PATRIOTAS VASCOS Y NAVARROS

TERRITORIO

ANTROPOLOGÍA SOCIAL Y CULTURAL

02/06/2025

Ejemplos escritos del topónimo Euskal Herria


Los primeros testimonio literarios escritos en lengua eusquérica aparecieron en el siglo XVI. En este idioma han destacado tres literatos, cada uno en un siglo diferente: Bernard Dechepare, Pedro de Aguerre y Azpilicueta y Joaquín de Lizarraga.

Bernard Dechepare, también conocido por Bernat Etxepare, fue un sacerdote navarro que vivió en pleno Renacimiento. Publicó la primera obra en lengua vasca, Linguae Vasconum Primitiae (Primitiva lengua vasca) en Burdeos, en 1545. Aunque su título sea latino, contiene poesías en vascuence pertenecientes a diversos géneros y dedicados a temática variada (religiosa, amorosa, patriótica, etc.).

Pedro de Aguerre y Azpilicueta, natural de Urdax, vivió entre los siglos XVI y XVII, más conocido como Pedro de Axular. Fue el primer autor en prosa de la lengua vasca con Gero (Después), publicada en Burdeos, en 1643. Es una obra de tema ascético escrita en dialecto labortano.

Joaquín de Lizarraga escribió textos de carácter religioso y algunas poesías a inicios del siglo XIX, como Joanes-en Ebangelioa, Sanduen bizitzac, Coplac y Doctrina euscaras.

VUELTA DE LA ROMERÍA DEL CALVARIO, POR IGNACIO DÍAZ OLANO

Los primeros documentos escritos donde aparece el término Euskal-Heria fueron en el siglo XVI, en pleno Renacimiento europeo, cuyo significado es "País Vasco" o "Territorio Vasco". Desde entonces, se ha escrito de varias maneras dependiendo del dialecto del euskera, de la época temporal o del autor escribiente (euskalerria, eusquel erria, euscel erriau, euscal herri, eskual erria, eskualerri, etc.) hasta su actual término adoptado en euskera batua (vascuence unificado).

Estos son algunos ejemplos de este topónimo que ha sufrido connotaciones políticas, territoriales o etnónimas desde el siglo XVI hasta finales del XX.

La primera vez que se documentó el término Euskal-Herria fue en unos manuscritos del alavés Juan Pérez de Lazarraga, señor de la Torre de Larrea, datado en 1564-1567, y escrito como eusquel erria y eusquel erriau:
"beti çagie laudatu çegaiti doçun eusquel erria aynbat bentajaz dotadu."
"siempre os maravillaréis de por qué se ha dotado a Euskal Herria de tantas ventajas."
"çegayti eusquel errian dira ederr guztioc dotadu."
"de por qué se ha dotado a Euskal Herria de todas estas bellezas."

El labortano Ioanes de Leizarraga, pastor protestante de la mitad del siglo XVI, fue autor de una traducción herética vasca del Nuevo Testamento, publicada en 1571. Abordaba las dificultades para encontrar una modalidad del euskera comprensible por todos los lectores, escribió:
"... batbederac daqui heuscal herrian quasi etche batetic bercera-ere minçatzeco manerán cer differentiá eta diuersitatea den."
"... cualquiera sabe qué diferencia y diversidad hay en la manera de hablar en Euskalerria casi de una casa a otra."
Este pasaje está en el prólogo a los vascos (Heuscalduney), a continuación de la carta bilingüe (vascuence/francés) que el autor dirigía a la reina Juana de Navarra.

Aún hay otra frase más donde se escribe eusquel erria, que parece ser la forma vizcaína occidental en el siglo XVI.

Otro testimonio conocido es el del escritor navarro Pedro de Aguerre y Azpilcueta, mencionado libro ascético Gero. En el prólogo al lector ("Iracurtçailleari"), abordó el mismo problema, expresándose así:
"Badaquit halaber ecin heda naitequeyela euscaraco minçatce molde guztietara. Ceren anhitz moldez eta differentqui minçatcen baitira euskal herrian, Naffarroa garayan, Naffarroa beherean, Çuberoan, Lappurdin, Bizcayan, Guipuzcoan, Alaba-herrian eta bertce anhitz leccutan."
"Sé asimismo que no puedo llegar a todos los modos de hablar del vascuence. Pues se habla de muchas maneras y diferentemente en Euskalerria, en la Alta Navarra, en la Baja Navarra, en Zuberoa, en Lapurdi, en Vizcaya, en Guipúzcoa, en la tierra de Álava y en otros muchos lugares."

PAISAJE, POR IGNACIO ZULOAGA

Pero el primer libro impreso de literatura en euskera es Linguae vasconum primitiae de Bernat Dechepare, publicado en Burdeos, 1545. De la primera edición se conserva un único ejemplar en la Biblioteca Nacional de París. Hubo una segunda edición, publicada en Rouen, pues así lo aseguró Oihenart en su Art poétique basque de 1665. Posteriormente se han realizado otras muchas ediciones. Una de las últimas es la de la Real Academia de la Lengua Vasca-Euskaltzaindia con traducción a diversos idiomas (castellano, francés, inglés, alemán e italiano).

El libro comprende un prefacio en prosa de 31 líneas, unos poemas religiosos con un total de 595 versos, unos poemas amorosos de 403 versos, un fragmento autobiográfico sobre su prisión de 102 versos y, finalmente, dos poemas cortos de 40 y 19 versos en elogio del euskera.

La portada del libro en su primera edición ofrece esta inscripción (título, autor y cargo del mismo) en la parte superior:

LINGVAE VASCONVM PRIMITIAE
per Dominum Bernardum Dechepare
Rectorem Sancti Michaelis Veteris


Bajo el título hay un espacio en blanco sobre el que hay impreso un sello circular sobre el que consta:

BIBLIOTEQUE ROYALE

E inmediatamente debajo del sello una estampa-calvario con Jesucristo en la cruz.

El autor, Bernat Dechepare, debió nacer entre 1470 y 1480 cerca de San Juan Pie de Puerto, quizá en Sarrasquette, aldea a 5 kilómetros. Formaba parte del partido beaumontés, pro-castellano en aquellos momentos, motivo por el que padeció prisión. Fue rector de San Miguel.

AIZKOLARIS, POR JOSÉ ARRUE

Otros poetas fueron Tartas, Ulibarri y Laphitz.

Joan Tartas, nacido en Zuberoa, en 1666: "ibilico da buria gora euscal herri orotan."

José Pablo Ulibarri, nacido en Okondo, Álava, en 1775, en su Gutun liburua: "... etorri cen euscal errira." "... egun zariyetan sermoyac euskal erriyen eta uritan."

Francisco Laphitz, nacido en Arizkun, Navarra, en su obra Bi saindu hescualdunen bizia, de 1867: "oinez abiatu zen Hescual herrirat."

En los siglos siguientes este empleo no retrocedió en absoluto. La aplicación expresa de Euskalerria (con diferentes grafías) a los siete territorios históricos es patente, por ejemplo, en las poesías Gauden gu eskualdun (Permanezcamos nosotros vascos) y Eskualdunak (Los vascos), del abate labortano Gratien Adéma (1828-1907), composiciones en que se mencionan las siete provincias tradicionales, por ejemplo, una parte de la segunda:
"Lapurdi, Nabarpe 'ta Zubero, Eskualherriak Frantzian; Bizkai, Gipuzko, Alaba, Nabarro, berdin dire Espainian."
"Lapurdi, Baja Navarra, Zuberoa, los territorios vascos en Francia; y lo mismo Vizcaya, Guipúzcoa, Álava, Navarra están en España."

ARRANTZALES, POR AURELIO ARTETA

El cantoral vasco incluye innumerables menciones a Euskalerria. Cabe señalar, entre otros, el tradicional canto del pueblo a San Miguel de Aralar, cuyo estribillo dice así:
"Miguel, Miguel, Miguel guria, Zaizu, zaizu Euskalerria. "
"Miguel, Miguel, nuestro Miguel, protege, protege a Euskalerria."

El predicador capuchino Juan de Bera, de origen navarro, durante una prédica realizada en Oyarzun, Guipúzcoa, en el año 1834, las dos primeras páginas de su sermón fueron escritas en euskera, y el resto del texto en castellano, que versa sobre San Francisco Javier, del cual se dice:
"Jayo cela gure Españian, uskal Errian, Nafarruan."
"Que nació en nuestra España, Euskalerria, Navarra."

El uso de Euskalerria se extendió a lenguas como el castellano y el francés. Varias entidades y publicaciones a ambos lados de la frontera han llevado ese nombre, como:

1. la Sociedad Euskalerria, fundada en Bilbao por quien fuera diputado general del Señorío, Fidel de Sagarmínaga, en el último tercio del siglo XIX.

2. la revista Euskal-Erria, creada en San Sebastián por José Manterola, en 1889.

3. el semanario Californiako Eskual Herria, en la ciudad de Los Ángeles, en el estado de California, que funcionó entre los años 1893 y 1898.

4. el semanario La Platako Eskual Herria, publicado en Buenos Aires, en la República de Argentina, en 1898.

5. el semanario Eskual Herria, de Bayona, en el País Vasco francés, fundado en 1898.

ROMERÍA VASCA

Salvador Castilla Alzugaray, nacido en Pamplona en 1819, de adscripción republicana, pronunció un discurso el 15 de julio de 1878, apelando a los asistentes a seguir amando a Euskal-Erria.

El novelista Francisco Navarro Villoslada, nacido en Viana en 1818, tradicionalista y carlista, fue defensor del tradicional régimen foral y de la causa carlista en su trabajo De lo prehistórico en las Provincias Vascongadas, que fue publicado en 1877, en el que escribió:
"... pero ellos no se dan a sí propios ese apelativo, ni el de vascongados, ni otro más que el de escualdunas bajo cuya denominación comprenden a todo el que habla la lengua euscara, sea español o francés, llamando asimismo escualherria, literalmente tierra de escualdunas, a todas las provincias que hablan la lengua euscara y pueblan ambas vertientes de los Pirineos occidentales: navarros, guipuzcoanos, alaveses y vizcaínos, españoles; suletinos y laburdinos, franceses."

El dirigente carlista vizcaíno Román Zubiaga, acompañando al entonces cadete Santiago Palacio en una visita a la Casa de Juntas de Guernica, le dijo:
"... las tribus más celosas de su independencia refugiáronse en las montañas de aquende y allende el Pirineo, constituyendo la Euskalerria, es decir, el país de euscaldunac, de los que hablan el idioma éuskaro..."

La escritora carlista navarra Dolores Baleztena, nacida en Pamplona en 1895, utilizó la denominación Euskalerria con frecuencia, por ejemplo en unas notas sobre la etnia vasca:
"... la figura del bersolari, ese admirable bardo de la Euskalerría genuinamente popular, que con asombrosa agilidad de imaginación y habilidad en versificar riñe torneos de ingenio discurriendo por los temas más dispares...."
"Dignos discípulos del inmortal Iparraguirre, también voluntario de Carlos V, que con su voz arrebatadora, subyugaba auditorios de naciones extranjeras, cantando a la "amacho maitia", al blanco querube de Euskalerría, a España, "lur hoberikan, ez da Europa Guziyan", "la tierra mejor cual no hay otra en Europa"..."
 
LAS MUJERES DEL MAR, POR GUSTAVO DE MAEZTU

Jesús Etayo escribió en la publicación El Pensamiento Navarro, el 17 de mayo de 1921, el artículo Ante el cuarto centenario de la herida de Íñigo de Loyola. Entre otras cosas, escribió:
"... como vascos, porque, a pesar de la gran desviación histórica padecida por nuestra raza, Ignacio era vasco y todos los vascos somos participantes de las glorias de Euskalerria..."

José María Iparraguirre Balerdi fue un bersolari guipuzcoano del siglo XIX y defensor de la causa del pretendiente Carlos V al trono de España. Su amor tanto por España como por Euskalerria quedó reflejado en bellisimas canciones, como el Gernikako Arboloa y Ara nun diran.

En Ara nun diran, a su vuelta a España exclamaba cuando la divisó desde Hendaya:
"¡Ara España! ¡Lur hoberikan ez da Europa guziyan!"
"¡Ahí está España! ¡Tierra mejor no la hay en Europa entera!"

Dice así este canto titulado en realidad Nere Etorrera lur maitera (Mi regreso a mi tierra querida):
"¡Oh! Euscal-erri, eder maitea!"
"¡Oh, Tierra vasca hermosa y querida!"

LA BENDICIÓN DE LA MESA EN UN CASERÍO DE VIZCAYA, POR ANTONIO LECUONA

El carlista Himno de Oriamendi, de 1837, en su versión euskara dice:
"¡Gora Espainia, ta Euskalerria, ta bidezko Errege!
Maite degu Euskalerria, maite bere Fuero zaharrak!"
"¡Gora Espainia, ta Euskalerria!" significa Viva España y Viva el País Vasco. Este himno tiene un marcado componente españolista y monárquico de esa Euskal Herria, por Dios (católico) por la patria (española) y el rey (Borbón).

La Marcha de Oriamendi es el himno del Carlismo que representa la legitimidad sucesoria de Carlos María Isidro de Borbón (Carlos V) a la Corona Española, por la que tantos vascos y navarros lucharon. Su nombre viene de una batalla que tuvo lugar en el monte Oriamendi, situado en las inmediaciones de San Sebastián, en 1837, durante la Primera Guerra Carlista en el que el ejército carlista derrotó al cristino.

Según cuenta la leyenda, tras la derrota de las tropas liberales, los carlistas entraron en el campamento cristino, tomando como botín de guerra armas, uniformes y, también, la partitura de una marcha militar compuesta por un músico inglés y arreglada por un liberal donostiarra, sin letra, para conmemorar la victoria de los cristinos, y a la que los carlistas pusieron letra.

La primera letra adoptada, en euskera guipuzcoano, es como sigue:
"Gora Jainko maite maitea
zagun denon jabe.
Gora Espania ta Euskalerria
ta bidezko errege.
Maite degu Euskalerria,
maite bere Fuero zarrak,
asmo ontara jarriz daude
beti karlista indarrak.
Gora Jaingoiko illezkor!!!
Gora euskalduna,
auto ondo Espaniako
errege bera duna!!!"
"Viva Dios queridísimo
tengámoslo todos por dueño.
Vivan España y el País Vasco
y el rey legítimo.
Amamos al País Vasco,
amamos sus viejos Fueros,
a esta idea están orientadas
siempre las fuerzas carlistas.
¡¡Viva Dios inmortal!!
¡¡Viva el vasco,
que tiene bien
el mismo rey de España!!"

Más adelante, con los arreglos musicales de Silvano Cervantes y la letra compuesta por Ignacio Baleztena Azcárate, se adoptó la letra más famosa, que es:
Por Dios, por la patria y el Rey
lucharon nuestros padres.
Por Dios, por la patria y el Rey
lucharemos nosotros también.
Lucharemos todos juntos
todos juntos en unión
defendiendo la bandera
de la Santa Tradición. (bis)
Cueste lo que cueste
se ha de conseguir.
Venga el rey de España
a la corte de Madrid. (bis)
Por Dios, por la patria y el Rey
lucharon nuestros padres.
Por Dios, por la patria y el Rey
lucharemos nosotros también.
Así se aunaban en el himno los elementos característicos del Carlismo.

Durante la Guerra Civil española fue uno de los himnos de combate del Requeté y, por decreto de 27 de febrero de 1937 aprobado por el general Francisco Franco, fue un canto oficial de la España Nacional, junto con el Cara al sol de la Falange y la Marcha Real, con letra de José María Pemán. Sin embargo, la versión oficial cambió la mención a la vuelta del rey de España "venga el rey de España a la corte de Madrid", por "que las boinas rojas entren en Madrid", más acorde con la nula voluntad de Franco de restaurar la monarquía.

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Está presente entre los agrios artículos publicados por el polígrafo e historiador pamplonés Arturo Campión, singularmente Sobre el nuevo bautizo del País Basko, en la Revista Internacional de Estudios Vascos de 1907.

El intento de sustituir Euskalerria, en nombre de la artificial ideología nacionalista, produjo muchos incidentes. Un ejemplo fue el suceso padecido en 1918, durante el Primer Congreso de Estudios Vascos de Oñate, por Resurrección María de Azkue. Este eclesiástico nacido en Lekeitio en 1905 fue el primer presidente de la Academia de la Lengua Vasca hasta su muerte en 1951. Refirió:
"Eskualerri (B-l), eskualherri (L), país vasco, pays basque."

José María Iribarren, natural de Tudela, en su Vocabulario navarro, escrito en 1952 se refiere:
"Euskalerría: Nombre que dan al País Vasco; es decir, a Vizcaya, Guipúzcoa, Álava y Navarra en España, y Lapurdi, Benabarre y Zuberoa en el País vasco-francés."
Aceptó la realidad política de las dos naciones en las que se encuentra repartida Euskal Herria, llamándolas España y País vasco-francés.

El término Euskal Herria está documentado en distintas formas desde el siglo XVI, hasta la unificación de la grafía en euskera propuesta por el lingüista Koldo Mitxelena en 1968.

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En este contexto, hay que aludir a la confusión del artículo 1 del Estatuto de Autonomía del País Vasco de 1979, en su título preliminar cuando dice:
"El Pueblo Vasco o Euskal Herria, como expresión de su nacionalidad, y para acceder a su autogobierno, se constituye en Comunidad Autónoma dentro del Estado español bajo la denominación de Euskadi o País Vasco, de acuerdo con la Constitución y con el presente Estatuto, que es su norma institucional básica."

Personalidades destacadas, como el ensayista José Miguel de Azaola y otros muchos, mostraron abiertamente su desacuerdo por el texto del artículo 1 del Estatuto de Autonomía y la pretensión de eliminar el nombre Euskalerria.

Así, cuando a Carlos Merino le preguntaran por Euzkadi, respondía:
"¡Euskadi no existe! En todo caso podríamos admitir Euskalerria; ése es el nombre correcto."

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Ya en tiempos del Consejo General Vasco, la Real Academia de la Lengua Vasca - Euskaltzaindia, en sesión celebrada en su Delegación de Bayona, el 26 de enero de 1979, acordó por unanimidad dirigir un escrito a su presidente, pidiendo que no fuera "relegada la palabra tradicional Euskal Herria".

De nuevo, esta Real Academia en sesión celebrada en San Sebastián, el 18 de julio de 2003, en Informe aprobado por el pleno declaraba que:
"Esta institución académica, ajena por completo al terreno político y por encima de todo credo e ideología, y respondiendo a uno de los fines fijados en el Real Decreto 573/1976, de 26 de febrero, por el que se reconoce a Euskaltzaindia – Real Academia de la Lengua Vasca, a saber, el fin de tutelar la lengua, no puede menos de reiterar la propiedad e idoneidad de la denominación Euskal Herria, nombre que pertenece a todos y que en modo alguno debe tomarse en sentido partidista..."
"Esta Real Academia reitera la propiedad, corrección e idoneidad del nombre Euskal Herria para el conjunto de las siete provincias o territorios, nombre no asimilable ni equivalente a cualesquiera realidades político-administrativas. Al mismo tiempo, recuerda la necesidad de respetar una tradición secular que nada ni nadie puede interrumpir o tergiversar."

Durante todo el siglo XX, el empleo de Euskalerria ha continuado, en ejemplos como:

1. el artículo Vasconia, de la Enciclopedia Espasa, de 1929, redactado por Bonifacio Etxegarai Korta, secretario del Tribunal Supremo y académico de número.

2. el Proyecto de Estatuto Vasco-Navarro de las Comisiones Gestoras (Diputaciones) de 1932, en el que Euskalerria figura como equivalente euskérico de País Vasco-Navarro.

3. la mención del programa Euskal Herria, en Radio Televisión Española, apenas iniciada la Transición política en los años 1976-1977.

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