22/06/2023

Bernardo Echaluce y Jáuregui


Ingeniero del Cuerpo de Artillería, general de división y ministro de la Guerra en 1882, general de la Capitanía de Filipinas y gobernador militar de Manila en 1893

BERNARDO ECHALUCE Y JAUREGUI

Bernardo Echaluce y Jáuregui nació en Villarreal de Urrechua, Guipúzcoa, en 1830. Era hijo de Francisco de Echaluce y de Gregoria de Jáuregui. Francisco de Echaluce había nacido en Ezquioga, y siendo joven se integró en la guerrilla de Gaspar de Jáuregui durante la Guerra de la Independencia. Ascendió a mariscal de campo, obteniendo además la Gran Cruz de la Orden de San Hermenegildo. Después, desempeñó el cargo de segundo cabo de la Capitanía General de las Provincias Vascongadas y fue ministro del Tribunal Supremo de Guerra y Marina, y murió en Vergara, en 1866.

Siguiendo la tradición familiar, a los catorce años, Bernardo Echeluce ingresó en el Real Colegio de Artillería de Segovia como cadete militar, en 1844. Cuando terminó su ciclo formativo obtuvo el rango de teniente y destino en Trubia, Principado de Asturias. Allí, Echaluce colaboraría con el mariscal de campo de Artillería, Francisco Antonio de Elorza y Aguirre, director de las fábricas militares de Trubia y Oviedo, y uno de los impulsores de la siderurgia. Por iniciativa de este guipuzcoano comenzaron a construirse las instalaciones del primer alto horno de España.

En 1848, Echaluce fue comisionado para ejecutar una expedición de espionaje industrial por diversos lugares de Europa, con el objetivo de estudiar los avances en la elaboración de cañones y piezas de artillería e introducirlos en las fábricas de España. Así, siendo nombrado capitán, primero estuvo estudiando Ciencias Naturales en París, después visitó establecimientos industriales y militares por las ciudades de Lieja, Viena, Londres y Châtellerault.

Tras terminar esta misión, fue designado para la organización del sistema de artillería y municiones de la isla de Mallorca.

FÁBRICA MILITAR DE TRUBIA

Después, regresó a su primer destino en la Fábrica Militar de Trubia, donde ya se había construido el primer horno llamado Daoíz, en 1848, y el segundo fue Velarde, al año siguiente. Allí se fabricaron cañones para la Real Marina española, en horno con reverbero y con molde de arena y polvo de cok.

De nuevo, Echaluce fue requerido para otra realizar otra misión con el objetivo de estudiar el armamento portátil que habían desarrollado otros países europeos. En Inglaterra, estuvo visitando establecimientos fabriles e investigando los adelantos de su maquinaria, y en Francia estudió la fabricación de corazas, siempre con la vista puesta en su implantación en la fábrica de Oviedo.

La aparición del rayado en las piezas de metal y el buen resultado de las experiencias realizadas en otros países europeos, llevaron a Echaluce a su implantación en España. Este sistema de fabricación de artillería fue desarrollado durante la Guerra de África entre los años 1859 y 1860. Inventó una espoleta de percusión que fue declarada reglamentaria y proyectó diversas armas portátiles.

Por los méritos y servicios prestados al Cuerpo de Artillería español, en 1868, fue ascendió a teniente coronel.

En 1872, comenzó la III Guerra Carlista, tomando parte como teniente coronel del Ejército constitucional. Sin embargo, el Cuerpo de Artillería fue disuelto, al año siguiente, con la instauración de la I República española, y reorganizado en 1873. Durante el resto del conflicto civil, actuó en esta unidad militar en operaciones del norte de España.

Tras el fin de este conflicto, en 1876, fue comisionado para la elección del arma portátil más conveniente para el ejército.

En 1882, Echaluce fue ascendido a brigadier y destinado al Ministerio de la Guerra. En 1892, fue ascendido a general de división y subsecretario del mismo Ministerio.

BERNARDO ECHALUCE Y JAUREGUI

Un año después, en 1893, fue nombrado general de la Capitanía de Filipinas y gobernador militar de Manila. Durante su gobernación, pasó a la zona de operaciones de la isla de Mindanao, donde se distinguió con gran éxito en la dirección de la lucha contra los rebeldes. En agosto de 1896, sofocó una sublevación contra insurrectos en San Juan del Monte.

Por sus actuaciones en el archipiélago, alcanzó la Gran Cruz de María Cristina, en 1897. Además de esta, durante su carrera consiguió la Gran Cruz de la Orden de San Hermenegildo, la del Mérito Militar con distintivos rojo y blanco y la Encomienda de número de la Orden de Carlos III.

En 1898, pocos días antes del comienzo de la Guerra hispano-norteamericana, cesó en el mando de la Capitanía filipina, regresando a la España peninsular, y estableciendo su residencia en Madrid. Falleció en Valencia, en 1911.

BERNARDO ECHALUCE Y JAUREGUI

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