Pedro I era hijo de Sancho V Ramírez e Isabel de Urgel. Su padre Sancho decidió confiarle, siendo aún príncipe, Ribagorza y Sobrarbe a título de rey, bajo su suprema autoridad. Seguía así Sancho Ramírez la costumbre navarro-aragonesa de delegar tierras gobernadas con títulos reales entre los infantes para colaborar en las tareas de gobierno y comenzar a ejercer responsabilidades regias. Era una fórmula que ya utilizaba Sancho III el Mayor, que concedía en vida títulos de regulus a sus hijos para que rigieran como tenencias parte de sus dominios regios. No se conservan documentos del nombramiento ni se conoce el día exacto del inicio de su gobierno sobre estas tierras, pero ya figura como tal a partir de junio de 1085.
Desde 1089, su padre le cedió el dominio en tenencia del curso medio del río Cinca, a título de rey de Monzón, tierras fronterizas muy expuestas a los ataques musulmanes de la taifa de Lérida.
PEDRO I DE ARAGÓN Y PAMPLONA |
Entre los años 1093 y 1103, el Reino de Aragón, aliado de el Cid Campeador Rodrigo Díaz de Vivar, en el Levante, dominó las plazas de Culla, Oropesa, Miravet, Montornés y Castellón de la Plana. Lo confirman no solo las crónicas, sino también la Historia Roderici y los diplomas suscritos por los tenentes de estas fortalezas. Se conserva un documento de julio de 1100 de Pedro I, donde se titula rey de Aragón, Pamplona, Sobrarbe, Ribagorza, Culla, Oropesa y Castellón. En ella concede a "mio cid Muño Muñoz" el castillo de Azafaz, la villa de Ova y se mencionan los tenentes levantinos: Ortí Ortiz, que tiene la honor sobre Monroig, Culla y Oropesa; y el citado Muño Muñoz, que se encargó de la tenencia de Castellón, Monroig sobre Montornés y Azafaz.
El 4 de junio de 1094, heredó el trono de los Reinos de Aragón y de Pamplona. El reinado de Pedro I se extendió durante diez años, que fueron decisivos para las tareas militares de la Reconquista, ya que significó la expansión del territorio aragonés en sus tramos central y oriental, llegando hasta la Sierra de Alcubierre y los Monegros.
PEDRO I DE ARAGÓN Y PAMPLONA |
Recuperó la localidad de Milagro (1098) para el Reino de Pamplona y edificó la talaya o castillo de Milagro para consolidar una de las plazas fuertes de acoso sobre Tudela. En Milagro, casi veinticinco años después, su hermano Alfonso I, siendo rey, otorgó el Fuero de Estella para los nuevos pobladores en Puente la Reina (1122). Dos fueron las grandes conquistas de Pedro I en Aragón: Huesca y Barbastro.
Pedro I conquistó Huesca en 1096, dos años después de la muerte de su padre en el primer asedio de uno de los principales bastiones de la Marca Superior. Antes de que Huesca se rindiera y capitulara, Pedro I combatió al rey de la taifa de Zaragoza, que acudió a defender Huesca acompañado por algún noble castellano con intenciones en los territorios. Fue la batalla de Alcoraz, donde, tras varias cometidas de la caballería, los nobles consiguieron dividir el frente islámico y destruir las defensas de la infantería musulmana. El rey Al-Mustain II abandonó el campo de batalla, y Pedro obtuvo una resonante victoria, que fue cantada y celebrada durante meses. Se ensalzó el coraje y valentía de los soldados de aquel ejército cristiano que se mostró "incapaz de ceder, ni por miedo a la muerte ni por amor a la vida, y así venció por doquier la excelsa bandera de la cruz". La capitulación de Huesca incluyó condiciones de salvaguarda de los vencidos: derecho a conservar la vida, la práctica de la religión y la posibilidad de emigrar.
PEDRO I JUNTO A LA CRUZ DE SAN JORGE DURANTE LA RECUPERACIÓN DE HUESCA, POR JERÓNIMO MARTÍNEZ |
Pedro combatió al lado del Cid Campeador, ya que mantenían una estrecha relación de amistad, anterior incluso al matrimonio entre sus hijos. Díaz de Vivar había sido el único guerrero capaz de vencer a los temibles almorávides, lo había hecho en los campos de Cuarte y desde entonces aguardaba la revancha mermado de efectivos. Pedro I acudió con sus tropas y también lo hizo Alfonso VI de León. Por primera vez castellano-leoneses, navarros y aragoneses se unían para frenar a los africanos. Fue una gran alianza hispánica cristiana entre León, Aragón y Pamplona.
En enero de 1097, los almorávides llegaron con un importante ejército mandado por Muhammad ibn Tasufin con objeto de recuperar para el islam la ciudad de Valencia, que había sido conquistada por Díaz de Vivar. De nada había servido el frente combinado por tierra y mar de los musulmanes que caían en la batalla de Bairén, en Gandía, ante la alianza castellano-aragonesa acaudillada por el Cid.
BATALLA DE BARBASTRO |
Barbastro fue también conquistada en 1100 por Pedro I. El proceso tuvo semejanza con Huesca, aunque con menor resistencia. La primera reconquista de Barbastro fue comandada por Guillermo de Aquitania, y la segunda y definitiva por su yerno Pedro I, ya que este casó en primeras nupcias con Inés de Aquitania. El rey de aragoneses y pamploneses, al mencionar Barbastro, siempre podría reclamar que la Cristiandad le debía esa plaza al mérito militar de su familia.
El rey Pedro desempeñó también empresas menores, entre las cuales destacan: la toma de la villa de Milagro, la recuperación de Sariñera en 1101; y el sitio de Tamarite de Litera en 1104. Además reglamentó el Fuero de los infanzones.
Dentro de estas gestas de menor cuantía se encuentra una muy pequeña y próxima al final de su reinado: el intento de reconquista de Zaragoza.
Pedro I cabalgaba con unos 700 caballeros y se acompañaba de más del doble de peones. Era el mes de mayo, el ejército cristiano se aprestaba a infligir una de esas razias, arrasando cosechas en las huertas que rodean a la gran ciudad de la ribera del Ebro. Acampó por las terrazas superiores del río con su poderoso ejército. Inició la construcción de una fortaleza frente a Zaragoza en el actual arrabal de Juslibol.
Murió de enfermedad el 29 de septiembre de 1104, en el valle de Arán, que acababa de conquistar. Fue sucedido en el trono por su hermanastro Alfonso I el Batallador, segundo hijo de Felicia y Sancho V Ramírez.
EXPANSIÓN DE ARAGÓN SIGLO XI (1035-1104) |
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