03/01/2025

Santuario de Arantzazu


ENTRADA A LA IGLESIA

El Santuario de Nuestra Señora de Arantzazu está situado en el corazón de Guipúzcoa. Además de ser un centro de espiritualidad, es también uno de los ejemplos más significativos del arte contemporáneo vasco, exponente de modernidad adelantada a su tiempo.

En 1522, Ignacio de Loyola visitó el primigenio Santuario de Arantzazu, tras su conversión, en el cual realizó una vigilia que él mismo reconoció como provechosa. Tras esta experiencia, continuó su camino al monasterio de Monserrat.

En la actualidad no queda nada de aquel originario templo. Los primeros datos históricos sobre el santuario vienen de la pluma del historiador y consejero real Esteban de Garibay. Según cuenta la tradición, durante la primavera de 1468, se encontraba Rodrigo de Baltzategi intentando reunir su rebaño cuando escuchó el sonido de un cencerro que le llamaba y encontró la imagen de la Virgen María. Nada más conocer este hecho milagroso, los peregrinos comenzaron a acercarse hasta este lugar.

PARTE POSTERIOR

A lo largo de la historia, Arantzazu ha sufrido tres incendios importantes, el último en 1834, a consecuencia del cual, el Santuario quedó completamente calcinado. En 1950, se comenzó a construir la actual Basílica Nueva, ya que al parecer, la iglesia que había entonces era demasiado pequeña. La obra la realizaron los arquitectos Sáenz de Oiza y Laorga.

LA PIEDAD, POR JORGE OTEIZA

Sobre el barranco del santuario, se elevó en las rocas, en imponentes piedras. Las tres torres se formaron con las puntas de piedra que representan el espino. En la fachada de la iglesia, la Piedad de Jorge Oteiza se yergue con la pregunta del sufrimiento. En la parte inferior, los 14 apóstoles, también de Oteiza, son imagen de todos los hombres y mujeres.

14 APÓSTOLES, POR JORGE OTEIZA

La puerta de hierro que permite acceso a la iglesia es obra de Eduardo Chillida. En el interior, envuelto por el color de la calidez de la madera, se encuentran los 600 metros cuadrados del paisaje en madera policromada que componen el magnífico retablo de Lucio Muñoz. Y en el centro del retablo, la pequeña imagen de la Virgen María del siglo XII. La luz entra en esta "ermita de montaña" suavizada por las vidrieras realizadas por Xabier Álvarez de Eulate. En las pinturas del pasillo del camarín en el que se encuentra la imagen, Xabier Egaña muestra la historia de la salvación en el misterio de la mujer.

RETABLO DE LA IGLESIA

En la parte inferior de la Basílica se ubica la cripta, con pinturas de Néstor Basterretxea, un pintor nacido en Bermeo en 1924. En 1952, regresó de Buenos Aires y fue elegido para pintar los murales de la cripta. La prohibición que paralizó las obras de decoración de la nueva basílica afectó también a Basterretxea y sus murales. Este artista emprendió de nuevo la decoración a principios de los años 80. El tema que dirigió esta composición fue el de la evolución desde la mitológica al Cristianismo. Los primeros nueve murales representan el ser humano ante la Creación y las nueve restantes al ser humano desde la Resurrección de Jesucristo.

CRIPTA

El 9 de septiembre se celebra el día de Nuestra Señora de Arantzazu, patrona de Guipúzcoa, y de mayo a octubre, un gran número peregrinos provenientes de pueblos de Euskal Herria llegan a este santuario, por turnos, según el día asignado. Además, cada dos años se celebra la peregrinación de todas las mujeres que se llaman Arantxa.

VIRGEN DE ARANTZAZU

El Centro Cultural Gandiaga Topagunea es un lugar de encuentro y conversación, inaugurado en 2005, y desarrollado por Alonso del Val y Hernández Mingillón. Este proyecto se creó a partir del antiguo seminario, dándole en esta nueva construcción una apariencia moderna. Quiere ser un lugar de diálogo sin condiciones. Consta de diferentes salas de reuniones que reciben los nombres de personalidades destacadas en la historia de Arantzazu y preparadas con tecnología punta. Junto a él, también se halla el Centro de Interpretación del Parque Natural de Aizkorri-Aratz.

GANDIAGA TOPAGUNEA

Misterio es el edificio que se ubica entre la basílica y Gandiaga Topagunea. El nombre "Misterio" lo recibe de una escultura de Jorge Oteiza que hay en este lugar. La escultura representa a un fraile de Arantzazu ofreciendo la Virgen María y Jesús niño al pueblo. Es un lugar para estar en silencio, meditar y buscar la espiritualidad. En este sentido, en la entrada se encuentra el espino, símbolo de la vida; la roca, por la que fluye el agua; y los testigos alrededor, conocidos algunos y desconocidos la mayoría. Desde ahí, el Camino adaptado de Gomiztegi conduce al santuario.

POESÍA LAPIDARIA A SAN IGNACIO DE LOYOLA

En este rincón de Debagoiena, se encuentran un importante grupo de obras artísticas de realizadas por Jorge Oteiza, Edurado Chillida, Nestor Basterretxea y Lucio Muñoz. Supieron apreciar la singularidad de este templo y participar en un proyecto tan ambicioso como fue la construcción de la Nueva Basílica de Arantzazu, con todas las complicaciones, retos y polémicas de las que se vio rodeada.

Aquellos artistas tan solo se dedicaron a embellecer el entorno rico en recursos naturales como es el Parque Natural de Aizkorri-Aratz. En este entorno destacan los diferentes restos arqueológicos encontrados en los alrededores.

IGLESIA Y CLAUSTRO

Situado entre la cuenca del río Deva y el pico Aizkorri (1528 metros), el Santuario de Arantzazu es el tercer y último templo religioso del Camino Ignaciano. También llamada como Ruta de los Tres Templos, comienza en el Santuario de San Ignacio de Loyola en Azpeitia y, remontando el río Urola, pasa por la Ermita dela Antigua, hasta llegar a este lugar. En definitiva, un viaje por la Guipúzcoa del siglo XVI, donde muy cerca también se encuentra la humanista Universidad Sancti Spiritus de Oñati.










MURALES DE LA CRIPTA DE ARANTZAZU POR NÉSTOR BASTERRETXEA

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