conmemoración del bicentenario del fallecimiento de Blas de Lezo en acto de servicio a la patria, en 1941, el Museo Naval de Madrid publicó La figura legendaria de Blas de Lezo, escrito por Armando Cotarelo y Valedor.

En septiembre de 2013, M. Quintero Sarabia editó la Biografía de Blas de Lezo para el Catálogo de la exposición Blas de Lezo, el valor de Mediohombre, publicado por el Ministerio de Defensa.


En la XV Reunión Americana de genealogía, celebrada en Santo Domingo en 2009, apareció entre las diferentes ponencias una titulada Don Blas de Lezo y Olabarrieta, estudio genealógico e historia familiar, que fue presentada por María Inés Olaran Múgica, máster en Derecho Nobiliario y Premial, Heráldica y Genealogía por la UNED, resultando un magnífico estudio de la genealogía de Blas de Lezo.

Pero fue en Colombia donde comenzaron a publicarse biografías del marino español a través de novelas, que aportaron un mayor conocimiento:

- Blas de Lezo. Vida legendaria del marino Vasco, por Alfonso Mesiel Ujueta, en 1982, en Editorial Barranquilla.

- Blas de Lezo. Defensor de Cartagena de Indias, por Gonzalo María Quintero Sarabia, publicado en la Editorial Planeta, en Bogotá en 2002.

- El día que España derrotó a Inglaterra, por Pablo Victoria Wilches, en la Editorial Áltera, en Barcelona en 2005.


Fue este último, publicada por el senador colombiano Pablo Victoria Wilches, el que consiguió una enorme repercusión en España, llegando a lanzar varias ediciones en los siguientes años. Su objetivo era terminar con el desconocimiento que en el país de origen existía sobre este personaje, y su resultado fue el comienzo de una ola literaria emprendida por historiadores y literatos españoles hasta la actualidad:

- El Vasco que salvó al Imperio Español, por Juan Manuel Rodríguez, Editorial Áltera (Barcelona, 2008)

- Blas de Lezo, el Malquerido, por Carlos Alonso Mendizábal, Editorial Dossoles (Burgos, 2008)

- Mediohombre, la batalla que Inglaterra ocultó al Mundo, por Alber Vázquez, Editorial Inédita (Barcelona, 2009)

- El marino que cazaba lagartos... y que luchó junto a Blas de Lezo, por Santiago Iglesias de Paúl, Editorial JM (2010)

- En torno a la biografía de Blas de Lezo, por Manuel Gracia Rivas, Editorial Inédito (2011)

- Blas de Lezo, el almirante patapalo ¡Anka Motz!, por Orlando Esteban Name Bayona, Editorial La oveja negra (2011)

- El Héroe del Caribe, por J. Pérez-Fonce, Editorial Libroslibres (Madrid, 2012)

- Blas de Lezo y la defensa heroica de Cartagena de Indias, por José Antonio Crespo-Francés, Editorial Actas (Madrid, 2014)

Todos estos estudios y publicaciones hacen referencia a la visión española de los acontecimientos de 1741, muy diferente de la visión contemplada por los británicos.