08/04/2024

La publicación del Compendio historial de Esteban de Garibay


Esteban de Garibay ha pasado a la historia de la literatura española por escribir su gran Compendio historial. En 1563, este guipuzcoano desarrolló una parte fundamental de esta obra en su casa natal de Mondragón.

En 1566, a los 33 años de edad, tenía concluida su primera obra. Para conseguir la publicación del mismo, marchó a Madrid el 9 de octubre, presentándose en el Consejo Real el 25 de enero de 1567. El cronista del emperador, Juan Páez de Castro, dio su autorización.

Aprobada la licencia de publicación, necesitaba encontrar un taller para su impresión. Su primer intento fue realizado en la Junta de Guipúzcoa, solicitando "alguna gratificación para ayuda de la dicha impresión".

Posteriormente, hizo petición al mismo rey Felipe II, según consta en el Archivo histórico de Simancas:
"Estevan de Garivay e Çamalloa, ha compuesto una obra intitulada Compendio ystorial de las crónicas de los reynos de España. Que el doctor Paez a quien se cometió el examen por el Consejo, informa ser muy provechosa y curiosa. Ay en ella quarenta libros y hasele dado licencia para ynprimir y por que esto constará 3.000 ducados y él a gastado quando tenia en ello suplica se ayudado para esto y que se le de algún entretenimiento con que viva tenydo respeto a su trabajo y que en las cosas que se han ofrecido en Guipuzcoa el y los suyos han servido y gastado mucho como parece por información que presenta."
A pesar de la aprobación real, no hubo disposición por parte oficial en alguna secretaría. Por ello, insistió en marchar al sur de España y visitar a Alvar Gómez de Castro, historiador de Cisneros, en Toledo, a Ambrosio de Morales, en Alcalá de Henares, y a Juan Páez, en Quer, y apunto estuvo de solicitar la protección del obispo de Córdoba, el guipuzcoano Cristóbal de Rojas y Sandoval.

LOS XL LIBROS DEL COMPENDIO HISTORIAL, ESTEBAN DE GARIBAY (1571)

En noviembre de 1567, estaba de vuelta en Mondragón, dedicándose a la actividad administrativa de su villa y provincia natal durante los dos siguientes años. Fue alcalde municipal los años 1568 y 1569, además de alcalde se sacas de la frontera.

Durante su mandato, reunió un amplio grupo de expertos marinos en construcción naval procedentes de San Sebastián, Pasajes, Rentería, Fuenterrabía e Irún con el objetivo de reforzar las flotas que se destinaban a la Real Armada del Imperio español. Tenía su origen en una petición ofrecida por el visitador Hernán Suárez de Toledo, del Consejo Real, que tenía encomendado el estudio de la situación política, jurídica y económica de Guipúzcoa en tiempos previos al combate de Lepanto. Era una época en la que Felipe II tenía que afianzar el predominio naval hispánico en los mares y se hacía necesaria la construcción de barcos en los astilleros vascos.

En 1570, tomó la decisión de abandonar sus cargos administrativos para emprender un nuevo viaje, más largo y arriesgado, a Flandes. Desde Portugalete, embarcó en una nao bretona que dejó en Nantes, y tras pasar por varias ciudades de la Francia septentrional, el 4 de junio de 1570 estaba en Amberes. Esta ciudad era un importante centro editorial del Imperio español. Allí, Benito Arias Montano le contactó con Plantín, el impresor más prestigioso de la época. Pronto comenzó la composición tipográfica del Compendio.

Plantín empezó a componer el libro del guipuzcoano con una imprenta, después usando dos, tres, y en algún momento hasta cinco. Las dificultades de la composición eran sensibles. Los cajistas no entendían bien la letra española de Garibay, necesitando cuatro escribientes para poner el texto en letra francesa.

La primera y segunda lectura la realizaban los correctores de oficio, la tercera el autor Garibay, y una última cuarta de nuevo los correctores de la impresión. Para la tirada, emplearon hasta diez mil pliegos de papel en un solo día. La peste que sufrió Amberes, en 1571, amenazó el curso de la actividad, pero en julio de ese mismo año ya estaba prácticamente terminado, y en noviembre inició su viaje de regreso a España.

RETRATO DE ESTEBAN DE GARIBAY EN EL COMPENDIO HISTORIAL

Su enorme obra sobre historia, heráldica y genealogía se tituló Los Quarenta Libros del Compendio Historial de las Crónicas y Universal Historia de todos los Reinos de España.

Los cuatro volúmenes del Compendio historial, impresos en folio, quedaron adornados con emblemas y blasones, y encabezados con el retrato de Garibay cuando no pasaba de los treinta y seis años. Se realizaron tres partes con la edición del Compendio: una que había de quedar en Flandes, y otras dos que habían de embarcar a la costa del Cantábrico y a Andalucía. Los 1.030 volúmenes que enviaba a España estaban repartidos en un bloque de 720, que fueron transportados a Bilbao y Laredo, y desde allí a Medina del Campo; y otro de 310, que fueron directamente a Sevilla, con objeto de distribuirlos y venderlos.

Para la financiación del Compendio historial, Garibay obtuvo un préstamo de 1.124 libras, con doce sueldos y "once dineros de gruesos", en moneda de Flandes. La escritura se formalizó el 8 de noviembre de 1571, su fiador era Juan de Isunza, un proveedor de las galeras de Flandes, y su prestamista era un mercante genovés afincado en esa ciudad llamado Tomasso Fiesco. El contrato acordaba que la devolución debía de hacerse en moneda española, unos 3.983 ducados, nueve sueldos y nueve dineros, en la Feria de Mayo de Medina del Campo, a través de su testaferro en Madrid, Bernardino Bizcarreto, quien aceptaría estas letras de cambio.

Para mayor seguridad del prestamista Fiesco y del factor Bizcarreto, los volúmenes enviados a España iban a nombre y cargo del primero, encargándose el segundo del transporte y venta de los mismos en Bilbao, Laredo y Sevilla. El resto de la tirada quedaba en Amberes, en poder de Juan de Narria, como precio y seguro del envío, encuadernación, etc.

CASA GARIBAY ADYACENTE AL HOTEL ARRASATE EN MONDRAGÓN 

Desgraciadamente, Garibay no pudo hacer frente a la devolución del préstamo y, el 16 de diciembre de 1577, el representante de Isunza en España, Melchor Ramírez, solicitaba la ejecución del patrimonio por valor de 2.3095 ducados de a 375 maravedíes y trece sueldos, así como la detención de su persona. El alcalde de la Chancillería de Valladolid hizo la tramitación.

El 23 de diciembre, Garibay declaró en Madrid que los ejemplares de su obra los tenía en posesión del marino Isunza, el vecino de Medina del Campo Pedro de Mondragón, y un mercader de Valencia, Ariño. El cronista mondragonés quedó preso, pero pudo quedar en libertad mediante la fianza aportada por otro vecino suyo mondragonés afincado en Madrid Martín de Arriola y del vergarés Juan de Elósegui. 

La acción de Isunza continuó. Embargó cierto número de ejemplares del Compendio historial en Valladolid. Juan de Larrea poseía otros tantos en Bilbao. Pedro de Quevedo guardaba aún otros en Madrid. Aún así no fue suficiente, y el acreedor hizo que se embargaran los bienes patrimoniales de Garibay en Mondragón.

El 10 de febrero de 1578, Pedro Beltrán de Mendaroz se presentó en la herrería de Zubiate, extramuros de Mondragón con el auto de embargo. Antón de Santamaría, encargado de custodiar las posesiones de Garibay, entregó las llaves. Los bienes inmuebles eran las casas que lindaban con unas donde vivía Domingo de Cortázar y otras de Juan Sanz Gascón; un castañal en Iramendi; una porción de monte en Orobaso, en el valle de Léniz; una tierra sembrada camino de Vergara; y un manzanal en el término de San Andrés.

Garibay se defendió de la sentencia ejecutoria dada por un alcalde de corte, Alonso Pérez de Baraiz, sin ser competencia suya, porque el demandado no vivía en Madrid, sino en Toledo, y el contrato se formalizó en Amberes.

El 27 de enero de 1581, la Chancillería de Valladolid dictaba sentencia dejando nula y sin efecto la sentencia de liquidación al alcalde de corte.

LOS XL LIBROS DEL COMPENDIO HISTORIAL, ESTEBAN DE GARIBAY (1571)

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