Desde la toma de Constantinopla en 1453, el Imperio otomano extendió su influencia progresivamente por todo el mar Mediterráneo oriental y norte de África y expulsando de las costas a las flotas europeas. Además la acción de piratas berberiscos que llegaban hasta las costas del sur de Europa estrangulaba el tráfico mercante en todo el Mediterráneo.
El emperador Carlos V encargó al vizcaíno Rodrigo de Portuondo la protección de las aguas del Reino de Granada con su escuadra de 8 galeras y 2 bergantines. El 25 de octubre de 1529, este marino fue derrotado en aguas de Formentera por la flota turca, muriendo en combate, además 7 de sus galeras fueron apresadas.
En 1533, 5 galeras vizcaínas cargadas de trigo fueron atacadas por la flota del almirante turco Barbarroja pero pudieron escapar gracias al viento favorable. En 1534, Barbarroja con una escuadra de 82 galeras se apoderó de Túnez.
Ante estas muestras de supremacía naval otomana, el emperador Carlos V organizó una potente armada para recuperar la plaza de Túnez con las escuadras de España, Génova, Nápoles, Estados Pontificios y otros países mediterráneos. Estuvo compuesta de 60 galeras, 25 galeotes, fustas y bergantines y 260 naos y carabelas, transportando a bordo 26.000 soldados. El Señorío de Vizcaya aportó a la armada 2.000 soldados embarcados en 23 carabelas y 1 galeón. Se
destacó Tristán de Ugarte, natural de Rentería, como uno de los generales de aquella flota vasca.
Se consiguieron los principales objetivos: la destrucción de la flota turca; la toma de La Goleta y de Túnez, en los días 14 y 20 de julio de 1535; y la liberación de 20.000 cautivos cristianos, muchos de ellos guipuzcoanos y vizcaínos. Por contra, no pudo capturar a Barbarroja que se retiró a Argel, lo que supuso que las hostilidades prosiguiesen sin interrupción.
El 26 de septiembre de 1538, Barbarroja derrotó en aguas de Préveza a la escuadra imperial. Entre sus galeras estaba la del vizcaíno Machín de Munguía que se convirtió en el héroe de la jornada al defenderse con gran valentía del ataque simultáneo de varias galeras turcas. Su nave quedó con el casco destrozado y sólo sobrevivieron a bordo Machín y su Compañía de vizcaínos.
En el combate de Alborán de 1540 contra los piratas berberiscos destacó el capitán de las naves vizcaínas, Juan Ibáñez de Aulestia y Mendirichaga.
En 1541, se organizó otra armada para la toma de Argel y el apresamiento de Barbarroja. La componían 61 galeras tripuladas por 12.000 marinos, muchos de ellos vascos, y 400 naves de transporte con 25.000 hombres. Pero una fuerte tormenta hizo fracasar la expedición al barrer en una noche 14 galeras y 150 naves.
Al abdicar Carlos I en su hijo Felipe II, el nuevo monarca prosiguió la empresa de su padre. Después de firmar una alianza con el Papa y Venecia, concentró una escuadra de 280 naves al mando de Juan de Austria, que destrozó a las más de 300 de la escuadra turca de Alí Bajá. Fue el combate de Lepanto, el 7 de octubre de 1571. En la flota aliada figuraban numerosos marinos vascos como los capitanes Rodrigo Zugasti de Larrabezúa, Ochoa de Recalde, Cristóbal de Munguía y otros. Aquella victoria en el golfo de Lepanto supuso un freno para la expansión del Imperio otomano por Europa y significó la apertura comercial del mar Mediterráneo oriental para los vencedores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario