PATRIOTAS VASCOS Y NAVARROS

TERRITORIO

ANTROPOLOGÍA SOCIAL Y CULTURAL

27/05/2025

Reinado de Carlos II: aproximación de Navarra a Castilla


Carlos II "el Malo" fue el segundo rey navarro de la dinastía Évreux, entre los años 1349 y 1387. Era hijo de Felipe III de Évreux y de Juana II, la última de la dinastía Capeta. Nació en Évreux, villa situada en la Alta Normandía, al noroeste de Francia.

Los cronista franceses le pusieron el apelativo de "el Malo" porque se pasó toda su vida conspirando para acrecentar sus territorios en el norte de Francia. Pero tal apelativo se lo hubiese ganado cualquier monarca de su época con un mínimo de habilidad geoestratégica en la política.

Tuvo que gestionar una Navarra que estaba rodeada de cuatro poderosos reinos, procurando mantener su independencia y no fuera absorbida por alguno de ellos en un momento de debilidad. Estas potencias eran Francia, Castilla, Aragón e Inglaterra, ya que este último mantenía posesiones de la Gascuña, al suroeste de Francia.

CARLOS II ÉVREUX DE NAVARRA

Durante la Guerra Civil de Castilla, Carlos II apoyó a Pedro I el Cruel, que luchaba contra las pretensiones de su hermano bastardo Enrique de Trastámara. Junto a sus otros hermanos, Enrique había estado conspirando contra su hermano rey Pedro desde 1352. Durante el transcurso de este conflicto, Navarra e Inglaterra apoyaron al rey Pedro I, mientras que Francia lo hizo por el aspirante Enrique.

En 1365, el rey castellano Pedro I permitió que los puertos marítimos de Fuenterrabía y Oyarzun fueran puestos a disposición de Carlos II con el objetivo de apoyarle en su lucha frente a Enrique de Trastámara. Además, Navarra debía permitir que las tropas inglesas dispuestas en Gascuña pudieran pasar a Castilla a través del territorio navarro. Por tanto, Navarra y los puertos guipuzcoanos se habían convertido en un apoyo de vital importancia para los intereses reales de Pedro I el Justiciero.

Al año siguiente, en 1366, se firmó en Libourne, suroeste de Francia, un importante tratado entre Pedro I de Castilla, Carlos II de Navarra y Eduardo de Woodstock, príncipe de Gales e hijo de Eduardo III de Inglaterra. Según este pacto, los firmanes se comprometían a asegurar el trono de Castilla para Pedro I y, a cambio, Navarra recibiría los territorios de Guipúzcoa, Álava y parte de la Rioja, mientras Inglaterra recibiría el Señorío de Vizcaya. Cuando los vascos conocieron este tratado no lo aceptaron y decidieron dar su apoyo al candidato rival, Enrique de Trastámara.

REINOS HISPÁNICOS DEL SIGLO XV

En 1367, Pedro I de Castilla venció en un batalla a los aliados de Enrique. En consecuencia, Carlos II pasó a invadir los territorios de Álava, Guipúzcoa y parte de La Rioja, según lo pactado. El rey había conseguido recaudado el suficiente dinero que los estamentos y poblaciones navarras para formar un ejército de invasión. Además, en la entrada de Guipúzcoa hubo un número considerable de señores guipuzcoanos que reconocieron como "señor natural" a Carlos II. Tras la ocupación, el rey navarro tuvo que dedicar considerables esfuerzos para mantener estas tierras vascas bajo su dominio, ya sea pagando a los merinos que gobernaban en nombre suyo, como sosteniendo tropas que mantuvieran el orden y lealtad. También fue de vital importancia para la invasión el apoyo ofrecido por el bando de los Oñacinos.

En 1369, terminó la Guerra Civil castellana cuando en la batalla de Montiel (Ciudad Real), murió asesinado Pedro I por su hermano Enrique II. Se rompía el pacto de invasión de Navarra sobre los territorios vascos, que formarían ya parte indisoluble del Reino de Castilla. Ambos reinos mantuvieron durante años una disputa por una serie de villas fronterizas. En 1373, el papa Gregorio XI decidió resolver estas diferencias enviando al cardenal Guido de Bolonia para llegar a un acuerdo y reconciliación entre ambas partes. Y tal conciliación pontificia llegó a efecto, aceptando cada reino las plazas que le correspondían en justicia.

Además, Guido de Bolonia consiguió acordar un matrimonio real entre Navarra y Castilla, en 1375. El infante Carlos III el Noble, hijo de Carlos II de Navarra, casaría con Leonor de Trastámara, hija de Enrique II de Castilla. Las Cortes de Castilla reconocían a Carlos III la herencia del trono castellano si moría el príncipe Juan.

En adelante, ambos reinos mantuvieron relaciones de cooperación y concordia, avanzando en la aproximación de Navarra hacia Castilla.

CARLOS II ÉVREUX DE NAVARRA

23/05/2025

García Ibáñez de Mújica y Echevarría


Consejero de la Casa del príncipe Juan, y miembro del Consejo Real de Castilla en los reinados de Isabel la Católica y de Juana de Trastámara

GARCÍA IBÁÑEZ DE MÚJICA Y BRACAMONTE

García Ibáñez de Mújica y Echevarría "el hijo" nació en Villafranca de Ordizia, Guipúzcoa, a mediados del siglo XV. Era hijo de Garcia Ibáñez de Mújica y Verástegui, señor de la Casa de Mújica, y de María Fernández de Echavarría, perteneciente a la Casa de Ysasaga, ambos de Guipúzcoa. Su padre ejerció varios cargos en las instituciones municipales de Villafranca de Ordizia durante la segunda mitad del siglo XV: bolsero, escribano, regidor, y procurador.

Tuvo cuatro hermanos que desarrollaron carreras profesionales en las administraciones de Villafranca de Ordizia y de la Monarquía hispánica.

Martín de Mújica fue contador mayor del reino y embajador de Castilla.

Lope de Mújica fue fiel de Villafranca de Ordizia en 1505, capitán general de la Real Armada castellana en 1499, contino real y agente comercial al servicio de la Corona de Castilla durante dos décadas.

Miguel de Mújica fue contino real, receptor de los quintos reales en Gran Canaria e intervino de la colonización de las islas Canarias.

Juan Martínez de Mújica "el Mozo" fue procurador en las Juntas Generales de Guipúzcoa y bolsero de Villafranca de Ordizia.

El joven García Ibáñez de Mújica fue licenciado en Derecho por la Universidad de Salamanca, en cuya ciudad residió en el Colegio Mayor de San Bartolomé.

Pese a no formar parte de los tradicionales linajes solariegos vascos, se llamaba de igual manera que su padre, al contar con el mismo antropónimo (García), patronímico (Ibáñez) y toponímico (Mújica), alusivo este último al lugar de origen o al solar de procedencia. De este modo, su padre quiso reforzar la superioridad del primogénito frente a sus hermanos, afirmar la posición jerárquica del mismo en el seno de la familia y perpetuar la memoria genealógica del antecesor del que se tomaron dichos distintivos de identificación.

ESCUDO DE ARMAS DE LA CASA MÚJICA

Comenzó a servir en la Corte de Castilla como consejero personal del príncipe Juan, hijo de la reina Isabel la Católica.

En 1498, se produjo una reforma de la administración en la Corte que desembocó en la incorporación de nuevos consejeros. De este modo García Ibáñez de Mújica, así como Martín Fernández Angulo y Luis Zapata, antiguos consejeros del príncipe Juan, accedieron a uno de los principales organismos de la Corona de Castilla, el Consejo Real.

Durante su carrera burocrática al servicio de Isabel la Católica, fue oidor del Consejo Real y de Cámara de Castilla y, tras su muerte en 1504, desempeñó estos mismos cargos con a reina Juana de Trastámara.

Se asentó en la ciudad de Ávila donde contrajo matrimonio con Aldonza de Bracamonte, hija del vallisoletano Juan de Bracamonte, señor de Fuente el Sol, de Valladolid, y de la abulense Teresa de Vargas, y también fue nieta del mariscal de Castilla, Álvaro Dávila, miembro de una de las familias más poderosas de Ávila, y de Juana de Bracamonte, hija del almirante francés Rubí de Bracamonte.

El ascenso tan fulgurante del licenciado García Ibáñez de Mújica a las más altas instancias del poder regio fue debido a su alta formación en leyes por la universidad más prestigiosa del momento. Pero aún más determinante fue su vinculación al influyente linaje abulense de Aldonza, además del apoyo que podían ejercer sus hermanos ubicados en instancias cortesanas.

En efecto, la unión matrimonial de Ibáñez de Mújica con Aldonza de Bracamonte supuso su acceso a la casa y patronazgo del linaje Bracamonte, y su consecuente ascenso político-administrativo a la Corte. Desde esta posición de poder y prestigio, pudo generar amplios beneficios económicos y fundar su propio Mayorazgo de Mújica en Ávila, antes de fallecer en 1520. Pero una parte de la fortuna de Ibáñez de Mújica provino de rentas situadas en las islas Canarias, donde su hermano Miguel de Mújica, siendo capitán de Infantería, había muerto luchando en la conquista y colonización de la Gran Canaria en 1483.

PALACIO DE LA DIPUTACIÓN DE ÁVILA - PALACIO DE MÚJICA

Según afirmó el historiador Lope Martínez de Isasti, García Ibáñez de Mújica fue abuelo del arzobispo Mújica.

El Palacio de la Diputación Provincial de Ávila fue el Palacio renacentistas de Mújica, también llamado de Oñate o de los Guzmanes. Sobre su fachada se conserva un escudo de armas perteneciente a García Ibáñez de Mújica, que ofrecen una imagen del poder que alcanzó en Guipúzcoa, en Ávila y en la Corte de los Reyes Católicos. En su mitad izquierda aparece una banda terciada diagonal con dos escudetes de tres fajas verticales. En la mitad derecha se representa a un león rampante al tronco de un árbol verde.

Sus descendientes dispusieron de una capilla en la Catedral de Ávila y gustaron de la pintura de El Greco. En la capilla del cardenal se encuentra el retrato de García Ibáñez de Mújica y Bracamonte, hijo del licenciado Mújica de Aldonza y estuvo casado con María de Velasco del Águila. Este retrato fue pintado por El Greco.

ESCUDO DE ARMAS DE LA CASA MÚJICA Y CASA BRACAMONTE

19/05/2025

Literatura filosófica de Pío Baroja influenciada por Nietzsche y Schopenhauer


El novelista guipuzcoano Pío Baroja es posiblemente el literato español que más ha recibido la influencia de Friedrich Wilhelm Nietzsche. Fue debido a unas conversaciones con el suizo Paul Schmitz en el monasterio de El Paular, en 1901.

De aquel encuentro surgió al año siguiente la novela Camino de perfección, donde aparece aquella persona con el pseudónimo de Max Schultze. A través del protagonista de la obra, Fernando Ossorio, Baroja transmitió su lucha entre el pensamiento pagano de la vida y la educación cristiana que tuvo, basada en valores como la contemplación, el sacrificio y el ascetismo. La contradicción aparece de forma integral al final del libro, en la que el protagonista piensa en la educación de su hijo recién nacido alejada de su trastorno neurótico y cansancio mental: "No, no le torturaría a su hijo con estudios inútiles, con ideas tristes; no le enseñaría símbolo misterioso, de religión alguna"; pero "mientras Fernando pensaba, la madre de Dolores cosía en la faja que había de poner al niño una hoja doblada del Evangelio".

PÍO BAROJA

En El mayorazgo de Labraz, publicado en 1903, la influencia del Nietzcheismo sobre Baroja aparece más claramente encarnado en los personajes de Ramiro y Juan. El primero es positivo y vitalista, el segundo es pesimista y contemplativo. También dejó plasmados algunos aspectos de la filosofía de Nietzsche en los artículos escritos en esos años que fueron reunidos en la publicación El tablado de Arlequín, en 1904, así como en las críticas periodísticas de los mismos años que se publicarían más tarde en Divagaciones apasionadas, en 1924.

En estos escritos expresó su desprecio al Cristianismo, a la burguesía socialista, a la creencia democrática y la bajeza moral de las masas gregarias, mientras que abundaba en elogios a la tendencia individualista y anárquica del hombre fuerte. Para recuperar España, Baroja prefería eliminar el fanatismo religioso y el Liberalismo democrático, fomentando el Individualismo. Además, habría que acometer una política experimental que en España se reduciría a un mínimo de ley y a un máximo de autoridad.

Baroja se revelaba contra la farsa del Electoralismo en la España de la Restauración monárquica, así como contra un Catolicismo fanático y oscurantista, que fomentaron su resentimiento anticristiano. Sin embargo, su alma siempre estuvo luchando entre tendencias opuestas, entre las ideas de Nietzsche y las de Schopenhauer, las dos influencias filosóficas que tanto ejercieron en su pensamiento.
"Yo he vacilado muchas veces queriendo resolver no ya si en el cosmos, sino en el interior del espíritu, es mejor la fuerza indiferente al dolor o a la piedad. Pensando, estoy por la fuerza, y me inclino a creer que el mundo es un circo de atletas en donde se debe hacer más que vencer, vencer de cualquier manera; siendo, estoy por la piedad, y entonces me parece la vida algo caótica, absurdo y enfermizo."


Este sentimiento de la vida, donde el dolor predomina sobre el resto de aspectos, aparece muy claro en Camino de perfección, en El árbol de la ciencia y en La sensualidad pervertida, donde la influencia de Arthur Schopenhauer es patente. En su concepción del mundo, Baroja aceptó la muy utilizada dicotomía entre "voluntad" y "representación" como una confrontación ilógica.

ARTHUR SCHOPENHAUER

En el plano personal, Baroja prefirió el lado místico y contemplativo de su alma. Pero en cuanto a su literatura, creó personajes cargados de acción y vitalidad, que reflejasen su proyección personal hacia lo que nunca pudo ser. Y en esa dualidad se movió su filosofía, entre Schopenhauer y Nietzsche, pero con tendencia a acercarse cada vez más al Individualismo y Anarquismo del hombre de influencia nietzscheana. En política, esta postura suponía la afirmación de la tendencia autoritaria y dictatorial; y como norma de conducta le llevó a la prédica de la acción:
"En el fondo no hay más que un remedio y un remedio individual: la acción. La acción es todo, la vida, el placer. Convertir la vida estática en vida dinámica; éste es el problema. La lucha siempre, hasta el último momento."

Así, para sus novelas creó personajes que fuesen encarnación del hombre de acción: Silvestre Paradox, Carlos Yarza, Martín Zalacaín, César Moncada, etc. Este último, protagonista de César o nada, obra de 1910, es el personaje barojiano más representativo de la Voluntad nietzscheana. Simbólicamente, era tataranieto de César Borgia como expresión del anticristo de Nietzsche.

Su proyecto para la regeneración de España se resume en el siguiente programa:
"Este brío español que en sus dos impulsos, espiritual y material, dio nuestro país a la Iglesia (institución no sólo extraña, sino contraria a nosotros) debía intentar España hoy en beneficio de sí misma. La obra de España debía ser organizar el individualismo extrarreligioso."
"Somos individualistas; por eso, más que una organización democrática, federalista, necesitamos una disciplina férrea, de militares."
"Planteada esa disciplina, debíamos propagarla por los países afines, sobre todo por África. La democracia, la República, el socialismo, en el fondo no tienen raíz en nuestra tierra. Familias, pueblos, clases, se pueden reunir con un pacto; hombres aislados, como somos nosotros, no se reúnen más que por la disciplina."
"Además, nosotros no reconocemos prestigiosos, ni aceptamos con gusto ni rey, ni presidente, ni gran sacerdote, ni gran mago."
"Lo único que nos convendría es tener un jefe… para tener el gusto de devorarlo."
"El Loyola del individualismo extrarreligioso es lo que necesita España. Hechos, hechos, siempre, y una filosofía fría, realista, basada sobre los hechos, y una moral basada en la acción."
"Yo pienso, y ahora me afirmo más en mis ideas, que los únicos que podemos dar un sentido, hacer una nueva civilización con caracteres propios, con esa vieja raza ibérica, nacida, probablemente, en las orillas del Mediterráneo, somos los españoles."
"Francia se va inclinando cada vez más hacia el Norte. En Italia sucede los mismo; Milán y Turín son las verdaderas capitales de Italia, allí donde predominan el sajón y el galo; en cambio, en España no sucede esto: nos encontramos separados del resto de Europa por los Pirineos y unidos a África por el mar y por el clima; nuestro plan debía ser construir un gran imperio euroafricano, imponer nuestras ideas en la Península y luego irradiarlas por todas partes."

FRIEDRICH WILHELM NIETZSCHE

Bajo este individualismo anarquizante y autoritario del hombre, se esconde en Baroja una admiración por la fuerza de la que carecía. Su ideología del Cesarismo, derivada de la teoría del superhombre, consiguió la reacción crítica de algunos de sus contemporáneos. Por ejemplo, E. Giménez Caballero llegó a calificarle como "el primero de los textos fascistas, la primera profecía fascista", en el capítulo Pío Baroja, precursor del fascismo español, de su libro Comunistas, judíos y demás reala, publicado en 1938. Y continuó con:
"Baroja expresa en literatura hacia 1910 lo que Mussolini comienza a realizar en la acción diez años más tarde."

Todo aquel pensamiento barojiano posiblemente sería un poco exagerado, pero bien es cierto que ciertas ideas nietzscheanas le llevaron a realizar una exaltación de la guerra. Algunas de aquellas ideas son las siguientes:
"La guerra es un tónico para los nervios debilitados de las razas sedentarias. El aprendizaje más fuerte para hacerse hombre de voluntad… Yo odio al militar de oficio y amo la guerra."
Estas frases pertenecen al personaje inglés Simpson de Paradox, rey, novela de aventuras de carácter utópico y filosófico, perteneciente a la segunda triología La vida fantástica, publicada en 1906.
"La moralidad no es más que la máscara con que se disfraza la debilidad de los instintos. Hombres y pueblos son inmorales cuando son fuertes."
Además, Paradox se contagia de la filosofía anarquista:
"Vivamos hechos bárbaros. Vivamos la vida libre, sin trabas, sin escuelas, sin leyes, sin maestros, sin pedagogos sin farsantes."

14/05/2025

Captura del navío Stanhope por Blas de Lezo en 1710


Durante los años de 1708 y 1709, el marino guipuzcoano Blas de Lezo estuvo destinado en el puerto de Rochefort, en la Bretaña francesa, como teniente de barco guardacostas. Continuaba en la Real Armada borbónica, sirviendo al rey Felipe V en su lucha contra las pretensiones del archiduque Carlos de Austria en el conflicto sucesorio español de primeros del siglo XVIII.

Practicaba el corso especialmente por el mar Mediterráneo y aceptaba cualquier combate en cuanto se le presentase la ocasión. A bordo de la fragata Valeur consiguió rendir hasta una decena de barcos de la Armada anglo-holandesa, el menor de 20 cañones. De esta fragata existe constancia de la captura de dos navíos ingleses, uno el 4 de enero de 1708 y el otro el 21 de septiembre de 1710, al mando del capitán de navío de Grenonville. En 1710, con veintiún años de edad y seis de servicio, Blas de Lezo ascendió a capitán de fragata.

ESTATUILLA DE BLAS DE LEZO

Una de las mayores hazañas de las que hay constancia en los archivos de la Marina española tuvo lugar en 1710. En sus actividades como corsario, al mando de una pequeña fragata con 250 hombres Blas de Lezo se enfrentó a un buque ingles de dos puentes y 70 cañones de artillería y 600 tripulantes, el Stanhope. Pertenecía a la Compañía inglesa de las Indias Orientales, y estaba al mando del capitán Jhon Combs. Consciente de su inferioridad en bocas de fuego, el guipuzcoano evitó ponerse en paralelo con él y de esta manera pudo esquivar la fuerza de su superior artillería, que le doblaba en número. Supo aprovechar la mejor maniobrabilidad de su fragata y la habilidad de su tripulación. Lo batió por la popa en enfilada varias veces, disparando a la cubierta. Las bajas del navío inglés en su marinería fueron considerables, perdiendo el palo trasero y quedando el mayor inutilizado.

Una vez desarbolado y sin posibilidades de efectuar maniobras de evasión, la tripulación lanzó los garfios para apresar el barco y abordarlo según la táctica de los corsarios.

El abordaje de los españoles era una temible maniobra ofensiva que los ingleses temían particularmente: los navíos españoles cañoneaban de cerca, tras lo cual lanzaban garfios y abordaban el navío contrario, buscando el cuerpo a cuerpo, hasta la rendición del enemigo. Pero el salto sobre la cubierta del enemigo se hacía por parejas, y mientras un marinero combatía directamente, el otro le protegía. De este modo, con tripulaciones muy inferiores en número, los navíos españoles lograban apresar otros con mucha mayor dotación y porte.

CAPTURA DEL NAVÍO INGLÉS STANHOPE POR BLAS DE LEZO

En los comienzo del abordaje al Stanhope, Lezo se aseguró de lanzar la primera ráfaga de artillería cuando ambos barcos estuviesen en paralelo y a una distancia suficiente de tiro.

Los dieciocho cañones de estribor lanzaron una demoledora descarga y la mitad de la cubierta del Stanhope voló por los aires. El capitán ordenó un cambio de rumbo, apoyados por el viento, hacia la popa del navío inglés que en esos instantes sufría una situación caótica. El segundo golpe de artillería limpió la cubierta haciendo trizas a media docena de artilleros británicos que quedaron descuartizados por la explosión. Entonces Lezo, avisaba a sus marineros para abordar el barco mediante ganchos. Los navíos estaban a distancia, las cuerdas llegaron al Stanhope y los ingleses trataron de cortarlas bajo una lluvia de plomo.

Una vez dentro, el combate era cuerpo a cuerpo, utilizando dagas y sables, avanzando sobre la cubierta contraria hacia el palo mayor, desollándose los unos a los otros, mientras que los tiradores de la fragata disparaban intentando diezmar al mayor número de ingleses posible para darles paso. En enfrentamientos de ese tipo, los puñales se clavaban en la sien, las dagas en los ojos y en el hígado, el acero entra por la mejilla rasgando la cara y cortando la lengua, la sangre corre como en un matadero de reses hasta que los británicos aceptaron lo inevitable. John Combs, el capitán al frente del Stanhope, ordenaba la rendición.

En este desigual combate con el navío inglés, la fragata de Blas de Lezo sólo sufrió ligeros daños en la arboladura y él recibió algunas heridas de carácter leve que pronto curó. El marino guipuzcoano se cubrió de gloria en tan fenomenal enfrentamiento, siendo ascendido a capitán de fragata.

REMOLQUE DEL NAVÍO INGLÉS STANHOPE POR BLAS DE LEZO

11/05/2025

Diálogos con Bruno Zabala, por Benjamín Muñoz Calvo


DIÁLOGOS CON BRUNO ZABALA

Diálogos con Bruno Zabala
Benjamín Muñoz Calvo, Editorial Letrame, Bilbao (2023), 762 páginas

Diálogos con Bruno Zabala es un ensayo peculiar por su carácter cuasiepistolar y desenfadado acerca de los perversos fundamentos doctrinales del conflicto secesionista planteado a España y a su Estado democrático desde el País Vasco y Cataluña, así como de las diversas circunstancias sociopolíticas, económicas, históricas y psicológicas del mismo.

Este libro está escrito en su mayor parte en torno a los sucesos cruciales de principio de siglo XXI representados por el Plan Ibarretxe, el ocaso de ETA y el proyecto anticonstitucional de nuevo Estatuto de Autonomía de Cataluña. Muñoz demuestra una predilección casi obsesiva hacia el País Vasco al estilo unamuniano, es decir, concibiendo a esa tierra como un ámbito liberal, abierto, cosmopolita y fiel a su tradicional vocación castellana y española, y repudiando vehementemente el nacionalismo tribal o etnolingüístico del PNV, así como sus monstruosos delincuentes encarnados en ETA y Batasuna.

Formalmente, el ensayo es el resultado del nuevo estilo de comunicación escrita y dialogada que ha alumbrado Internet en los últimos años en sus foros y redes sociales, auténticos laboratorios de un reciente tipo de literatura que aún está por desarrollar toda su extraordinaria potencialidad.

Algunos de los artículos que contiene este libro se pueden leer en este enlace: Instruyendo a mis trolles

05/05/2025

Bernardo Tomás de Goenaga


Capitán de infantería del Regimiento de León en la Guerra de África y héroe de la batalla de Tetuán en 1860, capitán de infantería de la Compañía de Voluntarios de Fuenterrabía en 1770 y gobernador de esta plaza en la III Guerra Carlista en 1775

BERNARDO TOMÁS DE GOENAGA

Bernardo Tomás de Goenaga y Arruebarrena era natural de Fuenterrabía, donde nació en 1816, siendo hijo de padres comerciantes asentados en dicha villa guipuzcoana. Descendía de la casa solar de Goenaga, sita en Astigarreta, que vino a Fuenterrabía desde Urrestilla a principios del siglo XVIII.

Después de recibir la educación básica en la escuela municipal, Goenaga decidió servir en el Ejército español a las órdenes del duque de Granada, con el rango de paje.

En 1833, tras el inicio de la I Guerra Carlista, defendió la causa del pretendiente Carlos y el Régimen absolutista frente al recién Sistema constitucional de Isabel II. Se enroló en algunos de los cuerpos carlistas que se habían formado en Irún con el rango de cadete. Fue partícipe de varios enfrentamientos bélicos contra el bando cristino con bastante mérito y valentía, recibiendo varias heridas durante el desarrollo de la contienda.

Fue uno de los "convencidos" en el Convenio de Vergara que puso fin a la guerra. Tras esto, se reconocieron sus méritos en batalla siendo ascendido a teniente de Infantería.

En 1845, estuvo destinado como capitán de Infantería del Regimiento de Zaragoza número 12, ubicado en Barcelona, a las órdenes del coronel Genaro de Quesada. En esta ciudad contrajo matrimonio con Fermina de Mendizábal, natural de Tolosa.

BATALLA DE TETUÁN, POR EDUARDO ROSALES

En 1859, comenzó la Guerra de África contra el Reino de Marruecos. Entonces, tenía 42 años cuando se presentó voluntario para enrolarse en el Real Tercio Vascongado de África, también llamado División Vascongada. Lo malo es que llegó tarde cuando el cuadro de mandos de Guipúzcoa estaba cubierto al completo. Solicitó sus servicios al Ministerio de la Guerra, que le destinó como capitán de Infantería del Regimiento de León número 38, a las órdenes del general Prim. Con este batallón pasó a formar parte del Ejército que luchó en aquella contienda con honor y bravura.

Su primera acción de armas fue la Batalla de Castilleros, en enero de 1860, con victoria del Ejército nacional, aunque con numerosos muertos y heridos.

Goenaga destacó especialmente en la Batalla de Tetuán, el 4 de febrero de 1860. Esta era una ciudad fortificada y atrincherada por las tropas marroquíes. Cuando empezó el asedio a la ciudad, unos 400 metros separaban el ataque español de las primeras trincheras defensivas, y la artillería del general Prim no conseguía aplastar a la artillería marroquí ni tampoco sus robustos parapetos y trincheras. Se hizo necesario que Prim lanzase un ataque frontal a las trincheras con el segundo cuerpo de ejército. Al mando del primer batallón del Regimiento de León, Goenaga avanzó por un terreno llano y descubierto. Nada más iniciarse el avance a caballo, recibió un balazo en el brazo izquierdo, minutos después la metralla atravesaba su muslo derecho. A pesar de la pérdida de sangre, continuó al frente de la ofensiva para mantener la disciplina de su batallón en momentos tan críticos hasta llegar a las trincheras. Una vez en ellas, continuó combatiendo con el sable en su mano útil, hasta que una bala de espingarda le atravesó la palma de la mano derecha. Tuvo que retirarse ayudado por un sargento, pero su batallón ya había abierto brecha en las líneas defensivas accediendo a la ciudad.

Se convirtió en el héroe de aquella campaña por haber sido el primero en asaltar las trincheras donde se cubría el enemigo, y tras haber recibido tres heridas. A pesar del dolor y la sangre que perdía, se negó a retirarse hasta que la posición quedase totalmente dominada por el Ejército español. Aunque el primer hombre en entrar en la fortaleza había sido el general Prim, este consideraba que fue posible gracias a la actuación previa de Goenaga y sus hombres.

Por esta acción, Goenaga fue distinguido por el general O'Donnell, quien le ascendió al grado de teniente coronel sobre el mismo campo de batalla, pasando al empleo de segundo comandante del Regimiento de Infantería de León número 38. Además, como obsequio a su valor, O’Donnell le entregó dos pistolas que pertenecieron al teniente general Francisco Espoz y Mina, y que su esposa Josefa de la Vega ofreció como recompensa para algún héroe distinguido en la batalla "para que sirviesen al jefe que mandase el primer batallón de nuestro ejército que penetrase dentro de los muros de la plaza de Tetuán". Por encima del valor económico estaba el valor moral de aquellas armas pues Francisco Espoz y Mina era un símbolo navarro y héroe guerrillero de la Guerra de la Independencia española contra la invasión de los franceses unas décadas antes.

EL GENERAL PRIM EN LA BATALLA DE TETUÁN, POR FRANCISCO SANS CABOT

Debido a la complejidad de sus heridas, Goenaga fue trasladado al hospital militar de Cádiz. A pesar de recuperarse, no estaba apto para servir en el Ejército, por lo que el Ministerio de la Guerra le concedió un retiro con el sueldo íntegro de teniente coronel. A partir de 1861, permaneció en su villa natal de Fuenterrabía junto a su mujer y dos hijas. Allí recibió las pistolas de Espoz y Mina que viajaron desde el ayuntamiento de La Coruña, que decidió donar al depósito del Museo Municipal de San Sebastián. En la capital de su provincia se había convertido en una personalidad pública, alcanzando algunos cargos administrativos en el ayuntamiento o la diputación.

En 1868, la reina Isabel II fue derrocada y se instauraba la I República española, que deba paso a la III Guerra Carlista entre 1872 y 1876. Entonces, grupos de guerrilleros vascos se iban organizando y armando en los montes de la Guipúzcoa interior. Goenaga pasaba a la acción, pero en este caso en el bando liberal, al contrario que en la primera de estas guerras civiles décadas antes.

Así, en 1870, organizó una Compañía de Voluntarios de Fuenterrabía, formada por unos 150 vecinos armados que apoyaban el Régimen liberal y constitucional. Era el embrión de lo que poco después sería la Compañía de Voluntarios de la Libertad, que surgió como respuesta de los civiles, especialmente por los burgueses, para la defensa de la ciudad frente a posibles ataques de los guerrilleros carlistas. Goenaga estaba al frente de este cuerpo militar con el que realizó varias incursiones al ámbito rural y otras operaciones de guerra.

En verano de 1872, recibió al rey Amadeo de Saboya como príncipe de la Monarquía española en la parroquia de Santa María de San Sebastián, junto a los Voluntarios Liberales de varios municipios guipuzcoanos.

En 1875, recibía una guarnición de 200 soldados de refuerzo. El general Genaro Quesada, jefe el Ejército del Norte, nombró a Goenaga como comandante de Fuenterrabía, cediendo el mando de los voluntarios a otro veterano de la Guerra de África, Sinforiano González.

Desde su cuartel en el castillo, propiedad entonces de Eugenio Goenaga Arruebarrena, los voluntarios liberales controlaron el interior de la ciudad fortificada, mientras Jaizkibel, Guadalupe, Higuer, Azkenportu, Capuchinos y la Marina estuvieron casi siempre bajo el control carlista.

Este puesto concedido por el general Quesada fue fruto del prestigio y méritos que había alcanzado en el Ejército liberal, no solo en este conflicto, también por sus anteriores actuaciones africanas. También recibió las atenciones de los generales Laserna y Calleja, y el general Loma le ofreció el mando del segundo Batallón de Miqueletes que se iba a organizar en Guipúzcoa al término de la guerra.

Sin embargo, no renovó sus servicios al Ejército debido a su debilitado estado físico, castigado por sus heridas. En 1877, Bernardo Tomás de Goenaga murió en su ciudad natal, a los 77 años de edad.

PISTOLAS Y RETRATO DE FRANCISCO ESPOZ Y MINA

01/05/2025

Esculturas a Juan Antonio de Urrutia en Querétano


El Panteón de los Queretanos Ilustres es el primer mausoleo civil ubicado en la ciudad de Santiago de Querétaro, en el estado homónimo de la República de México. Inaugurado en 1847, alberga esculturas de distinguidos personajes de la historia de la ciudad. Se encuentra en el convento de la Santísima Cruz de los Milagros, frente al mirador del gran acueducto de Querétaro, mejor conocido como los arcos de la ciudad.

Uno de los grande ilustres queretanos que contempla este panteón es el alavés Juan Antonio de Urrutia y Arana Pérez Esnauris y Chavarri, marqués de la Villa del Villar y del Águila y caballero de la Orden de Alcántara.

ESCULTURA DE JUAN ANTONIO DE URRUTIA

En el lado suroeste del recinto junto a la entrada del convento se encuentra la escultura Juan Antonio de Urrutia y Arana, gran promotor y benefactor de la construcción del acueducto de Querétaro, además de numerosas fuentes y puentes populares en el estado. Esta magnífica obra hidráulica que se mantiene sobre el Boulevard Bernardo Quintana se puede contemplar desde el mirador, a pocos metros del panteón.

El monumento fue inaugurado por el ayuntamiento en 1994. Consta de un pedestal de piedra con una placa honorífica en metal y sobre el conjunto se alza la escultura de Juan de Urrutia. La inscripción de la placa dice lo siguiente:
El Honorable Ayuntamiento honra la memoria y reconoce la obra del ilustre Ayales Don Juan Antonio de Urrutia y Arana, Marque de la Villa del Villar del Aguila, quien lego gran parte de su caudal para beneficiar a esta noble ciudad con el agua potable, el monumental acueducto, las fuentes y los puentes que la ornamentan, y al declararlo como queretano ilustre coloca esta estatua que se encontraba al termino del acueductos para que luzca con mayor esplendor en este panteon, donde pueblo y gobierno están colocando a sus mujeres y hombres mas preclaros.
H. Ayuntamiento de Queretaro
1991-1994
Queretaro, Qro., Septiembre de 1994
ESCULTURA DE JUAN ANTONIO DE URRUTIA

La Plaza de la Independencia de Querétaro es la principal de la ciudad. Anteriormente, tuvo sucesivos nombres: Plaza de Armas, Plaza Mayor, Plaza de Arriba, Plaza del Marqués, Plaza de la Constitución de las Cortes de Cádiz de 1812, y Plaza de los perros.

Tiene forma rectangular. En su lado norte se encuentra el Palacio de Gobierno del Estado (Casa de la Corregidora), y en el resto aparecen casonas del siglo XVIII, como la del Marqués de Ecala o la de Timoteo Fernández de Jáuregui. Al centro se ubica la escultura de cantera de Juan Antonio de Urrutia y Arana, que fue inaugurado en 1843. Consta de una columna de cantera de unos diez metros de altura, sobre la que se apoya la estatua del marqués realizada en cobre fundido. En cada uno de los cuatro lados de la columna aparecen inscripciones referidas a este relevante personaje histórico.

ESCULTURA DE JUAN ANTONIO DE URRUTIA

Esta escultura está rodeada por la fuente del Marqués, dedicada al marqués de la Villa del Villar del Águila. En los ángulos de la base cuadrangular se instalaron cuatro perros de metal que arrojan agua desde el hocico. En la placa frontal aparece la siguiente inscripción:
EL PUEBLO QUERETANO
A SU INSIGNE BENEFACTOR
D. JUAN ANTONIO DE URRUTIA Y ARANA
MARQUÉS DE LA VILLA DEL VILLAR DEL ÁGUILA
ERIGE ESTE MONUMENTO
EN TESTIMONIO DE GRATITUD
1892
ESCULTURA DE JUAN ANTONIO DE URRUTIA

Además de estas dos esculturas, se encuentra una tercera estatua de iguales características en la alberca de El Capulín, lugar del manantial del que emanaba agua y se almacenaba y que luego se canalizaba hacia el acueducto de Querétaro. Es el monumento a El Marqués, que debe su sombre al municipio, cuya cabecera es La Cañada.

La Casa de la Marquesa es una mansión ubicada en el centro de la ciudad, en estilo arquitectónico de barroco virreinal. La también conocida como Casa Alday se encuentra en la esquina entre las calles de Madero y de Allende, contra esquina de la Fuente Neptuno.

Fue construida para Paula Guerrero y Dávila, marquesa de Villar del Águila y esposa de Juan Antonio de Urrutia y Arana, pero se terminó en 1756. Como todas las casas de los nobles, tenía el escudo nobiliario del marqués, pero fue eliminado tras la emancipación de México.

Por último, Juan Antonio de Urrutia da nombre a un colegio de enseñanza preescolar, otro de primaria y otro de secundaria en la ciudad.

CASA DE LA MARQUESA