06/06/2021

Ramón de Echagüe y Barbería


Teniente del navío San Agustín en el que murió durante el combate de Trafalgar de 1805

RAMÓN DE ECHAGÜE Y BARBERÍA

Ramón de Echagüe y Barbería nació en el siglo XVIII, en San Sebastián.

En 1770, ya era alférez de Marina, entonces participaba a las órdenes del teniente general bilbaíno José de Mazarredo en la navegación por el mar Mediterráneo, océano Atlántico y en las misiones que partían hacia el puerto de Brest.

En 1804, se le nombró teniente de los Tercios Navales, durante la Tercera Guerra de Coalición que enfrentaba a España y Francia contra una alianza de países formada por Gran Bretaña, Rusia y Austria, principalmente.

Al año siguiente, embarcó como teniente de navío en el buque San Agustín, saliendo de la ría de Ares para unirse con la Escuadra combinada hispano-francesa al mando del vicealmirante francés Villeneuve y el teniente general español Gravina. Esta flota atracó en el puerto del Departamento Naval de Cádiz el 20 de agosto de 1805. Desde allí, se lanzó a romper el cerco que estaba efectuando una potentísima flota británica al mando del almirante Horatio Nelson en lo que fue el combate de Trafalgar, el 21 de octubre de 1905.

El San Agustín era un navío de línea 2 puentes, 74 cañones y 22 obuses, construido en el astillero de Guarnizo (Cantabria) según el sistema francés de Gautier. Aquel día contaba con 711 marineros, al mando del comandante Felipe de Jado y Cagigal, en el que los marinos vascos Agustín de Monzón y el propio Ramón de Echagüe Barbería eran tenientes de navío. Fue uno de los pocos navíos que, desde la desmembrada vanguardia, intentó apoyar sin demasiada táctica y con mucho valor al maltrecho centro de la línea defensiva que formaba la flota franco-española. En un principio, el San Agustín pareció equilibrar el combate contra el Leviathan, provocando gran devastación sobre su gente. Se hallaban a pocas yardas de la proa del Trinidad. Pero en cuanto el navío del comandante vasco Hurtado de Cisneros fue abatido, el San Agustín acabó también atacado desde la retaguardia por el Neptune inglés, abriendo fuego entre ambos navíos de tres puentes.

Entre las 3 y media y las 4 y cuarto de la tarde, los tenientes de navío Ramón Echagüe y Agustín Monzón cayeron muertos en el lado de estribor de la cubierta, intentando sujetar el segundo abordaje de la nave. Contra el navío se adjuntaron además a partir de las 4 y media otros dos buques británicos, el Minotaur y el Spartiate, aunque otras fuentes indican que fueron el Africa y el Britannia. Durante el enfrentamiento, el San Agustín fue abordado por hasta tres barcos de la flota británica. Combatió durante horas repeliendo dos abordajes. En el tercero, con los supervivientes atrincherados en popa y viendo los ingleses la irrecuperable situación de la nave, desarbolada y con vías de agua, estimaron más conveniente proponer la terminación del combate, a las 5 y media de la tarde.

Ramón Echagüe Barbería Combate Trafalgar San Agustín
MAQUETA DEL NAVÍOSAN AGUSTÍN

Su defensa tuvo un enorme coste, con 180 muertos y 200 heridos con respecto a un total de 711 marineros. Tras ser capturado, terminó hundido por el fuerte temporal que se levantó horas después. Ramón Echagüe y Barbería moría luchando después de tres décadas de servicios a la Real Armada española. Junto a él también caía en combate el otro teniente de navío vasco Agustín de Monzón, que luchaba a bordo del navío.

El historiador José Cayuela narró así los avatares del San Agustín en el combate en su obra Trafalgar. Hombres y naves entre dos épocas:
"El Leviathan alcanzó al San Agustín sobre las 3 menos cuarto de la tarde. El navío del comandante Cagigal había sido uno de los pocos que desde la desmembrada Vanguardia intentaron socorrer sin demasiada táctica y con mucho valor el maltrecho Centro de la Franco-española. En un principio el San Agustín pareció equilibrar el combate con el Leviathan, provocando gran devastación sobre su gente. Se hallaban a pocas yardas de la proa del Trinidad. Pero en cuanto el navío de Cisneros fue abatido, el San Agustín acabó también atacado desde la retaguardia por el Neptune inglés. Entre dos fuegos contra ambos navíos de tres puentes, la resistencia del San Agustín terminó en carnicería.
Entre las 3 y media y las 4 y cuarto de la tarde fallecían los tenientes de navío Ramón Echagüe y Agustín Monzón en el lado de estribor de la cubierta, intentando sujetar el segundo abordaje de la nave. Contra el navío se adjuntaron además a partir de las 4 y media otros dos buques británicos de 80 cañones, creemos que el Minotaur y el Spartiate.
El San Agustín no pudo aguantar el masivo embate y se rindió a los británicos a las 5 y media de la tarde aproximadamente, es decir, sin parar de cañonear hasta el final de la batalla. Su defensa tuvo un enorme coste con 180 muertos y 200 heridos."

NAVÍO SAN AGUSTÍN EN EL COMBATE DE TRAFALGAR

El Parte del navío San Agustín en relación con toda su trayectoria en el combate, firmado el 13 de noviembre de 1805 por el comandante Felipe L. Cagigal:
"… Formada la escuadra en línea de batalla, orden inverso, mura a babor, ocupaba en ella este navío la cabeza del centro de la Armada por la proa del Trinidad. Una de las columnas en que desplegaron los enemigos se dirigió al medio de la vanguardia, recorriendo desde allí por barlovento hasta el centro, en cuyo instante ordené hacer fuego, que, efectivamente, se rompió en todas las baterías con serena prontitud, actividad y, a mi parecer, con conocido acierto. Duró hasta las tres, poco más o menos, hora en que, habiendo desfilado toda la línea enemiga, y atacado al navío Trinidad, cortando el centro por aquella parte y abrumándole sobremanera, mandé pasar la gente a estribor, a quien a las primeras descargas hechas con todo ardor y acierto, rompimos parte de sus vergas; pero, al fin, rendido el Trinidad, se emplearon contra el San Agustín los dos navíos de tres puentes que, por babor y estribor, le batían, tomando nuestras aletas y enfilando todas sus baterías en las que quitaron una porción de cascabeles a sus cañones, a quienes se les contestaba con las miras de popa y algunos cañones de esta parte, pues era preciso además continuar el fuego por el costado contra los otros dos navíos de 80, que, por estribor y mura de la misma banda, nos acribillaban a metralla. Roto el centro y rendidos algunos buques de él, se replegó el enemigo en número de cinco navíos sobre éste, que sostuvo su fuego hasta más de las cinco y media de la tarde, que fue preciso ceder a tanta superioridad y a dos repetidos abordajes: que al tercero ya no pudo oponérseles suficiente gente por hallarse ocupada en las baterías la poca que restaba, continuando el fuego contra los otros buques que me estrechaban a tiro de pistola…"
combate trafalgar maquetas navíos madera
COMBATE DE TRAFALGAR

No hay comentarios:

Publicar un comentario